Cuando la veo por primera vez, es como si el pasado regresara de golpe. No tengo que preguntar quién es, la semejanza es innegable. Cada rasgo, cada gesto me recuerda a Logan, como si una parte de él siguiera viva frente a mi, en los ojos de su hija. Por un momento el tiempo parece detenerse. La sorpresa me invade, pero también algo más profundo, una mezcla de nostalgia y una punzada de tristeza. Es como si lo estuviera viendo a través de ella; el brillo en su mirada, las pequeñas expresiones que son inconfundibles. La reacción me golpea como una ola. Primero, una sacudida de incredulidad, como si no pudiera confiar en lo que estoy viendo. Me quedo quieto, tratando de procesar cómo alguien se puede parecer tanto a otra persona. Es imposible no sentir un nudo en la garganta, una mezcla de emociones me atrapan: sorpresa y tristeza de saber que lo que me dijo mi ahijado sea verdad. Las palabras no me salen de inmediato, verla, tan parecida a él, hace que se me revuelva el estómago.
- Analí está muerta - repite Logan acaparando toda mi atención. Me quedo congelado por un momento y después pregunto - No te entiendo, hijo. Ella se fue. De qué estás hablando? - - Está hablando de que tú la mataste, tú las mataste y encubriste todo tu rastro. - miro el rostro desencajado de la hija de Logan y permanezco estoico ante sus acusaciones. Me desconcierta el rencor que percibo en la voz de la chica pero me enfoco en Logan. - Eso no es cierto. Logan, de qué está hablando? - El silencio es absoluto mientras espero una explicación lógica, después de todo, necesito saber de qué están hablando pues todo puede ser solo un malentendido. - Padrino, Analí no se fue. La mataron. La mataron el día que me enviaste a esta casa por unos papeles que eran muy importantes. Y sacaron todas sus cosas del departamento para hacerme creer que se había ido. - La voz de Logan se casca aunque solo noto en su mirada decisión. - Ella es, ella era su madre. Analí pensaba que tú la ha
- Padrino, la mamá de Analí y tú… - Logan no termina la pregunta. Olga llega con una bandeja y vasos con té helado que la verdad necesito con urgencia pues siento la boca seca. Tomo un vaso y me siento invitando con la mirada a Logan y la chica, no logro recordar su nombre, para que hagan lo mismo. Después de mirarse por un segundo realmente largo, ambos se sientan juntos en el sillón frente a mí. Olga se retira igual que llegó dándonos privacidad. - Supongo que es el momento de contarte todo, Logan. Todo pasó mientras tú estabas estudiando en Providencia, así que no tuviste oportunidad de conocerla, estuviste todo el año lejos de aquí. - Amal era dulce, inteligente, bella y auténtica. Lo noté desde la primera vez que la vi. Y la deseé de un modo puramente físico. Pero ella era diferente, no era el tipo de mujer con el que puedes hacer pisa y corre. Sentirme más que atraído por ella me tomó desprevenido. Después de Ela decidí que nunca me volvería a enamorar. Nunca lo p
- Padrino, Ela? Te refieres a mi… a mi mamá? - dice Logan con la voz cascada. Doy un largo y profundo suspiro y respondo mirándolo a los ojos. - Si, Logan. Yo estaba enamorado de tu madre desde que éramos jóvenes y durante mucho tiempo mantuvimos una relación extramarital. Tu papá fue a Marejada cuando descubrió que Ela lo engañaba conmigo. - La mirada de Logan se desencaja y puedo ver cómo la chica toma su mano y la aprieta conteniendo su reacción. - No sabes toda la verdad. Y estoy dispuesto a decírtela en este momento pero antes, antes quisiera saber porque Analí pensaba que yo maté a Amal. Cuando Amal murió, traté de hacerme cargo de su hija pero ella desapareció de la faz de la tierra. Al parecer, Amal tenía un fideicomiso que Analí utilizó para vivir. La última vez que la vi fue en el entierro de su madre. No quiso hablar conmigo y se fue antes de que pudiera hacerme cargo de ella. Jamás imaginé, jamás vi en el rostro de tu novia, la cara de la Analí de 15 años
