Acostada en mi habitación observo la foto en la pared. Mamá y yo caminamos por el acantilado del hotel, cuando aún no era tan popular y tan grande como ahora. El viento mueve nuestras largas y negras cabelleras rizadas y nuestras faldas anchas. Al fondo, el mar embravecido azota sus olas. Ese día llegamos al pueblo para comenzar una nueva vida. Yo tenía 15 años. Dejamos la mudanza sin desempacar y fuimos a recorrer la playa. Es la misma foto de mi habitación en la ciudad. Cuando me fui de aquí, me la llevé como un tesoro que aprecio como a mi vida. Mamá debe haber impreso otra copia. Me incorporo para ir a por agua cuando siento el mareo. “ Sentada frente al espejo observo mi cara. Recojo mi cabello rubio y comienzo a desmaquillarme. Él llega y se queda de pie en el quicio de la puerta. No dice nada. Solo me observa. Sé que he actuado muy raro estos días y está preocupado. Pero no puedo decirle nada. Pronto todo esto terminará y las cosas serán como antes. - Hola guapo - le dig
Los días se han pasado volando. Sin sentirlo, ya es martes y mañana debo regresar a la ciudad. Caminar por la playa antes del amanecer se ha convertido en mi rutina diaria. Siento las olas chocar con mis pies y eso me reconforta. Como dijo mi madre, tengo que aprender a ver las visiones que tengo si quiero entenderlas. Me concentro en las olas, en su ir y venir, en el color que adquiere la espuma cuando llega a mis pies, en el sonido del mar llegando a la playa, en la sensación de mi piel cuando el agua me moja, en los ruidos de las aves en la arena y en el aire, en el color del sol cuando comienza a emerger en el horizonte. Tengo que aprender a apreciar los más pequeños detalles para poder reconocerlos en mis visiones. Cierro los ojos y comienzo a ver, a ver de verdad las cosas a mi alrededor. A sentir, oír y ver todo lo que está pasando. Tenía razón mamá, debo aprender a descifrar lo que estoy viendo y encontrar la razón por la cual esta sucediendo.Abro los ojos y me doy la vuel
Suena el teléfono. Dejo el cepillo en la mesa y corro a la cama para ver quién es. Lo tomo apresuradamente al ver el nombre en la pantalla. He estado tan cómoda aquí que no me he acordado de ella para nada. - Hola - - Hummmmmm. Hola. Te olvidas por completo, amiga. -- Lo sé. Discúlpame Estela. -- Ya, ya. Cómo estás?Guardo silencio por un segundo. No sé cómo empezar con lo que tengo que decirle. - Qué, qué pasa? -- Estoy bien Estela. Muuuuy bien. De hecho demasiado bien jajajajjaa. -- Me asustas. Qué manera de ponerle misterio a las cosas. - - Fue un acierto venir aquí amiga. He pensado mucho. En las visiones, en los recuerdos, en cómo estén posiblemente relacionados, en mi futuro, en mi futuro Estela y lo que quiero hacer. No quiero seguir así. -- Hablé con mamá, le conté todo. Tuve otro, otro ataque de pánico. -- Sigues teniendo esos, recuerdos? -- Peor. Ya lo vi. -- Queeeeeeeeé? Y se atrevió a hablarte? Se atrevió a acercarse a ti? -- Si. Se acercó cuando estaba en la
Nos detenemos para mirar a Raje, como hago cada mañana. Cuando él levanta la mano, las dos desviamos la vista y continuamos nuestro camino. - Me dejó una nota, sabes? -Estela me mira sin entender muy bien lo que le estoy diciendo. - Raje, me dejó una nota. Pero no me he atrevido a leerla. Cada vez que lo intento, siento que me falta el oxigeno. Lo mismo me pasa cuando él está cerca. -- Me buscó cuando te fuiste. - sus palabras me descolocan, jamás me había mencionado nada. - Por qué? Qué te dijo? -- Estaba muy “arrepentido”. Por lo qué pasó, por lo de, por el bebé. Quería que yo, que yo te dijera cuánto lo sentía, cuánto lamentaba haberte hecho daño. - - Por qué nunca me dijiste? -- Nunca encontré el momento, estabas muy mal y creí que mencionarlo a él o, al bebé, no era conveniente en ese momento, después pensé que ya no era importante. Solo se disculpó, conmigo. No tuvo los … para hacerlo contigo. Además, qué podía decir que te diera algo de alivio? Lo habrías perdonado? -L
