ÚLTIMOS CAPÍTULOS. Les tengo una gran sorpresa cuando narre el final de esta historia, espero que les guste ;)
NARRADOR Laura entró a la casa que tanto tiempo fue testigo de su pasión y del cariño que comenzaba a crecer entre los dos. Volver allí la hacía sentir una pequeña seguridad que en su apartamento ya no podría encontrar nunca, aunque algo había cambiado. Ella ya no se sentía ni remotamente parecida a la última vez que allí había estado. -¿Cómo te sientes? No te atrevas a mentirme, es mi deber preocuparme por ti- Advirtió Ángel al notar que ella gemía levemente de dolor aunque intentaba disimularlo -Me duele. Se que eventualmente pasará y aunque el dolor es menor que al inicio aún está presente- Suspiró de forma entrecortada y Ángel la abrazó intentando demostrarle que no estaba sola en su dolor. Físicamente solo ella sentía ese dolor, pero sentimentalmente era compartido -Amor tengo los analgésicos que te recetó el médico. Vamos a la cama, necesitas descansar- La acompañó al dormitorio y la ayudó a recostarse Ángel no se sentía capaz de dormir. Tenía su teléfono en modo vibr
NARRADOR Alejo había intentado comunicarse con Laura al número de teléfono que aparecía en su contrato, pero no lo había conseguido. Ella siempre llegaba temprano, algunos minutos antes de su hora de entrada y no había tenido queja alguna sobre su desempeño. Decidió llamar a Ángel para saber que estaba ocurriendo. Una de las enfermeras que trabajaba muy cerca de Alejo había demostrado su preocupación por Laura y eso más lo alarmó. Se arrepintió de no haberla retenido allí el último día que fue a trabajar, ¿Le habría ocurrido algo? Muy molesto, Ángel decidió responder. Conocía bien al doctor y no se rendiría hasta obtener una respuesta. -¿Por qué me llamas? Se que fuiste tu- Lo acusó con rudeza sin darle tiempo a decir hola -Espera, ¿De qué rayos hablas? ¿Laura está bien? No sé presentó a trabajar en días y si la llamo me envía al buzón- Ángel ardía de rabia, una furia asesina lo dominaba y su mano se apretaba en el teléfono imaginando que era el cuello de quién hablaba -¿De q
NARRADOR Laura piensa en todo lo que ha ocurrido y en el seductor médico que la contrató para trabajar en la clínica siendo una desconocida, sin haber pedido referencias, en su contacto físico y también en la evidente atracción que él sentía hacia ella. Aún así, el jamás hizo una propuesta indecorosa, ¿Sería inocente? ¿Y si lo juzgó todo el tiempo? Cómo en todo sitio, la gente chismosa existe y Erick no tardó en enterarse que Laura sufrió un atentado. Haber ido al casino y encontrar oficiales de policía haciendo algunas preguntas, junto a los empleados susurrando con pesar y preocupados por la "Señora Millar" lo hizo arder de celos pero también de preocupación. -Oficial. Tengo algo que decirle y creo que está relacionado con lo que le sucedió a Laura Torres- Tomó valor dejando la partida de Póker sin terminar "Estúpido, claro que tiene que ver pero no eres más que un puto cobarde que no pensó en ella de nuevo y que por eso la perdiste"- La conciencia del ex protestó Eric
NARRADOR La descripción, la m*****a descripción que Erick dió sobre quién lo abordó hizo que Ángel comprendiera de quién se trataba y no lo podía creer. El objetivo era Laura, claro que lo era, pero también él. Tenía los medios económicos y mucha gente rodeándolo dispuesta a hacer lo que quisiera por varios billetes. ¿Cómo no lo pensó antes? Joder, fue un idiota por no poner más atención aún sabiendo que él la deseaba. En la estación de policía, Ángel y Laura daban su declaración sobre quien era el culpable, pero no lo hacían solos. Una fotografía le mostró a Erick quien fue el culpable de darle un susto de muerte. Alejo estaba hospitalizado después de sufrir un atentado por no alejarse de Laura. Al salir de ver a Ángel y a Laura, alguien lo había chocado intencionalmente haciéndole perder el control del vehículo que conducía. La policía estaba custodiando la clínica por miedo a que quien dejó al médico en esa situación quisiera terminar su trabajo. También Ángel había puesto s
