-A ver… tengo la cámara, ropa, protector solar… –Daniel me mira intensamente y agrega -El traje de baño… –al escucharlo recordé -Oh cierto, el traje de baño ¿Cuál debería llevar? –dije, mientras me dirigía al armario y abría la puerta, revelando mis opciones. Daniel se acercó y se recostó contra el marco de la puerta, observándome con una sonrisa. Saqué tres trajes de baño y los extendí sobre la cama.-A ver, tengo este bikini rojo –dije, sosteniéndolo frente a mí -Es bonito y me gusta cómo se ve, pero no estoy segura si es el adecuado para el río –Daniel asintió, observando el bikini.-Es bonito, pero sigue mostrando las otras opciones –Tomé otro de la cama, un traje de baño de una sola pieza en un tono azul oscuro.-Este es más conservador y cómodo –dije, mostrando el traje -Me gusta para nadar, pero no sé si es muy serio –Daniel frunció el ceño, pensativo.-Hmm, ese también está bien, pero muéstrame el último –Finalmente, saqué un bikini de color verde esmeralda con detal
La Victoria despertaba bajo el manto de un amanecer en tonos de coral y dorado, como si el cielo mismo celebrara el retorno de Valeria a su tierra natal. Tras años de recorrer selvas inexploradas y capturar con su cámara la esencia indómita de la naturaleza, Valeria sentía una mezcla de emociones al pisar nuevamente las calles empedradas de su infancia. Los aromas familiares de la ciudad la envolvieron, cada rincón y cada esquina evocando recuerdos de tiempos más simples y despreocupados. Había algo en La Victoria que siempre le había parecido mágico, una cualidad intangible que hacía de esta ciudad un lugar especial. El bullicio del mercado central, los colores vibrantes de los puestos de frutas, el murmullo constante de la vida cotidiana; todo parecía más intenso aquí. Sin embargo, tras años de ausencia, Valeria no podía evitar sentir una punzada de incertidumbre. ¿Se habría mantenido intacta la esencia de su hogar, o el tiempo habría erosionado lo que una vez co
El amanecer en La Victoria pintaba el cielo con tonos de coral y dorado, mientras yo observaba el paisaje desde la ventanilla del autobús. El camino serpenteaba a través de campos de caña de azúcar y plantaciones de cacao, reminiscencias de un pasado que nunca había olvidado. Cada kilómetro que me acercaba a mi destino hacía que mi corazón latiera con más fuerza, una mezcla de emoción y nerviosismo llenando mi pecho. Tras varios años viviendo en el extranjero, recorriendo selvas inexploradas y capturando con mi cámara la esencia indómita de la naturaleza, regresaba a mi ciudad natal. La idea de volver a pisar las calles empedradas de mi infancia me provocaba un torrente de emociones. Las caras conocidas, los aromas y los sonidos familiares de la ciudad habían habitado en mis recuerdos, anclados en un tiempo que ahora me parecía lejano. El autobús finalmente llegó a su destino, y me bajé con una mochila al hombro y mi cámara colgando del cuello, como una e
Desperté temprano el día de hoy, a pesar de que ayer me acosté tarde, por mi caminata loca y mi encuentro con aquel chico ahora que lo pienso, nunca supe su nombre La luz del sol se filtraba por las cortinas de mi habitación, anunciando el inicio de una jornada que había estado esperado con ansias y nervios. Me levanté con energía, impulsada solamente por la emoción y el nerviosismo que me acompañaban desde mi llegada a La Victoria. Al llegar a la cocina mi madre se encontraba ya despierta –Buenos días mamá ¿Pero qué haces despierta? A penas son las 4:00 –Ella me sonrió con mucha energía mientras sacaba los huevos fritos de la estufa y me dijo –Quería prepararte el desayuno antes de tu gran día, sé que es muy importante para ti y es lo menos que puedo hacer –su comentario me llenó de ternura y me hizo sentir muy alegre, nada mejor para empezar este maravilloso día, acariciando su cabeza le dije –Gracias mamá, no sabes lo que significa para mí, pero el simple hecho de que est
