Me siento sumergida en una profunda depresión, todo para mí es oscuridad, me siento sola, me siento herida y triste, no entiendo en que momento mi vida se convirtió en este desastre.
Recuerdo haber sido una niña feliz, en compañía de mis padres, mis mejores momentos los viví en el hotel de punta cana, cuando todo era alegría, no teníamos deudas ni problemas, era la consentida de los empleados del hotel y hasta el dueño del lugar me dejaba jugar con su hija. En ese entonces pensaba que la vida era hermosa y que siempre tendría a mis padres conmigo.
Mi mente está en tinieblas todo es confusos tengo muchos recuerdos que se agolpan en mi mente fragmentos de situaciones vividas, imágenes, voces, rostros, acusaciones, no entiendo en que lío estoy metida.
Me siento agitada, mi corazón está muy acelerado, mi cuerpo produce sudor de forma exagerada, mis manos están frías y tiemblan, viene a mi mente aquella tarde en la que una patrulla de policías llegó a la casa de mi tía Rebeca, un hombre uniformado le dio una información y mi tía calló de rodillas llorando, mi memoria da un salto al momento en que dos ataúdes bajan lentamente en fosas una al lado de la otra, me había quedado sin padres.
Comienzo a gritar tirada en el suelo mientras doy patadas al viento, maldigo mi vida, maldigo mi suerte, es mejor estar muerta que vivir en una pesadilla sin salida, mis días son oscuros, solo cosas horribles vienen a mi mente.
Viene otro recuerdo a mi mente estoy con mi novio de bachillerato, mi primer amor, dulce, tierno y… lo bueno desaparece, llega a mi casa de noche, se acerca a mí con olor a alcohol, me dice que ya no me esperará más y que debo obedecerle, me empuja al mueble de la sala y comienza a desabrochar su cinturón, me lleno de temor y grito, se tira sobre mi cuerpo y agarra mis manos con fuerza, comienzo a gritar y me golpea en el rostro “eres una m*****a mujerzuela no sirves si no me das placer”, comienza a besar mi cuello, yo grito con todas mis fuerzas y me golpea en la cabeza dos veces más, rompe mi blusa y lame mis pechos, grito y lloro mientras él intenta quitarme el pantalón, la luz se enciende, es mi tía que llegó a mi rescate.
Abro mis ojos y lloro, con miedo, no quiero recordar, no quiero saber nada de mi pasado, odio mi vida, no tiene sentido.
Viene a mi mente una sala de hospital, mi tía está muriendo a causa de un cáncer que yo desconocía, ella no me dijo nada para no interrumpir mis estudios, cuando llegué a verla estaba casi irreconocible, dos días después falleció.
Grito con ira y halo mi cabello con frustración -¿qué hice?- grito con todas mis fuerzas - ¿qué he hecho para merecer todo esto?- lloro por un largo tiempo, hace una semana que así son mis días y no logro comer.
Por las noches hay una pesadilla constante en la que estoy desnuda sentada en el suelo frío, abrazando mis rodillas, estoy totalmente mojada con mi cabello cubriendo mi rostro, tiemblo por el frío y por el miedo, estoy rodeada de personas que me gritan insultos y maldiciones “traidora, m*****a, desgraciada, asesina, usurpadora, mujerzuela, ladrona, culpable, te odio”.
Abro los ojos, intento beber agua, tal vez tomar un café, si así serán mis noches prefiero no dormir, pero más y más recuerdos llegan a mi mente.
Intento dormirme para no pensar pero no lo logro, me miro al espejo y veo a una mujer que no soy yo, pálida, demacrada, con grandes ojeras, ojos cansados, tengo unos cinco kilos menos y ya era delgada antes, me veo desnutrida, cansada y lastimada.
Mi cuerpo tiene marcas en el cuello y en las manos, me siento sucia, me siento indigna, me quiero morir.
Viene un recuerdo a mi mente, un dulce y hermoso joven, de tez clara, cabello negro, ojos color almendra, sonrisa radiante, me entrega flores y me declara su amor, sonrio al verlo, me hace feliz y con él creo que puedo volver a confiar en un hombre. Mi memoria da un salto a una cena en un restaurant donde me pide que nos casemos y me coloca un anillo, me siento feliz y llena de dicha. Estamos juntos en nuestra boda en el Central Park uno de nuestro lugares favoritos, soy realmente feliz.