Laura Torres creció en un ambiente que estaba muy lejos de ser el ideal para una niña. Sus padres jamás actuaron adecuadamente y gracias a eso aprendió una importante lección... "Si no aprendes a cuidarte, no habrá nadie que te proteja" Roberto Torres, el padre de Laura, había desarrollado una fuerte adicción por el juego. Había logrado superar su vida de excesos, pero la adrenalina que le daba apostar hacía imposible que pudiera detenerse. Mientras Laura crecía, lo hacía viendo las múltiples peleas entre sus padres y pasando más tiempo fuera de casa solo en busca de paz. Jamás en aquel apartamento todo se veía igual de una semana a otra, porque su padre apostaba hasta los muebles solo para seguir adelante con su adicción. -¿Dónde está la mesa y las sillas papá?- Había llegado la hora de la cena y ella no pudo evitar notar la ausencia de esos muebles -Hay países donde comen sentados en el suelo. Come tu pizza y no molestes- Su padre le había respondido elevando la voz -Si papá- S
Laura había comenzado a interesarse en el sexo opuesto. Los muchachos de pronto le llamaban la atención, pero era lo suficientemente tímida como para socializar adecuadamente con ellos. Tampoco ella era capaz de tener amigas, mucho menos amigos. Al tener una familia lo suficientemente "extraña", tal como ella le llamaba no quería contarle a nadie lo que vivía diariamente. Mucho menos deseaba que alguien visitara su hogar, ya que tendría que explicar por qué los muebles desaparecían y luego aparecían otros diferentes. Laura era plenamente consciente del problema de su padre con las apuestas, aunque no tenía idea de la dimensión que había adquirido tal adicción ni cuánto su vida cambiaría en un tiempo. Por la timidez de Laura, también por la falta de una figura femenina, así como también por no tener amigos con los que hablar, ella había comenzado a buscar cierto grado de atención que pronto descubriría que llegaría de gente inadecuada. Era un día normal en el que Laura iría a clase
Santiago no solo era un patán, sino que también había hablado con sus amigos acerca de lo que planeaba para quitarle la virginidad a Laura. Por lo general sus planes salían a la perfección, pero esa fue la excepción. Sus amigos esperaban saber que tal le había ido con la tímida e ingenua víctima. Él no podría decirles jamás que ella lo había rechazado y además golpeado, eso dañaría su ego y no estaba dispuesto a soportar las burlas de ellos. -Fue genial, le hice de todo, la puse...- Él comenzó a narrar con lujo de detalles lo que jamás ocurrió y ellos a desear a Laura para hacer lo mismo que su amigo Al día siguiente Laura llegó a estudiar como siempre. Había tenido una pésima noche cuidando a su padre y lo que menos deseaba era ser molestada. Los amigos de su breve ex, si es que así podía llamarle, comenzaron a decirle todo tipo de cosas. El rumor se había esparcido rápidamente y el responsable se reía en un rincón.-Apuesto que soy mejor amante que Santiago, ¿Quieres comprobarlo?
Tiempo después...Laura llegó a casa del trabajo y no vio a su padre. Estaba trabajando en una cafetería donde solo tenía que hacer un turno y en horas del día. Cuando llegaba a casa por la tarde siempre veía a su padre en el sofá, pero ese día no lo encontró. -A tu padre se lo llevó la policía- Le comentó el hijo de una vecina -¿La policía? ¿Hace cuánto?- Preguntó alarmada al joven que estaba relajado fumando un cigarrillo-Hace unas horas- Dijo con calma y ella se apresuró para ir a la comisaría más cercanaLaura llegó a la estación de policía temiendo lo peor. Ella creyó que su padre se involucró en otra pelea y que probablemente tenía que declarar. Lamentablemente se sorprendería más tarde al saber los motivos por los cuales lo habían encarcelado.-Necesito información de Roberto Torres, el es mi padre- Angustiada y nerviosa le pidió a la oficial que estaba allí -Ya le tomaron declaraciones y será procesado. Llamaré al oficial a cargo de su caso- La oficial se fue y vino junto