Con una fuerte opresión en el pecho y el pulso acelerado, observo el juzgado que se erige frente a mí y conteniendo mi llanto, me obligo a dar un paso seguido de otro, haciéndome a la idea de que mi matrimonio con Nathan está a nada de culminar.—¿Está bien? —me cuestiona Matteo—. La veo bastante pálida.—Sí, es solo que estoy un poco nerviosa —me limito a responder sin querer confesarle la verdad de lo que me sucede, por lo menos no en este momento.Después de algunos segundos, llegamos a un enorme pasillo y nos detenemos frente a la sala que está destinada para firmar mi divorcio con Nathan.—¿Es posible que se adelante en lo que hablo con mi esposo? —le pido a Matteo después de percatarme que solo sus abogados han llegado.—¿Está segura?—Sí, estaré bien.—En ese caso la espero dentro.Cuando lo veo cerrar la puerta detrás de él, regreso un par de pasos para así tener oportunidad de hablar con Nathan.Espero por alrededor de cinco minutos más y cuando a mi nariz llega ese aroma a c
Nathan Semanas después Como desde hace algunos días a primera hora de la mañana llego a la oficina y solo salgo de ella hasta que mi cuerpo me exige un descanso, froto mis ojos y observando el último reporte que me entregó Scarlett, frunzo el ceño.—Como puede ver, las ventas han tenido una disminución del cincuenta por ciento respecto al trimestre anterior, después de que se enteraron de su divorcio…—Lo entiendo, no es necesario que continúes —gruño.—También quiero informarle que esta mañana la asistente del señor Marchetti habló para informarnos que han decidido retirar su oferta para trabajar juntos.—¡¡Maldita sea!! Justo en el momento en que más los necesitamos.Antes de que pueda continuar, tocan a mi puerta y permitiéndoles entrar, veo a Kalet mirarme con seriedad.—¿Qué sucede? —inquiero con indiferencia, ya que desde el suceso con Giselle, Kalet y mi nana se han mostrado distantes conmigo.—Como recordarás hace tiempo me pediste investigar algo y después de… —guarda silen
—¿Cómo que marcharse? —lo cuestiono con una opresión en el pecho que no soy capaz de describir.—Como lo escucha, Giselle se marchó del país. ¿Acaso pensó que se quedaría y esperaría para que cumpliese su amenaza?—¿Se fue? —inquiere Scarlett, tomando a su hermano del brazo hasta obligarlo a centrar su atención en ella—. ¿Por qué me mentiste y me dijiste que ella no quería vernos? ¿Y por qué no nos contó sobre su embarazo?—¿Cuál amenaza? —pregunta al mismo tiempo Kalet, alternando su mirada entre uno y otro.—Lo siento peque, pero ella me pidió que nadie se enterase de que se había marchado y debía cumplir mi promesa, era mi deber como su mejor amigo. Tenía miedo de que si él se enteraba —musita, señalándome con su barbilla—, perdiese algo, realmente importante para ella. Y en cuanto a cuál amenaza me refiero, es obvio que a la que tu jefe le hizo a Giselle el día que firmaron su divorcio.—¿Cuál amenaza? —repite Kalet.—¿Tu jefe no te lo dijo? —Pierre me observa con los ojos entrece
Flashback Después de hablar con Giselle y verificar que se encuentra mejor, me dirijo a la cafetería de siempre y cuando la persona que me cierra el paso deja en claro sus intenciones, intento seguir nuevamente de largo.—Te aseguro que te conviene, es algo referente a tu esposa.—¿En serio? ¿Y qué me vas a decir que no sepa de ella? —me burlo.—¿En verdad quieres saberlo?—Veo que no eres capaz de entender cuando soy sarcástico. Por tu propio bien aléjate de mí, Sarah —gruño, cuando me toma del brazo.—Por favor, Nath…—No me llames así, la única que puede hacerlo es Giselle por ser mi esposa y la mujer que amo.—De acuerdo, no te llamaré así —se disculpa, dando un paso atrás—. Dices que la amas, ¿pero alguna vez te has preguntado si ella siente lo mismo por ti?—Claro que siente lo mismo por mí y es algo que no pienso discutir contigo.—Si en verdad te amase, no se vería a escondidas con su exmarido —suelta de golpe, en el momento justo que estoy por abrir la puerta de la cafetería
