Sin dejar de pensar una y otra ve en las palabras que Tábata le había dicho una noche anterior, pensando en que ella podría tener razón, debía de dejar ser feliz a Cristal y a Brandon no pudo evitar continuar pensando en la verdad que ella le había dado. Tábata no estaba embarazada, Cristal lo estaba, encima era un hijo de Brandon, encima ellos se amaban pero la verdad es que no podía permitir que Cristal, una mujer que valía tanto se quedara con un patán como Brandon. Un hombre inmaduro que tanto le había hecho. Él no merecía nada en la vida más que la propia muerte.Un poco desalineado, Wyatt llegó a su oficina y al momento en que se sentaba, sobre el escritorio logró ver un sobre color blanco y con una fina tinta tenía escrito el nombre de Wyatt. Esa carta parecía ser para él.Con mucha curiosidad empezó a desdoblar la carta. ¿Quién podría haberle dado algo como eso?Entonces comenzó a leer…Querido Wyatt….Espero no hayas olvidado mis palabras en aquella cafetería cuando te
Decir que el odio creció en el corazón de Brandon era poco. él sentía algo más allá que iba del odio. Su mejo amiga, la persona que más dijo quererlo era la misma que lo había separado de su gran amor de la infancia. — ¿Cómo pudiste, Tábata?—Lo siento, lo siento mucho, Brandon —ella bajó la mirada.— ¡Por ti no pide detener a Cristal ayer!— ¡No me hagas culpable de tus errores!—Ahora te lo digo, ve tras ella, ve y dile cuanto la amas, no la dejes ir porque ella está a punto de abordar con Wyatt rumbo a Francia.— ¡¿Qué?!—Lo siento, Brandon, de todo corazón lo siento tanto.— ¡Eso no es suficiente, Tábata y tú vas a pagar por esto! —Dijo al momento que estaba a punto de salir.Una risa inundó la oficina. —Es una pena que sea un niño quien esté jugando al amor. Ahora entiendo las palabras de Wyatt, Cristal no merece a un hombre como tú. Si quieres ir tras ella, sanate a ti mismo y acepta que la humillaste y fuiste el primero en apagar la llama de su amor. —Pasando cerca de él, Táb
Sin importarle nada, dejando las puertas de la camioneta de la que bajaba Brandon, llegó al aeropuerto como él mismo se lo había propuesto, no sabía mucho del lugar a donde ella iba, solo tenía en la mente el horario del vuelo, todo lo que podía hacer era correr, correr y correr y creer que en cualquier momento sus ojos serían capaces de ver a la misma mujer hermosa con la que había compartid una noche anterior.La gente solo lo veía correr como un loco a ese hombre, las mujeres pensando que se trataba de una historia romántica en la que él había hecho tanto daño a la mujer que más amaba, la mujer que más quería en la vida y que al final, pero muy al final se daba cuenta de sus errores y ahora iba a tras ella con la esperanza de encontrarla por ahí. Mientras que los hombres pensaban y lo veían como todo un loco al que la vida se le estaba yendo, por supuesto los que pensaban eso eran los mismos que jamás habían sentido el amor en carne propia.— ¡Cristal, Cristal! —Comenzó a grita
UN MES DESPUÉS Un mes exactamente había pasado desde la última vez que Brandon Lambert había sabido algo de aquella mujer que más quiso en la vida. Un mes había pasado desde aquel momento de dolor en donde se quedó de rodillas en aquel aeropuerto de Francia queriendo pensar que en cualquier momento Cristal iba a aparecer para iluminar su vida, para hacerlo fuerte cuando él estaba perdiendo todas las energías, un mes había pasado y la verdad era que nada de lo había hecho parecía servir para algo. Simplemente Cristal parecía que había desaparecido de la faz de la tierra.Nadie sabía algo de Wyatt de la misma manera Incluso Brandon había llegado al final de sus desesperación que había ido con su prima, solo para preguntar si ella podía saber algo de Wyatt. Ella claramente le dijo que no tenía contacto con él desde el momento que él rompió el compromiso que tenía.Mientras Brandon más investigaba le daba por pensar que Cristal siempre fue una farsante, ella solo quería tener poder para
