En una de las habitaciones más lujosas de aquel lugar que habían estado ocupando por poco tiempo, Cristal apagó el televisor con lágrimas en los ojos. Todo, todo lo que él le había mostrado anteriormente hoy no era más que una mentira, aquella cena, aquellas palabras, aquellas miradas, nada de eso ahora valía ahora porque la madre de él había declarado el casamiento con Tábata, era increíble que ellos no estuvieran casados hasta la fecha pero, ¿qué importaba? Al final él ya había declarado ser un hombre de una sola mujer y no exactamente de Cristal.Cristal para ese momento ya había tomado una decisión, por mucho que doliera, nunca más nadie iba a jugar con ella, nunca nadie le iba a hacer lo que le había hecho Brandon.— ¿Me llamabas? —Preguntó Wyatt entrando a la habitación.Cristal le dio la espalda al momento que se limpiaba las lágrimas. —Sí, la verdad es que te quería pedir un favor.—Adelante.—Quiero que prepares una conferencia de prensa.— ¿Qué? Pero, ¿para qué?—So
Solo sonidos de sorpresa en esa sala, y entre todos ellos Enrique no podía creer lo que estaba escuchando, ¿hasta qué momento iba a llegar Brandon para que viera lo mismo que él estaba viendo? Un hijo… ¡Tiene un hijo de quién!—Mis acciones y las de mi primo fueron tomadas por la mala —, continuó ella diciendo.Era una pena que el abuelo de Cristal no estuviera ahí para escuchar la manera en la que ella lo estaba enfrentando.—Es por eso que frente a ustedes, acuso a mi abuelo de fraude, una persona que tomó las acciones de mi primo y las mías por el simple hecho de que nos crió, tomando ese como derecho.— ¡Señora, ¿puede hablarlos del tiempo en que todo esto pasó?!Cristal solo miró a la persona que acababa de preguntar. Ya había dicho que no iba a contestar preguntas pues eso le haría perder tiempo, tiempo que ya no tenía si quería salir de esa misma noche de ese país.—Estuve casada con el señor Brandon Lambert…— ¿Señora, siente algo que el señor Lambert vaya a contraer matrimoni
TRES MESES DESPUÉS — ¡Vamos, vamos, vamos, tú puedes, yo sé que tú puedes! —Gritaba una y otra Sebastián con una inmensa sonrisa en el rostro. Cristal, Leonardo y el mismo Sebastián no podían dejar de sentir cómo sus corazones iban al límite al ver aquella imagen frente a ellos. Respirando como si hubiera corrido en un maratón, Vivian se agarraba de las barras a su lado para dar los `primero pasos. Y de pronto, siendo el médico quien se alejaba de ella para dejarla caminar sola, fue en ese momento en que Vivian dio los primeros dos pasos por ella misma. El grito de felicidad de Sebastián lo fue todo, después Cristal y Leonardo aplaudiendo mientras Sebastián corría a Vivian para poderla abrazar y felicitarla por lo que había hecho. Finalmente la felicidad parecía envolverlos a todos y cada uno de ellos. Por supuesto que había un largo camino por recorrer pero por primera vez, era la felicidad la que los envolvía. Tanto había cambiado en tres meses. Si se pudiera describir cada una
ESTADOS UNIDOS— ¡Ay, ya, ¿por qué no me llevas contigo?! —Preguntó un hombre que caminaba abrazando a Tábata por detrás. — ¡Ya te lo dije, Lucas, hay cosas que tengo que resolver!— ¿Parte de tu pasado? Creo que tengo derecho a saberlo.Tábata sonrió. Por supuesto que la persona que más amaba tenía derecho a saberlo todo de ella pero es no significaba que fuera en ese momento, así que doblando su ropa en la maleta, siendo vista por la persona que más amaba, Tábata no evitó volver a esos días en los que tanto mal había provocado. Por supuesto que si ella quería compartir todo de su vida pero, no era el momento. Tenía que hacer algo más importante y eso iba a ser finalmente hablar con Cristal, con la mujer que hacía tan feliz a su mejor amigo, a la persona que fue su primer amor y por la que hizo tantas locuras—Sé que no fui el primero en tu vida, sé que cometiste muchos errores.De pronto, la sonrisa de Tábata se borró, ¿quién le había dicho todo eso?— ¿Cómo lo supiste? — ¿E
