Narra Karina:
Mi padre me había llamado para indicarme que debo regresar a Colombia porque debo cumplir con mi promesa, y no pienso negarme porque si algo me han inculcado él y mi madre es que una promesa debe cumplirse, aunque eso significa abandonar de paso mi carrera y mi sueño.
No niego que me entristece, pero sabía que algún día esto tendría que suceder. Al menos estoy feliz porque Boris está a mi lado, y hoy tengo planeado contarle todo lo que soy; ya no me ocultaré más detrás de este seudónimo de fotógrafa. Lo amo con todo mi ser y él merece saber que no solo soy Anne Dipre’d. Que soy una mujer que ha luchado para ganar fama bajo su propio esfuerzo sin usar el apellido influyente de mi familia.
"Quiero que sienta orgullo de mí como mujer"
Anteriormente, eran los hombres quienes debían pedir formalizar una relación, pero yo creo que esas son creencias antiguas que ya en este siglo no tienen validez, y si quiero un futuro a su lado debo pedirle que lo intentemos.
«No me veo viviendo sin él» Un suspiro de nerviosismo se escapó de mis labios, mirando el reloj en la pared mientras las velas se iban consumiendo al pasar de los minutos. Me pregunto si será, qué se ha extendido su horario de trabajo en la empresa.
Entiendo que ser presidente de una empresa no es un trabajo fácil y más teniendo la carga de trabajo que siempre tiene mi Boris.
Venir a Berlín ha sido lo mejor que me ha podido pasar, nunca me imaginé estar tan enamorada de un hombre diferente a mí.
Aún recuerdo ese día que me encontraba tomando fotos en el parque de coto de caza, justamente en el conservatorio, él llegó a mi lado y por error capture su rostro con la lente de mi cámara; algo que me puso muy nerviosa, debido a que las leyes europeas son bastante estrictas y no quería verme envuelta en algún escándalo o demanda, pero mi Boris astutamente se aprovechó del error cometido para que le aceptara una invitación a cenar.
Literalmente fue un chantaje; uno que me fascinó muchísimo y del cual no me arrepiento ni un solo instante de haber caído.
Tras escuchar como el timbre es tocado, me levanté de la silla como si de un resorte se tratara, corrí hacia la puerta y le abro muy emocionada.
—Hola, amor—le saludé efusivamente e intenté besar sus labios como estoy acostumbrada hacerlo, sin embargo, él me evadió, girando su rostro a un lado para que mis labios fueran a parar a su mejilla.
«Qué distante está hoy», sopese en silencio sin dejar de observarlo con el ceño fruncido.
—Es tarde— me responde mirando hacia la mesa donde una copa y media botella de vino indican que he estado tomando mientras lo esperaba.
Pienso bien en cómo formular mis palabras, pero no sé cómo hacerlo en realidad y me ganan los nervios.
— Te esperé despierta porque necesito hablar de algo muy importante contigo— le confesé y extendí mi mano esperando que él la agarrara.
— Ven, vamos a cenar, te preparé algo muy delicioso, aunque debe estar frío— le propuse con mucho ánimo y me vi obligada a bajar la mano porque en ningún momento la sostuvo.
— He cenado y lo que tengas que decirme que sea rápido, por favor. — Me solicitó con tono seco, distante y cortante. No sé qué le pasaba, hoy estaba más frío de lo normal, y mi corazón dio un salto dentro de mi pecho, y se lo adjudiqué a mis nervios.
«Quizás debe estar cansado», lo justifiqué suponiendo que ha tenido un mal día, sin embargo, entendía que no era razón para desquitarse conmigo y quise ser directa, de modo que le dije:
—Deberíamos formalizar nuestra relación. Mis padres…
Él no me dejó terminar.
—¡Qué dices! —exclamó no sé si sorprendido o alterado.
— Yo nunca te dije que esto sería una relación.
Algo se agrietó dentro de mi pecho y la presión sentida en ese momento me impedía respirar con normalidad.
—Queeee…
Solo me salió decir, puesto que mi cerebro no coordinaba nada.
