Narrador Omnisciente.
Jean y Ana llegan a la discoteca y ya los amigos estaban en la puerta esperando, al entrar se dirigen al piso de arriba, donde hay mesas más privadas y el ambiente es más organizado, menos lleno de gente y de allí pueden ver a la perfección la pista de baile.
Es evidente que este es un grupo de buenos bailarines, al menos es lo que piensa Jean siendo todos parte del club de salsa casino… pero él hace mucho tiempo que no baila, desde que sus tías se mudaron a Latinoamérica y dejó de asistir a las fiestas de su familia paterna, qué son muy alegres, muy fiesteros, fueron sus tías quiénes lo enseñaron a bailar, su padre desde esa época no baila ya que su madre es una mujer inglesa muy culta, muy estilizada y que no se le da para nada bien el baile latino.
Después de la primera ronda de tragos las chicas agarran a su pareja y se van a la pista de baile cuándo comienza la famosa y movida canción cuero na´ ma´, desde el piso de arriba hasta la pista de baile las chicas iban moviendo sus hombros, bailando y sonriendo apurando sus acompañantes, pero Jean se quedó en la mesa sonriente y un poco avergonzado.
Ana lo mira con mucha atención y le pregunta - ¿sabes bailar Jean?.
- Pues creo que sí pero hace mucho tiempo que no lo hago así que no sé cómo resultaría estoy bastante oxidado.
- ¿Y eso por qué?, ¿por qué has perdido la práctica?.
- Pues la verdad es que mi familia paterna es latina y con ellos aprendí a bailar pero desde que mi papá comenzó a crecer empresarialmente comenzó a trabajar más nos distanciamos un poco, luego mi familia decidió regresar a latinoamérica y mi madre es inglesa así que ella no se le da bien el baile y le parecía de poca clase, así que le disgustaba vernos bailar.
- Que mal, pero no es de poca clase hay personas con mucho dinero y disfrutan del baile.
- Lo sé sólo son manías de mi madre.
-¿Y tú que piensas del baile?.
- me gusta, es divertido y atractivo, mi hermano si ha sido más fiestero y si conserva sus pasos de baile y sus movimientos pero yo era un tanto tímido así que dejé de intentar.
- Me parece que sigues siendo un poco tímido.
- Sí pero no tanto- contesta Jean un poco avergonzado.
- ¿Te gustaría quitarle el óxido a tus pasos de baile?- le dice Ana sonriente mientras levanta una ceja.
- Si serás tú mi profesora me encantaría.
- Pues debes aprovechar mientras las clases sean gratis.
- Entonces profesora vayamos a iniciar las clases.
Ambos sonríen y se dirigen a la pista de baile, al inicio Jean estaba un poco tieso, le costaba moverse, Ana se reía y le indicaba que debía hacer, aunque Jean lo sabía pero no se sentía muy cómodo.
Después de bailar la primera canción Ana se le ocurre una idea - señor Jean qué le parece si nos tomamos unos tragos más y cuando la alegría llega el cuerpo volvemos a bailar.
- Me parece buena idea solo que esta noche estoy conduciendo.
- Bueno siendo que vamos al mismo lugar y sabes que se conducir y no necesito ponerme alegre para poder bailar entonces yo seré tu profesora, tu niñera y tú chofer ¿qué te parece?.
- Me encanta la idea si me sale gratis.
- Sale gratis pero solo por esta vez luego tendrás que pagar.
Sí eso quiere decir que habrán otras oportunidades entonces perfecto luego pagaré todo lo que quieras.
Ana sonríe con picardía mientras se retiran a charlar y conocerse un poco más, sentados en su mesa ingiriendo whisky.
Después de unas cuantas rondas de tragos la noche se hizo más agradable y amena Jean y Ana conversaron acerca de muchas cosas, sus raíces latinas, experiencias de la infancia, ritmos musicales favoritos, estar en la planta alta de la discoteca favorecía a la conversación ya que la música no se oía tan alta en ese lugar y desde allí podían ver como sus amigos bailaban.
Después de un tiempo Jean invitó a Ana a bailar merengue lo cual la sorprendió un poco y entendiendo que el alcohol había hecho efecto, se fueron gustosos tomados de la mano hasta la pista de baile y allí bailaron, rieron, la verdad es que Jean no era un mal bailarín, solo que sus inseguridades lo hacían inhibirse y no expresarse en totalidad en la pista de baile, pero ya sin inhibiciones era muy agradable bailar con él, se seguían muy bien el paso y tenía buen ritmo.
Para Ana era algo especial ver ese joven sonreír, bailar y llevársela tan bién con él, era increíble que fuera tan amable y caballero, Ana solía mantener mucha distancia con los chicos cuando la buscaban por qué usualmente iban tras de una sola cosa y era desagradable ver sus intenciones sexuales tan evidentes, así que Ana prefería mantener la distancia y evitar malas experiencias como la que había tenido con su exnovio en República Dominicana.
