CAPÍTULO 3

Después de leer los documentos que se les fueron entregados, Oleh firmó, los observó y dijo: —Tienen razón, mi sobrina es nuestro orgullo y si ustedes creen que está preparada, ¡lo está! No se hable más del tema, dijo, colocándose de pies para salir de la sala.

Sabía que podía contar contigo en esta decisión —dijo Iryna sonriendo, ya que su cuñado ha sido un gran apoyo para ellos a lo largo de su relación.

Ya le comunicaron a la niña la decisión tomada —preguntó Oleh, parado en la puerta con la perilla de la misma, en su mano.

—Sí, ya está al tanto de la decisión, en estos momentos están solucionando algunos problemas en la compañía de Iryna, haremos un banquete situando a periodistas para anunciar a la nueva CEO de Ucrania —respondió Boris cerrando la carpeta y entregándola al abogado.

Oleh salió inconforme con la decisión de su hermano, pero no se lo iba a hacer saber. Se dirigió a la oficina de su hijo intentando calmar su inconformidad, llegó a y preguntó a la secretaria si se encontraba su hijo allí y ella le confirmó que sí dirigiéndose él adentro de la oficina.

Cuando ingreso su hijo se encontraba con mil papeles en el escritorio y este bufo de lo aburrido que le parecía su hijo.

—Ya estás enterado de la decisión tomada por tus tíos, preguntó sentándose en el borde del escritorio.

—Si es del nombramiento de Sharon si ya lo estoy, se lo ha ganado con mucho mérito, respondió sin quitar su vista de los documentos que estaba revisando.

—No pareces, hijo mío, estos papeles te enloquecerán, dijo, levantándose del lugar para salir de la oficina de su hijo.

—Debo hacerlo, ya que trabajo por dos, debido a que tú no quieres trabajar y debo arreglar tus errores, dijo Iván alzando su vista para ver el cinismo de su padre.

Oleh no respondió nada y salió arrojando la puerta con fuerza a su espalda. La fidelidad de su hijo hacia su tío lo irritaba. De gran manera, sacó su celular y marcó un número, sonó dos veces y fue contestado.

—se adelanta la venta, tomen el producto de inmediato —dijo colgando de inmediato sin dar oportunidad a la persona del otro lado, reaccionar.

Se dirigió a su oficina por su saco para salir a buscarle solución al problema presentado para él.

En el presente, Sharoth acostada en el suelo con su rostro doliendo por los golpes recibidos, escucha un ruido a un lado de la cama y percibió que a lo alto había una pequeña ventana que no la logró ver anteriormente, y por la cubierta que tenía se levantó corriendo. Se encontraba bastante alta, así que agarró la mesa y la rodó hacia el lugar, se subió, pero aun así no llegaba a la ventana.

¿Por qué debo ser tan pequeña? — sé crítica enojada.

Se bajó de la mesa y fue por la silla, y la colocó para hacer más alta la pirámide que quería realizar. Con la silla pudo alcanzar, dándose cuenta de que se encontraba en un barco.

Pudo darse cuenta de que a la distancia varios barcos los perseguían a gran velocidad, y la llenó un poco de aliento, asomada en la pequeña ventana donde su cabeza no pasaba, empezó a gritar.

ayudaaaa, aquiiii,,, auxilioooooo gritaba con fuerza, al ver que de allí nadie lograría verla bajo rápido resbalando y cayendo de la mesa se golpeó muy fuerte la rodilla, quedo en la posición caída por varios segundo, pero se levantó a buscar una toalla blanca que se encontraba en la ropa que había visto anteriormente.

Volvió a subir la pirámide armada con un poco más de cuidado debido a que no se quería lastimar, cuando estuvo nuevamente arriba sacó una mano con la toalla y empezó a sacudirse y a gritar; ayudaaaaaa ayudaaaaaa aquiiiii, auxilioooo ayudaaaaaa

gritó con gran voz, metió la mano y asomó su cara a ver si alguien la lograba ver.

Pero cuando lo hizo, se llenó de asombro, ya los tenían cerca, eran barcos de Ucrania y ella sabía que la habían subido a uno ruso. Una ráfaga de disparos empezó a caer de ambas partes. Gritos de ataques y gritos de mujeres salían de abajo en donde ella se encontraba, gritos de ayuda, auxilios y terror salían como pudo. Volvió a hablar y se tiró al piso para ver si lograba escuchar algo desde allí.

Así fue desde ahí, logró escuchar los gritos de terror de mujeres y niños, empezó a golpear desesperada el piso, holaaaa como se encuentrannnn, volvió a colocar el oído, pero solo podía escuchar gritos de desesperación y las balas no cesaban, era un caos. El barco empezó a ladearse de un lugar al otro, sin embargo, se colocó de pies y volvió a subir para volver a asomarse en la ventana. Vio que los ataques eran sin contemplación de ambas partes. Muertos se veían flotar en el agua gritos de insultos salían de los hombres que combatían no era de extrañar porque ambos países estaban cruzando por una guerra, pero como podían atacarse de tal manera ¿o es que no tienen familia?, ¿no se ponen a pensar en el dolor de sus esposas, de sus madres, el sufrimiento que le dejaran a un niño huérfano?, el mundo ha perdido la esencia, la prudencia y el amor al prójimo.

Deténgase hay niños en la embarcación parennnnn hay niñooooosss parennnnn al ver que sus gritos no son escuchados, empezó a dar puños a las paredes por la inconformidad que sintió, cuando vio que un ataque de una gran arma, venía hacia ellos ocasionando un estruendoso ruido haciéndola volar por los aires, del mismo impacto, cayendo a la distancia de donde se encontraba subida. Ya a punto de perder el conocimiento sin poder mover su cuerpo, el recuerdo de cómo fue secuestrada empezó a llegar a ella mientras su rostro era testigo del sufrimiento, no únicamente físico sino en lo profundo de su corazón, por la persona causante de lo que estaba viviendo.

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