Sin importarle nada, dejando las puertas de la camioneta de la que bajaba Brandon, llegó al aeropuerto como él mismo se lo había propuesto, no sabía mucho del lugar a donde ella iba, solo tenía en la mente el horario del vuelo, todo lo que podía hacer era correr, correr y correr y creer que en cualquier momento sus ojos serían capaces de ver a la misma mujer hermosa con la que había compartid una noche anterior.La gente solo lo veía correr como un loco a ese hombre, las mujeres pensando que se trataba de una historia romántica en la que él había hecho tanto daño a la mujer que más amaba, la mujer que más quería en la vida y que al final, pero muy al final se daba cuenta de sus errores y ahora iba a tras ella con la esperanza de encontrarla por ahí. Mientras que los hombres pensaban y lo veían como todo un loco al que la vida se le estaba yendo, por supuesto los que pensaban eso eran los mismos que jamás habían sentido el amor en carne propia.— ¡Cristal, Cristal! —Comenzó a grita
UN MES DESPUÉS Un mes exactamente había pasado desde la última vez que Brandon Lambert había sabido algo de aquella mujer que más quiso en la vida. Un mes había pasado desde aquel momento de dolor en donde se quedó de rodillas en aquel aeropuerto de Francia queriendo pensar que en cualquier momento Cristal iba a aparecer para iluminar su vida, para hacerlo fuerte cuando él estaba perdiendo todas las energías, un mes había pasado y la verdad era que nada de lo había hecho parecía servir para algo. Simplemente Cristal parecía que había desaparecido de la faz de la tierra.Nadie sabía algo de Wyatt de la misma manera Incluso Brandon había llegado al final de sus desesperación que había ido con su prima, solo para preguntar si ella podía saber algo de Wyatt. Ella claramente le dijo que no tenía contacto con él desde el momento que él rompió el compromiso que tenía.Mientras Brandon más investigaba le daba por pensar que Cristal siempre fue una farsante, ella solo quería tener poder para
CINCO AÑOS DESPUÉS Como el tiempo que pasa lento, como el tiempo que se va y nunca más vuelve, como terminamos pagando por nuestros errores, en la manera en la que nos comportamos, en la manera que actuamos siempre siendo la que nos dirigía al destino que nos está preparado no porque hay sido escrito de esa manera sino porque simplemente, nosotros lo escogemos, nosotros somos los dueños de nuestras vidas, nosotros somos los que decidimos vivir la vida como mejor nos parezca. Lamentablemente hay errores que se quedan para siempre, hay errores que en la vida jamás podrán repararse como tan fue el error de Brandon con Cristal.Esta no era la típica historia de amor donde ella le podía perdonar todo solo porque sí mientras se quedaban juntos viviendo un felices por siempre cuando la realidad es que seguiría siendo ella quien lidiara con los problemas de inseguridad que tenía su esposo.Ni Brandon buscaba hacerla más miserable ni ella misma buscaba quedarse donde sabía el destino que pod
¿Qué había sido de las personas que estaban envueltas en aquella historia que parecía nunca terminar? Una historia sin fin, eso era, una historia a la que nunca se le iban a encontrar ni pies ni cabeza porque está no era la dulce historia de amor entre un triste CEO y un necesitada secretaria como la mayoría que se encuentran afuera, esta era la historia de alguien que sufre, de alguien que se desvive por el tiempo que pasa y el tiempo que deja de ser por cada que pensaba en ella de la manera en la que lo seguía haciendo después de cinco años.Cinco años habían pasado para todos, para algunos era un tiempo que se iba de manera lenta mientras que para otros podían describir aquellos cinco años como el tiempo que transcurre y es el mismo que no se siente.El primo de Cristal, Sebastián había encontrado la felicidad en las manos y en los ojos de otra persona. La misma que llegó siendo como una luz en su camino después de tanto que había pasado, Cristal ni Brandon eran los únicos que
