❍ [VEREDICTO ] ❍ La sonrisa no cabía en la cara de Yasir, se sentía en ese momento el rey del mundo. Iba en la parte trasera del auto abrazando y besando a Alessa. Cruzó la mirada con Camilo quien fruncía el ceño. Decidió pasar primero por la empresa para cancelar todo lo pendiente para ese día. Cuando entró a la oficina con Alessa y Camilo, este no pudo aguantarse. Yasir había pedido a su asistente café. Tomó a su esposa por la cintura y le dijo que la invitaba a almorzar, luego le dio un beso, sin importarle que Camilo estuviese presente. —Ustedes están actuando de manera muy extraña. Demasiado empalagosos, diría yo. —Tengo que contarte un secreto. —¡Vaya me siento halagado! —exclamó con tono de burla— Ahora Alessa confiará en mí. Cuando ella iba a reprocharle se escuchó el suave toque en la puerta, Yasir le dijo a la persona que su asistente sirviera el café y se fuera. —Bueno soy todo oídos —dijo llevándose un sorbo de café a la boca.—¡Estoy embarazada! ¡Vas a ser tío! El
Hay algo contra lo que ningún ser humano puede luchar y es el tiempo. Luego de la sentencia de Gissel, Mariana y Amanda. Alessa comenzó a vivir su vida verdaderamente, por fin tenía una familia. Lo que siempre anheló y lo celebró esa misma noche en un restaurante de la ciudad con todos sus amigos cercanos, dándoles la noticia de que estaba embarazada.Yasir remodeló la gran casa donde ella creció. No quería ningún recuerdo de su madrastra y sus hijas, en ella. Le hizo un pedido especial, reconstruir el jardín de rosas de su madre. Era el sitio en donde más le recordaba cuando era pequeña y sentía que tenía una conexión con ella. Años después; Gissel lo había mandado a destruir, diciendo que era una falta de respeto hacia ella. Que estaba cansada de ser comparada con una muerta. Alessa mandó a sacar de ático la foto de sus padres tamaño gigante que siempre había estado en la sala para restaurarla, pero esta vez quería colocarla en el despacho; también algunas cosas que le recordaban q
Autopublicado por: ANGÉLICA PLAZA.Título: BLACKGOLDIdioma: Español.Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamos públicos, a pesar de ser un borrador. Tampoco puedes hacer adaptaciones de esta historia.Todos los derechos reservados bajo el código de registro: 1908141684815 ©.Está demás decir, que todos los personajes y los lugares en donde se desarrolla esta historia no existen, son completamente ficticios. Cualquier parecido a la realidad, o persona viva o muerta; es pura coincidencia. También recordarles que cada uno de estos capítulos ha sido escaneado por un programa anti-plagio, de alta calidad y excelentes recomendaciones. No puedes obtener, ni solicitar el archivo PDF; ya qu
Cuando tenía cinco años perdió a su madre en un accidente de tránsito. Provocado por un conductor ebrio que se quedó dormido. Ella iba en la parte trasera del automóvil. Solo sufrió varios rasguños y las dos piernas fracturadas. Fue un proceso duro y agotador, pues se recuperó dos años después. La soledad se convirtió en su mejor amiga. Desde aquel día se había quedado sin familia. Su madre había muerto, y su padre estaba también muerto en vida. Se había sumergido en su trabajo. Él se dedicó a amasar una gran fortuna en el negocio petrolero. Convirtiéndose en el blanco de mujeres de mala reputación. Le conoció muchas novias que solo buscaban una cosa. Dinero, y posición social todas estuvieron de paso, pero solo una pudo llegar a él. Solo una fue la afortunada, Gissel. Quien lo había conocido en una cena benéfica, y desde esa noche se había pegado del brazo de su padre como si fuese una garrapata. Ella tenía dos hijas Mariana y Amanda. Eran igual que ella, unas arpías y sobre todo m