- Pero no apareció. -Ella no regresó. No puedo evitar pensar que otra chica me abandona. Cierro los ojos para quitarme esa idea de la cabeza. Otra chica que se va sin decir nada, sin una explicación, un mensaje, una llamada o un mail, sin embargo, esta vez las cosas son muy diferentes. Con Analí, estaba con Analí! Teníamos una relación, vivíamos juntos, hablábamos de casarnos, bueno, yo pensaba en casarnos, teníamos algo. Con esta chica, por otro lado, algo había comenzado y, y llegué a pensar que algo podría darse. Pero, siendo realista y apegado a las circunstancias, no teníamos nada, aún. Al menos, eso pensé. Lo cierto es que yo ya estaba vislumbrando tener una relación con ella. De alguna forma, todo se dio muy rápido, demasiado rápido y quizá ese fue mi error y el motivo por el que ella se fue. He pensado mucho estos días. Lo cierto es que no, no había logrado cerrar completamente la herida que Analí dejó. Fue mi error tratar de construir algo en un corazón que seguía dañado
Ha pasado casi una semana desde la última visión; aunque me había percatado de su ausencia, la verdad es que no las extrañaba. También ha pasado una semana desde que leí la carta de Raje, aunque he caminado algunos días por la acera contraria al café, aún no me atrevo a cruzar. Lo veo sentado, algunas veces solo, otras acompañado por una hermosa chica pero simplemente no puedo dar el paso. Pensé que iba a ser más fácil. Cuando leí su carta me quité un peso de encima. Necesitaba escuchar exactamente lo que me dijo y supuse que acercarme a él sería más sencillo pero no es así. De pie en la acera lo observo y siento el casi olvidado mareo que me provoca la inminencia de una la visión.“ - Analí, quieres que salgamos a cenar? Podemos celebrar tu ascenso, es un gran paso. - Veo el entusiasmo de mi novio y no logro sentirme igual. Aunque debería abrazarlo y besarlo de felicidad, estoy muy lejos de sentir eso. Es un gran paso, sí, pero un paso que me acerca a mi venganza. Ya no puedo mirar
Ha pasado más de una semana desde que dejé de buscarla. No he vuelto a ver a Estela tampoco y no he hecho ningún movimiento por encontrarlas. Sin embargo, y a pesar de los pronósticos de Emiliano, no he recaído en las viejas prácticas de reclusión y ostracismo de antes. Comprendo perfectamente que no la voy a encontrar mientras ella no quiera que lo haga y, cuando lo haga, debo estar en la mejor forma posible, libre de recuerdos, resentimientos y dolor.Correr me ha resultado bastante terapéutico. Me quito los tenis mientras tomo agua. Ha sido un entrenamiento muy demandante. Un baño reconfortante y saldré a comer con Emiliano. Como dije, ya no más reclusión. Me dirijo al baño quitándome la ropa cuando comienza la inquietud. Tenía días sin sentirla. Por lo que me toma unos segundos comprender de qué se trata. “ Subo a su piso para verla. Analí trabaja ahora directamente con mi padrino, pero eso, lejos de darle la emoción del logro conseguido, parece estresarla más. Cuando llego a
“ Me miro al espejo y no soy más que un remedo de la mujer que era antes. - Por qué dejé que las cosas llegaran a este punto? - Me digo mirando la imagen frente a mí. Escucho el ruido de la llave abriendo la puerta. Ya regresó y saberlo me estruja el alma. Ya no quiero seguir así. Esto tiene que terminar. Él pasa frente a la puerta y nos miramos fugazmente. No me muevo de mi sitio y continúa su camino. Irá directo a la cocina y luego al estudio donde ha dormido los últimos días. Tristemente no tengo la intención de seguirlo. “No sé qué pasa con Analí. Puedo sentir su tristeza y dolor. Algo oprime su corazón y la aleja poco a poco de él. Quisiera que las visiones pararan. Sigo sin entender qué pasa o por qué. Quisiera, quisiera haber hablado con él sobre esto. Quisiera saber qué ve él, o si vemos lo mismo. Quisiera entender por qué está pasando todo esto. - Que está tratando de decirme el destino? -***Sentado frente al televisor comienzo a pensar en mi chica escurridiza. Las imágen