Sharoth, salió de la empresa de su madre y se dirigió al auto, donde se encuentra el conductor con la puerta abierta esperando.
—Cómo sigues, Marcos, ¿qué tal te fue en casa?—pregunta amablemente al hombre de mediana edad. —Bien, mi niña, hay que tenerle paciencia a esta juventud de ahora —responde mientras ella ingresa al auto y él cierra la puerta. Rodeó el auto para ingresar al mismo, en el asiento del conductor. —Tranquilo lo están haciendo bien —dijo dando ánimos al hombre, mientras sacaba su laptop y se puso a trabajar desde el auto. —Gracias por estar pendiente, usted es una maravillosa joven, un orgullo para sus padres —dijo el chófer con una genuina sonrisa de gratitud, la cual fue correspondida del mismo modo. Ella empieza a teclear y su celular sonó, miró quién era, sonrió y contestó. —Supongo que ya te llego la invitación —afirmó Sharoth sin saludar a su amiga. —¡Así mismo! Quiero una explicación, ¿por qué tan de repente esa reunión? —preguntó agitada del otro lado de la línea. —Mis padres lo organizaron, es una reunión muy importante, para esta misma noche son unos exagerados, pero ¿qué les puedo hacer, no les quiero llevar la contraria en sus deseos —explicó a su amiga sin dejar de teclear en la laptop? —Increíble, ¡va a ser en la mansión! —exclamó sorprendida. —Si es cierto, e increíble, que hayan accedido a la mansión, pero esto de la guerra con Rusia los tiene a todos nerviosos —dijo Sharoth cerrado su laptop ya terminando lo que realizaba. Guardó lo que utilizó en su portafolio y observó a Marcos que no dejaba de mover el retrovisor, algo nervioso y colgó la llamada. —Marcas sucede algo — pregunto al ver que él no detenía su acto y solamente miraba por este. Marcos sostuvo su celular, marcó un número, mientras le contestó a Sharoth —Desde que salimos de la empresa, nos vienen siguiendo, fue todo lo dicho en ese momento mientras manipulaba su móvil. Ella, al escuchar las palabras de su chófer, desvió su cuerpo para poder ver por el vidrio, y confirmó lo dicho por este. Dos camionetas negras lo seguían y, al darse cuenta de que los habían descubierto, una de ellas aceleró para pasar el auto. Marcos también aceleró evitando ser sobrepasado, pero fue golpeado por detrás, el golpe casi los hace chocar, ocasionando que bajará la velocidad mientras estabilizada el auto, dando oportunidad que unas de las camionetas lo pasara y se les atravesará en el camino, mientras otra quedó del lado de atrás dejando el auto atrapado. —Marcos, ¿qué pasa? Tengo miedo —dijo Sharoth desesperada. —Ya pedí ayuda, le pido que no se resista, no vaya a ocasionar que le hagan daño —aconsejo mientras avisaba que habían sido emboscados. Marcos sacó el arma y la coloco en su chaqueta al ver que de la camioneta de adelante salían 3 hombres fuertemente armados. —¡Marcos! —exclamó Sharoth sosteniéndose del saco del hombre. Tranquila mi niña dijo palmado la mano de la joven, aun sabiendo que no era cierto, nada estaba bien, ya que sus refuerzos por alguna razón no contestaron al pedido de ayuda. Uno de los hombres encapuchados quiso abrir la puerta, pero están tenían seguro, así que apuntó su arma al puesto del copiloto y disparó sin contemplación haciendo el vidrio añico. Con el estruendoso ruido Sharoth grito tapándose los oídos, mientras que el mismo hombre apunto a Marcos, pero este último saco el arma y disparo antes hiriendo el hombre uno de los hombres que se encontraban del otro lado arremetió contra marcos desde afuera llenando de agujeros el auto del lado del conductor. Sharoth no dejaba de gritar con los ojos cerrados por los estruendosos disparos, abrió sus ojos, encontrándose con la macabra escena, de su chófer y amigo bañado en, sangre que le brincó en el cuerpo a ella, lo abrazó en medios de lágrimas y gritos. —Marcoooooosss noooooo por queeee Marcooooossss gritaba mientras movía el cuerpo del hombre. Los atacantes abrieron la puerta para sacarla del auto, pero esta arremetió a patadas y puños; sin embargo, esos golpes no iban a detener a su captor de su cometido. El hombre la sacó subiéndolo a su hombro para subirla a la camioneta. Ella no dejaba de dar puños y gritar que la soltaran sin ser escuchada, la arrojaron al auto que parecía más una jaula de llevar animales con toda la seguridad que tenía por dentro. El auto en su interior tenía tubos de metales sin dar vista al puesto del conductor. Ella golpeó los metales y sus manos dolieron. Al instante sintió que el vehículo arrancó. —Noooo a dondeeeee me llevaaaaan grito buscando por dónde abrir, pero su búsqueda fue en vano, ya que era automático y solo lo podía abrir el conductor. El vehículo pasó cierto tiempo andando, Sharoth solo lloraba. Nunca imaginó que un secuestro llegara a su vida, ¿qué necesidad había