—Sólo tengo la próxima luna llena para tomar por pareja a mi mate, debo estar enlazado para tomar el lugar de Alfa Líder que me corresponde, aunque el Alfa Líder Roman insiste que sea una loba alfa llamada Leila, no confío en él y menos en las intenciones detrás de sus acciones. ¿Qué pasará si no tomo a nadie como mi mate?
La voz gruesa y profunda llamó la atención de Elisa aunque no alcanzaba a reconocerla, pero decidió seguir escuchando.
— El concejo superior ha puesto esa cláusula por una razón, después de tantos años sin una Luna en la manada Luna Prohibida, y agregando que el Alfa Líder actual no tiene ningún descendiente, se sienten obligados a garantizar que el siguiente Alfa Líder tendrá hijos, deben darle estabilidad y seguridad a la manada, y tú tienes muchos años queriendo el poder sin tomar a nadie como mate. — Era la voz de otro hombre y se encontraba a un lado de ella.
El primero continuó:
— Ella es humana— El desprecio en su tono de voz era mordaz— nunca se ha visto que una humana sea la luna de una manada de hombres lobo, además su raza es la responsable de las desgracias de nuestra raza, no acepto que la Diosa Luna haya hecho esto para mí.
—Eso es algo que sólo podremos comprobar al llegar al castillo de la manada, aquí no podemos hacer los hechizos de reconocimiento, pero el propósito de todo esto es elegir a esa pareja que ayude en tu liderazgo, y el humo del destino fue claro, ella es.
“¿Estoy soñando? ¿Castillos? ¿Manada? ¿Luna? , ¿Hechizos? Definitivamente me di fuerte esta vez en la cabeza” Pensó Elisa que en algunas ocasiones estaba tan débil que llegaba a desmayarse, golpeándose al caer.
Aunque algo más llamó su atención, estaba acostada pero sentía un leve movimiento, como si estuviera en algún auto.
— Ya veremos, aunque en este punto estoy dispuesto a hacer cualquier cosa por conseguir ese lugar que me corresponde, mi tío ha sido el Alfa Líder por demasiado tiempo y si ella debe volverse mi pareja eso será.
Elisa abrió los ojos con cuidado de no ser descubierta pero en cuanto pudo localizar al dueño de la primera voz que había escuchado, un escalofrío la recorrió completa.
La había descubierto, los ojos de ambos quedaron indescriptiblemente enlazados.
Había olvidado como respirar definitivamente. No en el buen sentido sino todo lo contrario.
La mirada del hombre en cuestión era tan fría y dura que sentía que la misma le atravesaba el cuerpo, sin piedad alguna.
—Ya despertase, finalmente— Dice él con tono apático— Creí que no lo harías hasta que estuviéramos dentro de la capa protectora.
Elisa seguía confundida pero se negaba a dejarlo tan claro como era, así que sin más dilación se sentó de manera firme para ver que no era solo un hombre enorme y nada agradable el que estaba frente a ella, sino que a un lado de ella se encontraba otro un poco más delgado pero muy alto y atractivo también.
Con diferencia que el apático tenía el cabello largo hasta la cintura en tono negro profundo y el otro lo tenía corto con un tono castaño.
— ¿Dónde estoy? ¿Quiénes son ustedes? ¿Me han secuestrado? No tengo dinero no tengo nada, sólo déjenme ir — Elisa se encontraba fuera de su hogar, que era lo último que recordaba, miró a su alrededor y notó que estaba en una especie de camioneta cerrada pero tenía algunas modificaciones con el techo levantado, ella imaginó que esos dos gigantes no estarían cómodos en autos regulares.
Pero no recordaba por qué estaba aquí y a estos dos hombres no los conocía, tenía que irse de ahí lo más rápido posible.
— ¿Qué es lo último que recuerdas?— El hombre a su lado cuestionó de manera atenta a cada uno de sus gestos.
Ella intentó recordar cerrando los ojos, pero en cuanto todos los momentos vividos anteriormente se dieron espacio en su mente los abrió asustada.
