En medio de aquella oscuridad en la que ella no podía ver nada, en medio de ese amor que solo ella entregaba sin recibir nada a cambio, Tábata se encontraba sumergida en lágrimas. Las mismas preguntas seguían llegando a su cabeza una y otra vez. No supo en qué momento cambió la persona que era, no supo en qué momento todos sus buenos deseos pasaron a ser los peores para la persona que más amaba.No había nada que pudiera hacer, no importaba cuánto se esforzara porque Brandon viera su corazón, él jamás lo iba a hacer.Con cuidado tomó su celular entre sus manos dispuesta a marcarle a Brandon. Habían pasado ya un par de horas desde el momento en que él la había dejado en su casa y ni siquiera había marcado para preguntarle cómo estaba, cómo se sentía.El celular de Brandon sonó por un par de veces.— ¿Bueno, sí, diga? —Preguntaron del otro lado. La voz de Brandon no parecía ser la misma.— ¡Brandon!— ¡Ah, eres tú, Tábata!—Brandon, ¿dónde estás? —Él comenzó a reír sin sentido.—
Llegando a su casa, oliendo a alcohol después de haber tenido una tarde donde los pensamientos y el aroma de Cristal lo seguían embriagando como si estuviera a su lado al mismo tiempo que recordaba que Tábata podía estar embarazada de igual manera.Entró a su casa, en la barra estaba la madre de Brandon como siempre que al escucharlo llegar en mal estado se asustó. Nunca había visto a su hijo de esa manera, nunca lo había visto llegar tan tomado.— ¡Brandon, hijo, ¿qué fue lo que pasó?! —Fue hasta él a paso rápido. — ¡Hijo, ¿qué pasa?!—Suéltame, Victoria, suéltame.Sin hacer caso a las palabras de su hijo, por supuesto, lo ayudó a sentarse en el sillón más cercano.—Hijo, hijo, ¿qué pasa? ¿Qué fue lo que pasó?— ¿Dónde está Cristal? Q-quiero ver a Cristal —habló Brandon torpemente.— ¿Por qué tienes que nombrar a esa estúpida? Hijo, ella no te hace nada bien, ¿por qué mejor no te fijas en la mujer que está dispuesta a darlo todo por ti con tan solo una mirada?Lejos de que su mad
La reunión se llevó como cualquier otra, dando a entender que nada más era para compartir los puntos de vista que tenían cada una de las partes. Todo lo que el señor Brown pretendía es que todo saliera bien, después de lo que se dijera en ese momento no iba a haber vuelta atrás quizá de la misma manera en que no había vuelta atrás para que Cristal continuar con su vida de un u otra manera.Esa era la última junta a la que ella estaba asistiendo, ella ya lo sabía, ya tenía todo listo para comenzar su vida lejos de todo lo que le había hecho Brandon y sobre todo, lejos de todo lo que le traía malos recuerdos de su niñez siendo lo único bueno el mismo Brandon, ¡qué irónica era la vida en esos casos! La misma persona que la hizo feliz en su niñez era la misma que le había hecho tan miserable cuando ya era una adulta que solo quería y solo pensó que la vida podía ser bonita así como ella tuviera control de sus ideas y de todo su alrededor, todas las personas que la frecuentaban teniendo la
Poco a poco, lentamente, paso a paso, segundo a segundo, sintiendo como su corazón palpitaba con gran fuerza, Cristal fue capaz de sonreír. Todo lo que ella quería era irse tranquila, ella solo quería que la nueva vida que la estuviera esperando no fuera más difícil de lo que ya lo había sido la primera parte de su vida. Ahora iba a ser mamá y no había nada en el mundo más lindo que eso. En la vida ya no estaría sola, sería solo ella y aquel bebé que llevaba en su vientre y que por supuesto había sido producto del amor más grande que ella pudo sentir. ¿Que había de Brandon? Por su lado no importa cuánto se esforzara por decir que lo que estaba sintiendo no era correcto cuando era claro que así era para él. De mil maneras Cristal lo había salvado, de mil maneras ella le había hecho saber que era posible poder continuar con una vida al frente aún después de todo el daño. El daño que su propia madre le había ocasionado tan pronto como murió su hermano haciendo que Brandon tomara el lug
