Mientras en el salón se hablaba sobre los planes a futuro, Anna seguía a su abuela por el pasillo que llevaba a los baños, los cuales, por fortuna, estaban ligeramente alejados del salón.―Y dime, Anya, ¿cuánto tiempo llevas trabajando en el palacio? ―preguntó Idylla sin mirarla―Dos semanas su majestad ―dijo Anna antes de girarse al escuchar pasos detrás de ellaAl ver que se trataba de Dante, la joven no pudo evitar soltar un suspiro aliviado.― ¿Y apenas te reconoce? ―preguntó Idylla con evidente desconfianza―Él… Él quería rechazarme ―masculló Anna ―Zeth dijo que este lugar no era para mí, me dijo que, aquí, había demasiadas intrigas ――Mira quien lo fue a decir ―dijo Idylla con voz queda antes de abrir la puerta que llevaba al baño― ¿Disculpe? ――Oh, no, no es nada ―dijo Idylla ―Solo hablaba conmigo misma ―explicó antes de entrar al baño―Tranquila, vigilaré ―le dijo Dante con voz queda cuando ella se giró para verloTras asentir, Anna se apresuró a entrar al baño, donde cerró l
Al notar la tristeza en la voz de Anna, Idylla se inclinó ligeramente y levantó la barbilla de Anna con delicadeza.―Tú no deseas venir, ¿cierto pequeña? ――No es eso abuela ―dijo Anna con sinceridad ―Es sólo que no quiero dejar Loto de Luna, es mi hogar, y lo que más amo en este mundo, mi manada es sumamente importante para mí ――Puedo imaginarlo, sin embargo, hay soluciones para todo cariño, es una de las ventajas de ser quién eres ――Anya, date prisa… ―se escuchó la suave voz de Dante al otro lado de la puerta―Creo que ya tardamos demasiado ―dijo Anna ―Abuela, ¿puedo ir a visitarte? ――Claro que sí cariño, de hecho, creo que ya es hora de que salga de mi exilio ―dijo Idylla poniéndose de pie antes de ayudar a Anna ― ¿Quieres desayunar conmigo mañana? ―Emocionada, Anna asintió con entusiasmo.―Ah, por cierto, abuela, ¿sabías que la tía Keren y Zeth son compañeros? ――Lo sabía, por eso el asunto de la nueva compañera me parecía extraño, no pude evitar sentirme decepcionada al escuc
A las nueve en punto de la mañana siguiente, Anna y Sandrine salían del palacio y caminaban juntas por el jardín en dirección a un hermoso kiosco.Decepcionada por no escuchar el violín de Keren aquella hermosa mañana, Anna soltó un suspiro y comenzó a andar más despacio.―Sandrine, ¿sabes algo de la princesa? ――Según lo que Sophie me dijo hace rato en la cocina, la princesa Keren no se ha despertado, lo cual, es algo muy extraño, pues al parecer, la princesa siempre se levanta muy temprano, ya sea para practicar el violín, o bien, simplemente para disfrutar de rocío matutino ―Decepcionada, Anna agachó la cabeza.La noche anterior, tras charlar con Zeth, había ideado un plan para hacerle saber que era ella quien estaba con su compañero, sin embargo, si ella no tocaba el violín, su plan se volvía inútil, por lo que comenzaba a pensar que tendría que planear otra cosa, pues por algún motivo que ella desconocía, el vínculo mental de los licántropos no funcionaba con Keren.―Mi señora,
Durante largo rato, ambas continuaron charlando alegremente.A Anna, le resultaba gracioso que ambas, se entendieran perfectamente, pues, de alguna forma, habían encontrado la manera de preguntarle a la otra sobre sus vidas sin ser demasiado obvias.Para la joven, saber más sobre la vida de su abuela estaba resultando enriquecedor, pues esta, le hablaba sobre su vida en su antigua manada y de como habían sido las cosas al ser la primera mujer beta registrada en la historia, pues Máximus, al conocer su historia, había establecido la ley que indicaba que las mujeres podían tomar un alto rango en una manada, e incluso, el puesto de alfa.Idylla, por otro lado, seguía preguntando por Alastor, por lo que cada vez que Anna respondía a sus preguntas o relataba alguna hazaña de su padre, la joven podía ver como los ojos de su abuela brillaban con nada más que orgullo.―Mi señora ―intervino Dante tras lo que fueron dos largas horas que, para ellas, fueron apenas algunos minutos ―Lamento mucho