—He cometido un error, no debí pedirte que te quedara en mi pent-house, y si lo hice fue para que dejaras de pagar hospedaje en hoteles costosos, porque entendía que con lo poco que debes ganar con lo que haces, siendo fotógrafa no podrías pagar tales lujos.
Mis ojos se abrieron como platos y quise responderle, pero él continuó hablando sin pausa.
— Lo siento, pero no puedo casarme con una mujer. — Hizo una pausa corta. — De tu nivel social. Tu carrera y la fama que tienes ahora es efímera y apenas vas creciendo, pero, no puedo esperar a que seas más de lo que eres.
Las lágrimas que se acumularon detrás de mis párpados picaban por salir.
—Mira que me gustas mucho—volvió a decirme y mordía mi lengua para no decirle par de palabras obscenas.
—Si deseas puedes estar conmigo, podría continuar viviendo en estas condiciones, solo esto te puedo ofrecer.
Tras escuchar su proposición, apreté los puños junto con mis dientes, controlando las ganas de golpearlo.
Aún no podía asimilar que para Boris no era más que un entretenimiento, y que para él cuesta más mi estatus social que mi amor; sin decir una sola palabra, lo dejé parado justamente delante de la mesa y corrí a la habitación donde cerré la puerta impidiéndole ingresar.
Él no merece saber que en realidad estoy más que a su altura en todos los sentidos, porque no pienso comprar amor, pero menos mendigarlo.
«No tengo la necesidad de pagar por placer; eso nunca lo haré, no denigraré mi condición de mujer por un hombre ambicioso»
Me quedé despierta toda la noche esperando que se dignara a venir a darme una explicación, ya que comprendía que al pasar todos estos meses juntos al menos me la debe, pero no, durmió en el sofá y al día siguiente se marchó muy temprano evitando verme.
«Ya no queda nada que me retenga en este país tan desconocido para mí»
Presente. Narra Karina. A veces las cosas que más queremos lejos de nuestras vidas es lo que más rápido llega; el día que mi padre me informó que debía viajar a Berlín no supe qué hacer, si me negaba a su petición levantaría sospecha y lo que menos quiero es que mi padre sepa que el progenitor de mi pequeño es de este país. «Boris nunca sabrá qué él es el padre de mi Axel», pensé estando ya subida en el taxi que me llevaba de camino al hotel. Mire a Axel que se encuentra a mi lado, como todo un hombrecito hermoso, la verdad es que no me arrepiento de haberme convertido en una madre soltera que lucha contra las adversidades y por lo que quiere. Todavía tengo los recuerdos de hace más de tres años cuando llegué a Colombia con el corazón hecho pedazos, creyendo que en mi vida no tendría ningún sentido seguir viviendo, pero solamente saber que más que vivir tengo propósitos y esos son: darle una buena educación y mucho amor a mi niño. Y claro está mantenerlo alejado del avaricioso
Narra Boris.La madre seguía sin mirar mi rostro y me molestó su actitud porque no suelo preocuparme por nadie y hoy que decido hacerlo esa señora ni se molesta en responder a mi pregunta, de manera que decidí decirle lo que pienso a través del niño y al escuchar mis palabras ella sí quiso prestarme atención, pero al ver su rostro me quitó todo el deseo de reclamarle por su manera grosera.¡Anne! Es ella se encuentra más hermosa que cuando la conocí, estos años le han sido favorables, ahora se admira más madura. Como un adolescente empecé a fijarme en su figura con lujuria, puesto que no la amo, sin embargo, siempre me causaba y me causa mucha atracción, a pesar de estar sentada se contempla hermosa y es que Anne es una mujer con una belleza única que enloquece a cualquier hombre. Me acerqué m&aacut