CINCO AÑOS DESPUÉS Como el tiempo que pasa lento, como el tiempo que se va y nunca más vuelve, como terminamos pagando por nuestros errores, en la manera en la que nos comportamos, en la manera que actuamos siempre siendo la que nos dirigía al destino que nos está preparado no porque hay sido escrito de esa manera sino porque simplemente, nosotros lo escogemos, nosotros somos los dueños de nuestras vidas, nosotros somos los que decidimos vivir la vida como mejor nos parezca. Lamentablemente hay errores que se quedan para siempre, hay errores que en la vida jamás podrán repararse como tan fue el error de Brandon con Cristal.Esta no era la típica historia de amor donde ella le podía perdonar todo solo porque sí mientras se quedaban juntos viviendo un felices por siempre cuando la realidad es que seguiría siendo ella quien lidiara con los problemas de inseguridad que tenía su esposo.Ni Brandon buscaba hacerla más miserable ni ella misma buscaba quedarse donde sabía el destino que pod
¿Qué había sido de las personas que estaban envueltas en aquella historia que parecía nunca terminar? Una historia sin fin, eso era, una historia a la que nunca se le iban a encontrar ni pies ni cabeza porque está no era la dulce historia de amor entre un triste CEO y un necesitada secretaria como la mayoría que se encuentran afuera, esta era la historia de alguien que sufre, de alguien que se desvive por el tiempo que pasa y el tiempo que deja de ser por cada que pensaba en ella de la manera en la que lo seguía haciendo después de cinco años.Cinco años habían pasado para todos, para algunos era un tiempo que se iba de manera lenta mientras que para otros podían describir aquellos cinco años como el tiempo que transcurre y es el mismo que no se siente.El primo de Cristal, Sebastián había encontrado la felicidad en las manos y en los ojos de otra persona. La misma que llegó siendo como una luz en su camino después de tanto que había pasado, Cristal ni Brandon eran los únicos que
DOS DÍAS DESPUÉS — ¿Entonces este es el final? —Preguntó Brandon al momento que se detenía con las maletas de Tábata.Tábata sonrió al momento. —No es el final, ya te lo dije, te lo he repetido miles de veces —dijo ella queriendo y deseando que Brandon estuviera bien.Ella mejor que nadie sabía cuánto le había costado llegar hasta ese punto en donde Brandon ya podía vestirse de un hombre seguro, un hombre que iba en contra de todo y de todos sin importar nada más. Para él la vida no había sido nada sencilla, para él la vida siempre fue de esa manera, tropezón tras tropezón con la diferencia que ahora sabía cómo ir en contra de eso.Lo que menos Tábata quería era que su mejor amigo y casi hermano del alma recayera una vez más. Simplemente él no se lo merecía, simplemente él no, entre todos él no. Ya había luchado bastante para que las cosas fueran de diferente manera. Ya había luchado bastante, Brandon no podía simplemente caer en las llamas del infierno de su abuelo una vez más. —V
Caminando por los pasillos de la compañía que estaba siendo atacada por la misma persona que se suponía debía de mantenerla en pie, el señor Bennett no podía controlar su enojo, todo lo que tenía en la mente era que su nieta ya sabía de lo que él estaba haciendo y seguramente no iba a tardar mucho en aparecer por ahí, las noticias ya habían llegado, ¿en qué momento se le ocurrió que ella iba a dejar todo así y lo iba a dejar disfrutar de todo mientras ella se mataba por conseguir siempre una vida mejor?Poco el hombre sabía de su nieta, la realidad es que no sabía que ella se había ido embrazada de aquel país, seguramente si él lo hubiera sabido se lo hubiera hecho saber al abuelo de Brandon para que no la dejara ir al mismo tiempo que él seguía disfrutando de todos los contratos que podían pactar.Era una pena que la única persona que Cristal tenía para compartir los buenos momentos, las aventuras, los recuerdos, para compartir las vivencias que él podía tener de los padres de Cr