Tiempo después...
Laura llegó a casa del trabajo y no vio a su padre. Estaba trabajando en una cafetería donde solo tenía que hacer un turno y en horas del día. Cuando llegaba a casa por la tarde siempre veía a su padre en el sofá, pero ese día no lo encontró.-A tu padre se lo llevó la policía- Le comentó el hijo de una vecina-¿La policía? ¿Hace cuánto?- Preguntó alarmada al joven que estaba relajado fumando un cigarrillo-Hace unas horas- Dijo con calma y ella se apresuró para ir a la comisaría más cercanaLaura llegó a la estación de policía temiendo lo peor. Ella creyó que su padre se involucró en otra pelea y que probablemente tenía que declarar. Lamentablemente se sorprendería más tarde al saber los motivos por los cuales lo habían encarcelado.-Necesito información de Roberto Torres, el es mi padre- Angustiada y nerviosa le pidió a la oficial que estaba allí-Ya le tomaron declaraciones y será procesado. Llamaré al oficial a cargo de su caso- La oficial se fue y vino junto a un hombre-Oficial Campos ella es la hija de Torres Roberto y requiere información- El hombre la guió a un despacho pequeño dónde tenían la documentación correspondiente a cada caso-Su padre fue arrestado por apostar ilegalmente y además por la venta y distribución de sustancias. El juez decidirá su pena porque el rechazó ser juzgado y se declaró culpable. No haberse resistido al arresto será positivo en su caso y tal vez obtenga una pena menor- Laura comenzó a llorar. Primero se había ido su madre y después arrestaban a su padre-¿Cuántos años puede estar en prisión?- Preguntó esperando que fueran pocos-Entre diez y quince años- Se sintió aún más sola y desprotegida. Ella era quien cuidaba a su padre la mayor parte del tiempo, pero jamás había afrontado la vida sola y eso le resultaba aterrador*Los primeros meses fueron difíciles. Dormir resultaba complicado cuando en sueños veía a su padre llegar golpeado a casa. Se había despertado infinidad de veces para cuidarlo y luego recordaba que el no volvería en trece largos años.Consiguió un nuevo empleo. Ésta vez la paga era buena y el trabajo no era pesado, a excepción de algunos clientes indecisos que le tocaba atender. La tienda de ropa masculina de un hombre con problemas de salud pagaba sus cuentas y sabría que jamás don Carlos, el dueño, llamaría a la policía para acusarla injustamente.-Buenas tardes- Una voz profunda y sexy le erizó los vellos y no sabía si era por una buena o mala sensación-Buenas tardes, ¿En qué puedo ayudarlo... doctor?- Observó el uniforme médico junto a un bordado en letras negras que decía Doctor Raúl Monsalves-Estaba buscando una camisa azul- El le regaló una hermosa sonrisa y ella fue a buscar con rapidez lo que él le había pedidoEl doctor Monsalves después de ese día fue cada semana con la excusa de comprar algo e invitarla a salir. Llevaba para ella siempre una flor y un chocolate, era muy romántico. Al menos eso era lo que Laura creía.Después de un mes de comprar distintas prendas, el doctor consiguió lo que anhelaba, una cita con Laura. La cena fue maravillosa en un hermoso restaurante, pero hubo algo que ella rechazó y fue beber, más aún cuando lo vió tomar una botella de vino completa en lo que duró la velada.Después de cenar y de pedir el postre, él la dejó a una calle de dónde vivía. Ella aún mantenía su dirección en privado, tal y como había hecho siempre.En la segunda cita, el no bebió más que refresco porque tenía guardia médica pasiva en la clínica donde trabajaba y ella comprendió que él era un hombre responsable. Tal vez Raúl solo había bebido una vez de esa forma y no era algo que hiciera siempre.Al salir del restaurante, él le abrió la puerta del vehículo y fueron a pasear por la ciudad. En un pequeño descuido y sin esperarlo, Raúl la besó. Aunque se sentía sorprendida le gustó aquello y lo correspondió tal como lo recibió, con dulzura.Algunas semanas después, habían tenido varias citas y compartido muchos besos que cada vez se volvían más apasionados. Raúl creía que era el momento de dormir juntos y también de hacerle el amor, por lo que pidió la cena a un buen restaurante y la invitó a conocer su apartamento.Laura no era tan ingenua y sabía lo que probablemente ocurriría. Él parecía un excelente hombre y si se sentía cómoda llegado el momento estaba dispuesta a dejar que sucediera.Después de una deliciosa cena y un rico postre, él la besó y comenzó a deslizar sus manos debajo de su blusa. Aquello era excitante y sentía que quería que el avanzara más.