Presente.
Narra Karina.
A veces las cosas que más queremos lejos de nuestras vidas es lo que más rápido llega; el día que mi padre me informó que debía viajar a Berlín no supe qué hacer, si me negaba a su petición levantaría sospecha y lo que menos quiero es que mi padre sepa que el progenitor de mi pequeño es de este país.
«Boris nunca sabrá qué él es el padre de mi Axel», pensé estando ya subida en el taxi que me llevaba de camino al hotel.
Mire a Axel que se encuentra a mi lado, como todo un hombrecito hermoso, la verdad es que no me arrepiento de haberme convertido en una madre soltera que lucha contra las adversidades y por lo que quiere. Todavía tengo los recuerdos de hace más de tres años cuando llegué a Colombia con el corazón hecho pedazos, creyendo que en mi vida no tendría ningún sentido seguir viviendo, pero solamente saber que más que vivir tengo propósitos y esos son: darle una buena educación y mucho amor a mi niño. Y claro está mantenerlo alejado del avaricioso de su padre, me hizo ver todo de manera diferente.
Sumida en mis pensamientos, sentí como el coche fue golpeado por otro auto y mi único movimiento fue tomar a Axel entre mis brazos, protegiendo lo que más amo en este mundo.
—¡Mamita! —gritó asustado. Mire su carita revisando que esté bien. Después de haberlo revisado completamente, dejé un beso en su frente.
—No pasa nada cariño— le hablé para calmarlo, nunca lo había visto tan asustado y nervioso como está ahora y eso me produce un extraño sentimiento que oprime mi pecho. Después de saber que mi hijo se encuentra bien fue que enfoque mi atención en el conductor, que gracias a dios también está totalmente bien.
Miré por la ventanilla para observar el conductor del coche deportivo bastante lujoso que colisionó contra nosotros y cuando logré ver su rostro mi corazón empezó a latir frenéticamente y más aumentó el ritmo cuando lo veía acercarse al auto.
—¡Dios que se marche ya! — pedía desesperada mientras él hablaba con el taxista y luego que le pasa una tarjeta, sigue caminando con la intención de venir hacia nosotros, así que calcule mis opciones y está eran enfrentarlo; cosa que no me apetece o ignorarlo y tratar de ocultar a Axel.
—¿Señora se encuentra bien? — escuchar el sonido de su voz después de tantos años me eriza la piel.
Creí que verlo no me produciría nada, pues por Boris solo siento odio y rencor.
Guardé silencio por miedo a que reconozca mi voz mientras seguía con la cabeza volteada mirando al lado contrario para que él no me pudiese ver el rostro.
Es un alivio que hace dos meses cambié mi estilo de peinado y el color de mi cabello, sin contar que ahora estoy un poco más gordita, pues luego del embarazo aumenté varias libras, y en realidad pienso que me hacían falta desde antes.
—Mami, quiero ver— me pide Axel saliéndose del hueco de mi cuello donde tengo su cabeza metida con la intención de cubrir su rostro, ya que se parece muchísimo a Boris y no quiero por ninguna razón que sienta, algo que lo haga interesarse en mi hijo.
—Hola, campeón, ¿te encuentras bien? — le preguntó Boris a Axel, quién se giró, por más que traté de que no lo hiciera.
—Hola— le contestó mi pequeño que es bien arisco y le cuesta hablar con desconocidos, pero tal parece que estoy equivocada.
—Eres un niño muy educado, para ser hijo de cierta persona— le dijo el susodicho y eso me puso mal, tanto que olvidé que mi intención era ocultarme de él.
—Mira ¡quién habla de educación! — le respondí con dureza e irritación.
—¡Anne! — exclamó mi nombre con asombro mientras miraba fijamente a Axel.
Narra Boris.
Todo iba de mal en peor porque mi hermano cada día estaba ganando más terreno con mis padres, siendo el hijo con mejor comportamiento el que no comete errores ni suena en escándalos, al contrario de mí que siempre voy de un problema a otro.
