Suena el teléfono. Dejo el cepillo en la mesa y corro a la cama para ver quién es. Lo tomo apresuradamente al ver el nombre en la pantalla. He estado tan cómoda aquí que no me he acordado de ella para nada. - Hola - - Hummmmmm. Hola. Te olvidas por completo, amiga. -- Lo sé. Discúlpame Estela. -- Ya, ya. Cómo estás?Guardo silencio por un segundo. No sé cómo empezar con lo que tengo que decirle. - Qué, qué pasa? -- Estoy bien Estela. Muuuuy bien. De hecho demasiado bien jajajajjaa. -- Me asustas. Qué manera de ponerle misterio a las cosas. - - Fue un acierto venir aquí amiga. He pensado mucho. En las visiones, en los recuerdos, en cómo estén posiblemente relacionados, en mi futuro, en mi futuro Estela y lo que quiero hacer. No quiero seguir así. -- Hablé con mamá, le conté todo. Tuve otro, otro ataque de pánico. -- Sigues teniendo esos, recuerdos? -- Peor. Ya lo vi. -- Queeeeeeeeé? Y se atrevió a hablarte? Se atrevió a acercarse a ti? -- Si. Se acercó cuando estaba en la
Nos detenemos para mirar a Raje, como hago cada mañana. Cuando él levanta la mano, las dos desviamos la vista y continuamos nuestro camino. - Me dejó una nota, sabes? -Estela me mira sin entender muy bien lo que le estoy diciendo. - Raje, me dejó una nota. Pero no me he atrevido a leerla. Cada vez que lo intento, siento que me falta el oxigeno. Lo mismo me pasa cuando él está cerca. -- Me buscó cuando te fuiste. - sus palabras me descolocan, jamás me había mencionado nada. - Por qué? Qué te dijo? -- Estaba muy “arrepentido”. Por lo qué pasó, por lo de, por el bebé. Quería que yo, que yo te dijera cuánto lo sentía, cuánto lamentaba haberte hecho daño. - - Por qué nunca me dijiste? -- Nunca encontré el momento, estabas muy mal y creí que mencionarlo a él o, al bebé, no era conveniente en ese momento, después pensé que ya no era importante. Solo se disculpó, conmigo. No tuvo los … para hacerlo contigo. Además, qué podía decir que te diera algo de alivio? Lo habrías perdonado? -L
- Pero no apareció. -Ella no regresó. No puedo evitar pensar que otra chica me abandona. Cierro los ojos para quitarme esa idea de la cabeza. Otra chica que se va sin decir nada, sin una explicación, un mensaje, una llamada o un mail, sin embargo, esta vez las cosas son muy diferentes. Con Analí, estaba con Analí! Teníamos una relación, vivíamos juntos, hablábamos de casarnos, bueno, yo pensaba en casarnos, teníamos algo. Con esta chica, por otro lado, algo había comenzado y, y llegué a pensar que algo podría darse. Pero, siendo realista y apegado a las circunstancias, no teníamos nada, aún. Al menos, eso pensé. Lo cierto es que yo ya estaba vislumbrando tener una relación con ella. De alguna forma, todo se dio muy rápido, demasiado rápido y quizá ese fue mi error y el motivo por el que ella se fue. He pensado mucho estos días. Lo cierto es que no, no había logrado cerrar completamente la herida que Analí dejó. Fue mi error tratar de construir algo en un corazón que seguía dañado
Ha pasado casi una semana desde la última visión; aunque me había percatado de su ausencia, la verdad es que no las extrañaba. También ha pasado una semana desde que leí la carta de Raje, aunque he caminado algunos días por la acera contraria al café, aún no me atrevo a cruzar. Lo veo sentado, algunas veces solo, otras acompañado por una hermosa chica pero simplemente no puedo dar el paso. Pensé que iba a ser más fácil. Cuando leí su carta me quité un peso de encima. Necesitaba escuchar exactamente lo que me dijo y supuse que acercarme a él sería más sencillo pero no es así. De pie en la acera lo observo y siento el casi olvidado mareo que me provoca la inminencia de una la visión.“ - Analí, quieres que salgamos a cenar? Podemos celebrar tu ascenso, es un gran paso. - Veo el entusiasmo de mi novio y no logro sentirme igual. Aunque debería abrazarlo y besarlo de felicidad, estoy muy lejos de sentir eso. Es un gran paso, sí, pero un paso que me acerca a mi venganza. Ya no puedo mirar