El ataque de Alex y después el de un lobo gigante como en sus pesadillas, rematando con la alucinación del hombre desnudo frente a ella.
Era él.
De manera automática se cubrió el pecho con ambas manos, pero en lugar de encontrar su piel expuesta como recordaba, tenía una camisa negra.
— Por lo visto lo recuerda todo. — Declaró Braham, mas para Emmet quien estaba desesperado pidiendo que la despertaran por el enlace mental.
— ¿Dónde estoy? ¿Quiénes son ustedes? Déjenme salir de aquí. — Repitió Elisa nerviosa y desesperada al mismo tiempo.
— Tranquila Elisa, sólo queremos ayudarte. — El hombre que tenía frente a ella se encontraba con los brazos cruzados en su pecho y una mirada asesina, provocando miedo en Elisa con solo mirarlo. — Vamos en dirección de la manada Luna Prohibida, necesitamos información que tienes, si nos ayudas te entregaré lo que desees o necesites, dinero, una casa o vivir donde lo quieras.
— ¿Ayudarme? ¿Manada? ¿Estás loco? ¿Te crees un animal o algo así?— Aunque no estaba bien, en este momento la seriedad y el quedarse callada no era un opción, había escuchado demasiadas cosas ilógicas.
Elisa necesitaba comprender para buscar el momento oportuno para huir de ellos…
— ¡Somos lobos! — La miró con desdén y ella frunció el ceño, para imitar de manera inmediata su pose con los brazos cruzados, no se dejaría ver débil.
—Yo no sé nada, solo déjenme ir de aquí, bola de locos, lobos ¿y tú que eres? — Le preguntó a Andro mirándolo completo y al notar su rostro afilado preguntó— ¿Un gato?— Elisa comenzó a mirar por las ventanas que se encontraba rodeada de árboles y pinos por ambos lados.
Andro solo abrió los ojos de manera sorprendida pero no le dijo nada mas.
A pesar de sentir miedo a enfrentarse en soledad al bosque, ella creía que era más peligroso estar con estos dos.
Necesitaba alejarse y perderlos de vista lo más rápido posible, ¿en qué dirección estaría el pueblo?
— El hechizo localizador me la mostró Alfa, aunque parece no tener conocimiento de mucho de nuestro mundo, por lo visto.
Elisa sin esperar respuesta abrió la puerta del auto de manera imprevista y se arrojó fuera de él, cayendo de lleno en el suelo arenoso.
— ¡Ah! — Gritó ante el golpe recibido, pero no se detuvo a observar cual era el daño.
Sin pensarlo demasiado, Elisa comenzó a correr en una dirección cualquiera, no quería estar acompañada por ese par, a saber que planes tenían para ella, si se creían lobos.
Continuó corriendo de manera desesperada entre los árboles.
“De alguna manera tenía que protegerse de sus secuestradores” pensaba “tanto me he defendido y he luchado para venir a perderme con estos”
Unos minutos después de mantenerse corriendo de manera constante se tropezó con algo en el suelo.
Estaba de nuevo envuelta en tierra.
A pesar de no querer aceptarlo, la sensación de ser atravesada por la mirada del primer hombre al que llamaban Alfa Braham la tenía desconcertada y eso no salía de su mente, como si estuviera ahí en alguna parte observando lo que estaba haciendo.
Elisa se volvió a levantar pero una sombra se puso frente a ella impidiendo que se moviera un paso más.
— ¿Hay algo ahí? — Preguntó Elisa llena de miedo y moviendo la pierna de manera discreta en busca de algo con lo cual defenderse si se encontraba con algún animal peligroso.
