¡Holiwis! La suegra poniendo orden. Las cosas no se ven bien entre Fiona y Shrek... ¿Qué creen que pase con este par de necios? Nos leemos mañana, a la misma hora y por el mismo canal :P Las leo en los comentarios, ya saben que me encanta leerlas <3 Un abrazo :*
˗ˏˋ Flavia ˎˊ˗Norwich, N.Y, Estados Unidos.Me incorporo lentamente, sosteniéndome en el lavabo, tras vaciar mi estómago como cada mañana. Al mirarme en el espejo, veo cómo mi cara refleja perfectamente lo agotada y abrumada que me siento; mi rostro pálido y unas oscuras ojeras delatándome.La noche anterior fue un torbellino de emociones y recuerdos. La boda, Owen, Cory, el hospital... Todo volvió a mí en un torrente incesante de pensamientos, que sólo abrazando la chaqueta de Owen y aspirando su aroma, lograron apaciguar mi cabeza y que, para mi mayor sorpresa, me ayudó a conciliar el sueño rápidamente. Sí, puede que sea una sentimental por sentirme de esta manera, especialmente después de cómo me humilló ayer por la tarde, exigiéndome respuestas. Sin embargo, siento alivio al saber que ya conoce la verdad sobre nuestros hijos. Ya no tengo que esconderme ni sentirme asustada todo el tiempo. Además, pronto volveré a Italia con mi abuela; solo debo soportar su presencia unas horas más
˗ˏˋ Flavia ˎˊ˗Nueva York, Estados Unidos.Despierto sin saber en qué momento me quedé dormida, ya que me encuentro recostada a lo largo de los asientos traseros, tapada con una manta. Mis párpados aún están pesados y mi mente algo confusa. Me incorporo lentamente y miro a mi alrededor. Veo que estamos llegando a la ciudad de Nueva York. Las luces y el tráfico me dan una sensación de irrealidad.Escucho a Cory quejarse con un “Auch” y lo veo voltearse a mirarme para preguntarme con su tono habitual de preocupación:—¿Cómo estás? ¿Descansaste bien?—Estoy bien, pero necesito el baño con urgencia —respondo, intentando sonar más despierta de lo que realmente estoy.Mi amigo asiente y a los pocos minutos, Owen detiene la camioneta en una estación de servicio sin decir una palabra. Bajo rápidamente y me dirijo al baño, tratando de sacudir la somnolencia y hacer mis necesidades. Al regresar, Owen está apoyado en la camioneta esperándome con una botella de agua y un snack, y esa mirada indesc
˗ˏˋ Owen ˎˊ˗Nueva York, Estados Unidos.Tras decir eso, Flavia se queda en silencio, su expresión es una mezcla de dolor y agotamiento. Siento el peso de mis palabras en el aire y una punzada de culpa me atraviesa, pero no puedo darme el lujo de retroceder ahora. No cuando se trata de mis hijos.Quiero gritar, quiero suplicarle que me entienda, pero me contengo. Mi instinto es proteger, estar presente, ser el padre que yo nunca tuve. No puedo permitir que se los lleve a Italia y me aparte de ellos. La sola idea me hace explotar la cabeza.—Flavia, entiendo que esto ha sido difícil para ti —digo, tratando de moderar mi tono—. Pero no puedo quedarme de brazos cruzados mientras te alejas con nuestros hijos. Necesito estar para ellos.Ella me mira con sus ojos llenos de lágrimas contenidas. Cory, a su lado, me lanza una mirada de advertencia, como si me estuviera pidiendo que suavice mi enfoque. Respiro hondo, intentando calmarme.—Mira, no estoy diciendo que tengamos todas las respuestas
˗ˏˋ Owen ˎˊ˗Nueva York, Estados Unidos.Llegamos al apartamento y dejo caer mi equipaje junto a la puerta. El viaje de regreso ha sido silencioso, lleno de pensamientos que revolotean sin cesar en mi mente. Cory me lanza una mirada comprensiva, se dirige directamente a la cocina y saca dos cervezas del refrigerador. Me ofrece una sin decir una palabra, pero su expresión dice mucho más. Asiento levemente, agradeciendo el gesto.Nos sentamos en el sofá, cada uno con su botella en la mano. Destapo la cerveza y tomo un sorbo, esperando que el alcohol me ayude a calmar los nervios. Cory me observa, claramente deseando decirme algo, pero estoy perdido en un mar de pensamientos, recordando la mirada de Flavia, su expresión cansada y la súplica en sus ojos.De reojo, noto que Cory sigue mirándome, esperando. No puedo ignorarlo más.—Dilo, escupe lo que quieras saber para que dejes de observarme así —le digo, soltando un suspiro. Duda un momento, mirando su cerveza antes de volver a mí.—Sigo
