Capítulo 29.
La noche había sido larga pero en el primer momento que Elisa miró un pequeño rastro de luz comenzó a alistarse.

Se fue directo al baño y se encerró un tiempo ahí, para cuando salió a la habitación ya estaba sola, sin Alfa Braham.

Salió de la habitación como la tarde anterior que su corazón se había roto, el pasillo seguía impactándola, por donde viera había rasgos de historias secretas de estos magníficos hombres lobos.

¿Qué hacia ella ahí?

— Señora Elisa— La voz fue tan inesperada que ella pegó un pequeño saltito, al girarse se encontró con Anee quien le sonrió — Sígame por favor.

Al llegar a una especie de comedor, Elisa comenzó a darse cuenta de lo hambrienta que estaba, ver tanta comida era una especie de alucinación para ella.

Después del ataque habían perdido gran cantidad de sus reservas, para los guerreros no había problema alguno ya que podían cazar por turnos pero para ella, el alimento había estado racionado para asegurarse de no quedarse sin comer.

Resistió el impulso de
Alana Aguilar

Ya van de regreso ¿Qué se encontrarán al llegar? ¿ Que descubrió Andro? Espero sus comentarios, Saludos. Alana Aguilar.

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