Después de horas de baile, risas, disfrutes y tragos los muchachos se dieron cuenta que ya era hora de regresar a casa, ya eran las tres de la mañana, entre todos los hombres dividieron la cuenta de todo lo que habían consumido y entrelos cuatro pagaron, siendo las chicas las invitadas de la noche, Mauro se acercó a Jean un poco preocupado porque aunque estaba consciente y lúcido pues siempre hay riesgo de accidentes, pero Jean le dijo que no se preocupara que él ya había hablado con Ana y ella lo llevaría, le contó que recién se habían enterado que eran vecinos, así que no había ningún problema para que Ana se trasladará luego a su casa, Mauro aceptó, los chicos se despidieron y se marcharon.
Jean le entregó a Ana las llaves del carro, quito la alarma, la acompaño a la puerta del piloto, le pidió que se coloca el cinturón, luego se fue hacia la zona de copiloto, se montó en el vehículo, se puso el cinturón y partieron rumbo a casa, quince minutos después ya habían llegado a su residencia, Jean agradeció a Ana por su cortesía.
-Muchas gracias por esta noche Ana, gracias por ser mi maestra, mi niñera y mi chofer, me siento un hombre muy afortunado.
- La verdad lo disfruté mucho es un placer para mí haber sido tu niñera esta noche espero que descanses.
- También espero que descanses y tal vez que sueñes conmigo, eres muy hermosa me gustas mucho.
- Okay okay gracias por expresarte creo que hay mucho alcohol en tu sangre mañana hablamos feliz noche.
- Te puedo dar un beso despedida no te preocupes solo es en la mejilla.
- Es que ese es el único lugar al que te daría permiso pero estás tan espontáneo que me tienes preocupada.
- ¿Por qué? si soy un chico bueno- hizo una pausa mientras la mira sorprendido - está bien, me conformo con haber bailado contigo toda la noche, eso me hizo muy feliz, eres hermosa todos los chicos te miraban y bailabas solo conmigo, qué más puedo pedir estoy en el cielo.
- Está bien Jean, ya abre tu puerta, báñate y descansa, mañana es otro día.
Ana se dio la vuelta mientras sonreías y negaba con la cabeza, abrió la puerta de su apartamento y entro, ella sonreía ante las declaraciones tan sincera y desinhibidas te Jean, estás segura de que si no hubiese tomado tanto esas no serían sus palabras pero aún así le pareció lindo y sincero.
Narrador Omnisciente Ana se sentía feliz de haber salido de la temporada de exámenes y también de tener un grupo de compañeros tan agradables con los cuales podía pasar al rato, aún así no consideraba a ninguna persona como su amigo o amiga, a veces se sentía un poco sola, a la persona que mayor confianza le tenía era a Manuela su ex compañera de trabajo pero debido a las clases en la universidad se habían distanciado un poco. Ana solía mantener contacto telefónico con su tía y le contaba a alguna de sus cosas del resto anotaba todo en su diario, desde que sus padres murieron Ana sentía de alguna manera estaba sola y tenía que aprender a salir adelante por sí misma. En su vida había tenido solamente dos novios en su etapa escolar, con el primero duro muy poco tiempo fue un amor de niños, su segundo novio representaba para ella el primer amor y verdadero, pensaba que algún día se casarían y formarían una linda familia, él quería que ella le entregará su virgin
Narra Ana Ha pasado un año desde que Jean y yo nos hicimos novios, aún recuerdo ese día, llevábamos varios meses de compartir y salir con nuestros amigos a la playa, al cine y a bailar, Jean con su paciencia, amabilidad, creatividad y belleza me había cautivado, sólo que temía dar el paso y expresar mis sentimientos, en varias ocasiones su exnovia lo había acosado y su madre lo presionaba, por lo que sabía, una mujer como yo no sería del agrado de la señora que quería para su hijo una heredera de una gran fortuna y no una huérfana mantenida por un padrino desconocido. Pero cada vez que pretendía alejarme de él me sorprendía más, cuando finalicé mi segundo semestre de estudios recibí la noticia de que mi tía estaba en mal estado de salud, debido a un cáncer de páncreas que desconocía, al terminar mis exámenes tomé mis cosas y me fui a verla sin decir nada, una semana después, estando en el hospital llegó Jean acompañado de su hermano, verlos en República Dominicana, e
Narra Ana Después de nuestro compromiso Jean y yo éramos más inseparables que nunca, asistíamos juntos a la universidad y volvíamos juntos a casa, aún conservábamos nuestros departamentos pero siempre dormíamos juntos, no nos importaba si era en su dormitorio o en el mío, ahora ambos eran nuestros, nuestras noches estaban llenas de pasión, caricias y besos, nos complacíamos y nos sentíamos plenos. Jean era el primer hombre en mi cama y sería el único, con él me casaría, sería el padre de mis hijos y envejecería a su lado. Todo en él me gustaba, no podía existir más felicidad en mi vida, y si es posible que mis padres y mi tía me estén mirando desde donde están, sé que se sentirán felices al verme feliz. Al inicio de nuestro compromiso pensábamos en esperar graduarnos para realizar la boda, pero ahora nuestros pensamientos han cambiado, ya vivimos juntos y el matrimonio para nosotros sólo es formalizar lo que ya estamos construyendo. El padre de Jean a