˗ˏˋ Flavia ˎˊ˗Nueva York, Estados Unidos.Cuando Cory y Owen salen del apartamento, me quedo en silencio. La presencia de Owen me ha dejado más revuelta de lo que me gustaría admitir. Estrella, siempre atenta, se acerca con su habitual calidez y con la preocupación reflejada en sus ojos.—¿Quieres un té, mi niña? —me ofrece amablemente.—Sí, gracias, Estrella. —Asiento, intentando sonreír.—Creo que te vendría bien recostarte un rato y descansar. Yo te llevo el té en un momento —dice con una sonrisa tranquilizadora.Camino hacia la habitación, tratando de sacudir las palabras de Owen, pero siguen repitiéndose una y otra vez en mi mente. Siento miedo de que intente cumplir con su amenaza y quitarme a mis hijos; pero al mismo tiempo, hay algo en su voz y en su mirada, que me dice que hablaba en serio cuando dijo que quiere estar presente y ser parte de sus vidas. Las lágrimas empiezan a correr por mi rostro sin que pueda detenerlas.Me dejo caer en la cama, cubriéndome el rostro con las
˗ˏˋ Flavia ˎˊ˗Nueva York, Estados Unidos.Estrella se retira discretamente, dándonos espacio para hablar, mientras mi corazón late desbocado en mi pecho cuando Owen se sienta en la mesita de centro frente a mí, dejando la canasta a un lado. Sus palabras dan vueltas en mi cabeza, sobre todo cuando dijo: "No solo por nuestros hijos, sino también por ti". No quiero ilusionarme y la idea de que quiera enmendar sus errores es muy reconfortante, pero a la vez, sigo sintiéndome herida por todo lo que ha dicho.Su penetrante mirada busca la mía, me siento vulnerable y a la defensiva al mismo tiempo. Owen suspira con cansancio y asiente.—Sí, por ti —responde con firmeza, sin apartar su mirada de la mía—. Sé que no fui justo contigo y que cometí errores. Y lo más seguro es que seguiré cometiéndolos. —Vuelve a suspirar, pero su tono se suaviza—. Me sentí traicionado, Flavia. —Frunzo el ceño y abro la boca en señal de protesta, pero continúa—. Sé que eso no justifica mis palabras ni mis acciones
˗ˏˋ Owen ˎˊ˗Nueva York, Estados Unidos.Salgo del apartamento de Josh y Maya con una mezcla de alivio y tensión en el pecho. Finalmente logré hablar con Flavia sin que acabáramos en una discusión acalorada. "Quiero creer que estás siendo sincero, pero necesitaré tiempo", me dijo con cansancio y algo de reserva. Sé que no será sencillo, pero al menos he dado el primer paso.El ascensor se cierra lentamente y siento que, por primera vez desde que supe que sería padre, hay una pequeña esperanza de que podamos arreglar las cosas. Aunque su mirada de dolor y desconfianza aún me duele, comprendo que he herido a Flavia más de lo que quisiera admitir.El sonido de mi teléfono me saca de mis pensamientos. Miro la pantalla y veo nuevamente el número de Miranda. Bufo, sintiendo una punzada de molestia. «¿Por qué tuvo que llamar justo en ese momento?». Vuelvo a ignorar la llamada, ya que no quiero que nada arruine este pequeño avance con Flavia.Al salir del elevador, mi teléfono suena de nuevo,
˗ˏˋ Flavia ˎˊ˗Nueva York, Estados Unidos.El sonido del despertador me saca del letargo, ya que me había vuelto a dormir tras levantarme en la madrugada con las ya habituales náuseas matutinas. Respiro hondo y me esfuerzo por levantarme, ya que hoy es diferente, un día que he estado esperando con una mezcla de nerviosismo y entusiasmo.Lo primero que hago es llevar una mano a mi pancita, algo que se me está haciendo costumbre como una forma de saludar a mis bebés.—Buenos días, mis pequeños cachorritos. Hoy su mamá volverá a ser el foco de atención y todo gracias a ustedes —digo, con voz suave, recordando la conversación que sostuve ayer con Cassian Quinn, cuando lo llamé para aceptar su propuesta de volver a posar frente a las cámaras. Después de mucha reflexión, decidí aceptar su oferta de trabajo. Es una oportunidad que no puedo dejar pasar. Necesito el dinero y salir de la burbuja en la que se ha convertido el apartamento de Maya. Me siento revitalizada por esta decisión, una ch