Acepté comprometerme con Amalia para tener un punto a mi favor, pero ese fue otro error que cometí, ya que esa mujer es demasiado sofocante, de nada le sirve el dinero si su falta de educación la precede.
Después de que Anne me dejó he sentido que nada es lo mismo y quizás fue la costumbre de estar a su lado porque amor nunca llegué a sentir por ella, pero eso tres meses me sentí a gusto; lástima que decidido marcharse en vez de quedarse a mi lado viviendo una vida mucho más cómoda de la que debe tener.
Estoy que no me calienta ni el sol, he fallado y eso es algo que no tengo permitido.
Perdí un negocio muy importante y si hay algo que le disgusta a mi padre es que pierda ante cosas tan sencillas como convencer a esos clientes de invertir en el nuevo proyecto.
Sin contar que los accionistas convocaron una junta para crear una votación pidiendo que dejara el cargo que tengo en la empresa porque según ellos no estoy haciendo bien mi trabajo.
Caminé al parqueo de la empresa a toda prisa, necesitaba salir de allí porque sentía que me faltaba el aire, aflojé mi corbata y aun así continuaba mal.
De los tres coches que suelo usar tome el deportivo negro, y salí dejando la marca de las llantas en la carretera, iba perdido en mis pensamientos cuando por mi imprudencia choqué con un taxi.
Asustado por mi falta, salí a revisar que todos dentro del taxi estuvieran bien. El conductor salió y me pidió con molestia que debía hacerme responsable del choque, ya que él iba en su carril, yo sin ánimos de discutir, le pedí disculpas y le entregué una tarjeta con mi número para que me envíe la factura de los gastos de reparación.
Mire nuevamente el coche y pude ver que dentro iba un niño, así que termine de acercarme, le pregunté a la señora que, si se encontraba bien, y no me respondió nada, en su lugar el niño fue quien me miró, y algo dentro de mi pecho se removió.
«¿Por qué me parece familiar este niño?» Me pregunté, ya que es muy idéntico a mí cuando apenas tenía esa edad.
Narra Boris.La madre seguía sin mirar mi rostro y me molestó su actitud porque no suelo preocuparme por nadie y hoy que decido hacerlo esa señora ni se molesta en responder a mi pregunta, de manera que decidí decirle lo que pienso a través del niño y al escuchar mis palabras ella sí quiso prestarme atención, pero al ver su rostro me quitó todo el deseo de reclamarle por su manera grosera.¡Anne! Es ella se encuentra más hermosa que cuando la conocí, estos años le han sido favorables, ahora se admira más madura. Como un adolescente empecé a fijarme en su figura con lujuria, puesto que no la amo, sin embargo, siempre me causaba y me causa mucha atracción, a pesar de estar sentada se contempla hermosa y es que Anne es una mujer con una belleza única que enloquece a cualquier hombre. Me acerqué m&aacut
Narra Karina. Bajé al restaurante, eche un vistazo para los lados y en mi campo de visión aparecieron todos los empresarios que van a participar en la licitación, estos caballeros van algunos juntos a sus esposas; eso me agrada, a pesar de mi mala suerte en el amor soy muy romántica y creo que un día cuando cupido retire la flecha con el nombre de Boris que está aún clavada en mi corazón estoy decidida que volveré a enamorarme porque no puedo cerrarme a ese sentimiento solo porque él no me quiso y no voy a juzgar a las mujeres que toman tal decisión porque es muy duro reparar lentamente tu corazón y que lo rompan una segunda vez porque nunca queda del todo bien, ya una segunda ruptura es desbastador. (Guten Abend an alle. Mein Name ist Karina Gonzalez CEO von ondel luzp Business Networks und ich bin hier, um mir ihre Angebote anzusehen. Wie bei jeder Latina mag ich klare und präzise Geschäfte aus einem solchen Grund, dass ich zu Ihn
—una princesa hermosa—mientras toca la cara de Adelina quien se había agachado para estar a su altura y al ella sentir la suavidad de esas pequeñas manos sobre su rostro sintió una sensación única.—Buenas noches, disculpe usted el inconveniente es que este pequeño hombrecito se pone muy inquieto cuando ingiere algo dulce —se disculpó Karina sintiéndose apenada por el comportamiento de su hijo.—no pasa nada, me alegra haber tenido tal encuentro— le respondió ella con emoción, y con una espina clavada en su corazón, mirando con detenimiento a Karina, sopesando la idea de que su hijo mayor suele tener muchas mujeres, pero lo que le causa intriga es que él no ha visitado nunca Colombia. Narrador.—Déjela pasar, si dice que viene a visitarme es porque debe de conocerme— comentó Karina aun con duda, pero no perdía nada en saber de quién se trata.Pasaron segundos para que Adelaida fuera guiada por el ama de llaves llevándola con Karina, quien aún estaba más extrañada, puesto que el día que conoció a esa socia no pasaron más que unas simples palabras.—Perdón por presentarme de esta manera y sin avisar, es que muero de aburrimiento sola en casa mientras mi esposo resuelve los asuntos de los negocios y es que le pedí a tu padre que quiero conocerla, tanto a ti Karina como a tu madre porque cada vez que vengo a este país ya sea de visita o por negocios tengo que quedSECRETO BIEN GUARDADO.
