EPILOGO

A la mañana siguiente Azzael paseaba al bebé mientras Agatha dormía, la puerta de la habitación se abrió y entró Lucifer, Anna y Muriel, Azzael les hizo una señal de silencio ya que Agatha estaba durmiendo, ellos sonrieron y se acercaron al bebé susurrando –

Está hermoso – Hijo Anna con alegría –

Es un bebé fuerte y sano, digno nieto del príncipe de las tinieblas – Azzael dijo haciendo sonreír a Lucifer, él puso el dedo para que el pequeño Ethan lo tomara, quien no demoró en hacerlo –

Es fuerte.

Sí, a su padre y a su abuelo – Dijo Agatha, todos se giraron a verla, estaba despierta, Anna la abrazó –

Buen trabajo, el bebé es hermoso, ¿cómo te sientes?

Como si me hubiera atropellado un camión – Lucifer sonrió se acercó y besó su frente –

Eres muy valiente hija, el bebé es perfecto, déjame ayudarte – Lucifer puso su mano en su vientre y una cálida luz se posó en ella, Agatha de inmediato se sintió perfecto, como si nada hubiera pasado, Lucifer había sanado su cuerpo adolorido –

Gra