-Acompáñame- Le pidió y de su mano la llevó a su cuartoLaura sentía que la ropa comenzaba a estorbar y dejó que el se la quitara. Él acabo por descubrir que ella era virgen y se sintió complacido de ser el primero. Laura era preciosa, dulce y una muchacha tranquila, la mujer perfecta que cualquier familia querría conocer.Con el paso de los días, Raúl y ella habían comenzado a tener una vida sexual más activa. También iban a diferentes sitios de día o de noche, siempre respetando los horarios laborales de él.Con el transcurso de dos meses, Laura comenzó a notar que cada vez que iba al apartamento de su novio habían botellas vacías de licor. Jamás lo había visto beber, a excepción de aquella botella de vino. Creyó que tal vez él tenía amigos que bebían en exceso.Todo cambió una noche cuando él la llamó completamente borracho porque había tenido un accidente en el coche por conducir en ese estado. Allí ella entendió que el problema con la bebida lo tenía él. Se había prometido jamás estar con un adicto, pero a Raúl en verdad lo quería. Lo acompañó a charlas sobre adicciones e intentó que el dejara de beber.-Te prometo que no volveré a beber querida- Le dijo dándole un beso y ella decidió creerleTan solo un día más tarde, ella llegó a visitarlo sin aviso a su apartamento y lo encontró bebiendo con hombres y mujeres en una fiesta a la que claramente no fue invitada.-Terminamos Raúl. No vuelvas a buscarme- Le dió una bofetada y él la besó estando completamente borracho-Vamos a divertirnos- Quiso llevarla al cuarto pero ella se negó-Quise ayudarte, pero tú no cambiarás jamás porque no eres consciente del problema que tienes. No me busques, esto se acabó- Dió un fuerte portazo y se fue de allí sabiendo que nuevamente había escogido al hombre equivocadoPor un mes Raúl quiso volver. Le volvió a prometer incontables veces que jamás volvería a beber, pero hasta la llamó estando ebrio. Desde ese día decidió que tendría más cuidado en las relaciones futuras.Luego del fallecimiento de don Carlos, su jefe, Laura debió buscar un nuevo empleo. Era el momento de dejar atrás todo lo referente a su ex que solía seguir pidiendo ser atendido por ella y que le mostraba sus nuevas conquistas como un grandísimo idiota. Siempre lo atendía con una mueca de disgusto y se apresuraba porque el se fuera lo más rápido posible de allí. -Maldita sea. Nuevamente debo buscar empleo. Que en paz descanse el mejor jefe que he tenido- Suspiró con tristeza. Don Carlos había sido muy bueno con ella, jamás la había molestado en todo el tiempo que fue su empleada, ¿Dónde encontraría jefes así? Con el periódico en su mano recorrió la ciudad buscando un nuevo empleo. No quiso ir a los lugares de comida rápida y cuando vió el anuncio para trabajar en un casino lo descartó aún más rápido. No deseaba tener que ver gente perdiendo su vida por las apuestas, tal como había acabado su padre. Vió varios anuncios de gente que necesitaba alguien que paseara sus perros y fue qu
Laura trabajaba en una tienda de ropa unisex. Su jefe, Lucio Almaraz era un diseñador que jamás había podido triunfar en el mundo de la moda, pero que lejos de desanimarse comenzó su propia tienda donde vendía conocidas marcas y también donde promocionaba algunos diseños que él mismo había confeccionado. Laura veía en Lucio a un soñador que jamás se rendía y contempló con admiración cada boceto que él le había mostrado. -No podría dibujar ni un muñeco, mucho menos algo así- Ella lo halagó con sinceridad -Deberías intentarlo, nunca es tarde para aprender. Dibujar es solo la primera parte de esto- El la animaba, pero ella no había sentido pasión por la moda nunca ni tampoco tenía estudios-Este vestido es muy lindo. No sé cómo se te ocurren esas ideas- Admiró el dibujo donde hasta la falda mostraba como caía con naturalidad -Lo haré para ti. ¿En qué color te gustaría? Eres una muchacha guapa y tienes un cuerpo dónde cualquier prenda podría lucir maravillosa. Si alguna muchacha te pr
Laura estaba sola en su apartamento. Erick hacía minutos que se había ido. Él se había vestido como cada fin de semana y se había marchado después de besarla. -Mándale saludos a tus amigos. Muy pronto podríamos cenar todos juntos- Erick se había sentido incómodo aunque lo había disimulado-Lo hablaré con ellos. Cuando sus novias puedan nos reuniremos todos. Será lindo compartir un momento agradable en parejas- Laura lo había abrazado feliz por esoPara Laura, Erick era su futuro y quería estar presente en todo momento. Para Erick, lo que su novia quería era significativo de problemas. La adicción al juego y a las apuestas, había alejado a Erick de sus amigos. Él jamás quería reunirse con ellos un fin de semana, porque prefería pasar horas en el casino. Sus amigos habían ido al casino pero solo a apostar muy poco con la excusa de estar juntos. Dario, Manuel y Alexis, los amigos de Erick, habían notado que él gastaba mucho dinero y que se quería quedar varias horas en el casino. -No
