Tras la sentencia de sesenta y un días en Colina II, los gendarmes me toman del brazo, me esposan y me sacan del recinto.
Me trasladan hasta el centro penitenciario y luego de todos los protocolos, me conducen hasta mi celda, donde me toca compartir con tres reclusos más, aun cuando la celda no debería ser para más de dos.
Uno de ellos se me acerca desafiante, por consejo de “El Chato”, como voy por delito blanco, lo mejor es ser sumiso, responder bien y atender a los mandados que me pidan.
-Y vo', ¿Qué hiciste pa’ estar aquí?
-Robé millones de pesos a una empresa importante – le contesté sin levantar la mirada -.
-Ya me caíste bien, esos perros se merecen que les roben. ¿Cómo te llamai?
-Marco.
-Oh, loco… igual que el cabro chico que dejó bota'o la mamá – respondió otro, que se veía el más joven de todos. Si supiera… -. Igual que a mí, ¿tení mamita que traiga cigarritos?
-No, la mía se suicidó cuando tenía once años.
-Oh, disculpa, hermano. Pero aquí podemos ser tú familia, po'. Esa es tu cama, si necesitai llamar pa'juera tenemos teléfono con interné. Eso sí, piola, porque aquí el que sapea, de muere, vo' cachai.
Toda esa jerga me provocaba salir corriendo, aunque la conocía de los tipos que trabajaban para mi hermana Magaly, nunca conseguí sentirme cómodo con ese vocabulario.
Me instalé en la cama, sin poder dejar de pensar en Daniela. Esta mañana no pude despedirme de ella, su habitación tenía la puerta cerrada. Desde que llegamos hace dos días luego de que me declararan culpable, ella no quiso saber más de mí.
No la culpo, fui un idiota que la noche anterior fue besada por el estúpido más estúpido, para al día siguiente escuchar al mismo hombre decirle a otra que la ama.
Además de la molestia de Daniela, que no llego a entender completamente, me he quedado con las palabras de Pía cuando le dije que la amaba: “No lo creo. Porque aún no sabes lo que es amar. Pero un día aprenderás, te dolerá…”
No sé si quiero aprender a amar, porque tengo miedo de sentir más dolor en mi vida. Por eso evité enamorarme de Pía, de Camila. Pero Daniela, ella es diferente.
“Mi Daniela, es mejor que estés lejos de mí o podría dañarte como a todo lo que está cerca de mí”.
Luego de minutos, horas, no lo sé, me anunciaron la visita de mi abogado que me llevaba algunas cosas que mis hermanos me habían enviado. Fruncí el ceño, porque les había dejado claro que no quería me enviaran nada. Aunque fue una pelea con José, quien había planificado visitas cada semana si me enviaban aquí, Magaly lo obligó a aceptar lo que quería, diciendo que ni siquiera una barra de jabón me enviaría, aunque eso significara remojarme en la tina cuando saliera.
¿Por qué esa decisión?
Vine aquí a terminar de morir. Sin tener que verles la cara cada día, podré hacer lo que debí hace mucho tiempo: seguir los pasos de mi madre.
Mi madre llega del hospital con mi pequeña hermana menor. Con apenas dos días de nacida puedo decir que será mi consentida.La llevo a la cuna que me conseguí por ahí con una vecina, mi madre no quiere amamantar, por lo que vendiendo unos juguetes y la ropa que no me queda en la feria hice dinero para comprarle leche. Espero que el tarro me alcance para el mes, porque si no… no tengo idea de dónde sacar.-No seas porfiado -me dice Magaly-. Deja que vaya dónde los abuelos y les pida plata.-No, porque cada vez que lo haces, ellos te mandan con un “encargo". No te quiero metida esas cosas, yo me las arreglaré. Para eso soy el hombre de la casa.-Ja, vo’ po, tienes diez años
Luego de una semana de llegada Gabriela a casa, mi mamá tuvo que ser internada en el hospital por un problema de infección o algo así.Como no tengo con quien dejar a Gabriela tuve que quedarme en casa. José se va con una vecina y Magaly se quedó acompañándome, porque cuidar a un bebé no es sencillo. Mientras yo cumplo con el trabajo de las tardes, ella se queda con nuestra hermana.Por una amiga de mamá supimos que no saldrá hasta la próxima semana, por lo que a ella misma le pedí que avisara en el colegio que no asistiríamos a clases para cuidar a nuestros hermanos pequeños.Como hoy es domingo, no tengo que ir a trabajar a la panadería, pero sí me iré a la feria para vender algu