de matar a Marcos? El dolor de su familia, de su hija, que se encontraba pasando una dura etapa en su adolescencia. Sharoth no podía dejar de pensar en todos esos sucesos contados por él y su dolor se hacía más fuerte, sintiendo su corazón oprimido de tanta tristeza. Cuando sintió que se detuvo, limpió sus lágrimas y se puso alerta, pero no abrían. Unos minutos después sintió voces de hombres rusos a las afueras, pero le pareció escuchar una voz conocida. Negó con su cabeza, sentía que el trauma la estaba haciendo escuchar mal. Se encontraba observando la puerta y sintió como esta se estaba abriendo se echó a un lado, uno de los hombres la sacó bruscamente y recordó las palabras de Marcos, de no luchar para que no le hicieran daño y decidió aplicarlo. El hombre la sostuvo del brazo y ella miró a todos lados y observó que se encontraba en el puerto cerca de un gran barco de transporte de contenedores. Al llegar al pie del muelle, fue arrojada, cayendo a los brazos de un hombre alto y corpulento; no lograba ver el rostro de ninguno, ya que todos llevaban capuchas puestas. —¡Está muy buena, mi mercancía! Ha sido un placer hacer negocios contigo —exclamó el hombre, observando de arriba abajo a Sharoth mientras la sostenía fuerte de un brazo, haciendo gran presión. — Espero que la disfrutes —dijo Oleh saliendo de las sombras con una gran sonrisa en su rostro. Sharoth abrió sus ojos del asombro y un golpe en su nuca la hizo perder el conocimiento hasta despertar en esa fría habitación en barco en medio del mar.—Señor, ya seso el ataque entre las dos flotas, procedemos con el saqueo —preguntó el joven mirando a su jefe, el cual observaba al horizonte en medio de la noche, como los disparos alumbraban como juegos artificiales en el tosco mar. —¿Son embarcaciones militares o carroñeros? —preguntó sin quitar la vista de su objetivo, mientras apretaba una bola de hule que sostenía en su mano. —El destruido, carroñero con posible, código 39, y el que va huyendo de la armada de Ucrania, explicó Nikolay quién iba llegando y se sentó al lado del hombre. —Embarquemos —ordenó Dmitri mientras lanzaba la bola a su amigo, quien la atajo en el aire. —Sí, señor —respondió el chico que hablaba anteriormente, dando la vuelta para salir de allí. —¡Preparado! —preguntó Nikolay sosteniéndolo por el hombro. —Siempre —respondió secó y sin expresión alguna por el hecho de un código 39. Salieron de allí y se dirigieron a la cabina del capitán para dirigir su destino al barco que se encontraba totalmente dest
—Ya escucharon, giren a babor —gritó Dimitri, agarrando el timón del barco, girando, dando todo de sí, cambió el curso que llevaban. El inesperado giro puso a que toda la embarcación estuvieran atentos. Nikolay llegó corriendo a darse cuenta de qué era lo que ocurría, ya que no se encontraba cerca debido a que se había quedado pendiente de la salud de la chica encontrada. —¿Qué ocurre? —preguntó al momento de llegar desesperado. —¡Militares!!! —respondió Dimitri sin quitar sus manos del timón hasta que la maniobra estabilizó el barco para seguirsu cursó. Nikolay, agarró la bocina y marcó a Celeste, al instante esta respondió la llamada —Sigan el curso que acaban de agarrar, ¡No sé qué sucede!, pero esta noche los equipos y las personas han enloquecido, hasta la madrugada, lo mejor es pasar desapercibido, sigan hasta la zona pesquera unas tres horas allí bastará, cualquier eventualidad les estaré avisando esperen mi llamado, no me llamen —terminó de decir colgando la comunicación s
—¿Qué dices, tía? — preguntó sacando su celular y marcó el número de su prima saliendo este apagado. Alzó su vista y, al ver la cara de preocupación de sus tíos, comprobó que no era broma.—¡Ya lo hemos intentado! Marcos está muerto, dijo Felip, el jefe de seguridad.Todos bajaron las escaleras ante la mirada atenta de los trabajadores que no entendían, ¿él por qué?, la repentina cancelación del evento. Iván salió en su auto como el alma que lleva el diablo al tener la dirección de los hechos.Minutos después llegaron debido a que la emboscada no fue lejos de la mansión. Pudo ingresar el anillo de seguridad impuesto por los hombres de seguridad para que los medios no alteren la escena, porque en la entrada de la calle había un guardia de la mansión.Iván llegó, bajo rápidamente del auto, a ver con sus propios ojos la escena y, así como lo había dicho Felip, el cuerpo de Marcos se encontraba sin vida en el automotor. Los padres de Sharoth llegaron atrás de él. El perito, al ver a la f