NARRADOR Ángel sabía que el momento que más había esperado, había llegado. Mientras más se prolongara el reencuentro con Erick, más dulce sería la recompensa. Recordó a Laura cada día imaginando lo delicioso que sería lograr que perdiera su voluntad y recibir las atenciones de un hombre de verdad. Tal y como imaginaba, Erick llegó a la misma hora se siempre dispuesto a dejar todo el dinero que le quedaba hasta su fecha de cobro. Era un idiota demasiado predecible y él un jugador experimentado que le demostraría el precio verdadero de las apuestas. -Ya sabes lo que tienes que hacer- Se dirigió a su empleado de confianza para que supervisara todo y se ocupara de que él fuera atendido como el más adinerado de los apostadores-Si señor, con permiso- Se dirigió sin demora a cumplir su laborErick se sentía poderoso porque creía que el casino lo consideraba un cliente distinguido, pero no era más que un tonto frecuente. Ángel, con su andar elegante y calmado se dirigió a apostar contra s
NARRADOR Un juego de práctica había elevado la confianza de Erick al mismísimo cielo y tal vez más. Con un simple full, Ángel había perdido. -Realmente eres bueno, creo que perderé mi amado Lamborghini- Halagó falsamente a su contrincante-Será bueno conducirlo- Erick se veía demasiado confiado y su pose se había relajado, grave error Para Ángel era sencillo. De primera había perdido dejando pasar todas las cartas importantes que podría haber utilizado en su beneficio. Simplemente evitó hacerlo. Quería sentir el verdadero sabor de la victoria en breve. Disfrutaría la expresión de derrota de ese idiota que necesitaba un milagro para ganarle. Una baraja totalmente nueva fue puesta delante de ellos. No habría trucos, todo sería legal, al menos evitando la apuesta por alguien que no estaría dando su consentimiento. Los minutos transcurrían y Ángel no demostraba lo que estaba haciendo. Erick también jugaba, pero desconcentrado imaginando el rugido poderoso del motor del Lamborghini. I
NARRADOR-¿Qué fue lo que apostó?- Preguntó consumida por los nervios, el pánico, la creciente sensación de desesperación-Me perteneces por toda una semana. Vienes conmigo, no necesitas llevar nada- Ángel comenzaba a sentirse impaciente -Puedo caminar sola- Dos hombres fornidos vestidos de negro habían entrado solo para controlar que Erick no tuviera un pequeño indicio de valentía y quisiera mantener a Laura con élLaura salió de su apartamento con la idea de negociar. Si ese hombre también disfrutaba las apuestas, tal vez podría apostar para salvarse. Subió al vehículo de lujo en el asiento trasero junto a Ángel y se sentó lejos de él sin saber lo que sucedería allí donde no tendría lugar para huir. -No hay razón para temer, Laura. Soy un hombre realmente generoso- Puso la mano sobre su pierna y ella la apartó de un manotazo causando su risa Para él sería muy divertido. Si, de eso no había duda. -¿Dónde iremos?- Le preguntó con preocupación. Él conductor solo veía hacia la carre
NARRADOR Laura estaba escandalizada, no había otra palabra que describiera lo que había sentido cuando Angel le habló con tal nivel de franqueza. -¿Despreciable? ¿Eso piensas de mi?- Ángel comenzó a reír y dejó de barajar. Hablar con ella era totalmente divertido -Quieres... conmigo y sabes que mis deseos no son los mismos que los tuyos- Lo miró sintiéndose totalmente ofendida -Follar, puedes decirlo. Al menos soy sincero, ¿No te parece? Tal vez prefieras estar con tu adorado novio tan correcto y caballero- Él tocó esa fibra sensible y ella lo odió aún más -No tengo novio. Juré que jamás estaría con alguien que tuviera vicios de algún tipo y finalmente me quedé con el peor- Se quejó-Suele suceder. Eres demasiado ingenua. Él estuvo en el casino cada fin de semana, de cada mes apostando todo lo que tenía en su poder. Cuando se retiraba lo hacía sin dinero. Debiste darte cuenta- Laura se sintió estúpida y aunque no confiaba en quien tenía enfrente, sabía que estaba siendo sincero. T
NARRADOR Laura salió del baño con su cabello mojado y desenredado. El pijama negro que estaba usando era de seda. La parte superior tenía un pequeño escote, pero también una cierta cantidad de encaje que mostraba parte de su sostén. El pantalón cubría su trasero, no mucho más. En los laterales tenía dos grandes triángulos de encaje para hacerlo aún más sensual. Dormir así, en la habitación de alguien que quería desnudarla no la hacía sentir segura. Tampoco tenía adónde ir, ni la posibilidad de salir de la habitación. Ángel evitó hacer comentarios, pero con lujuria observó a Laura arrepintiéndose de haber aceptado apostar. Si tan solo le hubiese devuelto su apartamento... pero no. Él tuvo que aceptar un nuevo juego que lo haría dormir excitado. Tener a Laura en su dominio, le producía excitación. Quería arrancarle ese pijama y descubrir su cuerpo. Sabía bien que Erick era un inútil, ¿Que hombre escogería apostar teniendo una mujer así de atractiva en casa? Solo un idiota. Él salió