— Por lo visto, no te gusta que te hablen de manera civilizada. — La voz de Alfa Braham era inconfundible, fuerte decidida y sin dejar espacio a replicas.Y Elisa la reconoció en el momento de escucharla, aunque ella estaba sofocada de tanto esfuerzo al correr, la voz de él contrariamente se escuchaba tranquila y controlada, como si aún estuvieran sentados en el auto como minutos antes.— ¿Qué quieres? — Pregunto ella, con gran esfuerzo.— ¿Yo?— continua el con un tono de diversión en la voz— ¿Qué quieres tu Elisa? ¿Quieres regresar a ese pueblo en el que todos te odian? — Cuestiona sin piedad.Ella da un paso hacia atrás para amortiguar un poco el impacto que siente con la última frase, ella lo sabía pero seguía siendo difícil escucharlo de los labios de alguien más.Se mantuvo sorpresivamente en silencio, un nudo en la garganta le impedía hablar.Braham se acercó un paso más, solo para que ella pudiera verlo.— ¿Quieres seguir sufriendo agresiones de parte de todos los que te rodean
Al momento de darse cuenta, Elisa ya estaba en un punto donde no pondría en duda nada de lo que le dijera ese hombre/lobo.En ese momento Emmet estaba sobre uno de los lobos atacantes, mordiéndole de manera precisa el cuello, del cual salía sangre de manera descontrolada.Pero sobre él se encontraba el otro lobo con una estaca de madera en su pecho, el palo tenía una especie de brillo de color azul, y detrás de todo esto se encontraba Andro, como lo había llamado el otro ser. Hincado, con sus manos en el suelo.Ella estaba impactada con lo que estaba presenciando, un instante después el lobo oscuro se transformó de nuevo en el humano que estaba hablando con ella anteriormente, el Alfa.Elisa sentía que los ojos se le iban a salir de la cara, el apático era un hombre absolutamente increíble, estaba frente a ella sin una pieza de ropa, y no pudo evitar observar que la sangre corría por su rostro prueba de la batalla encarnada.Pero al ver el camino que tenía esa sangre también notó qu
Alfa Braham se mantiene en silencio desde esa declaración hasta llegar a unas pequeñas puertas que estaban al sur del castillo.— Pero ¿que se supone que haga? — Elisa se encontraba con la mirada concentrada en observar cada una de las curvas que daba el auto, debía saber cómo regresar en caso de necesitar irse.Pero… ¿Podría salir así nada más o necesitaría una pócima como la que había tomado para entrar? ¿Qué sucedería si intentaba atravesarlo por ella misma?— Dime por favor a que me estoy exponiendo, Braham….— ¡Alfa Braham!— él había intentado mantenerse en completo control, pero era tan agotadora al mantenerse hablando cada segundo que transcurría, que no pudo evitarlo.Además que le faltara al respeto y tratarlo como un igual era algo aberrante, al final había categorías y los humanos eran el último eslabón.Elisa se encogió de manera automática ante el grito, el sonido fue tan fuerte y profundo que los oídos le dolieron e instintivamente se los cubrió con las manos.— No me gr
Elisa nunca había estado recostada en una cama tan cómoda, grande y complaciente como esa.Las colchas eran como un abrazo en medio de una noche lluviosa, llena de truenos, lo cual a ella la aterraban, pero la luz que entraba por la ventana le indicaba que el sol estaba muy alto y el día ya había transcurrido más de la mitad.En medio de la inconsciencia comenzó a sentir que algo corría por su rostro.Abrió de manera rápida y consciente los ojos.No podía estar sucediendo de nuevo. No aquí.—No puede ser. —Susurró nerviosa.Se levantó de manera inmediata de la cama para no manchar la colcha y corrió hacia una puerta que se encontraba en la misma habitación, donde podría conseguir unas telas para detener la hemorragia nasal que siempre llegaba constante a su vida.No había pasado veinticuatro horas en este lugar cuando ya iba dejando rastro de sus rarezas, aunque en este momento ella sonrió.“¿Qué puede ser más raro que un hombre lobo? ¿Un castillo? ¿Brujos y magia? Un poco de sangre n
