―Y que todo volverá a su orden natural ―dijo Armin con una sonrisa ―Parece que la vida en el palacio ya no parece tan mala, ¿eh? ―le preguntó a Anna―Nuestra familia merece la oportunidad de ser feliz y de estar junta ―dijo ella apretando ligeramente a su abuelo antes de apenas y apartarse de él―Así es mi pequeña nieta ―dijo Máximus pellizcando su nariz con cariño ―Por otro lado, Zeth, ¿cómo crees que tome Keren la noticia? A estas alturas, los rumores ya deben haberse propagado por todo el palacio ――Ella… Estará furiosa ―dijo Zeth agachando la cabeza, acto que preocupó a Anna, pues según sus palabras, si no quería que él o la gente que le importaba terminara como el resto de su familia bilógica―Zeth… ――Keren es impulsiva ―dijo Zeth levantando la cabeza para ver a Máximus ―Gracias a la naturaleza salvaje de su loba, ella es inusualmente terca y se aferrará a sus propias creencias, me tomará un par de días hacer que me escuche, pero, cuando lo haga, ella entenderá el por qué hice l
Alrededor de las nueve treinta, en el palacio de Interlunio, más específicamente, en la habitación que Anna ahora compartía con Zeth, la joven se veía al espejo por cuarta vez en los últimos dos minutos.El vestido que había elegido para aquella noche había sido el que Armin había sugerido, uno de color crema, largo y de chiffon, el cual, tenía los hombros descubiertos, dejando ver una sutil y delicada elegancia en ella.― ¿Quieres parar con eso? ―pidió Zeth, quien, en ese momento, se acomodaba la corbata ―Te ves hermosa Anna, además, Sandrine hizo un excelente trabajo con tu peinado ―agregó al ver como la chica revisaba su cabello por octava ocasión―Ya lo sé ―masculló Anna tomando un collar que habían comprado al regresar de la finca ― ¿Debo hacer algo en especial? ¿Un discurso o algo por el estilo? ――No, entre más callada estés, mejor ―dijo Zeth tomando un pañuelo ―No, no me veas así, estoy en completo desacuerdo, pero es el protocolo cuando la pareja del futuro rey o reina aún no
―Lamento mi incompetencia princesa ―dijo Zeth dedicándole una pequeña reverencia, la cual, provocó que Keren bajara su brazo lentamente ―Ante el arribo de los hombres del alfa Nicholas Manolis, se me ha delegado la tarea de buscar al rey, sin embargo, le pido que por favor me tenga algo de paciencia, incluso, he solicitado la ayuda del gran beta, quien arribará mañana mismo y liderará a un grupo de soldados, por lo que pienso que es cuestión de tiempo para que encontremos a su majestad, por otro lado, considero que mi nombramiento no puede retrasarse más, la ley dictada por los antiguos reyes dice que, si el rey en turno no tiene herederos… ―― ¡Mi padre tiene heredero! ¡Y mi hermano también los tiene! ―exclamó una fúrica Keren, quien, al darse cuenta qué había estallado, se apresuró a agachar la miradaAhora, Anna podía entender a que se refería Zeth cuando había dicho que su tía no podía controlar del todo sus emociones, pues en ese momento, la joven se mordía los labios en un inten
Mientras en el salón se hablaba sobre los planes a futuro, Anna seguía a su abuela por el pasillo que llevaba a los baños, los cuales, por fortuna, estaban ligeramente alejados del salón.―Y dime, Anya, ¿cuánto tiempo llevas trabajando en el palacio? ―preguntó Idylla sin mirarla―Dos semanas su majestad ―dijo Anna antes de girarse al escuchar pasos detrás de ellaAl ver que se trataba de Dante, la joven no pudo evitar soltar un suspiro aliviado.― ¿Y apenas te reconoce? ―preguntó Idylla con evidente desconfianza―Él… Él quería rechazarme ―masculló Anna ―Zeth dijo que este lugar no era para mí, me dijo que, aquí, había demasiadas intrigas ――Mira quien lo fue a decir ―dijo Idylla con voz queda antes de abrir la puerta que llevaba al baño― ¿Disculpe? ――Oh, no, no es nada ―dijo Idylla ―Solo hablaba conmigo misma ―explicó antes de entrar al baño―Tranquila, vigilaré ―le dijo Dante con voz queda cuando ella se giró para verloTras asentir, Anna se apresuró a entrar al baño, donde cerró l