En las costas de Rusia, Dimitri está esperando indicaciones de Celeste, para poder moverse del sitio en donde se encuentran.La llamada llegó, Nikolay fue y contesto colocando el altavoz para que todos escucharan lo dicho:—¡Pueden moverse!, dirijan el curso hacia los islotes. Algo grande pasó en Ucrania, donde llegaron códigos de un antiguo hacker que se había pensado había muerto. Algo grande pasó, se quedan en aquella posición hasta nuevo aviso, comunicó, cortando la llamada como siempre, sin dejar que nadie hablara ni la interrumpiera.—Cuanto odio a esa mujer bufo Nikolay ayudando a colocar el nuevo cursó intentando no pensar en esa altanera mujer. Dimitri salió para dirigirse a la habitación de la misteriosa mujer a donde Mikhail, el doctor, unos minutos antes se había dirigido, temiendo que la chica se despertara en el lugar donde se encontraban y pudieran meterse en un problema. Llegó y abrió la puerta sigilosamente, encontró al Mikhail parado en una ventana que se podía ver
Dimitri llegó rápido a la cabina colocando su camiseta —Que nos tienes Celeste —preguntó rápidamente mientras Nikolay y Mikhail llegaron tras de él.—Hay una embarcación muy cerca de ustedes, son traficantes, asesinos, no merecen lo que llevan, así que iremos por ellos y, como dicen que ladrón que roba a ladrón tiene mil años de perdón, yo quiero ser perdonada, dijo riendo del otro lado de la línea. —Guao, guardare este momento en lo más profundo de mi memoria, para no olvidar que sucedió ¿y tú sonríes? —preguntó Nikolay a la chica atrás de la línea, acercándose a Dimitri. —Les envié las coordenadas, dijo, colgando la comunicación como siempre, ignorando la pregunta hecha, por Nikolay.Nikolay, no se extrañó de la acción realizada por ella, ya estaba acostumbrando a su ignorancia, bufa mientras espera en el monitor las coordenadas, las cuales llegaron en ese mismo instante. Nikolay colocó el curso enviado y salieron tras el cargamento, que había interceptado Celeste.—Veremos a ve
¡Ayuda!!! ¡auxilio!!! saquenme de aqui!!! ayuda!!! saquenme!!! gritó desconcertada golpeando la puerta del lugar donde se encontraba apresada, arremetió a puños y patadas esperando que algo en el lugar se moviera, o almenos alguien escuchara sus gritos.Pero nada pasaba sus gritos no eran escuchado, y no escuchaba nada afuera de las paredes que la rodeaban. ¿Donde estoy, que quieren de mi? ¡saquenme!!! volvió a gritar sin dejar de repetir el acto de golpes en la puerta, sus manos empezaron a doler por la acción y se detuvo recostó su frente en la puerta y preguntó en un sollozo, ¿por que me hacen esto?.Empezo a sentir impotencia, y lágrimas salieron mojando su delicado rostro, sintió inútil su acción de seguir golpeado y miles de preguntas y reproches empesaron a llegar a ella, ¿Por qué me pasa esto a mí? Se preguntó en medio de llanto y volvía a golpear la puerta, pero esta vez sus golpes eran suaves y delicado, estaban llenos de impotencia y casi de resignación. ¿Que alguien me
El humillado hombre, sacudió el cuerpo de la joven tirándolo al suelo y se puso de pies al lado de los recién llegados —¡Espero sea importante o se van a arrepentir! —dijo frente a los rostros de los jóvenes, volteo sin mirar atrás y emprendió camino a la salida con todos los demás detrás de él, serrando nuevamente la puerta. Dejándola tirada con lágrimas corriendo por su rostro, la tristeza invadió todo su ser. No podía entender como su vida dio tal giro, tirada allí en suelo, empezaron a llegar recuerdos de la última conversación que sostuvo con sus padres. RECUERDO... Marcus daba besos en las mejillas de su hija y decía —"Sharoth Usanova" la joven de veinticuatro años, dedicada a sus estudios, comercio mercantil y administración de empresas. "Ejemplo a seguir" a su corta edad ha dado todo de ella para llevar a cabo el legado de sus padres, los empresarios, Iryna Yvanova y Boris Usanov. Los cuales, a su avanzada edad, han decidido ceder su imperio a la joven chica, ¡que ahora!,
Después de leer los documentos que se les fueron entregados, Oleh firmó, los observó y dijo: —Tienen razón, mi sobrina es nuestro orgullo y si ustedes creen que está preparada, ¡lo está! No se hable más del tema, dijo, colocándose de pies para salir de la sala. Sabía que podía contar contigo en esta decisión —dijo Iryna sonriendo, ya que su cuñado ha sido un gran apoyo para ellos a lo largo de su relación. Ya le comunicaron a la niña la decisión tomada —preguntó Oleh, parado en la puerta con la perilla de la misma, en su mano. —Sí, ya está al tanto de la decisión, en estos momentos están solucionando algunos problemas en la compañía de Iryna, haremos un banquete situando a periodistas para anunciar a la nueva CEO de Ucrania —respondió Boris cerrando la carpeta y entregándola al abogado. Oleh salió inconforme con la decisión de su hermano, pero no se lo iba a hacer saber. Se dirigió a la oficina de su hijo intentando calmar su inconformidad, llegó a y preguntó a la secretaria si se