En la misma noche en la que algunos compartían un solo corazón, en la misma noche en la que las miradas de aquellos decían más de lo que las palabras podrían decir, también estaban, bajo el mismo cielo aquellos que se desvivían por encontrar una respuesta al amor que estaban sintiendo en el alma.Bajo el mismo cielo también se encontraban los que no podían tener una respuesta a sus sentimientos.— ¿Para qué me mandaste llamar, Tábata? —Preguntó Wyatt sin saber a qué le debí aquella llamada que le había hecho en medio de la noche.Hace mucho tiempo que ellos no se veían, hace mucho que ni siquiera se citaban para hablarse del pasado, o de los buenos momentos que vivieron los tres y que los hacían no querer separarse del uno así como del otro.Los momentos juntos, los momentos que Tábata no podía dejar el lado de Brandon por miedo a que él se fuera a perder de su verdadera misión, esos días en los que pensó que solo era ella en su vida ya habían quedado atrás y no había nada por hac
Brandon y Cristal, esos nombres sonaban excelentemente bien juntos, era una pena que nunca hubieran sido vistos de esa manera, era una pena que fueran los ojos de Cristal que se llenaban de lágrimas por cada vez que Brandon estaba cerca de ella, era como si su presencia lastimara de la misma manera en que sanaba. Para ese momento Cristal ya podía darse cuenta que estaba frente a un ser humano, una persona que se acababa de mostrar transparente ante ella, de la que habían caído las mil cadenas que lo aprisionaban, de la que los velos blancos se habían revelado en su contra y había caído para mostrarle a Cristal quien era él verdaderamente.Cristal y Brandon, dos personas que tenían sueños igualmente, personas a las que les habían destruido la vida otras personas.—Ni siquiera yo me di cuenta de eso hasta que me encuentro aquí, en este lado de la vida. Mi hermano murió cayendo por un acantilado, recuerdo que esa vez estaba jugando con alguien o algo, la verdad es que no sé, creo que na
Sin dejar de pensar una y otra ve en las palabras que Tábata le había dicho una noche anterior, pensando en que ella podría tener razón, debía de dejar ser feliz a Cristal y a Brandon no pudo evitar continuar pensando en la verdad que ella le había dado. Tábata no estaba embarazada, Cristal lo estaba, encima era un hijo de Brandon, encima ellos se amaban pero la verdad es que no podía permitir que Cristal, una mujer que valía tanto se quedara con un patán como Brandon. Un hombre inmaduro que tanto le había hecho. Él no merecía nada en la vida más que la propia muerte.Un poco desalineado, Wyatt llegó a su oficina y al momento en que se sentaba, sobre el escritorio logró ver un sobre color blanco y con una fina tinta tenía escrito el nombre de Wyatt. Esa carta parecía ser para él.Con mucha curiosidad empezó a desdoblar la carta. ¿Quién podría haberle dado algo como eso?Entonces comenzó a leer…Querido Wyatt….Espero no hayas olvidado mis palabras en aquella cafetería cuando te
Decir que el odio creció en el corazón de Brandon era poco. él sentía algo más allá que iba del odio. Su mejo amiga, la persona que más dijo quererlo era la misma que lo había separado de su gran amor de la infancia. — ¿Cómo pudiste, Tábata?—Lo siento, lo siento mucho, Brandon —ella bajó la mirada.— ¡Por ti no pide detener a Cristal ayer!— ¡No me hagas culpable de tus errores!—Ahora te lo digo, ve tras ella, ve y dile cuanto la amas, no la dejes ir porque ella está a punto de abordar con Wyatt rumbo a Francia.— ¡¿Qué?!—Lo siento, Brandon, de todo corazón lo siento tanto.— ¡Eso no es suficiente, Tábata y tú vas a pagar por esto! —Dijo al momento que estaba a punto de salir.Una risa inundó la oficina. —Es una pena que sea un niño quien esté jugando al amor. Ahora entiendo las palabras de Wyatt, Cristal no merece a un hombre como tú. Si quieres ir tras ella, sanate a ti mismo y acepta que la humillaste y fuiste el primero en apagar la llama de su amor. —Pasando cerca de él, Táb