¡¡Hola!!No deseaba hacerlo por este medio, pero dado que cada día me es más desgastante estar repitiendo lo mismo en cada comentario, lo haré por aquí. Desde hace ya varias semanas había compartido con ustedes la situación personal por la que estoy atravesando en la que les comentaba que mi papá sufrió un infarto cerebral (ACV), motivo por el cual las actualizaciones dejaron de ser diarias y sin día fijo.Como comprenderán mi prioridad y mi tiempo está enfocado en cuidarlo a él y solo a él, y aunque ha mejorado, deben de comprender que muchas veces hay días buenos y no tan buenos, como solo lo entenderán aquellas personas que han pasado por la misma situación.Las que tienen tiempo leyéndome saben que siempre actualizó día tras día, sin falta y que nunca he dejado una historia inconclusa, sin embargo, el cansancio ya me ha sobrepasado, es por ello por lo que las actualizaciones quedan suspendidas hasta nuevo aviso.Si gustan retomar la historia hasta que esté finalizada están en todo
Giselle Lemaire Observo el gesto de desagrado de la mujer, la cual me indica que puedo subir al piso de mi marido y bajando la mirada me dirijo al ascensor. Como casi no vengo a este lugar se me olvida que aquí tampoco soy bien recibida, el trato de estas personas no es diferente del que recibo en casa.Una vez que llego al último piso, me muerdo los labios lista para recibir esa mirada burlona que siempre me dedica Paulette, la asistente de mi marido, no obstante para mi sorpresa su escritorio se encuentra vacío y gracias a ello lanzo un suspiro de alivio, seguramente está en el baño y de momento me puedo librar de ella.Me acerco a la enorme e imponente oficina de Oliver y justo cuando estoy por tocar a la puerta, me percato de que está un poco abierta, debido a lo cual las voces del otro lado llegan con bastante facilidad.—¿Ya sabes los ingredientes del nuevo perfume de los Dubois? —cuestiona Oliver a alguien.—Sí, justo hace un rato Leroy me la entregó —musita con suficiencia la
—Ja, ja, ja. ¿Quién creería que usted y yo somos amantes? —cuestiona con incredulidad el hombre—. Ni en sueños podría fijarme en alguien como usted, es tan ordinaria que me duelen los ojos de solo mirarla, ¿además cómo podría confiar en la mujer que está detrás de cada caída mía?—¡¡Nathan!! —grita su chófer.—Nada de Nathan, tan solo mírala. Se ve tan desalineada y poca cosa que es increíble que sea esposa del bastardo de Lefebvre. Ahora entiendo por qué tiene tantos años engañándola.—Y-yo sé que mi apariencia no es la mejor, pero es lo único que se me ocurre para humillar a Oliver —murmuro, soportando sus insultos—. ¿Y a qué se refiere en que yo estoy detrás de sus desgracias?—Su laboratorio siempre es una competencia bastante fuerte para nosotros, así como robar nuestros productos, eso se les da de maravilla.—¿Mi laboratorio?—Sí, su laboratorio. Todos saben que el laboratorio ParfumLab le pertenece y que es la única dueña.—E-eso no es verdad, el laboratorio de mis padres se fu
Nathan DuboisObservo el prototipo de mi próximo lanzamiento y sintiendo una satisfacción profunda al saber que por primera vez los Lefebvre no podrán robarme mi idea, lanzo un suspiro de alivio y dejo el pequeño frasco de vidrio en su lugar.—¿Qué le pareció el envase? —me cuestiona el jefe de producción.—Me gusta, es justo como lo imaginaba, realmente es perfecto para el nuevo producto.—Sabía que le gustaría —responde animado.Después de intercambiar unas cuantas palabras y pedirle que comencemos con la producción a gran escala, me dirijo al área de empaque para revisar los últimos detalles del embalaje que usaremos.Reviso con los encargados que el material sea de acuerdo con lo que pedí y cuando termino con ellos regreso a mi oficina.—Jefe, aquí está el reporte de las ventas que me solicitó —me intercepta Scarlett en cuanto me ve salir del ascensor—. Podrá encontrar el detalle por producto y por región.—Gracias Scarlett, siempre tan eficiente y…—Su perro se encuentra esperand