Otro salto en el tiempo y estamos juntos bailando en una discoteca y de pronto está en el suelo de un estacionamiento, bañado en sangre, estoy tirada en el suelo gritando su nombre, pidiéndole que no me deje, sosteniendo su cabeza entre mis manos. Todo se vuelve oscuro y hay un silencio sepulcral, miro a los lados pero todo es oscuridad, unos ojos azules aparecen de frente “tú eres la culpable, tú debes pagar”, comienzo a llorar y a gritar
- ¡Yo lo amo!
- ¡Él es mi única familia!
- ¡Yo no tengo la culpa!
- Soy su esposa.
Lloro sin consuelo alguno, tirada en el suelo con mi frente en el piso, después de un tiempo subo la mirada y veo la puerta del cuarto de baño abierta, allí hay un frasco de pastillas, solo eso me ayudará a dormir.
Me levanto con dificultad, me duele mucho la cabeza, camino hacia el frasco y un recuerdo llega a mi mente, estoy en el funeral de mi esposo, nadie me conoce, todos me menosprecian, a nadie le importa mi dolor, abro el frasco y lo inclino en mi boca como si se tratara de un vaso de agua con dificultad ingiero las pastillas.
Caigo al suelo, mirando al techo de la habitación y una voz llega a mi mente “sé quién eres, eres Ana la viuda de Jean”.
Narrador Omnisciente. Ana María es una hermosa joven dominicana de 18 años, que pronto iniciará sus estudios superiores en la universidad de New York, donde gracias a su excelentes calificaciones, su inteligencia y astucia ha logrado ganarse la beca y pronto estudiará Artes creativas. Logró graduarse de bachillerato a los 17 años y con la ayuda económica de su misterioso padrino, se mudó a New York donde ha estado trabajando mientras postulaba a la universidad y ganaba su beca estudiantil. Ana María, desde que cumplió los 10 años, luego de la muerte de sus padres, quedó a cargo de su tía Rebeca quien la ha criado y la convenció de buscar mejores oportunidades de vida, viajando a New York ciudad donde vive su padrino misterioso, hombre que no ha conocido nunca pero del que siempre le han hablado y costea a menudo sus gastos, cada navidad ha recibido una carta de su padrino y regalos pero nunca lo ha visto. … Ana María ha iniciado el verano trab
Narrador Omnisciente. Después de caminar por la orilla de la playa e intentar ordenar sus pensamientos Jean se dirige al hotel donde se hospedaría en su última semana de vacaciones antes de iniciar la universidad. Al llegar a la habitación se consigue con María Victoria Bracamonte, su recién ex novia, hija única del socio de su padre en una importante empresa de marketing. María es mayor que Jean por un año, es una chica obstinada, dominante y mimada. Físicamente es hermosa, de figura delgada y estilizada, alta de tez blanca, rostro refinado con hermosos ojos de color azul claro. Pero es muy egocéntrica y ya Jean no se presta a sus juegos como al inicio de la relación. Desde niños sus padres fantaseaban con la idea de que María se enamorara y se casara con algunos de los herederos de León, Luis Daniel nunca mostró interés así que María desde siempre buscó a Jean hasta que lo consiguió después de una noche de copas. Jean nunca se ha sentido rea
Narra Jean. Ha pasado una semana desde que conocí a Ana, es una chica hermosa con una apariencia exótica y para mí, poco común. He fantaseado con volver a verla pero no ha sido así, es una pena que no me haya querido dar su número telefónico y no se me ocurrió preguntar si tenía otro nombre o cuál era su apellido, hay demasiadas mujeres llamadas Ana en el F******k que viven en New York, parece imposible conseguirla. Dejó de trabajar en el restaurant y ninguno de sus ex compañeros de trabajo me quiso dar información, imagino que parezco un acosador o algo así. No soy de actuar de esa forma, pero la manera en que la conocí me pareció una señal de la vida, que me alertaba de lo mal que habían estado las cosas en mi relación forzada con María y de lo prometedor que sería estar con alguien que realmente me interesara. Pero ni modo, da igual, no la he conseguido y no me voy a obsesionar… Mañana inician las actividades en la universidad, inicia