Al reconocer la voz, Anna tragó saliva y muy lentamente se dio la media vuelta para clavar sus ojos en los verdes del hombre a sus espaldas.―Señor Vail, buenas tardes ―dijo Anna con torpeza―Buenas tardes, mi señora ―dijo Vail dedicándole una pequeña, pero profunda reverencia ―Lamento la indiscreción, pero ¿Podría decirme qué hace usted aquí? ――Traje a Sandrine para que pudiese visitar a su madre ―dijo Anna dirigiendo su mirada al pasillo al que Vail se disponía a entrar ― ¿Usted está aquí por ella? ――Sí ―dijo Vail con una amplia sonrisa ―Vine a darle las noticias a Aurora, la madre de Sandrine ―dijo antes de indicarles el camino hacia la cafetería ―Aurora cayó enferma debido al fallecimiento de mi hermano hace algunos años, ha estado aquí desde entonces ――Lo sé, me lo contó Sandrine ―dijo Anna ocupando su lugar en una mesa algo alejada de las demás, donde Dante, apartó una silla para ella ―Me dijo que, desde que había empezado a trabajar para Mendel, ella no había podido venir de
Al ver que el oficial no sabía como reaccionar, Vail soltó una risita.―No se preocupe, no diré nada ――Usted no es quien me preocupa ―dijo Dante entre dientes―Tampoco le diré nada al viejo ―Ante sus palabras, Dante no pudo evitar sonreír divertido antes de cederle el paso, por lo que, juntos, se apresuraron a alcanzar a Anna y a Sandrine, quien, tras visitar a su madre, lucía completamente diferente.Ahora, sus ojos brillaban y eran acompañados por una radiante sonrisa.―Mi cuñada, Aurora, vive en Aeris con su hermana ―dijo Vail tras subir al lugar del copiloto ― ¿Sabe cómo llegar oficial? ――No ―dijo Dante colocándose el cinturón ―Y supongo que mi GPS no funciona en Arcadia ――Por supuesto que no ―dijo Vail riendo ―Verá, Aeris es una pequeña y modesta zona residencial ubicada en el centro, si tomamos la ruta “M” desde aquí, llegaremos en veinte minutos ――De acuerdo ―dijo Dante echando andar la camioneta ―Le agradecería que me guiara ―Conforme avanzaban por la ciudad, Vail iba dá
―S-Sandrine… ―masculló Anna, quien parecía haber entrado en una especie de trance―Tranquila caramelito, t-todo estará bien, tranquila ―dijo Helen inspeccionando la herida de SandrineAturdida, Anna dirigió su mirada hacia la mujer que había intentado agredirla, y al reconocerla, sus puños se cerraron y sus colmillos comenzaron a sobresalir ligeramente.― ¡Eres una imbécil! ―rugió la mujer que Dante sujetaba ― ¿¡Para que te atraviesas!? ¿Por qué proteges a una farsante? ――E-Ella es… E-Es mi señora ―dijo Sandrine con dificultad― ¿Tú señora? ―preguntó la mujer con algo de burla en la voz ― ¡Ella miente! ¡Es una farsante! ――E-Es mi a-amiga… ――Por la diosa, ¡eres una estúpida! ―― ¡Guarda silencio! ―le ordenó Anna a la mujer, la cual, enmudeció en el acto ―La única estúpida aquí eres tú Mikaela, no tienes idea de nada ―dijo con desprecioAnte el escándalo, los vecinos comenzaron a salir de sus casas para averiguar que era lo que había pasado, y con sorpresa, observaron como Mikaela lu
Ante la pregunta del niño, Anna sonrió y lo miró con cariño, pues de alguna manera, el cachorro le recordaba a su propio hermano.―Sí, Oliver, he venido a Arcadia para cumplir una misión y para limpiar el nombre de mi abuelo, el rey, Máximus Nicolaou, quien pronto volverá a reinar sobre los hombres lobo ―Durante un breve y angustioso momento, el silencio se apoderó del lugar, sin embargo, para alivio de Anna, pronto la gente comenzó a cuchichear emocionada, por lo que una sonrisa se dibujó en su rostro.Sin duda, había hecho lo correcto al confiar en la gente de Aeris.― ¡¿A dónde vas?! ―rugió una mujer, la cual, se apresuró a sujetar a Mikaela, quien había intentado acercarse a Anna―Puedes hablar Mikaela ―dijo Anna quedamente― ¡Princesa Anna! ¡Lo lamento tanto! ―gritó Mikaela apenas la orden abandonó su cuerpo ―Yo… ¡No tenía idea! Le juro que… ――No quiero tus falsas disculpas Mikaela ―dijo Anna débilmente―No son falsas, le juro que… ――Muchas veces te pedí que cualquier problema