Como siempre, Andy tiene una solución para todo y en esta ocasión no es la excepción.—No te preocupes, en el camino he comprado algunas cosas que serán de mucha ayuda para esta noche. —Comentó, haciendo sentir cálido mi corazón. Se fue al auto y regresó con muchas bolsas. Entre lo que compró venían pañales desechables, yogur, gerber, leche y biberones. Varios tipos de biberones, por si al bebé no le gustaba uno, tomara el otro.Les juro que yo lloré de felicidad, sentía unas ganas inmensas de abrazar a Andy como agradecimiento, pero recuerdo que él me odia y ni siquiera permite que me acerque a él, aun sabiendo lo mucho que he sufrido durante su ausencia.—Nuestro hijo es muy hermoso, ¿cierto? —comenté, admirando a mi pequeño, que duerme como si en el mundo no existiera la crueldad.—Es un príncipe… mi príncipe. —afirmó, con una sonrisa.—Nuestro príncipe. —Le recordé— El amor de mi vida. —Finalicé, sintiéndome incómoda de que él ya no se interese en mí como mujer, sino como la madre
Aprovechando que mi marido está un poco flexible, decidí hacerle una petición, rogando al cielo para que él acepte.—Andy, quiero que el bebé me diga, mamá. Si tú no quieres que te llame, papá, lo entenderé, pero yo sí anhelo que me llame por lo que soy. Le diré a tu aman… digo, a Brenda, que le dijimos al pequeño que soy su madre para que se sintiera tranquilo al convivir con sus hermanos mayores. —rogué.—Raquel…—Si no lo aceptas —interrumpí, antes de escuchar su respuesta que seguramente será negativa— si no te parece adecuada, mi petición no me iré y continuaré viviendo aquí. —amenacé.—Está bien. —Bufó con molestia— Le diremos a Jaime que eres su madre y yo su padre, pero a Brenda le diremos lo que ya tenemos acordado. —finalizó.Me extraña que Andy haya aceptado tan rápido mi propuesta. Al parecer me conoce muy bien y sabe que si no me deja hacer lo que yo quiero el que saldrá perdiendo será él.Fuimos a una tienda de ropa y compramos una gran cantidad de prendas de vestir, ent
Andy le comentó nuestra situación a Brenda y ella aceptó que nosotros como sus cuñados nos quedásemos en su casa durante un tiempo.No aguanté más y en un momento a solas le pedí a Andy que no la besara delante de mí porque me sentía estúpida al estar en la misma casa que su amante. Le informé que me regresaría al lugar que pertenezco porque allí no me siento bien.—Pronto te buscaré un lugar seguro para que vivas con el pequeño Jaime —dijo— No le puedo pedir a la mujer que amo que no me bese o me demuestre amor solo porque tú estás aquí. —Señaló.—No hay problema. —respondí, mostrándome tranquila. Sin embargo, al cerrar la puerta me derrumbé y lloré, luego sequé mis lágrimas y prometí olvidarme de ellos dos y hacer de cuentas que en este mundo solo debo vivir para hacer feliz y complacer a mi bebé.Andy contrató a una niñera para que cuidara del pequeño Jaime mientras yo estaba en la clínica. Como yo soy su asistente, claramente tenemos el mismo turno. Nada más que él, por ser el due
Muy pronto iniciamos el recorrido por la carretera. Andy y su amante platican amenamente mientras que yo voy en el asiento de atrás junto a mi hijo que, desde que subió al auto, optó por dormir. Ver a mi marido siendo feliz con una amante, me convencí de que debía divórciame para que él sea feliz. Al menos uno estará con la mujer que ama, mientras la otra se quedará con la mejor parte de lo que fue aquella relación: mi hijo.Cuatro años atrás—Raquel, tu hermano ha venido a visitarnos desde lejos y en unos días se irá nuevamente, mi esposo ha decidido que pasemos un fin de semana en familia. Pide permiso en la universidad para salir unas horas antes. —Me informó mi madre.—Ah, mamá. Vayan ustedes, yo me quedaré en casa estudiando, los exámenes se acercan y debo estar preparada. —Me excusé. En realidad yo no quería ir porque Andy ya comenzaba a fastidiar con eso de que era mi hermano mayor y tenía que cuidarme, incluso hasta los mensajes de texto que llegaban a mi teléfono quería leer,