Narra Ana. Por fin llegó el día de recorrer el campus como nueva estudiante en la Universidad de New York, estaba realmente emocionada de iniciar esta nueva etapa de mi vida, en mi mente tenía muchas metas, la principal era graduarme con un buen promedio, la segunda era lograr estar enfocada en los estudios y no distraerme con chicos, después de que terminé mi relación con Gabriel un ex compañero de estudios, que era el más popular del colegio, no me quedaban ganas de tener otra relación, no estaba interesada en celos, engaños, peleas, ni mucho menos sentir la necesidad de complacer a otra persona que no fuese yo misma. Me bajo del taxi en la entrada de la Universidad, camino junto a mis compañeros, algunos viene con exceso de equipaje, otros traen solo una maleta, veo todo tipo de jóvenes, algunos acompañados con sus familiares, veo madres llorosas e hijos avergonzados, pero sólo se avergüenzan porque no saben valorar lo que tienen, saco mi móvil del bolsillo del pa
Narra Jean. El viernes fue un día agradable, por un momento pensé haber visto a Ana, pero cuando me acerqué al lugar donde creí verla, ya no estaba, logré conseguir una invitación al club de salsa casino, otra al club de frisbee, me ofrecieron un curso de DJ, también pertenecer a los clubes de teatro y canto, la verdad no me veo en ninguna de las actividades, tampoco en una fraternidad, nunca he querido ni necesitado llamar la atención de un grupo para ser aceptado ni mucho menos someterme a pruebas vergonzosas para ser aprobado, definitivamente eso no va conmigo. Después de caminar, ver el movimiento de los estudiantes y familiarizarme con las instalaciones fui por mi horario de estudio y luego al edificio de los dormitorios. Al llegar a mi habitación comencé a instalarme, no tenía mucho que hacer, solo sacar un poco de ropa de la maleta y ubicarla en los cajones, no traía mucho pues vivo cerca y tengo suficiente dinero, lo que necesite puedo buscarlo o
Narrador Omnisciente La primera semana de clases transcurrió con normalidad un poco lenta y un tanto aburrida con algunas expectativas y con asignaciones desde el primer día. No era difícil para Jean Lucas hacer amistad, se le hacía fácil conversar con algunos chicos y también con algunas chicas, para él era agradable esta nueva etapa de estudios y era más agradable estar alejado de María quién a veces le escribía mensajes de textos, ya estaba totalmente seguro de que María no sentía amor por él solo capricho y se daba cuenta que no sería fácil que ella se diera por vencida, pues constantemente le recordaba experiencias que habían vivido juntos intentando despertar en el emociones y remordimiento. El primer mes de actividades Jean estuvo asistiendo a todas sus clases, caminaba por el campus con ánimos de ver a Ana aunque no llego a coincidir con ella, consiguió un buen lugar para vivir cerca de la universidad y se mudó con ayuda de su hermano. L
Narrador Omnisciente Ha iniciado el mes de Octubre, en la Universidad Jean comienza a tener más responsabilidades y tiene algo de dificultades con matemática aplicada, para él y su familia es importante que se gradúe entre los mejores de su clase, por lo que comenzará a asistir a clases particulares para mejorar en la matemática y la estadística. Su hermano Luis Daniel es muy bueno en esas materias pero no tiene tiempo, en la empresa las cosas se han complicado, Carlos Bracamonte intenta hacer que la empresa pierda prestigio, parece no importarle la pérdida económica que representaría también para él al tener tantas acciones en León Inc. Carlos quiere de alguna manera hacer pagar a la familia de León por el sufrimiento de su hija, aunque ese sufrimiento no es más que actitudes malcriadas y fingidas por parte de María. Para Luis, eso no tiene ningún sentido puesto que el honorable Sr. Bracamonte es un viejo verde, mujeriego que paga constantemente por placer
Narrador Omnisciente. Tantos exámenes, entregas de trabajos análisis e informes han sido agotadores, las últimas semanas Jean las ha pasado sumergido en la biblioteca o en casa en su computadora, la facultad se ha vuelto silenciosa, aún los más fiesteros que alardeaban de sus rumbas y conquistas durante el semestre han estado apacibles, estudiando y asistiendo a tutorías. Jean solo quiere que llegue el viernes, presentar su último parcial para luego irse de fiesta a una discoteca con sus compañeros. El viernes ha llegado y es momento de presentar el examen de la materia que más le preocupa matemática aplicada, ese sólo examen representa el 50% de la nota total del semestre de estudio y necesita aprobar, si perdiera la materia perdería la oportunidad de cursar otras dos unidades de estudio el próximo semestre, sin contar con el efecto negativo que esto tendría sobre el promedio de las calificaciones. Desde pequeño Jean recuerda que sus padres le decían que la ta