Luego del fallecimiento de don Carlos, su jefe, Laura debió buscar un nuevo empleo. Era el momento de dejar atrás todo lo referente a su ex que solía seguir pidiendo ser atendido por ella y que le mostraba sus nuevas conquistas como un grandísimo idiota. Siempre lo atendía con una mueca de disgusto y se apresuraba porque el se fuera lo más rápido posible de allí.
-M*****a sea. Nuevamente debo buscar empleo. Que en paz descanse el mejor jefe que he tenido- Suspiró con tristeza. Don Carlos había sido muy bueno con ella, jamás la había molestado en todo el tiempo que fue su empleada, ¿Dónde encontraría jefes así?Con el periódico en su mano recorrió la ciudad buscando un nuevo empleo. No quiso ir a los lugares de comida rápida y cuando vió el anuncio para trabajar en un casino lo descartó aún más rápido. No deseaba tener que ver gente perdiendo su vida por las apuestas, tal como había acabado su padre.Vió varios anuncios de gente que necesitaba alguien que paseara sus perros y fue que decidió que ese sería su próximo empleo.-Los perros son mejores que las personas en muchas cosas, ¿Que podría tener de malo?- Pensó en lo positivo y en lo negativo, eran mayores los beneficiosLo que Laura no sabía era que con ese empleo acabaría conociendo a quien cambiaría su vida...*Él primer día laboral fue complicado. Al llegar a casa sus brazos dolían y sus manos aún tenían marcadas las correas de los perros por la fuerza empleada para sostenerlos.-Ahora entiendo por qué pagan tan bien por pasearlos- Protestó al meterse a la ducha y comenzó a pensar en conseguir un empleo que no le hiciera dañoPor varios días debió continuar paseando los perros y rogando no lastimarse en el proceso. El último día que los cuidaría algo ocurrió.-¡AZUL!- Le gritó a la cachorra labradora que salió corriendo, pero ella no la obedecíaUn hombre apuesto pudo sujetar a la traviesa cachorra que solo corrió detrás de la pelota de un niño que jugaba en el parque.-Creo que es tuya- Laura sonrió y la agarró sintiendo que el alma volvía a su cuerpo-No es mía, paseo perros. Muchas gracias...- Esperó saber su nombre, era lo menos que podía hacer por él, mostrarse amable-Erick Ferrer. Trabajo aquí cerca, ¿Necesitas ayuda?- El sonreía con diversión al ver cómo los perros estaban a punto de arrastrar a Laura-Creo que si. Fue una mala idea traerlos aquí, creo que me pasearán a mi- Bromeó por primera vez en mucho tiempoErick la ayudó y bromearon un poco pasando el tiempo. Él la acompañó hasta que entregó al último cachorro.-¿Me aceptarías un café?- Ella miró su ropa llena de pelos y debió rechazar-No estoy presentable para ir a ningún lado. Gracias por la invitación. Lo que necesito ahora es una ducha y de forma urgente- Bromeó y él sonrió sin sentirse rechazado-Esperaré tu mensaje. Tenemos un café pendiente Laura- Le dió un beso en la mejilla y se fue caminando con tranquilidadHabía pasado mucho tiempo de su relación anterior y no hubo más hombres en su vida. Su estilo de vida era totalmente solitario. Si buscaba amistades debería contarles lo disfuncional que fue su familia y el por qué vivía sola. Era mejor seguir sola, pero por momentos extrañaba estar acompañada, tener alguien a su lado que la escuchara, que le diera cariño.Ella guardó la tarjeta de Erick y pensó en llamarlo, pero finalmente decidió que no lo haría. Él era guapo y dulce, ¿Y si tenía segundas intenciones? Mejor mantenerlo lejos.*UN AÑO MÁS TARDE...Saliendo del supermercado recibió una llamada de su jefe, por contestar el teléfono llevando bolsas en las manos no vió que alguien estaba caminando en su dirección igual de distraído.-Perdón, no te vi- Dijeron los dos y se reconocieron de inmediato-Laura, he esperado tu mensaje- Erick sonreía y ella lo miró avergonzada-Perdí tu tarjeta, no tenía como contactarte- Mintió. Había acabado por tirar la tarjeta para no contactarlo-Ya no llevas perros, te invito un café y no acepto un no por respuesta- Sonrió y no pudo negarse. Hablar con alguien de algo que no fuera trabajo le apetecía, ¿Que podía salir mal por tomar un café?TIEMPO DESPUÉS...Laura se había enamorado de Erick y había comenzado una relación con él. Al cabo de unos cuantos meses, ellos habían empezado a vivir juntos.Erick se había mudado al apartamento de Laura y poco fue lo que había podido aportar para mejorar el lugar. Todo seguía casi como cuando él comenzó a vivir allí.Erick trabajaba mucho, pero el dinero que ingresaba al apartamento no era demasiado. Con lo que él ganaba, Laura hubiese podido ser ama de casa, pero eso no ocurría. Ella seguía trabajando para poder pagar algunas cuentas y sus gastos personales.