Narrador Omnisciente.
Tantos exámenes, entregas de trabajos análisis e informes han sido agotadores, las últimas semanas Jean las ha pasado sumergido en la biblioteca o en casa en su computadora, la facultad se ha vuelto silenciosa, aún los más fiesteros que alardeaban de sus rumbas y conquistas durante el semestre han estado apacibles, estudiando y asistiendo a tutorías. Jean solo quiere que llegue el viernes, presentar su último parcial para luego irse de fiesta a una discoteca con sus compañeros.
El viernes ha llegado y es momento de presentar el examen de la materia que más le preocupa matemática aplicada, ese sólo examen representa el 50% de la nota total del semestre de estudio y necesita aprobar, si perdiera la materia perdería la oportunidad de cursar otras dos unidades de estudio el próximo semestre, sin contar con el efecto negativo que esto tendría sobre el promedio de las calificaciones. Desde pequeño Jean recuerda que sus padres le decían que la tarea de ellos como padres era darle todo lo necesario para crecer sano y fuerte y él debía retribuir con buen comportamiento y buenas calificaciones. Por eso para él es tan importante tener un buen promedio, además para su padre siempre ha sido motivo de orgullo alardear sobre sus calificaciones en su época estudiantil y las calificaciones de sus hijos.
Llegó el momento esperado, Jean entra en el auditorio, toma su hoja llena de problemas matemáticos y busca un lugar para iniciar, luego de dos horas de cálculos y análisis numéricos entrega sintiéndose realmente exausto mentalmente, necesita beber una cerveza fría y manejar hacia la playa en su descapotable, nada más y nada menos que un Lamborghini Huracán EVO RWD Spyder color azul rey, camina hacia el estacionamiento en busca de su vehículo mientras observa el mini cooper rosado que aparca a su lado en la residencia, sin duda debe ser el de su vecina que aún no conoce.
Jean se sube en su auto realizando un plan en su mente de lo que desea hacer con su nueva libertad después de los exámenes, mientras mira por su espejo retrovisor en espera de ver si en el grupo de chicas que se acercan conversando entre risas, se encuentra la dueña del auto, su sorpresa es grata cuando se percata de que entre las chicas se encuentra la hermosa y esquiva Ana y su sorpresa aumenta cuando ve que ésta es la dueña del vehículo.
Un joven se acerca corriendo con un teléfono en la mano al grupo de chicas, al parecer a una de ellas se le ha quedado el teléfono, Jean al reconocer a Mauro su compañero de clases, se baja del auto con la excusa de saludarlo pero lo que realmente quiere es acercarse a Ana.
Mauro Saluda a su compañero y le presenta a las chicas, Ana sonrie con picardía mientras mira a Jean e indica que ya lo conoce y siendo así Mauro se atrevió a invitar a Jean a la discoteca de ritmo latino a la que iran en la noche.
- ¿Te gustaría venir?.
- Si no es molestias para las chicas asistiré.
- No es molestia amigo somos un equipo, ya te he invitado al club de salsa casino, ellas son mis compañeras.
- Tal vez pronto asista y aprovecho de desarrollar mis raíces latinas.
Así se habla amigo ¿qué harás ahorita?.
- Mis planes consisten en comprar unas cervezas, algo de comida y visitar la playa para relajarme del estrés que me produjo el examen.
- ¿Aceptas compañía?.
- Si, ¿Por qué no?.
- Chicas Jean y yo iremos a la playa ¿quisieran venir? – preguntó Mauro esperando la respuesta de Ana pues sabe que el resto de sus compañeras no pondrían ninguna objeción.
- Por mi está bien- respondió Ana ante la mirada expectante de sus amigos.
- Entonces vamos- dijo Jean.
Las chicas se fueron en el mini cooper adelantándose para buscar sus trajes de baño, Mauro fue por su auto y en busca de Jorge y Juan sus otros compañeros del club de salsa casino. Jean fue por las cervezas y la comida, luego se reunieron en la estación de servicios, llenaron los tanques de sus autos con gasolina y manejaron rumbo a Long Island.
La tarde fue grandiosa y la compañía mejor, Jean se sentía muy cómodo en compañía de jóvenes tan alegres y unidos, lo mejor era la oportunidad de compartir con Ana, esa hermosa joven que alteraba sus hormonas, ante sus ojos era muy hermosa y sensual, necesitaba disimular su interés para no dar una mala impresión sin mencionar lo nervioso que se sentía.
