Alba era una niña muy tranquila y silenciosa, vivía en un barrio pacífico con sus padres, Ramiro y Perla. Había vivido en la misma casa desde que nació. Cuando Perla quedó embarazada, Ramiro se encontraba terminando su carrera de medicina, el embarazo coincidió con su graduación, por lo que recibieron a Alba en medio de la celebración de la graduación de su padre. Perla dejó sus estudios en idiomas, y cinco años después del nacimiento de su hija los retomo, sin embargo, ese regreso a la universidad fue muy difícil para ella. A veces Perla se arrepentía de haber tenido a Alba, lo pensaba con culpa, se sentía avergonzada con ella misma por tener pensamientos así, porque amaba a su hija, pero la realidad es que ella siempre soñó con viajar por el mundo y nunca se había proyectado como una mujer casada y con una hija y nada resultó como ella esperaba. Aunque no era infeliz, ni le iba mal en su vida de madre y esposa, muchas veces su mente divagaba en las cosas que hubiera hecho si nunca s
A la mañana siguiente Perla, llamo insistentemente a Alicia, pero ella no respondió. Aunque Perla en un principio se sentía molesta con la ausencia de Alicia, luego comenzó a preocuparse porque parecía que algo le hubiera pasado. Alba se sentía triste de que Alicia, su primera amiga y cuidadora haya desaparecido de esa manera. No podía entender porque se fue y no le dijo nada.Perla se sentía muy nerviosa, se comenzó a sentir como solía sentirse durante su adolescencia, cuando tenía ataques de pánico y ansiedad. Con los años había superado aquella situación, pero lo ocurrido con Alicia le había comenzado a poner a flote esas emociones de nuevo. Pidió que la reemplacen en su trabajo por un par de días y se quedó con Alba, la llevo a la escuela y al taller. Sin motivo especifico, quería estar cerca de su hija y alejarse lo menos posible. En esos días, una tarde, cuando regresaban del taller de pintura, se encontraron con Marco en el parque. Él se acercó con entusiasmo y saludo a Alba al
La nueva casa de Alba era realmente lejos de su anterior casa y de Marco. La niña se sentía exageradamente triste. Ahora sería muy difícil ver a Marco, sus padres trabajan mucho como para llevar a Alba a visitar a su amigo y el padre de Marco trabaja mucho y su madre, quien casi siempre está en casa, no sabe conducir, y Marco tampoco le pediría ningún favor por el temor que le tenía. Apenas llegó a su nuevo hogar Alba planeaba llamar a Marco, pero el teléfono no funcionaba. La línea estaba inactiva y sus padres tenían que ir a la compañía de teléfonos para solucionar. Al cabo de tres días, por fin el teléfono funcionó, Alba buscó el número de Marco, pero no lo hallaba, buscó desesperadamente y no pudo encontrarlo. Su libreta definitivamente no estaba en donde ella pensó haberla guardado. Alba no se dio cuenta, pero al subir al auto para irse aquel día, su libreta se resbalo de su bolsillo. Marco la recogió, pero ya era muy tarde para devolvérsela Marco guardó aquella libreta con much
El tiempo trascurría con rapidez. En menos de un parpadeo, Alba se encontraba graduándose del colegio. Se graduaba con las mejores calificaciones y honores. Sus padres, aunque poco expresivos, se sentían muy orgullosos. Alba se sentía bastante temerosa de esta nueva etapa en su vida. Siempre había sentido bastante miedo a crecer, la adultez siempre se veía bastante lejana, pero había llegado más pronto de lo que imagino. No se lo dijo a nadie, pero en su interior solo había miedo y angustia por todo lo que estaba ocurriendo. Le costaba asumirlo, además extrañaba a Alicia, quien se había jubilado hace unos meses atrás y se había ido de casa. “Estoy tan sola ahora” pensaba Alba con nostalgia. Sus padres casi no expresaron mayor emoción por lo acontecido, ellos siempre parecían demasiado ocupados en sus trabajos.— Lo has hecho muy bien, Alba — Dijo su padre en el auto, en el camino a casa después de la ceremonia de graduación.— Así es hija, muy bien — Siguió su madre.— Gra