Narrador.Ella escuchaba los jadeos de asombro de su hijo y sentía más curiosidad, pero le estaba dando su espacio. Mientras su corazón late desbocado con miedo a equivocarse. Su esposo también la miraba asombrado, quizás Adelina tenía razón y él no quiso creer en sus presentimientos. Sentados en la cama escuchaban cada murmullo de parte de Boris, a quien le cuesta aceptar que Karina no es una simple fotógrafa como él la consideró ser. Y la duda en él era ¿por qué le había mentido?, acaso ella estaba jugando con él en todo ese tiempo que estuvieron viviendo juntos. Su asombro pasó a ser enfado porque siente que le vio la cara y enojo porque la última vez lo rechazó y a él nadie le hace tales desplantes.📳 madre ¿cómo h
Narrador.—de eso no hay dudas al respecto, no obstante, ya hemos escuchado rumores, y eso no afecta las acciones de la empresa—le respondió un accionista mayoritario, teniendo el apoyo de los demás quienes movían la cabeza dándole la razón y Karina supo que todo ese revuelo es por la existencia de su pequeño. Se lo esperaba, también su padre se lo había advertido, que debía casarse, pero decidió posponer un compromiso ganando tiempo, que ahora se ha terminado.Miró a su padre, y él únicamente levantó las cejas, no la podía defender más, puesto que desde que ella regresó al país le pidió buscar un buen pretendiente, sin embargo, ella siempre se negó, a pesar de que le había prometido hacerlo en cuanto tomara su lugar en la e
Narrador.Adelina presentó a su hijo, mientras a Karina el corazón le galopaba como si se tratara de un caballo en medio de una carrera. Agarraba con fuerza la mano de su pequeño, esperando a que Boris dijera a su padre toda la verdad, hablaban de una cosa y la otra mientras él no dejaba de observar al niño hasta que Edgar tocó los labios de Karina con el pretexto de quitarle residuo de comida, ese gesto le molestó. Y puso el vaso que tenía en su mano de manera fuerte sobre la superficie de la mesa y todos se giraron a mirarle.—Perdón—dijo disimulando el arrebato. Luego que terminó el desayuno pasaron dentro de la casa donde siguieron compartiendo.—Ven aquí pequeño—le pidió Boris al niño quien llen
~Bien, seré tu esposa más no tu mujer~ respondió ella. ~Lo quiero todo, tú no tienes derechos de poner límites~ —Que descarado—gritó enfurecida. Su madre sonrió, viendo detrás de ese enojo amor y eso le tranquiliza más después del consejo dado. ~Primero buscaremos el certificado matrimonial y luego anunciaremos nuestro matrimonio~ le propone ella. ~Te asusta que tu prometido se oponga~ bromeó él. Horas más tarde acudieron al registro civil, pidiendo un matrimonio exprés, registraron sus documentaciones y tomaron el test, algo rápido y sencillo. <<El dinero lo facilita todo>> pensó ella observando como evadie