Ha pasado más de una semana desde que dejé de buscarla. No he vuelto a ver a Estela tampoco y no he hecho ningún movimiento por encontrarlas. Sin embargo, y a pesar de los pronósticos de Emiliano, no he recaído en las viejas prácticas de reclusión y ostracismo de antes. Comprendo perfectamente que no la voy a encontrar mientras ella no quiera que lo haga y, cuando lo haga, debo estar en la mejor forma posible, libre de recuerdos, resentimientos y dolor.Correr me ha resultado bastante terapéutico. Me quito los tenis mientras tomo agua. Ha sido un entrenamiento muy demandante. Un baño reconfortante y saldré a comer con Emiliano. Como dije, ya no más reclusión. Me dirijo al baño quitándome la ropa cuando comienza la inquietud. Tenía días sin sentirla. Por lo que me toma unos segundos comprender de qué se trata. “ Subo a su piso para verla. Analí trabaja ahora directamente con mi padrino, pero eso, lejos de darle la emoción del logro conseguido, parece estresarla más. Cuando llego a
“ Me miro al espejo y no soy más que un remedo de la mujer que era antes. - Por qué dejé que las cosas llegaran a este punto? - Me digo mirando la imagen frente a mí. Escucho el ruido de la llave abriendo la puerta. Ya regresó y saberlo me estruja el alma. Ya no quiero seguir así. Esto tiene que terminar. Él pasa frente a la puerta y nos miramos fugazmente. No me muevo de mi sitio y continúa su camino. Irá directo a la cocina y luego al estudio donde ha dormido los últimos días. Tristemente no tengo la intención de seguirlo. “No sé qué pasa con Analí. Puedo sentir su tristeza y dolor. Algo oprime su corazón y la aleja poco a poco de él. Quisiera que las visiones pararan. Sigo sin entender qué pasa o por qué. Quisiera, quisiera haber hablado con él sobre esto. Quisiera saber qué ve él, o si vemos lo mismo. Quisiera entender por qué está pasando todo esto. - Que está tratando de decirme el destino? -***Sentado frente al televisor comienzo a pensar en mi chica escurridiza. Las imágen
He revisado mi bandeja de entrada durante dos semanas y aún no llega nada.Bajo las escaleras lentamente con la tristeza reflejada en los ojos. Mamá está en la cocina. Un aroma diferente abre mis fosas nasales y despierta mis sentidos. - Confites de naranja - dice mamá con una sonrisa.- Confites de naranja? - repito tratando de recordar de qué se trata. - Acércate, a veces el destino necesita del instinto y la voluntad para cumplirse. - no digo nada pero sé exactamente a qué se refiere. Me acerco a ella y me abraza. Como siempre, su calidez llena mi corazón de paz. Nos sentamos juntas por unos segundos pero después se levanta para servirme un suculento plato de la comida que preparó. El primer bocado llena mi boca de un sabor amargo que no llega a ser desagradable. La fuerza de la cáscara de naranja sobresale sobre los demás sabores. Necesito un segundo bocado para comprender que la dulzura del platillo viene después. Finalmente un tercer bocado me transporta a un día específi
Presenté mis papeles de renuncia y aunque dejo buenas amistades aquí, pocas, pero buenas, estoy feliz. Me dirijo al ascensor ejecutivo y decido subir al piso 23 a preguntar por mi situación. Sé que debería esperar una respuesta, pero por lo menos quiero preguntar quien es el nuevo director, tengo entendido que el señor Olvera ya no está activo. Otra vez, justo cuando pienso en ese apellido una punzada me atraviesa el corazón. No le doy la menor importancia porque cuando oprimo el botón para que el ascensor se detenga un estremecimiento extraño recorre todo mi cuerpo. La piel de la nuca, los brazos y las piernas se eriza y coloco una mano sobre mi pecho tratando de sostener mi corazón que parece querer salir de su encierro. Pareciera que la cercanía del ascensor aumenta la opresión en mi pecho. Doy respiraciones profundas tratando de acaparar aire y estoy a punto de alejarme del ascensor cuando se detiene frente a mi. Bajo la cabeza tratando de tranquilizarme cuando un cuerpo a esca