Capítulo 12

A la hora del almuerzo se fue a la casa de sus padres. Al llegar vio cómo su hijo corría hacia ella abrazándola.

—¡Mamá! ¡Bendición!

—¡Dios te bendiga! ¡Mi cielo! —lo abrazó y le dio un beso.

Se acercó y abrazó a la señora Elena Castillo.

—¡Bendición! ¿Cómo estás?

—¡Dios te bendiga, hija! ¡Estoy bien!

—¿Cómo se portó Lucas?

—Muy bien, no te preocupes. —dijo la señora Elena.

—Lucas, ¿Cómo te fue hoy en el colegio?

—¡Muy bien!, abuela, ¿Verdad que me saqué un veinte en matemáticas?

—¡Así es!, mi nieto es muy inteligente.

—¡Claro, se parece a su madre! —agregó Daniela divertida mientras buscaba un vaso de agua fría en la nevera.

—¿Hija, te vas a quedar esta semana con nosotros?

—No mamá, me salió un contrato grande y sabes que me es más fácil trasladarme desde el apartamento. Pero Lucas y yo vendremos para el fin de semana.

—Está bien, pero sabes que cuando necesites que cuide de Lucas, lo haré encantada.

—Gracias mamá.

El teléfono sonó y la señora Elena corrió a contestarlo.

—¿Aló? ¡Ga
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