-Cuando cobre compraré una nueva televisión- Erick le había asegurado, pero al llegar su cobro eso no ocurrióLaura esperaba pacientemente. Ella se sentía incómoda al tener que recordarle a Erick cuáles eran sus planes al recibir su sueldo y no quería que el se molestara y pensara que ella estaba con él por interés económico.Lo que Laura no sabía, era que Erick tenía el mismo problema que Roberto, él era adicto a las apuestas. Los juegos de azar le encantaban y le daban a su vida la adrenalina que tanto necesitaba. Cada paga que el recibía la dejaba en el casino. Laura veía poco dinero mensualmente porque él con la excusa de salir con sus amigos se iba al casino.-Amor no me alcanza para pagar la electricidad este mes. Debí pagar una multa de tráfico que no recordé que tenía y sabes que necesito renovar la licencia- Mentía tan bien, que ella le creía sin dudar-No te preocupes, tengo algo de dinero extra para emergencias. Sería bueno que tú también lo tuvieras, porque nunca sabrás cuando podrás tener un gasto imprevisto- Aconsejó intentando que el por primera vez la imitara-Si amor, lo tendré. En cuanto acabe de pagar las deudas podré darte dinero para que compres todo lo que necesites y para que guardes también- Laura sonrió complacida por su respuestaLo que ella no sabía era que aquellas palabras eran falsas.Lo que Erick no sabía era que había alguien esperando para apostar con él por un premio mucho más importante que el dinero.Laura trabajaba en una tienda de ropa unisex. Su jefe, Lucio Almaraz era un diseñador que jamás había podido triunfar en el mundo de la moda, pero que lejos de desanimarse comenzó su propia tienda donde vendía conocidas marcas y también donde promocionaba algunos diseños que él mismo había confeccionado. Laura veía en Lucio a un soñador que jamás se rendía y contempló con admiración cada boceto que él le había mostrado. -No podría dibujar ni un muñeco, mucho menos algo así- Ella lo halagó con sinceridad -Deberías intentarlo, nunca es tarde para aprender. Dibujar es solo la primera parte de esto- El la animaba, pero ella no había sentido pasión por la moda nunca ni tampoco tenía estudios-Este vestido es muy lindo. No sé cómo se te ocurren esas ideas- Admiró el dibujo donde hasta la falda mostraba como caía con naturalidad -Lo haré para ti. ¿En qué color te gustaría? Eres una muchacha guapa y tienes un cuerpo dónde cualquier prenda podría lucir maravillosa. Si alguna muchacha te pr
Laura estaba sola en su apartamento. Erick hacía minutos que se había ido. Él se había vestido como cada fin de semana y se había marchado después de besarla. -Mándale saludos a tus amigos. Muy pronto podríamos cenar todos juntos- Erick se había sentido incómodo aunque lo había disimulado-Lo hablaré con ellos. Cuando sus novias puedan nos reuniremos todos. Será lindo compartir un momento agradable en parejas- Laura lo había abrazado feliz por esoPara Laura, Erick era su futuro y quería estar presente en todo momento. Para Erick, lo que su novia quería era significativo de problemas. La adicción al juego y a las apuestas, había alejado a Erick de sus amigos. Él jamás quería reunirse con ellos un fin de semana, porque prefería pasar horas en el casino. Sus amigos habían ido al casino pero solo a apostar muy poco con la excusa de estar juntos. Dario, Manuel y Alexis, los amigos de Erick, habían notado que él gastaba mucho dinero y que se quería quedar varias horas en el casino. -No
NARRADOR Ángel sabía que el momento que más había esperado, había llegado. Mientras más se prolongara el reencuentro con Erick, más dulce sería la recompensa. Recordó a Laura cada día imaginando lo delicioso que sería lograr que perdiera su voluntad y recibir las atenciones de un hombre de verdad. Tal y como imaginaba, Erick llegó a la misma hora se siempre dispuesto a dejar todo el dinero que le quedaba hasta su fecha de cobro. Era un idiota demasiado predecible y él un jugador experimentado que le demostraría el precio verdadero de las apuestas. -Ya sabes lo que tienes que hacer- Se dirigió a su empleado de confianza para que supervisara todo y se ocupara de que él fuera atendido como el más adinerado de los apostadores-Si señor, con permiso- Se dirigió sin demora a cumplir su laborErick se sentía poderoso porque creía que el casino lo consideraba un cliente distinguido, pero no era más que un tonto frecuente. Ángel, con su andar elegante y calmado se dirigió a apostar contra s
