Capítulo 4.

Mientras tanto el lobo gigante, estaba lleno de rabia con una sola meta en su mente, eliminar de la existencia a este humano repugnante.

~ ¡EMMET DETENTE!~ Gritaba Braham en un intento por detener a su lobo de cometer un error.

~ ¿Detenerme?~ Preguntaba el lobo lleno de rabia~ Jamás.

En un intento por detenerlo, Braham apeló al sentimiento de culpa.

~Mírala Emmet, ella está aterrada, no puedes presentarte ante ella como un salvaje si queremos que nos acepte después, la necesitamos, tiene que ser ella.~

La lucha interior del lobo con Alfa Braham no era la única que estaba llevándose a cabo en ese momento, Elisa por su parte estaba recordando todas las pesadillas en las que los lobos, iguales al que tenía frente a ella estaban a la caza de su presa… Ella.

Cada noche era lo mismo, sentir que en cualquier momento podría perseguirla  un lobo gigante, y ella tenía que luchar manteniéndose corriendo en medio del bosque, el sentimiento tan conocido la invadía, desesperación, necesidad de escapar, saber que la querían asesinar y una voz en el fondo que le gritaba que debía mantenerse siempre con vida.

Rodeada del frio de la noche y el olor a pino como ambientador natural.

Lobos gigantes en la búsqueda de arrancarle la vida, sus pesadillas eran como una película que estaba burlándose en sobremanera de ella.

Volviéndose ahora una realidad tangible de su locura. Siempre había sido la huérfana, la loca que siempre estaba envuelta en llanto y gritos por pesadillas increíbles y fantasiosas.

Las mismas que le habían costado el cariño y apoyo de una familia una y otra vez, dejándola completamente sola sintiéndose no merecedora de amor.

¿Sería devorada ella después?

En ese momento la falta de oxígeno y la sudoración de sus manos hicieron acto de presencia, ¿Pero era esto real?

Siempre eran pesadillas que terminaban con abrir los ojos pero ahora parecía no funcionar.

El lobo de manera repentina dejó de atacar a Alex y se enfocó en ella, y una especie de corriente eléctrica le recorrió la espalda, estaba en peligro ¿qué debería hacer ahora?

“Solo muévete”— Se ordenaba aunque su cuerpo no hacía caso.

Emmet caminó unos pasos en dirección de ella dejando de lado a Alex, como si no le importara ahora.

“Vamos Elisa, piensa” repetía ella haciendo unos pasos discretamente hacia a atrás y alejándose del peligro.

— Por favor no me hagas daño— Comenzó a suplicar ella en llanto, con la vista borrosa, no sabía que otra cosa hacer, sólo mantener una esperanza de compasión de parte de un animal salvaje — No me ataques por favor.

Ella  no pudo evitar notar que Alex había comenzado a moverse fuera del lugar arrastrándose en silencio, aprovechando que ella era el foco de atención del lobo.

“Maldito, mil  veces maldito” pensó Elisa de no ser porque vino a atacarla, la puerta no hubiera quedado abierta, pensaba lamentándose de su situación.

Sorpresivamente el animal gigante comenzó a extender sus patas delanteras y seguido de esto bajó el hocico, ¿Quería que ella se acercara?

— Sólo  vete por favor— Elisa estaba temblorosa y con una especie de losa sobre ella.

A pesar de ver que el lobo se portaba de manera indefensa con ella, no podía confiar en que no saltaría en cualquier momento contra su yugular.

“Tranquila, Elisa, no debes hacer ningún movimiento brusco, no lo asustes, en cualquier momento se irá de aquí” Pensaba ella dándose valor.

Aunque el hocico del lobo lleno de sangre, sangre de Alex, no le permitían dejar de lado que este animal, era salvaje, agresivo y carnívoro.

Ella comenzó a respirar con dificultad, tanta que no podía tomar aire de manera profunda, sintiéndose asfixiada por más que intentara tranquilizarse.

Su corazón estaba a punto de reventar, como si hubiera corrido un maratón un momento antes.

El lobo comenzó a moverse y todo lo que la rodeaba comenzó a difuminarse para que solo pudiera concentrarse en sus ojos dorados como oro fundido, y los rojos y grandes colmillos que sobresalían de su hocico.

Ella ahora no estaba segura en su hogar.

— Vete… Sal de aquí. — Susurró con la voz temblorosa ella, al mismo tiempo que rodaban lagrimas por sus mejillas.

— ¡¡Shu!! — Volvió a susurrar sin seguridad alguna.

~Esto es suficiente, haré todo lo que sea necesario, sólo debemos tenerla vigilada~ piensa Braham.

Ella se encuentra dudando de sí misma incluso de su cordura, frente a sus ojos el lobo que un momento antes estaba rompiendo la piel de Alex, ahora se estaba volviendo un humano,  alto y fuerte, pero ¿Qué clase de sueño era todo esto?

“Me estoy volviendo loca” se decía, ¿cuándo había sido posible transformarse de humano a animal o al revés?

La impresión es tanta que Elisa perdió la poca estabilidad que le quedaba y cae inconsciente en el suelo, impactada por lo que acababa de presenciar.

~ ¿Sigue viva?~ Preguntó Emmet.

Aunque su oído agudo y preciso le indicaba que el corazón de la chica estaba palpitando… seguía viva… aún.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo