GALENKA

Y es verdad el delicioso olor a chocolate, fresas y vainilla, inunda mis fosas nasales, mis ojos se ponen rojos, Malia quiere salir, pero utilizo todo mi poder para contenerla el delicioso y embriagante olor la vuelve loca e incontrolable, pero contengo la fiera encaminándome a encontrar al poseedor de tan espectacular olor no sin antes desgarrar la garganta del vampiro. 

El aullido de mi beta llega a mí, igual que el olor de mi mate, pero mi sorpresa es grande al darme cuenta de quién se trata y pienso que puede ser una broma o una confusión, pero no, me sostengo del árbol observando a «Armin Romanov» Es el, no lo puedo creer. Por fin estoy frente al cazador mas importante nuestra era.

Me lanzo a él está a punto de matar a mi beta y lo inmovilizó, no pierdo el tiempo meto mi nariz en su cuello absorbiendo su aroma y colmando mi sistema de su esencia reclamándolo de mi propiedad.

—Mío —huele delicioso, lo había esperado por tanto tiempo, por siglos que no puedo creer que él sea ahora mi mate. El amor de vida que tanto había esperado.

La madre luna me está jugando sucio. Por haberme dado como mate a este bárbaro de m****a.

—¿Que dijiste m*****a loba? —espeta furioso. No esperaba esa reacción o palabras de él, pero qué más puedo esperar de mata lobos.

Sus ojos me observan con odio mientras mi instinto animal me impulsa a sentarme en su miembro y «por la madre luna» es la primera vez de un contacto de este tipo y se siente maravilloso.

—Duerme—es uno de mis poderes.

Me acerco a su oído y digo estás palabras que inevitablemente lo conducen a un sueño profundo por más que no quiera, uno de mis poderes es controlar esas funciones del ser humano porque como ya lo he dicho no soy cualquiera.

—Alfa —me llama mi beta—los agresores se retiran.

Todavía tengo mi cabeza metida en el cuello de Aleksy, no quiero separarme de su cuerpo sin embargo levantó mi mirada y efectivamente, se están retirando.

—Esto está mal Dominika, este ataque es sospechoso. no sé cuál será el propósito, pero hay que alejarnos.

Aulló y les doy la orden de retirada a mi manada, llevan con sigo a los nuestros, los heridos mas no caídos y tomo mi mate en brazos corriendo directo a mi mansión mientras los demás van al refugio.