¡Feliz jueves! Al fin se destapó la olla... No sé ustedes, pero yo me iré a llorar al rincón, por el pequeño Owen :( ¿Habrá servido toda la información que reveló Paige, para que Flavia ceda un poco más? ¿Cómo reaccionará Flavia cuando vea a Owen, ahora que sabe la historia de Owen? Todo eso y más, en los próximos capítulos :P Las veo en los comentarios, saben que amo leerlas <3 Nos encontramos mañana, a la misma hora y por el mismo canal :* Un abrazo.
˗ˏˋ Owen ˎˊ˗El día ha sido una locura desde que salí del apartamento. La reunión con los gerentes del casino fue un éxito rotundo, pero por más que intenté concentrarme en la reunión y en los detalles del trato, no podía dejar de pensar en Flavia, si estará bien, si habrá comido algo, si se habrá sentido sola o si quizás salió. Es ridículo, lo sé, pero no puedo evitarlo. Cada segundo lejos de ella me parece una eternidad y lo más absurdo de todo es que no dejo de sorprenderme por lo que siento. Estar enamorado de ella es algo que aún me cuesta asimilar y durante el tiempo que hemos vivido juntos, se ha intensificado solo por el hecho de tenerla cerca.Desde que la dejé esta mañana, no he podido quitarme de la cabeza la imagen de ella esperándome en la cocina con el desayuno que preparó para mí, y por lo mismo, me siento ansioso por volver a casa. No es que dude de que podamos hacer que esto funcione, pero ese gesto tan cotidiano y tan… íntimo, me tomó por sorpresa. Después de todo lo
˗ˏˋ Flavia ˎˊ˗Caminar por este mall con Maya es justo lo que necesitaba. Ver los escaparates llenos de ropa para bebés, los cochecitos alineados como si esperaran a que algún día les demos una oportunidad y los suaves juguetes de peluche, todo esto debería alegrarme más, pero a pesar de que Maya y yo hemos estado recorriendo tiendas durante horas, mi mente sigue atrapada en estos últimos dos días.Durante la mañana le había comentado cómo había sido la experiencia con la doctora Heart, mencionándole que mis dos pequeños están creciendo perfectamente, pero, a pesar de mi esfuerzo por involucrarme, sé que ha notado que estoy distraída.Maya se detiene para mirar un conjunto adorable y yo le sigo el ritmo, señalando de vez en cuando lo que me parece bonito, y, aunque todavía no sé el sexo de mis bebés, no puedo evitar soñar despierta con el momento en que Owen y yo escojamos ropa para ellos. «Si son dos niñas, imagino vestidos adorables, llenos de detalles tiernos que él elegiría con una
˗ˏˋ Owen ˎˊ˗Estoy de pie frente a un grupo de empleados de un cine, explicando los procedimientos de seguridad mientras Miranda supervisa la actividad. Observo sus caras, algunos atentos, otros un poco distraídos. Mantener su atención es crucial, pero es un desafío, ya que el ejercicio es sencillo, pero importante: aprender a evacuar el edificio en caso de emergencia.Mi teléfono comienza a vibrar en el bolsillo de mi pantalón. No le presto mayor importancia al principio, concentrado en la capacitación, pero la insistencia es imposible de ignorar. Mi primer pensamiento es Flavia. Algo dentro de mí se tensa.Miranda me lanza una mirada rápida, notando mi distracción. Asiento levemente y me aparto del grupo, sacando el teléfono. La pantalla muestra múltiples llamadas perdidas de Joshua. Esto no es normal. Con el corazón acelerado, respondo.—Owen, es Maya… Estamos en el hospital. Flavia la trajo. Se desmayó en el centro comercial —dice mi mejor amigo, con la voz quebrada por la preocupa
—Vamos, Fla, cuéntame qué pasó después de que llegaron al apartamento —insiste Maya con una sonrisa, mientras me acomodo en la silla junto a su cama.Había dejado pasar un día, pero la preocupación por su salud y la de mi ahijado, me trajeron hasta aquí, aunque parece que Maya está más interesada en otra cosa. Siento el calor subir a mis mejillas y aparto la mirada por un momento, enfocándome en el patrón de las sábanas.—No pasó nada, Maya —respondo, intentando sonar casual, aunque sé que mi tono me delata. Estoy sonrojada. Lo sé, lo siento en la piel—. Solo me quedé dormida en sus brazos… Estaba tan agotada después de todo lo que pasó ese día, que apenas me di cuenta cuando me llevó a la habitación y le pedí, medio dormida, que se quedara conmigo.Mi mejor amiga levanta una ceja, sin disimular su curiosidad. Sé que no se va a conformar con esa respuesta, así que continúo.—Durmió a mi lado, nada más. De hecho, fue la mejor noche que he tenido en mucho tiempo. No sé si fue el cansanci