Este hombre observaba mis fotografías cuando de pronto se detuvo frente a una fotografía de un colibrí en pleno vuelo, la imagen estaba bastante nítida y en realidad incluso a mí me sorprende el haberla tomado de forma tan profesional. Él puso una expresión como si mi imagen lo hubiera conmovido profundamente, despertando en él una mezcla de admiración y asombro, con esa misma expresión caminó lentamente hacia la fotografía, perdiéndose en los detalles.-Es impresionante, ¿verdad? –dije y él se sobresaltó un poco, pero al verme por un momento sonrió.-Sí, ciertamente es muy impresionante. Admiraba los detalles de las alas del colibrí, sus plumas irisadas reflejando la luz en un caleidoscopio de colores. Me pregunto quién será la persona capaz de capturar tal momento con tanta perfección –Su comentario me hizo bastante gracia, pero la contuve, sin embargo, aunque quiera seguir con la conversación, no puedo, realmente me produce mucha curiosidad, pero Ana comenzó a hacerme señ
Alejandro se me acercó y dijo de forma seria –No responda Srta. Valeria, ya sé la respuesta, en realidad me sorprende, pero está bien, veo poco ético desvirgarla en una oficina tan sucia como esta, por lo que le propongo tener una comida conmigo para así poder charlar más si gusta –Su rudeza para decir las cosas me hace sentir incomoda, pero agradezco que se haya calmado un poco y me dé tiempo para ver si de verdad pasará algo más, con la cara todavía caliente me acomodo la falda del vestido –Srta. Valeria –Antes de que Alejandro pudiera continuar le hice una seña colocando mi dedo índice sobre mis labios en señal de silencio, él se quedó un momento a la espera de una razón y yo hablé negando con la cabeza al iniciar –Por favor no me diga “Srta.” Me hace sentir extraña, solo “Valeria” si es tan amable –Alejandro sonrió de forma pícara por mi comentario –Está bien Valeria, espero que en esa comida podamos hablar más sobre las fotos –solté una risita incomoda nuevamente y me di
Mirándolo directamente a los ojos le pregunté -¿Una audiencia? –Él asiente con la cabeza y cuando está a punto de decirme algo, llega Daniel casi arrastrando a mi madre, esta última tiene cara de incomodidad Diablos ¿ENSERIO TE PONDRÁS CELOSO AHORA DANIEL? Daniel me abraza de forma forzada y casi gritando dice –Lo hiciste muy bien preciosa –cuando volteé hacia el hombre del colibrí este tenía una expresión de pérdida y diría que hasta triste, se dio la vuelta y se dirigió al bufet -¿Qué rayos fue eso? –Daniel voltea los ojos –Solo estoy marcando territorio –mi estado de ánimo cambió a rabia velozmente, y ya estando con una expresión de que mataría a alguien le dije –Yo no tengo dueño, y si te vas a comportar cómo un niño imprudente puedes irte –Creo que mi mirada lo asustó mucho porque retrocedió ligeramente, miré a un costado y Alejandro estaba cerca con cara de sorpresa Escuchó nuestra conversación indignada me dirigí a buscar al hombre del colibrí Debo dejar de pensar en é
Absorta en la muy grata conversación con Sebastián, de pronto mi teléfono sonó y lo saqué de un bolsillo secreto de mi vestido, al ver tenía un mensaje de Ana {¿Cómo vas, ya hicieron cositas? No tardes mucho que en un rato daremos el cierre} es cierto, por mucho que quiera permanecer horas aquí debemos volver en unos minutos -¿Debes volver ya? –Preguntó Sebastián algo desilusionado –No… sí, pero aún tengo algo de tiempo –él me mira fijamente y toma mis manos llevándolas cerca de su pecho –En realidad, sí me gustaste Valeria, desde el primer momento que te vi y cuando te vi dar tu discurso mi interés en ti se intensificó, pero esa no era la verdadera razón por la que te pedí una audiencia privada –mi interés aumentó en un instante y él continuó –Realmente quería pedirte un favor -¿Un favor, a qué se referirá? –No entiendo ¿Cómo así, en qué podría ayudarte yo? –Le pregunté casualmente confundida –Te quiero como mi musa, te necesito para mi siguiente galería –¿Otra oferta? Aunqu