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VII. Relaciones laborales y mudanza.

Narrador Omnisciente

Ha iniciado el mes de Octubre, en la Universidad Jean comienza a tener más responsabilidades y tiene algo de dificultades con matemática aplicada, para él y su familia es importante que se gradúe entre los mejores de su clase, por lo que comenzará a asistir a clases particulares para mejorar en la matemática y la estadística. Su hermano Luis Daniel es muy bueno en esas materias pero no tiene tiempo, en la empresa las cosas se han complicado, Carlos Bracamonte intenta hacer que la empresa pierda prestigio, parece no importarle la pérdida económica que representaría también para él al tener tantas acciones en León Inc.

Carlos quiere de alguna manera hacer pagar a la familia de León por el sufrimiento de su hija, aunque ese sufrimiento no es más que actitudes malcriadas y fingidas por parte de María. Para Luis, eso no tiene ningún sentido puesto que el honorable Sr. Bracamonte es un viejo verde, mujeriego que paga constantemente por placer y sale con jovencitas que quieren dinero, no es ningún hombre respetuoso que valore a las mujeres, así que para Luis y Daniel, lo que Carlos hace carece de sentido, pero aún así ha arruinado varios contratos y ha amenazado con filtrar información a la competencia, hecho que mantiene tensos a los hombre de la familia de León, quienes buscan una salida para este problema.

Por otro lado, Ana ya se encuentre exhausta de sus viajes al campus y siente que pierde mucho tiempo de estudio, por lo tanto ha decidido mudarse a una villa muy cerca de la universidad y dejar su empleo de medio tiempo en una tienda departamental, no es que necesite el dinero, es más bien que desea no depender el ciento por ciento del dinero que envía su padrino, pero ni modo ya pensará en cómo pagar cuando se gradúe, pues la temporada de exámenes se hace agobiante.

Llegado el sábado Jean debe asistir a la empresa dónde ayudará a su hermano a revisar unas cuentas y pondrá en práctica el resultado de sus clases particulares, al salir de su departamento Jean se percata de que tendrá una nueva vecina, tal vez en el piso de arriba que tiene varias habitaciones disponibles, tal vez a su lado derecho que hace poco desocuparon y pintaron. Mira con curiosidad hacia el camión de la mudanza, pensando que debe ser una niña de papi como María, pues trae muchas cosas y muebles rosa con alfombra fucsia solo puede recordarle a las muñecas Barbie que tanto obsesionaban a las niñas de su escuela. Sólo puede esperar que la chica plástica no sea su vecina directa. Sin pensar más se monta en su auto y se dirige a la empresa temiendo encontrarse con su ex suegro y que le arme una escena de lo más incomoda como ha sucedido en otras ocasiones.

Ana llega un poco después de que el camión de mudanza aparcara en la villa flowers, llega manejando un mini cooper color rosa que envió su padrino, ha dicho que no debe devolverlo ni pagar nada pues es parte de la herencia que él administra y que sus padres han dejado para ella, eso sonó muy extraño para Ana quien creció cómoda pero sin lujos, algo no termina de comprender en todo esto sin embargo por los momentos disfrutará del obsequio.

Ana se lamenta cuando ve las cosas cursis que venía en el camión, tal vez no fue tan buena idea permitir que su tía Rebeca organizara todo con su padrino, pues esos gustos no son como los de ella, aunque agradece el gesto y el gasto de dinero.

Ana sube al primer piso y llega a su nuevo hogar su puerta está marcada con el serial 115-B, observa detenidamente y le gusta el lugar con sus lindas paredes azul cielo y molduras blancas en las puertas y ventanas, los barandales blancos que sirven de protector para que nadie caiga del agradable edificio de solo cuatro pisos de altura pero muy ancho lleno de muchos departamentos.

Ana abre la puerta y le gusta el enorme espacio vacío, con paredes rosa pálido, techo blanco, piso de porcelanato que imita al mármol blanco con destellos en gris y es extra brillante. Ana voltea al sentir que alguien se acerca, es la decoradora que envió su padrino, trae con ella un ejército de hombres cargando sus nuevos muebles, Ana solo se aparta y deja que todos hagan su trabajo, al ver que las horas avanzan, ordena pizza y refresco negro para todos. Al finalizar, tres horas después todos se sientan a la mesa a comer juntos, toman una foto para las redes sociales de la empresa de diseño y se van contentos por el resultado de su trabajo. Ana por fin queda sola y aunque la decoración no fue realizada a su estilo tiene que reconocer que todo se ve muy hermosos como sacado de una revista.

En la sala hay una delicada alfombra blanca, justo después de la puerta de entrada y del lado derecho hay una linda escalera blanca decorativa donde colocaron sus pantuflas y chanclas para que se quite los zapatos al llegar, un reluciente piso claro, una hermosa y moderna lámpara blanca en el techo, un mueble rosa en forma de L y un sillón masajeador de cuero blanco, frente al mueble una hermosa biblioteca blanca donde organizaron unos pocos libros, pequeñas macetas con variedades de mini cactus y sobre el mueble un Smart tv, de 55” con pantalla LED y resolución 4k., sin duda está emocionada al saber que cuando tenga tiempo libre mirará los videos musicales que tanto le gustan, así como películas de acción y comedia que son sus favoritas y claro de vez en cuando un buen documental de National Geographic.

Desde la sala se puede ver una gran barra de mármol blanco rodeada por sillas altas y blancas, esa es su nueva mesa y justo después la hermosa cocina con electrodomésticos galvanizados, tope de mármol, cajones de madera pintados de blanco, la pares de fondo de la cocina cubierta con unos hermosos ladrillos grises, la apariencia nórdica de la cocina, con gran estilo y luminosidad le hacían pensar que debía tener mucho cuidado al cocinar para no manchar nada.

El baño de visitas estaba lindo y pulcro, con azulejos blancos y piso gris, allí colocaron toallas grises oscuro una linda cesta blanca con artículos de baño y un delicioso ambientador con olor a vainilla.

Pero sin duda lo mejor fue su cuarto, la cama era hermosa, el mueble de cuero blanco con una gran cabecera acolchonada en cuero rosa pálido, seis almohadones distribuidos en dos filas de tres alternando colores rosa pálido y blanco. A ambos lados de la cama un pequeño buro rosa pálido, con pequeñas lámparas fucsias y a los pies de la cama un gran buró que dentro contenía ropa de cama y encima de él un gran cojín rosa.

En un lateral de la habitación un gran ventanal con cortinas blancas, un gran espejo de cuerpo entero rodeado por luces que le dan una gran iluminación. Un armario grande y cómodo dónde ya estaban arregladas sus pertenecías, una mesa blanca con sillón y espejo para maquillarse donde tenía cremas, perfumes y maquillaje todo cortesía de su padrino que sin duda debía ser millonario y una mesa de estudio con una laptop nueva, la silla muy cómoda, ejecutiva, ajustable en tamaño e inclinación para la espalda forrada en cuero blanco.

Toda la habitación estaba cubierta por una alfombra beige con una gran franja fucsia. En un inicio Ana pensaba que todas esas cosas serían muy cursis y empalagosas pero descubrió que se veía muy bien y con mucho estilo.

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