Simplemente decir que ella estaba feliz era poco, era como sentir que la vida le estaba dando un poco de todo lo que debía. No importa cuánto el hombre la hubiera hecho miserable, su corazón seguía estando ahí para él. Es que ese hombre era el único en su vida, el único que había sido su primer amor y por el único que ella había sido capaz de sentir amor en el mundo.Después, incluso la llegada de su hijo, ese pequeño ser que se había robado todo de ella, había llevado lejos la tristeza para solamente darle a su madre felicidad, le debía a él, a Brandon. Brandon era el padre de su hijo y como tal, merecía saberlo es solo que no sabía cuándo ni cómo. Ya para ese momento tenía suficiente con el hecho de que él le hubiera dicho que ella seguía casada con él cuando ella había pensado en que Brandon había sido el primero en querer firmar desde el momento en que la madre de Brandon se lo hizo saber.— ¿Vamos? —Preguntó Brandon mientras le daba su brazo.Ninguno de los dos estaba vestido par
Ella lo miró con tanto amor al mismo tiempo que le agradecía. Brandon había cambiando mucho, bastó ese momento para que se diera cuenta que esos cinco años habían servido tanto para que el nuevo Brandon pudiera renacer como siempre debió de haberlo hecho.—Por aquí, por favor —, dijo él invitándola con amabilidad al auto que ya esperaba con las puertas abiertas.Cristal se dejó guiar por Brandon, cuando entró en el auto finalmente pudo suspirar y ver aquella noche más cerca, de una manera en que sentía que podía tocar las estrellas que adornaban aquel cielo azul.En menos de cinco segundos, Brandon ya estaba en el auto. Estaba listo para conducir en esa noche y sobre todo, estaba listo para tratar a Cristal como siempre debió de hacerlo, conquistarla poco a poco, convirtiéndose en su primer amor y el último. Wyatt, cuando se puso en marcha el auto de Brandon, siguió atrás, quería saber hasta donde era él capaz de llevarla porque si de algo estaba seguro era que si ellos iban a un
Cuando la joven madre y el pequeño que ella iba cargando entre sus brazos llegaron a la habitación, la sonrisa se hizo más grande en incluso el brillo en sus ojos y eso fue algo que el pequeño Leonardo pudo notar en el mero instante en que tenía a su madre frente a él.Era mentira como las mujeres que perdían al amor de su vida intentaban centrarse en que sus hijos lo eran todo, cuando la realidad era que todo lo que esas mujeres quería tener eran a su hijos y también a la persona que más seguía amando aquel corazón.Llenándose de alegría, trayendo de allá para acá las cosas con las que iba a arropar a su hijo, Cristal no podía dejar de sonreír y eso era algo que el pequeño Leonardo ya había captado. Ya lo podía presentir, seguramente para ese momento ya podía saber que su madre se había visto con su verdadero padre porque nunca, nunca antes en la vida ella había sonreído de la esa manera a lado de Wyatt.— ¿Mamá? —Preguntó el pequeño. — ¿Sí, mi amor?—No quieres a mi papá Wyatt,
En menos de dos horas todo ya estaba listo para la conferencia de prensa que la empresa de los Lambert iba a dar a conocer. No era nada malo, no era más que decir que ellos habían hecho una gran aportación para una de las escuelas que querían los Lambert que floreciera como la escuela de las personas que iban a trabajar con ellos, el futuro de los mismos Lambert.Para eso se había hecho una gran donación y eso era justamente de lo que iban a hablar en esa conferencia de prensa.Los lugares estaban listos, al frente solo el lugar del señor Lambert por ser quien había llevado la presidencia por tantos años, a su lado su nieto, el nuevo CEO de la empresa y a lado de Brandon Lambert, estaba el lugar de Tábata, la mujer que lo había ayudado en todo. No solo eso, también se había puesto un lugar para Victoria, algo que nadie había imaginado excepto el mismo señor Lambert porque había sido él quien ordenó que se pusiera un asiento ya que había especulaciones de que el joven Brandon Lamb