Sentada en el borde de la cama, mirando a la nada y a la vez, viéndolo todo en ese punto donde su destino se encontraba, un par de lágrimas cayeron. Tan puras como el silencio, aquel silencio que vivía y en el que parecía vivir para siempre porque después de eso, no había nada.Estaba hecho, a eso que tanto llegó a temerle, a eso que tanto se rehusó estaba hecho porque más que por ser por el bienestar de ella, había sido por el bienestar de su abuelo y de todos sus bienes.El velo blanco cayendo a los lados mientras su cabello negro se mantenía perfectamente peinado al igual que el maquillaje, perfectamente adherido a la suavidad de su piel joven. Sus pequeñas manos aun sostenían el ramo de flores con el que había entrado al altar.En sus ojos, el mar de emociones que azotaba dentro de su corazón era reflejado. Había dado el paso más grande y aunque mucha gente suele decir que es el primer paso el más difícil ahora ella se daba cuenta que no era así, no siempre el primer paso era el m
Aquella boda no era la típica boda donde los protagonistas bailaban hasta el cansancio. Aquella boda no era la típica boda donde los invitados lograban oler el amor de los recién casados a leguas porque la verdad era que esa no había sido una típica boda ni mucho menos sería un típico matrimonio lleno de amor.Tan pronto como Cristal fue sacada de la boda por los hombres de su abuelo después de que se enterara de lo que había pasado, Cristal llegó al hotel donde se supone, le harían creer a la gente que pasarían su primer noche de bodas.El camino solo le había servido para llenarse de valor en contra de lo que estaba frente a ella. Quizá su vida no iba a ser la misma ya pero ella no estaba dispuesta a hacerla más miserable de lo que ya lo era.En la habitación, no había señales de su esposo. Los lujos de aquella simple habitación la hacían pensar que estaba ya en casa viviendo con él.Para esa noche, una sola cama.Lentamente, Cristal se quitó el vestido y todo lo que había valido u
En algún lugar seguramente se había perdido aquel Brandon que ella recordaba de su infancia y parte de su adolescencia. En algún lugar ella debía dejar aquellos recuerdos que tenía de él, en algún lugar se había perdido su felicidad y todo eso que ella había soñado. Y siendo de esa manera, queriendo olvidar todo, Cristal se cambió por el vestido que permanecía en la cama. No podía negarlo, el hombre seguía teniendo buenos gustos.Nueve y media de la noche. Ella no aparecía. Estaba perdiendo la seguridad de que ella podría asistir a esa gran celebración. Después de todo, eran marido y mujer y como tal, tenían que comportarse frente al mundo que ya los veía y sabía casados desde hacía días aunque la verdad era que ellos llevaban unas cuantas horas de casados.En su mente la última conversación que había tenido con ella y la manera en la que le había saber que ella no debía de creerse el papel de esposa aunque fueran a vivir bajo el mismo techo. ¿Cómo hacerlo? Ni siquiera sabía cómo ser
En la mente de Wyatt no podía haber otra cosa más que aquella idea que involucraba a la mujer con la que bailaba de la manera más tranquila jamás antes conocida. Aquellas olas, aquellas vibraciones, aquellas emociones que él sentía a Cristal emanar mientras bailaban eran difíciles de expresar por palabras.En la mente de Wyatt, ¿cómo Brandon pudo casarse con ella? No exactamente hablando de su belleza sino, de aquello que ella era por naturaleza. ¿Cuánto más hasta que en la mente le entrara la idea de que ella era la esposa de Brandon Lambert?— ¿Lo disfrutas? —preguntó Wyatt al verla sonreír.Prontamente la sonrisa desapareció de su rostro. Si él se había dado cuenta de eso, seguro la gente a su alrededor también, ¿qué iba a decir de ver a una mujer casada disfrutando con otra persona?—Lo sigo pensando, no creí que Brandon se casaría con una mujer como tú.— ¿De qué me hablas?— ¿Viste aquella foto en tu habitación?El corazón de Cristal paró al mismo tiempo que sus pasos se mostrar