Narra Karina. Bajé al restaurante, eche un vistazo para los lados y en mi campo de visión aparecieron todos los empresarios que van a participar en la licitación, estos caballeros van algunos juntos a sus esposas; eso me agrada, a pesar de mi mala suerte en el amor soy muy romántica y creo que un día cuando cupido retire la flecha con el nombre de Boris que está aún clavada en mi corazón estoy decidida que volveré a enamorarme porque no puedo cerrarme a ese sentimiento solo porque él no me quiso y no voy a juzgar a las mujeres que toman tal decisión porque es muy duro reparar lentamente tu corazón y que lo rompan una segunda vez porque nunca queda del todo bien, ya una segunda ruptura es desbastador. (Guten Abend an alle. Mein Name ist Karina Gonzalez CEO von ondel luzp Business Networks und ich bin hier, um mir ihre Angebote anzusehen. Wie bei jeder Latina mag ich klare und präzise Geschäfte aus einem solchen Grund, dass ich zu Ihn
—una princesa hermosa—mientras toca la cara de Adelina quien se había agachado para estar a su altura y al ella sentir la suavidad de esas pequeñas manos sobre su rostro sintió una sensación única.—Buenas noches, disculpe usted el inconveniente es que este pequeño hombrecito se pone muy inquieto cuando ingiere algo dulce —se disculpó Karina sintiéndose apenada por el comportamiento de su hijo.—no pasa nada, me alegra haber tenido tal encuentro— le respondió ella con emoción, y con una espina clavada en su corazón, mirando con detenimiento a Karina, sopesando la idea de que su hijo mayor suele tener muchas mujeres, pero lo que le causa intriga es que él no ha visitado nunca Colombia. Narrador.—Déjela pasar, si dice que viene a visitarme es porque debe de conocerme— comentó Karina aun con duda, pero no perdía nada en saber de quién se trata.Pasaron segundos para que Adelaida fuera guiada por el ama de llaves llevándola con Karina, quien aún estaba más extrañada, puesto que el día que conoció a esa socia no pasaron más que unas simples palabras.—Perdón por presentarme de esta manera y sin avisar, es que muero de aburrimiento sola en casa mientras mi esposo resuelve los asuntos de los negocios y es que le pedí a tu padre que quiero conocerla, tanto a ti Karina como a tu madre porque cada vez que vengo a este país ya sea de visita o por negocios tengo que quedSECRETO BIEN GUARDADO.
Narrador.Ella escuchaba los jadeos de asombro de su hijo y sentía más curiosidad, pero le estaba dando su espacio. Mientras su corazón late desbocado con miedo a equivocarse. Su esposo también la miraba asombrado, quizás Adelina tenía razón y él no quiso creer en sus presentimientos. Sentados en la cama escuchaban cada murmullo de parte de Boris, a quien le cuesta aceptar que Karina no es una simple fotógrafa como él la consideró ser. Y la duda en él era ¿por qué le había mentido?, acaso ella estaba jugando con él en todo ese tiempo que estuvieron viviendo juntos. Su asombro pasó a ser enfado porque siente que le vio la cara y enojo porque la última vez lo rechazó y a él nadie le hace tales desplantes.📳 madre ¿cómo h
Narrador.—de eso no hay dudas al respecto, no obstante, ya hemos escuchado rumores, y eso no afecta las acciones de la empresa—le respondió un accionista mayoritario, teniendo el apoyo de los demás quienes movían la cabeza dándole la razón y Karina supo que todo ese revuelo es por la existencia de su pequeño. Se lo esperaba, también su padre se lo había advertido, que debía casarse, pero decidió posponer un compromiso ganando tiempo, que ahora se ha terminado.Miró a su padre, y él únicamente levantó las cejas, no la podía defender más, puesto que desde que ella regresó al país le pidió buscar un buen pretendiente, sin embargo, ella siempre se negó, a pesar de que le había prometido hacerlo en cuanto tomara su lugar en la e
Narrador.Adelina presentó a su hijo, mientras a Karina el corazón le galopaba como si se tratara de un caballo en medio de una carrera. Agarraba con fuerza la mano de su pequeño, esperando a que Boris dijera a su padre toda la verdad, hablaban de una cosa y la otra mientras él no dejaba de observar al niño hasta que Edgar tocó los labios de Karina con el pretexto de quitarle residuo de comida, ese gesto le molestó. Y puso el vaso que tenía en su mano de manera fuerte sobre la superficie de la mesa y todos se giraron a mirarle.—Perdón—dijo disimulando el arrebato. Luego que terminó el desayuno pasaron dentro de la casa donde siguieron compartiendo.—Ven aquí pequeño—le pidió Boris al niño quien llen