˗ˏˋ Flavia ˎˊ˗Estoy completamente descolocada. La puerta aún está abierta y la rubia ya se ha instalado en el centro del apartamento, como si fuera la dueña del lugar. Cierro la puerta lentamente, mientras mi mente trabaja a mil por hora. «¿Quién es ella? ¿Qué tipo de relación tiene con Owen? ¿Por qué actúa con tanta arrogancia?». Una punzada de celos se instala en mi pecho, lucho por mantener la calma.—¿Qué se te ofrece? —pregunto con una voz más firme de lo que esperaba. La rubia me ignora, manteniendo esa actitud altiva que me pone los nervios de punta y se pasea por el salón con un aire de superioridad.—¿Owen está en casa? —cuestiona, sin molestarse en responder a mi pregunta, como si yo no fuera más que una piedra en su camino.—Está en el baño —contesto, justo cuando Owen abre la puerta y sale tan solo con una toalla envuelta alrededor de su cintura. El agua aún brilla sobre su piel y tengo que forzarme por no quedarme mirándolo embobada. Claro, justo ahora tenía que verse así
˗ˏˋ Owen ˎˊ˗La puerta del ascensor se cierra con un leve chasquido y, por un momento, todo el ruido a mi alrededor desaparece. Estoy perdido en mis pensamientos y con una sensación cálida que dejó el inesperado beso de Flavia en la comisura de mis labios. Una sonrisa involuntaria se esboza en mi rostro y me doy cuenta de que es la primera vez en mucho tiempo que me siento realmente feliz, como si algo finalmente estuviera encajando en su lugar.No puedo evitar pensar en ella, en la forma en que me miró antes de salir y en la manera en que se acercó para acomodarme la corbata. Ese simple gesto, tan íntimo y tan suyo, me dejó claro lo que quiero y lo que no estoy dispuesto a perder. Flavia es la mujer que amo, la madre de mis hijos y no pienso permitir que nada ni nadie se interponga entre nosotros.—No sabía que ibas a ser padre, Owen. —La voz de Miranda me saca bruscamente de mi ensoñación. Se pega más de la cuenta y su perfume, demasiado invasivo y dulzón, me da náuseas. Su mano sube
˗ˏˋ Flavia ˎˊ˗Unas ganas urgentes de ir al baño me despiertan. Abro los ojos, pero me siento inmovilizada por un brazo pesado y cálido sobre mi cintura, abrazándome por la espalda. Tardo un par de segundos en procesar lo que está pasando, pero cuando finalmente giro un poco la cabeza, lo veo: Owen, está completamente dormido junto a mí.Mi corazón se acelera y siento cómo mis mejillas se sonrojan al verlo tan guapo y relajado durmiendo a mi lado. Está tan cerca que puedo sentir su respiración tranquila y segura rebotando en mi cuello. Su rostro está relajado, sin la tensión que usualmente lo acompaña y se ve… diferente, más vulnerable, más real, y, de alguna manera, eso lo hace más atractivo. Una sonrisa boba se forma en mis labios.Con cuidado y sin despertarlo, logro zafarme de su abrazo. Me levanto lentamente y corro al baño antes de que sea demasiado tarde. Mientras hago mis necesidades, no puedo dejar de pensar en lo que sentí al despertar junto a él. Es una mezcla de sorpresa, a
˗ˏˋ Flavia ˎˊ˗Observo a mi abuela a través de la pantalla y su mirada pícara, pero llena de amor, me hace sentir como si fuera una niña otra vez, pillada haciendo alguna travesura. Antes de que pueda pensar en algo inteligente, las palabras me salen atropelladamente.—Nonna, no es lo que te imaginas… —farfullo, sintiendo cómo mis mejillas se calientan aún más—. Solo… dormimos juntos, eso es todo. —Ella sonríe, negando con la cabeza, como si mis palabras fueran completamente innecesarias.—No hace falta que me expliques nada, cucciola —responde con suavidad—. Mientras estés bien y feliz, yo me doy por pagada.Suspiro, sintiendo que la tensión en mis hombros disminuye un poco, pero niego. Ya no hay forma alguna de sacarle la idea de la cabeza. Siempre ha sido así con mi nonna, pero su apoyo incondicional y su capacidad de entenderme sin que tenga que decir mucho, siempre me han dado un refugio seguro. Aunque a veces es demasiado perceptiva para mi gusto.—Estoy bien y los bebés están cr