No sabía qué hacía allí, lo que sucedía a mi alrededor no era de mi interés. Quizá solo llegué para recibir un abrazo de la mujer que me trajo al mundo. Necesitaba empatía por lo que me estaba pasando, aunque esas personas también se veían llenas de problemas.
La vi, acaricié su mejilla y rodeé su cuerpo con mis brazos. Sentí cariño, a pesar de que ambas estábamos vestidas de negro.-Llegaste tarde Andrea, ya lo enterraron.-¡Mamá! –Arrugué mi entrecejo con expresión de molestia- Tomé un vuelo lo más rápido que encontré. Además, no entiendo por qué estás tan triste, para ti era una familia lejana.-El tío de tu padre venía siendo tío tuyo también. Te quería y te consentía cuando eras pequeña.-De grande lo odié. Me negó un puesto de trabajo en su empresa –dije con la imagen de mi pasado en la cabeza.-No fue por mal Andrea, tu padre se lo ordenó, quería que siguieras estudiando.-De igual modo, mi vuelo sale mañana, vine a compartir contigo y a contarte lo deprimente que está mi vida en estos momentos.Mis lágrimas se me salieron al tratar de explicarle a mi madre que mi marido me había traicionado, cuando sentí un hombre que abrazó mi espalda.-Te compadezco prima, todos pensamos que los tratamientos estaban funcionando, era un gran hombre –me dijo la voz masculina, joven.-Ah, sí –dije apartándome de ese muchacho que no reconocía. El cargaba a un niño pequeño en su pecho, sostenido con su brazo derecho y al parecer estaba dormido en su hombro. –Uno suelta una lágrima en un funeral y todos piensas que es por el fallecido –susurré.-¿Qué hacen aquellos allá? –Preguntó mi madre y al voltear vimos un murmullo de gente discutiendo, todos vestidos de luto, cerca de la mesa de las bebidas.-Todos son familiares lejanos, peleando por las propiedades de tío. Yo no me voy a quedar echándome cuchillo con esa gente. Si me toca algo, que me lo depositen a mi cuenta, yo me iré mañana.-¿Dejó propiedades? ¿Y las empresas quién las va a manejar? –Pregunté yo con curiosidad.-Eso no se sabe. Probablemente las vendan y el dinero lo den a la caridad. Así hicieron con un hombre que falleció y no tenía familia.-Pero al tío le salieron demás –dije yo al ver el gentío que lo creía como pariente.-Todos son hijos y nietos de sus hermanos –intervino mi madre.-Sí, no tuvo hijo, a este chico que crió me encargaron de llevarlo a un orfanato- el primo hacía referencia al que tenía cargado- Nadie lo puede tener. Es triste que la familia no se apoye, todos pendientes de la fortuna.-Eso lo entiendo, quien va a querer criar a un niño que no es suyo- dije antes de que él me hiciera una seña y se retirara.-Gusto en conocerte prima.-Mamá, como te iba contando, ya no tengo donde vivir. ¿Me prestarías dinero? –hablé a mi madre y mientras trataba de explicarle ella parecía no prestarme atención, veía estática como se marchaba mi primo con el niño en los brazos-… Mamáaa. ¿Qué sucede?-Me da pesar por el niño. ¿No quieres llevártelo?-¡¿Estás loca?! –Abrí grandemente los ojos de la impresión- ¡No te estoy diciendo que estoy arruinada!-Ojalá pudiera quedármelo, pero vivo trabajando más de doce horas al día y mi sueldo no me daría para mantenerlo y conseguir una niñera.-Ni lo pienses, no nos meteremos en ese problema, allá ellos que resuelvan su situación –dije con repulsión, mi mamá ahora estaba sintiéndose caritativa y pensado en llevarse una carga que no iba a poder con la edad.-¿Sabes el niño que tuviste, me pediste que le buscara un hogar?-Te dije que jamás lo mencionaras, a todos les dije que había muerto al nacer –expresé eufórica. Odiaba que mi mamá lo estuviese recordando.-Es ese –Dijo con una expresión congelada y sus lágrimas se le salieron.-¡No puede ser! -Sentí nervios en mi cuerpo- Me alegro de que el niño haya tenido una buena crianza, pero lamento que se haya quedado huérfano.-¡Es tu hijo Andrea y mi nieto! –Pasaba sus manos por su lagrimal y se colocaba luego sobre su cabeza.-Va a estar bien, lo llevarán al orfanato y otra familia le conseguirá un hogar. ¡Sabes que no podemos tenerlo! –Le decía entre nervios para que entrara en razón.-Si supieran que su madre biológica está aquí…-¡Nadie lo sabe y jamás se van a enterar! ¡Por favor mamá, guarda el secreto! –Insistí, toda nerviosa.