Logan se levanta desencajado y me encara. - Pero, como pudiste? Por qué me engañaste todo este tiempo? - - Logan, como te dije, cuando ellos murieron no tenía caso destapar esas verdades. Hay verdades que, al ser dichas, pesan más que el silencio, yo solo quería protegerte. - - No. No lo acepto. Yo, yo necesito salir de aquí. - Logan mira a la chica, cómo diablos se llama, por un instante y sale dejándonos solos. Siento que el peso de las verdades reveladas ha caído sobre mí de golpe. De repente me siento tan cansado, pero esto está lejos de terminar. Aún quedan demasiadas cosas por aclarar. Frente a mí está la hija de Logan, tan parecida a él. Es como reencontrarme con un fantasma, y sin embargo, frente a mí hay alguien real, alguien en quien mi amigo dejó su huella más profunda. La miro fijamente y logro hablar, aunque sé que lo que digo apenas roza la superficie de lo que realmente estoy sintiendo. - Tu padre era… la mejor persona del mundo. - digo con voz grave, rom
Alguna vez pensabas decirme la verdad? - digo con voz calmada pero repleta de emociones mientras aprieto las manos en puños en un intento de mantener el control y no dejarme llevar por la furia y la tristeza. Es un momento tenso, donde el peso de la traición de mi padrino, alguien que representaba amor y estabilidad para mí, parece aplastar mi pecho mientras mi cuerpo entero muestra la resistencia de quien intenta mantenerse en pie, a pesar del golpe recibido. Por un momento, las preguntas se quedan atrapadas en mi garganta, pero una sensación de traición y desorientación empieza a invadirme. Mi padrino, alguien que siempre consideré mi familia y que respetaba, ahora es otra persona a mis ojos. - Cómo pudiste cargar con este secreto? - Un secreto que cambia por completo mi visión de la vida que tuve hasta ahora. Pienso con pesar mientras observo su postura consternada. Mi padrino suspira pesadamente. Se nota visiblemente afectado por el peso de sus propias decisiones. Sin levan
Salir de la casa dejando atrás a mi padrino se siente como una ruptura que no es solo física, sino afectiva. El aire es fresco y tiene un aroma a tierra húmeda, como si el bosque acabara de despertar tras una ligera llovizna; lo único que acompaña el eco de nuestros pasos es el crujido de las hojas secas bajo nuestros pies. Sostengo su mano, cálida, temblorosa pero firme, mientras caminamos juntos hacia el lago. La luz del atardecer se filtra entre las ramas de los árboles, bañándolos en tonos dorados y anaranjados, proyectando sombras alargadas sobre el sendero que se extiende delante de nosotros. Jesan camina a mi lado, callada, pero su respiración, profunda y algo irregular, habla más que cualquier palabra. Sus ojos se cruzan con los míos por un instante, reflejando la misma mezcla de incertidumbre y determinación. A medida que avanzamos, el sonido del agua nos da la bienvenida, suave al principio, como un murmullo, hasta que llegamos al claro. El lago se extiende frente a
Toma mi mano y besa mis nudillos suavemente. Siento un cosquilleo en la entrepierna. Después de todo, hace mucho que no tengo sexo. Su mirada profunda me taladra por completo. El cosquilleo se extiende a mi estómago. Cómo quisiera que soltara mi mano, que besa como si nunca hubiera visto una, y me besara de una buena vez. Añoro su beso duro, profundo, fuerte. El canto de los pájaros ameniza nuestro encuentro que no pasa de suaves y tiernos besos en la mano. Comienzo a molestarme. En este momento tengo la urgencia de que me tome sin miramientos y me haga gritar tan fuerte que me quede ronca una semana. Lo único que sube de intensidad es el canto de los pajaritos. Hacía mucho que no los escuchaba, siempre me levanto antes que ellos. Siempre me levanto antes que ellos!Carajo!Mi alarma no sonó a la hora. Acostumbrada a despertar con ella, no me levanté como siempre. Generalmente duermo temprano pero justo anoche me desvelé porque a mi cerebro se le ocurrió preguntarse si realmente quie