capitulo 28
Efectivamente, la salud mental de Angélica se ha ido desmejorando poco a poco. A veces tiene sus momentos de lucidez y vuelvo a sentir a mi esposa, pero tiene otros momentos en los que me confunde o se queda completamente mirando hacia la pared por horas y horas. De no ser por nuestra hija, que está tan pequeña, juro que ya me hubiera vuelto loco. Lo bueno es que el doctor dijo que en una semana podría operar a Angélica, ya que el tumor bajó un poco de tamaño.

-Angélica, mi amor - Cuando entro a la habitación, me espantó al ver a Angélica pintada como un payaso. Eso es otra cosa: las cosas que ella sabía hacer muy bien ahora ya no las hace tan bien.

-No quedé bien, ¿verdad? - dice ella con tristeza en los ojos y juro que quiero morir lentamente al verla así.

-No, amor, quedaste hermosa, pero sabes cómo te verías mejor.

-¿Cómo? - Tomo las toallitas desmaquillantes y comienzo a pasarlas por su bello rostro lleno de maquillaje.

-Sin él. - La desmaquillé hasta dejarla sin una gota de maqui
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