-¡Eres una irresponsable! –Mi mamá me miró directamente a los ojos- ¡No tienes piedad de nadie y nadie se apiadará de ti! ¡No tengo dinero para prestarte y no eres bienvenida a mi casa! Búscate a otro hombre millonario si eso es lo que deseas. Pero yo no te voy a ayudar a resolver tus problemas –expresó molesta.Salí de la hermosa mansión de los Valderrama. Paré un taxi y me dirigí apresuradamente al hotel donde estaba hospedada. Llorando, mis lágrimas mojaban las sábanas mientras empacaba la maleta. Me dolía que la única familia que tenía me despreciara de esa manera. Yo con tanto amor volé kilómetros a ver a mi mamá y por una pequeñez sin sentido ahora me odiaba.La preocupación me invadía al día siguiente. Deshice toda la maleta sacudiendo prenda por prenda hasta la ropa interior, anhelando que mi identificación apareciera volando frente a mí, al no ocurrir, me levanté e inmediatamente mis manos masajeaban la cabeza de preocupación.-¿Dónde está? –Me pregunté haciendo retrospección mental tratando de recordar donde lo había dejado –No podré salir del país sin pasaporte- Y fue entonces cuando apareció la imagen del interior de la mansión. Un alivio me entró al cuerpo, pero no liberó mi tensión, encontrándome rodeada de una habitación desordenada y un boleto indicando el vuelo a las cuatro de la tarde. Tenía menos de una hora para llegar al aeropuerto y por culpa de mi distracción tocaría hacer un desvío.Salí del hotel lo más rápido que pude y abrí la puerta trasera del primer taxi que encontré –Eso será rápido –dije cuando mis palabras fueron equivocadas…-Buenas tardes, ¿puedo pasar? –Dije de manera interrogante, aunque mis intenciones no eran pedir permiso, solo que me abrieran con rapidez.-¿Qué desea? ¿A quién busca?Al escuchar las inquietudes del portero eché un vistazo hacia toda la mansión, se veían pocos carros en el estacionamiento y escasas personas en las afueras, comprendí el hermetismo del lugar, no era un sitio público que cualquiera pudiese entrar con facilidad. -La señora Trinidad ¿Se encuentra? –Rogaba que mi madre estuviese ahí, no se me ocurría otro nombre que me sirviera de excusa para justificar mi presencia. Era mi esperanza.-Aquí no vive, creí escuchar ese nombre, pudo haber sido una de las visitantes del velorio, dudo que se encuentre. Puede ubicarla en la iglesia a las seis, aquí se suspendieron todas las misas para evitar disturbios entre los familiares.Con poco interés a lo que me estaba diciendo sabía que debía manifestar mi realidad.-Necesito pasar, dejé algo importante y debo buscarlo.-Lo lamento, no
*Narración por Jorge Smith.Mi cuerpo temblaba por el frío de la desesperación, estaba parado, inmóvil, con el brazo izquierdo enyesado y un gran dolor en la pierna derecha. El tiempo que había trascurrido no estaba en mi conocimiento, despojado de todas mis pertenencias solo divisaba a varios policías al otro lado de las rejas.-¡Por lo menos díganme por qué estoy detenido! –Grité, tan fuerte para que pudiesen escucharme, el del uniforme solo me miró con cara de repulsión como si fuese un maniático descabellado, siguió de largo, sin prestarme la más mínima atención… Logré sentarme, en el duro metal que aplastaba mi trasero, al parecer era la supuesta cama para aquellos que no tienen derecho a la vida, ni mucho menos a las comodidades. -¡Tengo hambre! –Volví a alzar la voz para que alguien escuchara mis suplicas, el estómago me rujía fuertemente, yo siendo de contextura gruesa había acostumbrado a alimentarlo cada tres horas y sentía que me había saltados dos platos de comida.-¡¿Qui
*Narración por Andrea.-Mamá, ¿estás segura de que aquí se encuentra?-Por supuesto, es sitio correcto donde lo envió tu primo –Me respondió mi madre al llegar al orfanato, una casa grande de tres plantas.-¿Hablarás tú? -Pregunté con un poco de inseguridad.-Para nada, es tu hijo y debe ser creíble, actúa como te expliqué.Con un poco de nervios, suspiré para relajarme y montar la escena que estuve practicando en todo el trayecto.-Buenas, ¿que desean? –Preguntó una señora que nos abrió la puerta.-Señora, necesito ver a mi hijo, lo trajeron aquí por error –A pesar de no ser buena actriz logré soltar lágrimas.-Pasen, dígame ¿Cuál es el nombre del niño? –Preguntó cuándo nos adentramos a la sala principal y vimos a varios chiquillos correteando.-Su nombre es… -Dije pelándole los ojos a mi madre para que me ayudara a dar con la respuesta.-David Valderrama –Respondió enseguida.-¿Está segura? – La señora mostró un poco de desconfianza. Capítulo 7Tú lo conoces más que yo, revisa si a
