capitulo 9
ANGÉLICA

Estábamos más que contentas con nuestra llegada a Rusia. Es bastante frío, pero nos sentimos felices porque, al fin, somos libres.

—Ya llegamos. Esta es la casa de mi amigo Robert —dijo, tocando el timbre. Segundos después, mi amigo abrió la puerta y, al verme, quedó sorprendido.

—Ángel, ¿qué haces aquí?

—Lo siento por llegar sin avisar, pero ocurrieron algunas cosas. ¿Podemos pasar? Hace frío —respondí. Él salió de su asombro y nos dejó entrar a ambas.

—Les prepararé algo caliente. Pónganse cómodas —dijo. La casa de Robert era pequeña, pero muy acogedora. Para nosotras, cualquier lugar era maravilloso ahora. Al rato, Robert llegó con té caliente—. Ahora sí, dime, ¿a qué debo su visita?

Mila y yo comenzamos a contarle nuestra historia en el bar y luego con Luciano. A medida que relatábamos todo, Robert quedó pasmado.

—Querida, no puedo creer que hayan pasado por todo eso.

—Pero logramos escapar —respondí.

—Sí, y obvio que se pueden quedar aquí el tiempo que necesiten. Es peque
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App