—Ya escucharon, giren a babor —gritó Dimitri, agarrando el timón del barco, girando, dando todo de sí, cambió el curso que llevaban.
El inesperado giro puso a que toda la embarcación estuvieran atentos. Nikolay llegó corriendo a darse cuenta de qué era lo que ocurría, ya que no se encontraba cerca debido a que se había quedado pendiente de la salud de la chica encontrada. —¿Qué ocurre? —preguntó al momento de llegar desesperado. —¡Militares!!! —respondió Dimitri sin quitar sus manos del timón hasta que la maniobra estabilizó el barco para seguirsu cursó. Nikolay, agarró la bocina y marcó a Celeste, al instante esta respondió la llamada —Sigan el curso que acaban de agarrar, ¡No sé qué sucede!, pero esta noche los equipos y las personas han enloquecido, hasta la madrugada, lo mejor es pasar desapercibido, sigan hasta la zona pesquera unas tres horas allí bastará, cualquier eventualidad les estaré avisando esperen mi llamado, no me llamen —terminó de decir colgando la comunicación sin dejar que Nikolay diga una sola palabra. Él sostuvo el aparato en la mano, lo observó escuchando el sonido de que había sido colgado y dijo: —Cuánto odio a esta mujer es irritante, engreída, fastidiosa, en serio, creo que tiene un problema —terminó de decir tirando el equipo con irritación. Dimitri negó con la cabeza al ver cómo su amigo se llenó de frustración con solo escuchar a Celeste. Ese acto le dio gracia y sonrió, pese a la circunstancia. —Si no fuera tan buena en lo que hace, te aseguro que ¡uf!!!, mejor me calló —dijo, observando en el radar el camino orquestado por la loca del la jaque, que lo enloquecía con el solo hecho de hablar. Luego de una hora llegaron al sitio que les fue guiado por Celeste, en donde se encuentran muchas embarcaciones dedicadas a la pesca. El médico llegó a la cabina —la chica se encuentra bien, fue solo golpes, sin embargo, le di un sedante para que no vaya a despertar en este lugar, y vayan a pensar que secuestramos a alguien —dijo sentándose en la mesa, agarró una manzana de la cesta de frutas y empezó a cortarla en pedazos con la navaja que traía en su mano, metiendo rodaja por rodaja en su boca. Por otro lado, en Ucrania. —¡Sí!! Marcel, ¡disculpa! Sé que fue impredecible lo imprevisto que fue el anuncio de la fiesta, pero es algo importante y no queríamos esperar mucho tiempo —decía Iryna hablando por teléfono mientras un estilista su cabello. Su edad avanzada no escondía la hermosa mujer que fue en su juventud; su cabello, totalmente bañado en canas, irradiaba respeto, belleza, madurez. Cada arruga en su cuerpo eran las pruebas exactas de la fortaleza que adquirió a lo largo del camino para afrontar este océano de tiburones depredadores sin escrúpulos del que está compuesto el ambiente empresarial. A lo largo de su recorrido a sido fuerte y verás en sus decisiones, no dejándose amedrentar por ningunos de sus adversarios, en sus días era un jaque de los mejores en lo que hacía, a lo largo de su vida ha destruido organizaciones, de quienes han querido acabar o intervenir en el imperio forjado entre ella y su esposo. Aquel que ha tenido el valor de enfrentarla, ha perdido todo aquello que quiso, tuvo y pudo tener, es una mujer temible y de armas tomar. Boris, se encontraba sentado en el mueble individual que se encontraba en la extensa habitación, leía un periódico, y tomaba una taza de café bien cargado mientras arreglaban el cabello de su esposa en la misma habitación. Un toque de la puerta interrumpió la llamada que sostenía Iryna. —Hablamos de eso, en la noche —dijo mientras colgó la llamada—. ¡Adelante! Por la puerta ingreso su jefe de seguridad. —Señores, necesitamos hablar, dijo el hombre, parado aún en la puerta. —Dime, expresó Iryna. —A solas, señora, es importante. Ella, al ver la cara de preocupación de su jefe de seguridad, ordenó que todos salieran de la habitación, quedando solo ella a Boris, que se colocó de pies al lado de su esposa, observando lo extraño que se veía el hombre como con miedo de expresar lo que tenía que decir. —Ahora sí, habla, ordenó ella. —Se trata de la señorita Sharoth, fue lo que salió de los labios del hombre. —¿Qué pasó con mi hija? —preguntó Boris sacando su celular para marcar el número de su hija. —Encontraron su auto y Marcos está muerto —respondió el hombre, sabiendo que su jefa no era de rodeos. —¿Hay señales de mi hija? —preguntó mientras corrió al armario a ponerse unas sudaderas cómodas y tenis sin importar que el hombre estuviese presente. Él solo permanecía estático y respondió a la pregunta: "No, señora, no hay señales", pero ya cerramos las calles