Candy llego a la sala, seguida de sus hijos todos en una fila perfecta, de mayor a menor como si alguien se lo hubiese ordenado, y la mujer ya mayor, no pudo evitar el recordar cuando solo eran niños correteando por toda la mansión, ahora, todos eran hombres y mujeres exitosos a su manera, o eso creía, en verdad deseaba pensar que eran felices.

Aun en silencio, Amir fue el primero en servirse un whisky y rápidamente fue seguido por Eros y Neri, esposo de Zafiro, algo que le llamo la atención a muchos, pues el ruso siempre prefería el vodka y ya que ellos bebían algo fuerte, Donato se permitió tomar algo también, mientras recordaba la última vez que el ambiente en la mansión Zabet-Ángel estuvo tan cargado como en ese momento, y eso fue en el cumpleaños de Hades, cuando muchas cosas salieron a la luz, entre ellas, que Stefano tenía una hija de cinco años, llamada Alma..

— Por favor, deja las teteras junto a las tazas y pueden retirarse. — pocas veces Candy aceptaba la ayuda de las emple