Bebidas, chistes, juegos, paseos en lancha, fotos para el I*******m y coqueteo fueron las acciones de la tarde en el grupo de jóvenes, llegada la tarde decidieron partir a sus casas para descansar un rato y cambiarse para la noche de baile que les esperaba, pues a pesar del agotamiento, la noche era joven y después de tanto estudiar se lo merecían.
Se despidieron en la playa, se montaron en sus vehículos y cada quien tomó su rumbo, Jean llegó primero a la villa, al no observar el auto de Ana en el garaje imaginó que estaría dejando a las chicas en el campus, subió las escaleras y caminó hacia su puerta, pero decidió no entrar y esperar recostado en el barandal para confirmar sus sospechas y descubrir definitivamente que la vida le regala la mayor de las oportunidades permitiendo que Ana sea su vecina.
Narrador Omnisciente. Ana llega a la villa flowers y mientras camina a su apartamento, distingue a lo lejos a Jean, también recuerdan haber visto su carro en la playa muy parecido al de su vecino que aún no conoce, ¿será posible que sea su vecino?, piensa mientras camina ¿existirá tanta coincidencia?, bueno de igual manera pronto lo descubrirá. - Buenas noches- saluda Ana a Jean quién se separa de la baranda y la mira con sonrisa en el rostro. - Así que tú eres mi nueva vecina. - Sí, así parece. - Es increíble que no nos hayamos visto en casi dos meses. - Eso es una muestra de lo mal que nos pone la temporada de exámenes. - Sí eso es cierto, casi ni he visto a mi familia, no he parado estudiar en este tiempo. - Aunque casi nos hemos visto en algunas ocasiones cuando sales a recibir tu comida por pedido, me parece que gastas mucho dinero en eso y no es bueno para tu salud. - Tienes razón solo que aún no me
Narrador Omnisciente. Jean y Ana llegan a la discoteca y ya los amigos estaban en la puerta esperando, al entrar se dirigen al piso de arriba, donde hay mesas más privadas y el ambiente es más organizado, menos lleno de gente y de allí pueden ver a la perfección la pista de baile. Es evidente que este es un grupo de buenos bailarines, al menos es lo que piensa Jean siendo todos parte del club de salsa casino… pero él hace mucho tiempo que no baila, desde que sus tías se mudaron a Latinoamérica y dejó de asistir a las fiestas de su familia paterna, qué son muy alegres, muy fiesteros, fueron sus tías quiénes lo enseñaron a bailar, su padre desde esa época no baila ya que su madre es una mujer inglesa muy culta, muy estilizada y que no se le da para nada bien el baile latino. Después de la primera ronda de tragos las chicas agarran a su pareja y se van a la pista de baile cuándo comienza la famosa y movida canción cuero na´ ma´, desde el piso de arriba
Narrador Omnisciente Ana se sentía feliz de haber salido de la temporada de exámenes y también de tener un grupo de compañeros tan agradables con los cuales podía pasar al rato, aún así no consideraba a ninguna persona como su amigo o amiga, a veces se sentía un poco sola, a la persona que mayor confianza le tenía era a Manuela su ex compañera de trabajo pero debido a las clases en la universidad se habían distanciado un poco. Ana solía mantener contacto telefónico con su tía y le contaba a alguna de sus cosas del resto anotaba todo en su diario, desde que sus padres murieron Ana sentía de alguna manera estaba sola y tenía que aprender a salir adelante por sí misma. En su vida había tenido solamente dos novios en su etapa escolar, con el primero duro muy poco tiempo fue un amor de niños, su segundo novio representaba para ella el primer amor y verdadero, pensaba que algún día se casarían y formarían una linda familia, él quería que ella le entregará su virgin
Narra Ana Ha pasado un año desde que Jean y yo nos hicimos novios, aún recuerdo ese día, llevábamos varios meses de compartir y salir con nuestros amigos a la playa, al cine y a bailar, Jean con su paciencia, amabilidad, creatividad y belleza me había cautivado, sólo que temía dar el paso y expresar mis sentimientos, en varias ocasiones su exnovia lo había acosado y su madre lo presionaba, por lo que sabía, una mujer como yo no sería del agrado de la señora que quería para su hijo una heredera de una gran fortuna y no una huérfana mantenida por un padrino desconocido. Pero cada vez que pretendía alejarme de él me sorprendía más, cuando finalicé mi segundo semestre de estudios recibí la noticia de que mi tía estaba en mal estado de salud, debido a un cáncer de páncreas que desconocía, al terminar mis exámenes tomé mis cosas y me fui a verla sin decir nada, una semana después, estando en el hospital llegó Jean acompañado de su hermano, verlos en República Dominicana, e
