- Padrino, Ela? Te refieres a mi… a mi mamá? - dice Logan con la voz cascada. Doy un largo y profundo suspiro y respondo mirándolo a los ojos. - Si, Logan. Yo estaba enamorado de tu madre desde que éramos jóvenes y durante mucho tiempo mantuvimos una relación extramarital. Tu papá fue a Marejada cuando descubrió que Ela lo engañaba conmigo. - La mirada de Logan se desencaja y puedo ver cómo la chica toma su mano y la aprieta conteniendo su reacción. - No sabes toda la verdad. Y estoy dispuesto a decírtela en este momento pero antes, antes quisiera saber porque Analí pensaba que yo maté a Amal. Cuando Amal murió, traté de hacerme cargo de su hija pero ella desapareció de la faz de la tierra. Al parecer, Amal tenía un fideicomiso que Analí utilizó para vivir. La última vez que la vi fue en el entierro de su madre. No quiso hablar conmigo y se fue antes de que pudiera hacerme cargo de ella. Jamás imaginé, jamás vi en el rostro de tu novia, la cara de la Analí de 15 años
Logan se levanta desencajado y me encara. - Pero, como pudiste? Por qué me engañaste todo este tiempo? - - Logan, como te dije, cuando ellos murieron no tenía caso destapar esas verdades. Hay verdades que, al ser dichas, pesan más que el silencio, yo solo quería protegerte. - - No. No lo acepto. Yo, yo necesito salir de aquí. - Logan mira a la chica, cómo diablos se llama, por un instante y sale dejándonos solos. Siento que el peso de las verdades reveladas ha caído sobre mí de golpe. De repente me siento tan cansado, pero esto está lejos de terminar. Aún quedan demasiadas cosas por aclarar. Frente a mí está la hija de Logan, tan parecida a él. Es como reencontrarme con un fantasma, y sin embargo, frente a mí hay alguien real, alguien en quien mi amigo dejó su huella más profunda. La miro fijamente y logro hablar, aunque sé que lo que digo apenas roza la superficie de lo que realmente estoy sintiendo. - Tu padre era… la mejor persona del mundo. - digo con voz grave, rom
Alguna vez pensabas decirme la verdad? - digo con voz calmada pero repleta de emociones mientras aprieto las manos en puños en un intento de mantener el control y no dejarme llevar por la furia y la tristeza. Es un momento tenso, donde el peso de la traición de mi padrino, alguien que representaba amor y estabilidad para mí, parece aplastar mi pecho mientras mi cuerpo entero muestra la resistencia de quien intenta mantenerse en pie, a pesar del golpe recibido. Por un momento, las preguntas se quedan atrapadas en mi garganta, pero una sensación de traición y desorientación empieza a invadirme. Mi padrino, alguien que siempre consideré mi familia y que respetaba, ahora es otra persona a mis ojos. - Cómo pudiste cargar con este secreto? - Un secreto que cambia por completo mi visión de la vida que tuve hasta ahora. Pienso con pesar mientras observo su postura consternada. Mi padrino suspira pesadamente. Se nota visiblemente afectado por el peso de sus propias decisiones. Sin levan
Salir de la casa dejando atrás a mi padrino se siente como una ruptura que no es solo física, sino afectiva. El aire es fresco y tiene un aroma a tierra húmeda, como si el bosque acabara de despertar tras una ligera llovizna; lo único que acompaña el eco de nuestros pasos es el crujido de las hojas secas bajo nuestros pies. Sostengo su mano, cálida, temblorosa pero firme, mientras caminamos juntos hacia el lago. La luz del atardecer se filtra entre las ramas de los árboles, bañándolos en tonos dorados y anaranjados, proyectando sombras alargadas sobre el sendero que se extiende delante de nosotros. Jesan camina a mi lado, callada, pero su respiración, profunda y algo irregular, habla más que cualquier palabra. Sus ojos se cruzan con los míos por un instante, reflejando la misma mezcla de incertidumbre y determinación. A medida que avanzamos, el sonido del agua nos da la bienvenida, suave al principio, como un murmullo, hasta que llegamos al claro. El lago se extiende frente a