donde ocurrió el hecho, hemos traído a los mejores peritos para estudiar la escena, el comandante de la armada ya se encuentra allí también. —Sale apagado, dijo Boris, saliendo de la habitación con el guarda de seguridad atrás. —Llamaste a Iván, preguntó Boris, dándose cuenta de que en el pasillo algo retirado se encontraban las estilistas con la organizadora de fiesta encargada de la organización del evento. Iryna salió viendo lo mismo que su esposo se acercó a las personas. —Queda cancelada la fiesta, recojan, todos los gastos, se pagarán igual, pueden retirarse, dijo y todos obedecieron al instante, saliendo rápidamente del lugar. —¡llamaron a Iván!!!, gritó, ya que no escuchó que habían respondido anteriormente cuando su esposo preguntó. — No, señora, contestó con tres móviles en la mano realizando diversas llamadas. Iryna sacó su móvil de inmediato, pero una voz detuvo su acto. —¿Qué ocurre? ¿Para qué me iban a llamar?, preguntó Iván subiendo las escaleras tranquilamente. —¡Sharoth!, fue secuestrada —salió de la boca de la mujer, mientras sacaba su computadora personal, de un portafolio que había sacado de una caja fuerte que se encontraba en el pasillo, atrás de un cuadro de la foto de los tres en la cabaña de la playa.—¿Qué dices, tía? — preguntó sacando su celular y marcó el número de su prima saliendo este apagado. Alzó su vista y, al ver la cara de preocupación de sus tíos, comprobó que no era broma.—¡Ya lo hemos intentado! Marcos está muerto, dijo Felip, el jefe de seguridad.Todos bajaron las escaleras ante la mirada atenta de los trabajadores que no entendían, ¿él por qué?, la repentina cancelación del evento. Iván salió en su auto como el alma que lleva el diablo al tener la dirección de los hechos.Minutos después llegaron debido a que la emboscada no fue lejos de la mansión. Pudo ingresar el anillo de seguridad impuesto por los hombres de seguridad para que los medios no alteren la escena, porque en la entrada de la calle había un guardia de la mansión.Iván llegó, bajo rápidamente del auto, a ver con sus propios ojos la escena y, así como lo había dicho Felip, el cuerpo de Marcos se encontraba sin vida en el automotor. Los padres de Sharoth llegaron atrás de él. El perito, al ver a la f
En las costas de Rusia, Dimitri está esperando indicaciones de Celeste, para poder moverse del sitio en donde se encuentran.La llamada llegó, Nikolay fue y contesto colocando el altavoz para que todos escucharan lo dicho:—¡Pueden moverse!, dirijan el curso hacia los islotes. Algo grande pasó en Ucrania, donde llegaron códigos de un antiguo hacker que se había pensado había muerto. Algo grande pasó, se quedan en aquella posición hasta nuevo aviso, comunicó, cortando la llamada como siempre, sin dejar que nadie hablara ni la interrumpiera.—Cuanto odio a esa mujer bufo Nikolay ayudando a colocar el nuevo cursó intentando no pensar en esa altanera mujer. Dimitri salió para dirigirse a la habitación de la misteriosa mujer a donde Mikhail, el doctor, unos minutos antes se había dirigido, temiendo que la chica se despertara en el lugar donde se encontraban y pudieran meterse en un problema. Llegó y abrió la puerta sigilosamente, encontró al Mikhail parado en una ventana que se podía ver
Dimitri llegó rápido a la cabina colocando su camiseta —Que nos tienes Celeste —preguntó rápidamente mientras Nikolay y Mikhail llegaron tras de él.—Hay una embarcación muy cerca de ustedes, son traficantes, asesinos, no merecen lo que llevan, así que iremos por ellos y, como dicen que ladrón que roba a ladrón tiene mil años de perdón, yo quiero ser perdonada, dijo riendo del otro lado de la línea. —Guao, guardare este momento en lo más profundo de mi memoria, para no olvidar que sucedió ¿y tú sonríes? —preguntó Nikolay a la chica atrás de la línea, acercándose a Dimitri. —Les envié las coordenadas, dijo, colgando la comunicación como siempre, ignorando la pregunta hecha, por Nikolay.Nikolay, no se extrañó de la acción realizada por ella, ya estaba acostumbrando a su ignorancia, bufa mientras espera en el monitor las coordenadas, las cuales llegaron en ese mismo instante. Nikolay colocó el curso enviado y salieron tras el cargamento, que había interceptado Celeste.—Veremos a ve