Narra Ana Después de nuestro compromiso Jean y yo éramos más inseparables que nunca, asistíamos juntos a la universidad y volvíamos juntos a casa, aún conservábamos nuestros departamentos pero siempre dormíamos juntos, no nos importaba si era en su dormitorio o en el mío, ahora ambos eran nuestros, nuestras noches estaban llenas de pasión, caricias y besos, nos complacíamos y nos sentíamos plenos. Jean era el primer hombre en mi cama y sería el único, con él me casaría, sería el padre de mis hijos y envejecería a su lado. Todo en él me gustaba, no podía existir más felicidad en mi vida, y si es posible que mis padres y mi tía me estén mirando desde donde están, sé que se sentirán felices al verme feliz. Al inicio de nuestro compromiso pensábamos en esperar graduarnos para realizar la boda, pero ahora nuestros pensamientos han cambiado, ya vivimos juntos y el matrimonio para nosotros sólo es formalizar lo que ya estamos construyendo. El padre de Jean a
Narrador Omnisciente Han pasado seis meses y todo es felicidad para los recién casados, ya solo les falta un año para graduarse y pronto iniciarán sus pasantías en la empresa de publicidad y mercadeo de la familia de León, ambos están entusiasmados. Es la noche del viernes y Luis Daniel el hermano mayor de Jean va en camino al departamento de los chicos pues Ana lo ha invitado a cenar con el propósito de pedirle un favor. Su amiga Manuela ha quedado sin empleo y por lo tanto no tiene suficientes ingresos para costear sus gastos personales. Y ya que Luis Daniel recientemente ha asumido el control de la empresa familiar es posible qué les pueda hacer el favor de conseguir un puesto laboral para Manuela. Narra Luis Daniel Salgo de la empresa después de un día largo y agotador en el que he estado revisando los avances de la campaña publicitaria para una multinacional de seguro médicos, ha sido un día muy agitado ya que nos encontramos traba
Narra Jean Por fin Ana y yo nos hemos graduado, ambos estuvimos entre los mejores de nuestra promoción, la graduación de Ana fue hace una semana y hoy es la mía. Me siento orgulloso de entrar al auditorio tomado de la mano de mi hermosa esposa y acompañado de mis padres y mi hermano. Me despido de mi hermosa Ana, la dejo junto a mis padres y busco mi lugar entre los graduandos, ajusto mi toga y mi birrete, me ubico en mi posición según el orden alfabético y espero que comience la ceremonia. El acto transcurre sin mayor novedad, llegado mi turno, subo al estrado recibo mi diploma y medalla y luego vuelvo a mi lugar, al final de la ceremonia lanzamos nuestros birretes al aire, momento en el que se toma la más icónica foto de graduación. Terminada la ceremonia me voy a la sesión de fotos primero con algunos compañeros, luego con mi esposa y por último con mi familia, después de un tiempo nos retiramos mis padres, Luis, Ana y yo a un restaurant de lujo a
Narra Ana El día prometía ser maravilloso, hacía mucho tiempo anhelábamos graduarnos en nuestras respectivas licenciaturas y salir al mundo empresarial a trabajar, estábamos llenos de entusiasmo e ideas, habían sido grandes esfuerzos y sacrificios los que habíamos realizados para poder aprobar todas nuestras materias con las mejores calificaciones, nos habíamos apoyado mutuamente en todo este tiempo, nos habíamos dado ánimos cada vez que sentíamos que no podíamos más. Jean y yo estábamos muy bien acoplados éramos amigos, compañeros, amantes, no podía pedir más. Jamás pensé que podía tener en mi vida tanta dicha. Comencé a repasar en mi mente los últimos eventos del mes. Nos encontramos ya al final de la primavera, en el mes de junio, fue un mes maravilloso, era el mes de nuestras graduaciones, ya habíamos culminado exámenes, ya habíamos entregado trabajos, teníamos en la mano nuestra carta de culminación de las materias y las notas definitivas de toda la carr