Narrador Omnisciente Han pasado seis meses y todo es felicidad para los recién casados, ya solo les falta un año para graduarse y pronto iniciarán sus pasantías en la empresa de publicidad y mercadeo de la familia de León, ambos están entusiasmados. Es la noche del viernes y Luis Daniel el hermano mayor de Jean va en camino al departamento de los chicos pues Ana lo ha invitado a cenar con el propósito de pedirle un favor. Su amiga Manuela ha quedado sin empleo y por lo tanto no tiene suficientes ingresos para costear sus gastos personales. Y ya que Luis Daniel recientemente ha asumido el control de la empresa familiar es posible qué les pueda hacer el favor de conseguir un puesto laboral para Manuela. Narra Luis Daniel Salgo de la empresa después de un día largo y agotador en el que he estado revisando los avances de la campaña publicitaria para una multinacional de seguro médicos, ha sido un día muy agitado ya que nos encontramos traba
Narra Jean Por fin Ana y yo nos hemos graduado, ambos estuvimos entre los mejores de nuestra promoción, la graduación de Ana fue hace una semana y hoy es la mía. Me siento orgulloso de entrar al auditorio tomado de la mano de mi hermosa esposa y acompañado de mis padres y mi hermano. Me despido de mi hermosa Ana, la dejo junto a mis padres y busco mi lugar entre los graduandos, ajusto mi toga y mi birrete, me ubico en mi posición según el orden alfabético y espero que comience la ceremonia. El acto transcurre sin mayor novedad, llegado mi turno, subo al estrado recibo mi diploma y medalla y luego vuelvo a mi lugar, al final de la ceremonia lanzamos nuestros birretes al aire, momento en el que se toma la más icónica foto de graduación. Terminada la ceremonia me voy a la sesión de fotos primero con algunos compañeros, luego con mi esposa y por último con mi familia, después de un tiempo nos retiramos mis padres, Luis, Ana y yo a un restaurant de lujo a
Narra Ana El día prometía ser maravilloso, hacía mucho tiempo anhelábamos graduarnos en nuestras respectivas licenciaturas y salir al mundo empresarial a trabajar, estábamos llenos de entusiasmo e ideas, habían sido grandes esfuerzos y sacrificios los que habíamos realizados para poder aprobar todas nuestras materias con las mejores calificaciones, nos habíamos apoyado mutuamente en todo este tiempo, nos habíamos dado ánimos cada vez que sentíamos que no podíamos más. Jean y yo estábamos muy bien acoplados éramos amigos, compañeros, amantes, no podía pedir más. Jamás pensé que podía tener en mi vida tanta dicha. Comencé a repasar en mi mente los últimos eventos del mes. Nos encontramos ya al final de la primavera, en el mes de junio, fue un mes maravilloso, era el mes de nuestras graduaciones, ya habíamos culminado exámenes, ya habíamos entregado trabajos, teníamos en la mano nuestra carta de culminación de las materias y las notas definitivas de toda la carr
Narra Ana Habíamos avanzado pocos metros, aún no salíamos del estacionamiento cuando un auto retrocedió y nos impidió el paso, dos hombres bajaron y tocaron el vidrio del lado del conductor, inmediatamente sentí miedo, mi esposo bajo el vidrio y en el momento que lo hacía me percaté que uno de los hombres era el acosador que estaba dentro de la discoteca. De manera violenta el hombre le dio un golpe a mi esposo, introdujo un brazo dentro del auto, le quito el cinturón y con ayuda de su amigo lo sacaron por la ventanilla del auto, comenzaron entre los dos a golpearlo, le daban golpes y patadas, comencé a gritar, a llorar, con los nervios a flor de piel. Las manos me temblaban, busqué mi teléfono e intenté hablarle a mi cuñado pero no caía la llamada, marque al 911 mientras gritaba y miraba por la ventanilla todo lo que estaba sucediendo, uno los hombres dio la vuelta para abrir mi puerta, gracias a Dios estaba asegurada, yo pegaba gritos cuando me di cuenta que ya hab
Narra Luis Daniel Cuándo salimos de la discoteca y nos despedimos en el estacionamiento, mi hermano se acerco a mí como siempre con cariño y madurez me dio un consejo. - Hermano quiero lo mejor para ti por eso te voy a dar un consejo, andar con una y otra mujer que no te ama, no te valora, ni te respeta no te va a llevar a ningún lado, recuerda lo que dicen que es mejor estar solo que mal acompañado, soy tan feliz al lado de Ana que deseo que tú también tengas la dicha de conocer a una mujer que complemente tu vida, que te acompañe en tus sueños y te ayude a descubrir tu potencial, deseo que tengas una vida plena como yo la tengo, por favor cuídate prométeme que pensarás en lo que te he dicho. Después de darme su consejo asentí con la cabeza palmea su hombro, me dirigí al auto y me marche. Miraba a Sasha de vez en cuando, era una mujer que había visto pocas veces y siempre que la veía me demostraba con sus acciones y su mirada que quería tener algo co