Al notar la tristeza en la voz de Anna, Idylla se inclinó ligeramente y levantó la barbilla de Anna con delicadeza.―Tú no deseas venir, ¿cierto pequeña? ――No es eso abuela ―dijo Anna con sinceridad ―Es sólo que no quiero dejar Loto de Luna, es mi hogar, y lo que más amo en este mundo, mi manada es sumamente importante para mí ――Puedo imaginarlo, sin embargo, hay soluciones para todo cariño, es una de las ventajas de ser quién eres ――Anya, date prisa… ―se escuchó la suave voz de Dante al otro lado de la puerta―Creo que ya tardamos demasiado ―dijo Anna ―Abuela, ¿puedo ir a visitarte? ――Claro que sí cariño, de hecho, creo que ya es hora de que salga de mi exilio ―dijo Idylla poniéndose de pie antes de ayudar a Anna ― ¿Quieres desayunar conmigo mañana? ―Emocionada, Anna asintió con entusiasmo.―Ah, por cierto, abuela, ¿sabías que la tía Keren y Zeth son compañeros? ――Lo sabía, por eso el asunto de la nueva compañera me parecía extraño, no pude evitar sentirme decepcionada al escuc
A las nueve en punto de la mañana siguiente, Anna y Sandrine salían del palacio y caminaban juntas por el jardín en dirección a un hermoso kiosco.Decepcionada por no escuchar el violín de Keren aquella hermosa mañana, Anna soltó un suspiro y comenzó a andar más despacio.―Sandrine, ¿sabes algo de la princesa? ――Según lo que Sophie me dijo hace rato en la cocina, la princesa Keren no se ha despertado, lo cual, es algo muy extraño, pues al parecer, la princesa siempre se levanta muy temprano, ya sea para practicar el violín, o bien, simplemente para disfrutar de rocío matutino ―Decepcionada, Anna agachó la cabeza.La noche anterior, tras charlar con Zeth, había ideado un plan para hacerle saber que era ella quien estaba con su compañero, sin embargo, si ella no tocaba el violín, su plan se volvía inútil, por lo que comenzaba a pensar que tendría que planear otra cosa, pues por algún motivo que ella desconocía, el vínculo mental de los licántropos no funcionaba con Keren.―Mi señora,
Durante largo rato, ambas continuaron charlando alegremente.A Anna, le resultaba gracioso que ambas, se entendieran perfectamente, pues, de alguna forma, habían encontrado la manera de preguntarle a la otra sobre sus vidas sin ser demasiado obvias.Para la joven, saber más sobre la vida de su abuela estaba resultando enriquecedor, pues esta, le hablaba sobre su vida en su antigua manada y de como habían sido las cosas al ser la primera mujer beta registrada en la historia, pues Máximus, al conocer su historia, había establecido la ley que indicaba que las mujeres podían tomar un alto rango en una manada, e incluso, el puesto de alfa.Idylla, por otro lado, seguía preguntando por Alastor, por lo que cada vez que Anna respondía a sus preguntas o relataba alguna hazaña de su padre, la joven podía ver como los ojos de su abuela brillaban con nada más que orgullo.―Mi señora ―intervino Dante tras lo que fueron dos largas horas que, para ellas, fueron apenas algunos minutos ―Lamento mucho
Al reconocer la voz, Anna tragó saliva y muy lentamente se dio la media vuelta para clavar sus ojos en los verdes del hombre a sus espaldas.―Señor Vail, buenas tardes ―dijo Anna con torpeza―Buenas tardes, mi señora ―dijo Vail dedicándole una pequeña, pero profunda reverencia ―Lamento la indiscreción, pero ¿Podría decirme qué hace usted aquí? ――Traje a Sandrine para que pudiese visitar a su madre ―dijo Anna dirigiendo su mirada al pasillo al que Vail se disponía a entrar ― ¿Usted está aquí por ella? ――Sí ―dijo Vail con una amplia sonrisa ―Vine a darle las noticias a Aurora, la madre de Sandrine ―dijo antes de indicarles el camino hacia la cafetería ―Aurora cayó enferma debido al fallecimiento de mi hermano hace algunos años, ha estado aquí desde entonces ――Lo sé, me lo contó Sandrine ―dijo Anna ocupando su lugar en una mesa algo alejada de las demás, donde Dante, apartó una silla para ella ―Me dijo que, desde que había empezado a trabajar para Mendel, ella no había podido venir de