Mi madre continuó con su discurso de amargura, yo no quise seguir escuchando y terminé de llegar a la cocina por un vaso de agua, moría de sed, pero me afectaba más la indiferencia que ella muestra hacia mí.—Si tan solo tuviera el dinero necesario para largarme de esta casa, me iría corriendo. —Dije en voz baja.—Yo te prometo que haré lo posible para que no estés triste, hermanita. —escuché la voz de él, que hasta me sobresalté del susto.—Aléjate, Andy, ya viste que no pueden ver siquiera que estemos hablando porque nos castigarán a ambos. Tu padre ya te amenazó con tus estudios y a mí… a mí me echarán de casa. —Lamenté con mis ojos llorosos.Andy dio un fuerte golpe en el desayunador, pensé que se había roto el puño porque hasta me hizo saltar de tan fuerte que lo hizo.El fin de semana llegó y los cuatro estamos preparados para viajar. Con la intención de que Andy y yo no fuéramos juntos su padre le pidió que manejara. Entonces, los hombres van al frente y nosotras en los asiento
Andy se notaba furioso, no le despegó la mirada al muchacho hasta que desapareció por completo.—¿Qué hacía ese tipo sentado junto a ti? —cuestionó cuando quedamos solos.—Estábamos hablando, ¿qué no lo viste? —respondí molesta. ¿Cómo se atreve a reclamarme delante de los demás?—Raquel, te dije que no quiero que nadie se te acerque, estás muy pequeña para que tengas novio. —Expresó con fastidio, también me percaté que sus manos estaban formadas en un puño.—¿Dónde has estado? Dijiste que no me dejarías sola en medio de tanta gente desconocida. —Reclamé sin pensarlo. Llevaba horas sin verle y ahora aparece de la nada.—Yo, eh… solo me fui a divertir un momento. —dijo, sentándose en el lugar donde había estado aquel muchacho.—¡Estás borracho, si tu padre te ve así, seguro se molestará!—Tú serás mi fiel defensora, los hermanos siempre están para apoyarse en las buenas y en las malas. —Habló muy cerca de mis labios.—Que te defiendan las chicas que te acompañaban. —dije, levantándome p
No me gustaba el rumbo que estaba tomando su conversación. Mi hermanastro me observaba de una manera muy distinta a lo habitual.—Andy, ¿estás borracho? ¿Te estás escuchando lo que me estás reclamando? —cuestioné.—No estoy borracho. Me desaparecí toda la tarde para que nuestros padres no estuvieran al pendiente de nosotros. —confesó, y claro que eso era bueno, tenía lógica el muy cabrón.—Me voy, no es saludable que estemos a solas.—¿Por qué no? —cuestionó acercándose aún más, acarició mi rostro y me dio una mirada tierna y… lujuriosa.—Por… porque…Mis palabras fueron interrumpidas por sus labios. ¡Me está besando! Joder, el papacito que tengo como hermanastro me está besando y yo estoy… juro que estoy babeando por él.—Andy, Andy, nos pueden…—Olvídate del resto del mundo. Haz de cuentas que afuera no hay nadie y que en esta isla solo la habitamos tú y yo. —Susurró.Un gemido salió de lo más profundo de mi ser, me estaba encantando lo que estaba sucediendo, aunque tenía mucho mied
Todo fue muy bonito, mi primera vez me encantó, él fue muy generoso. A pesar de que en el principio fue un poco difícil que su miembro entrara por completo, finalmente mi zona se relajó, lo recibió, haciendo que ya no sintiera dolor como al inicio.Un par de horas después me fue a dejar a mi cabaña, no podía quedarme a pasar la noche allí porque nuestros padres nos podían ver. Juro que en ese momento yo caminaba como pingüino, ese hombre me había dejado adolorida pero demasiado satisfecha.ACTUALIDAD Vamos en el auto, el camino ha sido bastante largo y, parece que estas calles llenas de olivos a su alrededor ya las he recorrido anteriormente. No le puse atención y me concentré en ver a mi bebé que duerme como si el movimiento del auto o la música no le afectaran.Este día es mi cumpleaños. Me siento triste porque Andy ya lo olvidó, aunque fue muy poco el tiempo que compartimos en el pasado, pero por lo menos un feliz cumpleaños le pudo haber salido de