DOS DÍAS DESPUÉS — ¿Entonces este es el final? —Preguntó Brandon al momento que se detenía con las maletas de Tábata.Tábata sonrió al momento. —No es el final, ya te lo dije, te lo he repetido miles de veces —dijo ella queriendo y deseando que Brandon estuviera bien.Ella mejor que nadie sabía cuánto le había costado llegar hasta ese punto en donde Brandon ya podía vestirse de un hombre seguro, un hombre que iba en contra de todo y de todos sin importar nada más. Para él la vida no había sido nada sencilla, para él la vida siempre fue de esa manera, tropezón tras tropezón con la diferencia que ahora sabía cómo ir en contra de eso.Lo que menos Tábata quería era que su mejor amigo y casi hermano del alma recayera una vez más. Simplemente él no se lo merecía, simplemente él no, entre todos él no. Ya había luchado bastante para que las cosas fueran de diferente manera. Ya había luchado bastante, Brandon no podía simplemente caer en las llamas del infierno de su abuelo una vez más. —V
Caminando por los pasillos de la compañía que estaba siendo atacada por la misma persona que se suponía debía de mantenerla en pie, el señor Bennett no podía controlar su enojo, todo lo que tenía en la mente era que su nieta ya sabía de lo que él estaba haciendo y seguramente no iba a tardar mucho en aparecer por ahí, las noticias ya habían llegado, ¿en qué momento se le ocurrió que ella iba a dejar todo así y lo iba a dejar disfrutar de todo mientras ella se mataba por conseguir siempre una vida mejor?Poco el hombre sabía de su nieta, la realidad es que no sabía que ella se había ido embrazada de aquel país, seguramente si él lo hubiera sabido se lo hubiera hecho saber al abuelo de Brandon para que no la dejara ir al mismo tiempo que él seguía disfrutando de todos los contratos que podían pactar.Era una pena que la única persona que Cristal tenía para compartir los buenos momentos, las aventuras, los recuerdos, para compartir las vivencias que él podía tener de los padres de Cr
Justo en el momento en que Cristal se aseguraba de que su hijo estuviera bien, de que su hijo no sospechara nada de lo que acababa de pasar, el encuentro que aquel niño había tenido con su padre. Era en el mismo momento en que el celular del primo de Cristal sonaba. Seguramente esa persona por la que esperaba acababa de llegar a su destino de la misma manera en que el destino había llegado tocando las puertas de la vida de Cristal y la de su hijo. —Habla, Sebastián., ¿en qué puedo ayudarle? —Contestó la llamada él.Vivian solo lo miró justo antes de volver la mirada a Cristal y su hijo.—Sí, en un momento te encontramos, estamos en la cafetería, ya vamos para allá. —Sebastián colgó.Tan pronto como Cristal escuchó las palabras de su primo, pudo darse cuenta que Wyatt había llegado finalmente a la tierra prometida, o al menos esa era la manera en la que él podía describir el lugar en el que su hijo y la mujer que más amaba estaban.—Cristal, Wyatt acaba de llegar, no nos vio en la
Días habían pasado desde el momento en que Tábata había ido, de regreso a Estados Unidos para poder seguir liderando en la empresa y en las acciones que le había dejado su padre. Una historia muy larga, una historia difícil de contra cuando se trata de la muerte. En esos cinco años habían pasado tantas cosas. Y no solo con el mundo que estaba enredado en la historia, sino con los hilos que estaban detrás de aquellos que había liderado la historia alguna vez.En la vida de Tábata no solo había habido cambios del tipo de superación, aquellos cambios que eran para bien en donde logró superar aquel amor que siempre tuvo pero que nunca fue correspondido. Donde ella terminó consigo misma pensando que de esa manera él vería en el corazón de ella porque entre más se encargara de romperse a sí misma, más fácil pensó que él sería capaz de mirarla.La realidad era que aunque Tábata ya no sentía el mismo tipo de amor quemar en el corazón por Brandon, lo cierto era que ella no tenía a nadie m