En una de las habitaciones más lujosas de aquel lugar que habían estado ocupando por poco tiempo, Cristal apagó el televisor con lágrimas en los ojos. Todo, todo lo que él le había mostrado anteriormente hoy no era más que una mentira, aquella cena, aquellas palabras, aquellas miradas, nada de eso ahora valía ahora porque la madre de él había declarado el casamiento con Tábata, era increíble que ellos no estuvieran casados hasta la fecha pero, ¿qué importaba? Al final él ya había declarado ser un hombre de una sola mujer y no exactamente de Cristal.Cristal para ese momento ya había tomado una decisión, por mucho que doliera, nunca más nadie iba a jugar con ella, nunca nadie le iba a hacer lo que le había hecho Brandon.— ¿Me llamabas? —Preguntó Wyatt entrando a la habitación.Cristal le dio la espalda al momento que se limpiaba las lágrimas. —Sí, la verdad es que te quería pedir un favor.—Adelante.—Quiero que prepares una conferencia de prensa.— ¿Qué? Pero, ¿para qué?—So
Solo sonidos de sorpresa en esa sala, y entre todos ellos Enrique no podía creer lo que estaba escuchando, ¿hasta qué momento iba a llegar Brandon para que viera lo mismo que él estaba viendo? Un hijo… ¡Tiene un hijo de quién!—Mis acciones y las de mi primo fueron tomadas por la mala —, continuó ella diciendo.Era una pena que el abuelo de Cristal no estuviera ahí para escuchar la manera en la que ella lo estaba enfrentando.—Es por eso que frente a ustedes, acuso a mi abuelo de fraude, una persona que tomó las acciones de mi primo y las mías por el simple hecho de que nos crió, tomando ese como derecho.— ¡Señora, ¿puede hablarlos del tiempo en que todo esto pasó?!Cristal solo miró a la persona que acababa de preguntar. Ya había dicho que no iba a contestar preguntas pues eso le haría perder tiempo, tiempo que ya no tenía si quería salir de esa misma noche de ese país.—Estuve casada con el señor Brandon Lambert…— ¿Señora, siente algo que el señor Lambert vaya a contraer matrimoni
TRES MESES DESPUÉS — ¡Vamos, vamos, vamos, tú puedes, yo sé que tú puedes! —Gritaba una y otra Sebastián con una inmensa sonrisa en el rostro. Cristal, Leonardo y el mismo Sebastián no podían dejar de sentir cómo sus corazones iban al límite al ver aquella imagen frente a ellos. Respirando como si hubiera corrido en un maratón, Vivian se agarraba de las barras a su lado para dar los `primero pasos. Y de pronto, siendo el médico quien se alejaba de ella para dejarla caminar sola, fue en ese momento en que Vivian dio los primeros dos pasos por ella misma. El grito de felicidad de Sebastián lo fue todo, después Cristal y Leonardo aplaudiendo mientras Sebastián corría a Vivian para poderla abrazar y felicitarla por lo que había hecho. Finalmente la felicidad parecía envolverlos a todos y cada uno de ellos. Por supuesto que había un largo camino por recorrer pero por primera vez, era la felicidad la que los envolvía. Tanto había cambiado en tres meses. Si se pudiera describir cada una
ESTADOS UNIDOS— ¡Ay, ya, ¿por qué no me llevas contigo?! —Preguntó un hombre que caminaba abrazando a Tábata por detrás. — ¡Ya te lo dije, Lucas, hay cosas que tengo que resolver!— ¿Parte de tu pasado? Creo que tengo derecho a saberlo.Tábata sonrió. Por supuesto que la persona que más amaba tenía derecho a saberlo todo de ella pero es no significaba que fuera en ese momento, así que doblando su ropa en la maleta, siendo vista por la persona que más amaba, Tábata no evitó volver a esos días en los que tanto mal había provocado. Por supuesto que si ella quería compartir todo de su vida pero, no era el momento. Tenía que hacer algo más importante y eso iba a ser finalmente hablar con Cristal, con la mujer que hacía tan feliz a su mejor amigo, a la persona que fue su primer amor y por la que hizo tantas locuras—Sé que no fui el primero en tu vida, sé que cometiste muchos errores.De pronto, la sonrisa de Tábata se borró, ¿quién le había dicho todo eso?— ¿Cómo lo supiste? — ¿E