Elisa se encontraba cubierta con un vestido color plata que llegaba hasta el piso con una tela que cubría su rostro como una especie de velo.Su corazón latía de manera acelerada, sin comprender por qué, aunque de manera clara estaba relacionando esos detalles con los de una boda común de humanos, una que muy pocas veces se había atrevido a soñar.Estaba en la orilla de una plaza en la que al centro se encontraba un altar con varios lobos rodeándola, dando una especie de sensación de majestuosidad.—Lita —pregunta ella curiosa— ¿quién es el hombre que se encuentra en el centro acompañando a Bra..— se detiene— a Alfa Braham?—Él es nuestro Alfa Líder Roman —especifica Lita quien en ningún momento desde la presentación entre ellas se había alejado del lado de Elisa.La humana asiente de manera tranquila.— Él será nuestro próximo Alfa Líder.— ¿Quién?— Elisa había decidido confiar en Lita, dejarse guiar por ella y todo lo que ella sabía, para poder moverse en esta sociedad, por el mo
En una noche aclamada por la frialdad de la brisa acompañada de un leve susurro del viento recorriendo cada rincón que se enfrente a él, se encuentra una mujer corriendo en medio de los pinos del bosque llena de tensión y preocupación por conseguir su objetivo, acompañada de una pequeña niña llorando tomada de su mano.El ambiente era tenso y lleno de terror, la desigualdad del suelo no ayudaba en nada para poder avanzar ya que estaban rodeadas de penumbras e incertidumbre.— ¡Corre Elisa por favor!— Pedía la mujer mirando en todas direcciones y con el rostro lleno de pavor, pero ¿a qué le temía tanto si se encontraban solas?— ¡Mamá! —Grita la niña de no más de seis años de edad al caerse por haber tropezado con una piedra, la oscuridad en tramos demasiado largos les impedía mantenerse erguidas por mucho tiempo.La mujer se agacha para tomar a la pequeña en sus brazos conmovida por las lágrimas de su pequeña hija, pero debía continuar con la carrera que parecía no tendría fin jamá
15 años después — La huérfana está llamando la atención de nuevo— La voz llena de asco que decía estas palabras era la de Amelia, una chica hermosa, rubia y usualmente prepotente que siempre creía tener la razón.En este caso Elisa estaba en el lavabo en un intento por detener la sangre que corría de manera incansable por su nariz.Cada veintiocho días, su sangre brotaba y por más doctores a los que había recurrido ninguno había dado con una solución real a su problema. Este mismo problema era el responsable, según sus varios padres adoptivos de cancelar las adopciones y regresarla a los servicios de adopción. Sí… la regresaban como mercancía defectuosa.“Lo siento pero es muy complicado” “Lamento todo esto pero seguro encontraras a las personas correctas”“La verdad no es justo estarme desvelando si ya estás grandecita”“Además de no ser de nosotros de sangre, no podemos cargar con tu enfermedad misteriosa”Desde que tenía uso de razón Elisa había estado en servicios de gobierno
Semanas después.Elisa se encuentra mirando por la ventana ya que esta por oscurecer, al encontrarse con ese fondo del bosque absorbiendo de manera innegable el tono cobrizo del cielo, convirtiéndolo en uno oscuro no puede evitar pensar en los ojos tan similares y fríos del atractivo pero misterioso hombre se había infiltrado en sus sueños de manera repentina. “¿Quién era él? ¿Por qué aparece ahí en medio de la noche?” Elisa sonríe, porque en ocasiones hasta sentía que lo tenía presente en su pequeña habitación o que la observaba a la distancia.Él también podría hacerle esas mismas preguntas sobre ella pero…“¿Quién era ella? ¿Qué hacía ahí? Y ¿Cuál era su destino?” pensó, la sonrisa se esfumó de sus labios, ni ella misma lo sabía cómo para responderlo a alguien más.Al momento de abrir la puerta de su pequeño hogar ella se encuentra con el hombre que menos hubiera imaginado… Alex.— Finalmente… te… veo. — Le dice Alex con la vista borrosa por el alcohol además de tener la cara r