❍[LA NOTIFICACIÓN]❍ Años después ...—¡Feliz cumpleaños! —La voz de Karen, su mejor amiga, retumbaba a través del teléfono celular.—No digas tan alto que te van a escuchar —Alessa le regañó, bajando el tono de su voz. —No me importa, Aless. Solo cumples veintiséis años una sola vez en la vida —le dijo riendo.—Tienes razón —afirmó.—Entonces no tengo más nada que decirte, sólo que iré por ti. Tenemos fiesta en ese club del que todo el mundo habla en la ciudad esta noche.Alessa no tuvo tiempo a nada, su amiga simplemente le colgó la llamada, dejándola un poco confundida y sacudiendo la cabeza. Siguió con lo estaba haciendo. Se desempeñaba en la parte de informática de la empresa petrolera de su padre, pero asignada al departamento de contabilidad. Desde ahí sabía muy bien cómo se movía el dinero. Desde hacía tres años trabajaba en esa posición con un perfil bajo. Aún continuaba su lucha por los derechos a la herencia de sus padres. Que prácticamente había comenzado desde que había
❍[ NOCHE DE PASTEL]❍Ese día llegó muy tarde a su apartamento, la oscuridad y el silencio le dieron la bienvenida. Encendió las luces, y después de cerrar la puerta se quitó los zapatos. Caminó descalza hasta el sofá en donde dejó su cartera, y su chaqueta. Luego se dirigió hasta la cocina, vio en la encimera una manzana. Su estómago gruñó, fue cuando hizo un pequeño recuento de su día. recordó que no había comido en todo el día. Dando un mordisco a la fruta se fue a su habitación. Se daría una ducha con agua caliente, para relajar toda la tensión que había tenido durante la jornada laboral, y luego estaría lista para verse con su amiga Karen.Sabía Dios qué disparate se le había ocurrido a su amiga, para esa noche. Su cumpleaños número veintiséis. Aún era joven, pero se sentía como de cincuenta. Con tantas cosas que habían pasado en su vida que habían madurado antes de tiempo.No había día en que no mirara al cielo, para exclamar lo mucho que le hacía falta su madre. Tampoco un día
❍[LA LLEGADA]❍Alessa suspiró, era la hora de salir de su cueva de ratón que era su zona de confort. También era ya la hora de arriesgarse. El momento de vivir de una vez por todas. ¡Por Dios! Estaba cumpliendo veintiséis años, y durante todo ese tiempo sus experiencias sexuales habían sido un total y completo desastre. Al punto que decidió renunciar a disfrutar la sexualidad en pareja cuando Karen le regaló un juego de tres consoladores. Ya que eran cien veces mejor que los hombres que la abordaban. Aún no sabía porque le había hecho caso a su amiga. Lo cierto era que no podría decirle que no, desde aquella fiesta de cumpleaños número quince. Karen se había convertido en su organizadora de fiestas personales. Cuando el taxi estacionó en frente del club abarrotado de gente se cuestionó una vez más si era una buena idea arriesgarse. —Conozco esa mirada, Caramelito —soltó de pronto su amiga, jalándola del brazo, para mirarla a los ojos—. Tienes cara de arrepentimiento, Aless —negó co
❍[CAZADOR]❍Él la había estado observando, desde que apareció su imagen por casualidad en una de las cámaras de seguridad. Lo que estaba haciendo en ese momento, se llamaba acoso, él lo sabía, y muy poco le importaba. No era nada atípico para el cazador que él era. No sentía ningún tipo de culpa, ella era preciosa. Aquellas piernas torneadas, que resaltaba en aquel jodido vestido. Eran de infarto, y por un instante se las imaginaba alrededor de sus caderas mientras la chica le encajaba los talones en su trasero.Tomó un sorbo de su trago, sacudió la cabeza. No podía creerlo, tenía una semi-erección, no le quedaba duda que se volvería un problema. ¿Qué lo causaba? Gruñó de malestar, cada vez que observaba ondear aquella maldita falda transparente. Si ella fuera suya, no dejaría de ninguna manera que saliera a la calle vestida así. No permitiría que otro hombre deseara lo que era total, y completamente de él. No podía dejar de mirarla. Menos, cuando el hombre alto y rubio se le acercó.