¡Ayuda!!! ¡auxilio!!! saquenme de aqui!!! ayuda!!! saquenme!!! gritó desconcertada golpeando la puerta del lugar donde se encontraba apresada, arremetió a puños y patadas esperando que algo en el lugar se moviera, o almenos alguien escuchara sus gritos.Pero nada pasaba sus gritos no eran escuchado, y no escuchaba nada afuera de las paredes que la rodeaban. ¿Donde estoy, que quieren de mi? ¡saquenme!!! volvió a gritar sin dejar de repetir el acto de golpes en la puerta, sus manos empezaron a doler por la acción y se detuvo recostó su frente en la puerta y preguntó en un sollozo, ¿por que me hacen esto?.Empezo a sentir impotencia, y lágrimas salieron mojando su delicado rostro, sintió inútil su acción de seguir golpeado y miles de preguntas y reproches empesaron a llegar a ella, ¿Por qué me pasa esto a mí? Se preguntó en medio de llanto y volvía a golpear la puerta, pero esta vez sus golpes eran suaves y delicado, estaban llenos de impotencia y casi de resignación. ¿Que alguien me
El humillado hombre, sacudió el cuerpo de la joven tirándolo al suelo y se puso de pies al lado de los recién llegados —¡Espero sea importante o se van a arrepentir! —dijo frente a los rostros de los jóvenes, volteo sin mirar atrás y emprendió camino a la salida con todos los demás detrás de él, serrando nuevamente la puerta. Dejándola tirada con lágrimas corriendo por su rostro, la tristeza invadió todo su ser. No podía entender como su vida dio tal giro, tirada allí en suelo, empezaron a llegar recuerdos de la última conversación que sostuvo con sus padres. RECUERDO... Marcus daba besos en las mejillas de su hija y decía —"Sharoth Usanova" la joven de veinticuatro años, dedicada a sus estudios, comercio mercantil y administración de empresas. "Ejemplo a seguir" a su corta edad ha dado todo de ella para llevar a cabo el legado de sus padres, los empresarios, Iryna Yvanova y Boris Usanov. Los cuales, a su avanzada edad, han decidido ceder su imperio a la joven chica, ¡que ahora!,
Después de leer los documentos que se les fueron entregados, Oleh firmó, los observó y dijo: —Tienen razón, mi sobrina es nuestro orgullo y si ustedes creen que está preparada, ¡lo está! No se hable más del tema, dijo, colocándose de pies para salir de la sala. Sabía que podía contar contigo en esta decisión —dijo Iryna sonriendo, ya que su cuñado ha sido un gran apoyo para ellos a lo largo de su relación. Ya le comunicaron a la niña la decisión tomada —preguntó Oleh, parado en la puerta con la perilla de la misma, en su mano. —Sí, ya está al tanto de la decisión, en estos momentos están solucionando algunos problemas en la compañía de Iryna, haremos un banquete situando a periodistas para anunciar a la nueva CEO de Ucrania —respondió Boris cerrando la carpeta y entregándola al abogado. Oleh salió inconforme con la decisión de su hermano, pero no se lo iba a hacer saber. Se dirigió a la oficina de su hijo intentando calmar su inconformidad, llegó a y preguntó a la secretaria si se
Sharoth, salió de la empresa de su madre y se dirigió al auto, donde se encuentra el conductor con la puerta abierta esperando. —Cómo sigues, Marcos, ¿qué tal te fue en casa?—pregunta amablemente al hombre de mediana edad. —Bien, mi niña, hay que tenerle paciencia a esta juventud de ahora —responde mientras ella ingresa al auto y él cierra la puerta. Rodeó el auto para ingresar al mismo, en el asiento del conductor. —Tranquilo lo están haciendo bien —dijo dando ánimos al hombre, mientras sacaba su laptop y se puso a trabajar desde el auto. —Gracias por estar pendiente, usted es una maravillosa joven, un orgullo para sus padres —dijo el chófer con una genuina sonrisa de gratitud, la cual fue correspondida del mismo modo. Ella empieza a teclear y su celular sonó, miró quién era, sonrió y contestó. —Supongo que ya te llego la invitación —afirmó Sharoth sin saludar a su amiga. —¡Así mismo! Quiero una explicación, ¿por qué tan de repente esa reunión? —preguntó agitada del otro lado
—Señor, ya seso el ataque entre las dos flotas, procedemos con el saqueo —preguntó el joven mirando a su jefe, el cual observaba al horizonte en medio de la noche, como los disparos alumbraban como juegos artificiales en el tosco mar. —¿Son embarcaciones militares o carroñeros? —preguntó sin quitar la vista de su objetivo, mientras apretaba una bola de hule que sostenía en su mano. —El destruido, carroñero con posible, código 39, y el que va huyendo de la armada de Ucrania, explicó Nikolay quién iba llegando y se sentó al lado del hombre. —Embarquemos —ordenó Dmitri mientras lanzaba la bola a su amigo, quien la atajo en el aire. —Sí, señor —respondió el chico que hablaba anteriormente, dando la vuelta para salir de allí. —¡Preparado! —preguntó Nikolay sosteniéndolo por el hombro. —Siempre —respondió secó y sin expresión alguna por el hecho de un código 39. Salieron de allí y se dirigieron a la cabina del capitán para dirigir su destino al barco que se encontraba totalmente dest