NARRADOR Un juego de práctica había elevado la confianza de Erick al mismísimo cielo y tal vez más. Con un simple full, Ángel había perdido. -Realmente eres bueno, creo que perderé mi amado Lamborghini- Halagó falsamente a su contrincante-Será bueno conducirlo- Erick se veía demasiado confiado y su pose se había relajado, grave error Para Ángel era sencillo. De primera había perdido dejando pasar todas las cartas importantes que podría haber utilizado en su beneficio. Simplemente evitó hacerlo. Quería sentir el verdadero sabor de la victoria en breve. Disfrutaría la expresión de derrota de ese idiota que necesitaba un milagro para ganarle. Una baraja totalmente nueva fue puesta delante de ellos. No habría trucos, todo sería legal, al menos evitando la apuesta por alguien que no estaría dando su consentimiento. Los minutos transcurrían y Ángel no demostraba lo que estaba haciendo. Erick también jugaba, pero desconcentrado imaginando el rugido poderoso del motor del Lamborghini. I
NARRADOR-¿Qué fue lo que apostó?- Preguntó consumida por los nervios, el pánico, la creciente sensación de desesperación-Me perteneces por toda una semana. Vienes conmigo, no necesitas llevar nada- Ángel comenzaba a sentirse impaciente -Puedo caminar sola- Dos hombres fornidos vestidos de negro habían entrado solo para controlar que Erick no tuviera un pequeño indicio de valentía y quisiera mantener a Laura con élLaura salió de su apartamento con la idea de negociar. Si ese hombre también disfrutaba las apuestas, tal vez podría apostar para salvarse. Subió al vehículo de lujo en el asiento trasero junto a Ángel y se sentó lejos de él sin saber lo que sucedería allí donde no tendría lugar para huir. -No hay razón para temer, Laura. Soy un hombre realmente generoso- Puso la mano sobre su pierna y ella la apartó de un manotazo causando su risa Para él sería muy divertido. Si, de eso no había duda. -¿Dónde iremos?- Le preguntó con preocupación. Él conductor solo veía hacia la carre
NARRADOR Laura estaba escandalizada, no había otra palabra que describiera lo que había sentido cuando Angel le habló con tal nivel de franqueza. -¿Despreciable? ¿Eso piensas de mi?- Ángel comenzó a reír y dejó de barajar. Hablar con ella era totalmente divertido -Quieres... conmigo y sabes que mis deseos no son los mismos que los tuyos- Lo miró sintiéndose totalmente ofendida -Follar, puedes decirlo. Al menos soy sincero, ¿No te parece? Tal vez prefieras estar con tu adorado novio tan correcto y caballero- Él tocó esa fibra sensible y ella lo odió aún más -No tengo novio. Juré que jamás estaría con alguien que tuviera vicios de algún tipo y finalmente me quedé con el peor- Se quejó-Suele suceder. Eres demasiado ingenua. Él estuvo en el casino cada fin de semana, de cada mes apostando todo lo que tenía en su poder. Cuando se retiraba lo hacía sin dinero. Debiste darte cuenta- Laura se sintió estúpida y aunque no confiaba en quien tenía enfrente, sabía que estaba siendo sincero. T
NARRADOR Laura salió del baño con su cabello mojado y desenredado. El pijama negro que estaba usando era de seda. La parte superior tenía un pequeño escote, pero también una cierta cantidad de encaje que mostraba parte de su sostén. El pantalón cubría su trasero, no mucho más. En los laterales tenía dos grandes triángulos de encaje para hacerlo aún más sensual. Dormir así, en la habitación de alguien que quería desnudarla no la hacía sentir segura. Tampoco tenía adónde ir, ni la posibilidad de salir de la habitación. Ángel evitó hacer comentarios, pero con lujuria observó a Laura arrepintiéndose de haber aceptado apostar. Si tan solo le hubiese devuelto su apartamento... pero no. Él tuvo que aceptar un nuevo juego que lo haría dormir excitado. Tener a Laura en su dominio, le producía excitación. Quería arrancarle ese pijama y descubrir su cuerpo. Sabía bien que Erick era un inútil, ¿Que hombre escogería apostar teniendo una mujer así de atractiva en casa? Solo un idiota. Él salió
NARRADORPara Laura, amanecer con Ángel fue difícil. Él aún dormía profundamente a su lado y ella no comprendía como podía hacer eso, ¿Acaso no tenía conciencia ni remordimiento? ¿Cómo lograba dormir después de haberla apostado en contra de su voluntad? Quiso escapar de los brazos de Ángel, pero él solo la aprisionó aún más. Su conciencia no le había permitido dormir demasiado. Se había acabado excitado por lo que él había hecho. Un hombre tan despreciable, uno sin escrúpulos como él. Su cuerpo había experimentado un atemorizante nivel de placer mientras él besaba su cuello y aún más cuando frotaba sus partes. Lo había comprendido todo más tarde. Para Ángel, las mujeres no eran más que objetos, adornos sin valor. Si el quería sexo con alguien podía pagar por conseguirlo, pero ella no se vendía. Él creyó que si y por eso hizo esa estúpida e insultante propuesta, seducido por el deseo, perdido en el nivel de excitación que en su propio juego consiguió. -Si hubiésemos tenido sexo aún d