Llaman a la puerta con insistencia, abro un ojo para ver la hora en mi reloj despertador. Son las diez de la mañana, me levanto apurado, veo la cuna de Gabriela y está allí dormida. No pasó una buena noche y logré dormirla como a las cinco de la mañana.Voy a la puerta para ver quien es, al abrirla me encuentro a la orientadora y a dos carabineros.-Hola Marco, ¿llegó tu mamá del hospital?-Sí, ¿necesita hablar con ella? – le digo bostezando-. Disculpe, es que anoche mi hermanita no durmió bien y logré calmarla en la madrugada. Pasen, iré por ella.Voy a buscar a mi mamá, duerme plácidamente en la cama que comparte con Magaly, la que ya no est&aacut
Magaly y yo tenemos un mes en nuestro nuevo hogar, la señora Valeria nos ha visitado cada sábado desde que dejó que nos llevaran, yo me quedo con ella solo el tiempo necesario para saber de Gabriela y José, lo demás que tenga de decirme me tiene sin cuidado.Mi hermana es diferente, ella se queda las dos horas de visita con su mamá, pero tiene claro que yo no quiero saber de esa señora. No me interesa que sufra por nosotros, debió luchar por nosotros.Ahora me encuentro haciendo mis deberes escolares. La única ventaja que le encuentro a estar aquí es que el dinero que me pagan por hacer las tareas de otros compañeros y por lustrar zapatos, me queda de ahorro.Quiero juntar ese dinero para cuando sea mayor. Buscaré a mis hermanos pequ
Han pasado cinco años desde que me sacaron de casa para traerme a este hogar.Tal como lo dijo el señor Montes, sería difícil que me adoptaran por ser varón y la edad. Magaly fue adoptada un año después de que llegáramos aquí, me ha visitado cada semana, ya que sus nuevos padres la cambiaron a un colegio mejor.En cambio, José y Gabriela se fueron a Santiago. A la Cabo Terner la ascendieron a sargento y la trasladaron a la capital. A pesar de eso, nos mantenemos en contacto a través de cartas. Recibo dos años mes, con fotografías de mis hermanos.Gabriela ya tiene seis años, crece hermosa y rebelde. José es muy ordenado, tiene casi diez años y me cuenta que le va muy bien en el colegio. Yo les respon
“-Marco, apúrate. Tu padre ya se va.”Termino de lavarme los dientes, salgo del baño, tomo mi mochila y salgo disparado. Bajo las escaleras con premura y me encuentro a mi madre con una bolsa de papel. La tomo, le doy un beso y salgo rápido para subirme al auto de mi padre.-¿Otra vez las sábanas? – me pregunta divertido -.-Lo siento, anoche me dormí tarde por culpa de un trabajo.-Sabes que te puedo ayudar, solo tienes que pedirlo.-Lo sé, pero me gusta hacer las cosas por mí mismo.Mi padre no dice nada, tras cinco años de vivir con ellos, nunca he aceptado que me den algo por nada, cada uno de los
Mis padres se han marchado muy temprano, o tarde. Todo depende de la perspectiva.Yo me encontraba estudiando aún, quiero terminar pronto y sé que esta vez será la definitiva. Mi madre tocó la puerta y me vio con esa mirada de reprobación por estar despierto.Salí con ella, abrazándola y prometiendo que dormiría luego que ellos se fueran y sin alarmas. Mi padre me advirtió de no hacer fiestas en casa, por supuesto con un tono de burla, yo no soy de ese tipo de chicos.Salgo con ellos a la entrada, nos damos un fuerte abrazo y me despido con la mano mientras ellos salen de la propiedad. Me regreso a mi habitación, guardo los cambios en el archivo y me meto en la cama. Me dejo ir en un sueño profundo de una vez.
Salgo de mi departamento, el que dejé por un tiempo cuando las clases no eran a diario y volví a esa casa, ahora perdida en el tiempo.Luego de siete años desde el día juré cambiar he vivido muchas cosas.El socio de mis padres me dejó fuera de la empresa que ellos se esforzaron por sacar adelante, me presentó documentos irrefutables y nada pude hacer. La investigación de la muerte de mis padres no llegó a nada, por lo que se cerró.Magaly apareció hace tres años, resultó que la muy descarada terminó heredando el negocio de nuestros abuelos y lo trasladó a la capital. De esos señores no tengo idea y no me interesa, ni siquiera con ella tengo contacto.Gabriela,