Amal lo descubrió todo. Y Analí también. Cómo pude ser tan tonto?- digo con pesar. Miro incrédulo cada uno de los papeles. Siento una mezcla de tristeza, rabia, frustración e impotencia. Cómo pudo Amal descubrirlo! El archivo es un legajo de documentos meticulosos, detallados, que desenmascara el fraude dentro de la empresa. La letra pequeña, los números escondidos entre balances inflados… todo está aquí, como un rompecabezas ya resuelto. Ella lo descubrió. Y por eso murió. No puedo evitar sentirme observado por el peso de ese silencio, por la sombra de mi propio reflejo en el cristal de la ventana. ¿Cómo no lo vi antes? ¿Cómo fui tan ciego? Porque, al final, todo apuntaba a mí. Era yo quien tenía acceso a esos números. Yo, quien conocía el sistema de arriba a abajo. Yo, quien firmaba esos papeles. Y cuando alguien más se tomó el tiempo de revisar, las piezas encajaron perfectamente para señalarme como el único culpable. - Cómo permití que esto ocurriera bajo mi nariz? - T
Todo apunta a él y su expresión no hace más que reforzar las dudas. —¿De verdad esperas que crea eso? — Su mandíbula se tensa y sus ojos finalmente me miran, casi desafiantes. —Sí, espero que me creas, porque estoy diciendo la verdad —responde, pero el tono de su voz es una mezcla de desesperación y rabia contenida. Camino lentamente hasta llegar frente a él. —Entonces explícamelo. Explícame cómo todas estas pruebas dicen lo contrario. Explícame por qué tu firma está en todos los documentos. Él respira hondo, como si estuviera reuniendo fuerzas. —Es más complicado de lo que parece —dice finalmente, pero la frase suena vacía, como si estuviera ganando tiempo. —¿Más complicado? —repito, dando un paso hacia la mesa. ¿O más culpable? - El silencio llena la habitación y en su rostro hay una lucha interna que no puede disimular. - Padrino, necesito saberlo, necesito saber la verdad. Dos personas murieron por esto. Por favor, dime que no tuviste nada que ver con sus mue
Todo esto es tan surreal, pienso mientras trato de sentarme en el sillón más cercano. Todo parece girar, como si el mundo a mi alrededor se moviera más rápido de lo que puedo procesar. Mi cuerpo se siente ligero, casi como si flotara, pero al mismo tiempo pesado, difícil de controlar. El mareo llega como una sensación confusa y abrumadora. El equilibrio se convierte en un desafío; es como caminar sobre una superficie inestable, donde cada paso parece incierto. Una presión incómoda se asienta en mi cabeza, junto con una náusea sutil que amenaza con intensificarse. Los sonidos a mi alrededor se sienten lejanos, como si estuviera atrapada dentro de una burbuja. Cierro los ojos para tratar de recuperar la estabilidad, pero la oscuridad no ayuda; el giro persiste, incluso cuando el mundo exterior desaparece. Es una desconexión entre lo que mi cuerpo siente y lo que mi mente intenta procesar, dejando una sensación de vulnerabilidad difícil de ignorar. “ Logan me mira con un dejo de d
Me sostengo muy fuerte apretando las manos en el borde del sillón. Me siento muy incómoda y avergonzada. Por más que quisiera desaparecer o fingir que no está pasando, el calor en mis mejillas me delata, es imposible ocultarlo. Bajo la cabeza, rehuyendo la mirada de Logan, tratando de analizar lo que acaba de pasar. Esta visión fue diferente porque tengo la certeza de que era yo. Era mi cuerpo y mi rostro y mis sentimientos por Logan. No era yo sintiendo y viendo a Analí. Era yo, éramos Logan y yo haciendo algo que no ha pasado, algo que no debemos hacer. Mi corazón late desbocado y gruesas lágrimas comienzan a brotar y bajar por mi rostro. No puedo evitarlo. Cubro mi rostro con las manos tratando de ocultar mi cara cuando Logan se acerca y se arrodilla frente a mí. Puedo notar que intenta no tocarme y lo agradezco. Aún así me repliego para evitar sentir se presencia que irradia ese calor que me estremece. - Tranquila, Jesan. Lo sé, esto es… demasiado. Necesitas descansa