Alba casi de inmediato entró a la universidad, su elección de carrera, trabajo social, era exactamente lo que ella había imaginado. Le gustaba sentir que su vida tenía un propósito y que podría ayudar a otros con sus conocimientos. Alba pasaba sus días estudiando, le apasionaba enormemente su carrera, los aprendizajes que tenía la llenaban de alegría y y deseo profundo de seguir aprendiendo, es por eso que casi todo su tiempo estaba estudiando o realizando sus tareas.. Alba aún se encontraba de vez en cuando con Marcela y con Lía, Lía aún estaba en una relación con Carlos, pero las cosas no estaban nada bien hace tiempo. Una tarde que salieron a tomar café, Lía les habló de sus problemas con Carlos.— Chicas, he pasado muy mal. Las cosas no están bien con Carlos — Dijo en un tono que sonó realmente desesperado.— Bueno, pero las cosas ya iban mal ¿no? — Dijo Marcela con su forma siempre tan imprudente de decir las cosas.— La verdad si, pero ahora todo es peor. Carlos, es
El tiempo pasaba y la relación con Luis era cada vez peor. Hace uno meses atrás, Luis había insistido en tener relaciones sexuales con ella. Alba realmente no quería, no se sentía lista. Luis buscaba todas las maneras posibles de convencerla, para él eso sería fundamental para mantenerla cerca, de su propiedad. Él necesitaba que su amor y su compromiso sea reafirmado de esa manera, además pensaba que, al ser su primera vez, él sería esa persona única y especial con quien tuvo esa experiencia y ella jamás lo olvidaría.Alba nunca había tenido relaciones sexuales con nadie, nunca había estado interesada en tenerlas y tampoco había tenido ninguna oportunidad de intentarlo. Sus amigas hablaban todo el tiempo de lo divertido que era y lo mucho que les gustaba. Alba las escuchaba, intentaba comprender porque para ella era totalmente desconocido. Buscaba información en internet, porque sus padres nunca le habían hablado de sexo y la información de la escuela era precaria. Sus amigas tenían i
Alba y Marco comenzaron a chatear constantemente y a diario, sin embargo, había un problema y era que Alba no podía dejar que Luis viera que ella estaba chateando con un amigo. Luis haría todo lo posible por alejar a Marco si es que se llegara a enterar y eso era algo que Alba no quería. Sabía perfectamente que Luis haría un problema enorme al saber de la existencia de Marco en su vida así que ella hacía lo posible por hablar con Marco cuando Luis no estaba junto a ella.Alba y Marco habían comenzado a recordar todas las cosas que su infancia y cuanto se divertían. Alba le dijo a Marco lo agradecida que estaba de que él haya querido ser su amigo en aquella época que para Alba era muy difícil hacer amigos y divertirse un poco. Marco se sentía también agrade
Alba y Marco habían estado chateando durante tres meses. Era la primera vez, después de todo ese tiempo, en que se verían en persona. Alba estaba muy nerviosa, no sabía que hacer ni cómo reaccionar ante el encuentro. Aunque hacía un poco de frío, se puso un vestido que le gustaba mucho, era negro con pequeñas flores blancas, trato de peinar un poco sus rizos, pero fue un tanto complicado, se puso perfume y algo de labial. Tomó un autobús para encontrarse con Marco en la plaza central de la ciudad. Un lugar bastante concurrido donde había almacenes y restaurantes. Alba casi ni recordó que Luis podía llamarla en cualquier momento, hacerle miles de preguntas acerca de donde estaba y con quien. Ella olvidó esa posibilidad, sin embargo, aquel día Luis, se había ido