Mi cuerpo parecía reposar en el cómodo sillón de la sala con las piernas estiradas, pero mi mente no estaba ahí, permanecía en un recuerdo de horas atrás…Su piel medio morena le da el toque de ser una belleza latina, la tonificación de su cuerpo da la impresión de que sigue bailando, su rostro perfilado me recuerda al día en que la conocí y los buenos momentos que pasé con ella, pero que quedaron en el pasado. Lamentablemente…-Si Jorge va a pasar unos días con nosotros al menos exígele que se bañe, se la pasa abrazando a los niños.-¿Quieres que deje de manifestar el cariño que le tengo a mis sobrinos? –dije al escuchar las quejas de mi cuñado.-Ponte cómodo, échate un baño y cámbiate de ropa –opinó mi hermana desde la cocina.-Estoy bien cómodo ahora y cenaré también en este sillón –Expresé.-Por qué no te vas a tu apartamento ¿estás aquí para que mi hermana te atienda?-Por supuesto, son la única familia que tengo y deberías compadecerte de mi situación. No puedo creer que me esté
-Cuando dijiste ‘‘apartamento’’ me imaginé algo más decente. ¿Vives solo y no puedes limpiar un poco? –Interrogué al llegar a la vivienda de mi pareja ficticia, varios zapatos tirados en la sala, el suelo sucio y la cocina desordenada es lo que me recibió.-No creas que soy un hombre descuidado, solo que por mi incapacidad me cuesta tener todo en orden, -respondió Jorge apartando unas bolsas del mueble para sentarse.-¿Y que te pasó en el brazo? –Pregunté mirando que aún seguía enyesado.-Una fractura, ¿no es obvio?-¡Eres tan repugnante! -Me enojé, no me daba ninguna explicación sobre nada- Un hombre misterioso, ni siquiera te conozco y tengo que vivir contigo.-Puedes irte si quieres, el niño se queda conmigo. Cobraré solo la herencia.Aumentó mi molestia por su soberbia.-Tengo que soportarte, no me queda de otra, al menos háblame de ti, ¿trabajas? ¿A qué te dedicas?-Soy un hombre de negocios y necesito invertir, por eso es que busco dinero.-¿Qué tipo de negocios? ¿Buenos? ¿Malos
-¡No, no, no, no puede ser! -Exclamé al salir de la mansión de los Valderrama- ¿El dinero fraccionado y hay que presentar facturas de lo que compremos? -¡Maldición, esto no es lo que esperaba! –Expresó Jorge lleno de cólera.-Pero yo debo regresar a mi pueblo, tener una vida, ¿cuánto tiempo deberé andar detrás de ti solo para que piensen que soy tu mujer?-¡Seis meses, no lo escuchaste! –Me dijo Jorge en voz alta- el problema es que necesito el dinero lo más pronto posible, ojalá nos den una buena cantidad al final de mes. ¿Tienes para el taxi? No cargo efectivo.-¿Y para dónde vamos? –Pregunté, cuando las lágrimas querían salir.-Al apartamento, ¿o querías comprar algo en el super mercado?Fruncí el ceño.-¿Contigo? A ninguna parte, pensaba tomar el dinero y agarrar el vuelo a mi pueblo hoy mismo –expresé.-Las cosas no salieron como esperábamos, los planes cambiaron. -Bueno cambiaran los planes, no puedo vivir contigo y fingir que no te tengo ningún rencor.-¿Y qué piensas hacer?
Mi dedo índice empujó el interruptor del apartamento para hacerlo timbrar, a los pocos minutos la puerta se abrió y entre bostezos y con los ojos casi entre abiertos divisé la cara de espanto del padre del niño.-¡¿Dónde estabas?! –Preguntó Jorge con voz fuerte.-Déjame pasar, que vengo cansada –Medio empujé su cuerpo y me dirigí a la sala para retirarme las sandalias. Eran altas y los pies me dolían, me las había puesto para presumir ser una chica elegante en la reunión de esa mañana.-¡Te pregunté! ¿¡Dónde andabas?! –Insistió con su interrogatorio furiosamente.-¿¡Y eso qué te importa!? –Refunfuñé- Alégrate de que al menos estoy aquí.-¡Tu presencia no me contenta porque veo que no sirves para nada! ¡Al menos cumple con tus responsabilidades y cuida del niño!-Ese pequeño… -Coloqué una cara de repulsión-. ¿Qué te costó cuidarlo mientras visitaba a mi madre?-¡¿Y yo te di permiso para que anduvieras paseando?!-¡Deja de gritarme! –Coloqué ambas manos sobre mis oídos –A ti no te teng
Abrí la puerta lentamente, estaba dispuesto a evadir el tema cuando Andrea lo mencionara, sí podría, ella me creería cuando le comentara que aplazaríamos las compras por falta de tiempo. Entré, David que jugaba en la alfombra de la sala me miró levantando su carrito para mostrármelo. Sin prestarle atención, cambié la vista hacia la cocina, al acercarme bajé la llama de la estufa que hervía un chocolate caliente, el aroma me cautivó, no resistí en servirme una taza y acompañarlo con pan. Degusté sorprendido, no sabía que Andrea pudiese cocinar tan bien. Estaba dispuesto a ser amable con ella, para que sacara su arte culinario encerrado y que me perdonara por haber gastado todo el dinero. ¿Dónde estará? Me pregunté dirigiéndome a la habitación. Quizá se está arreglando, decidí empujar la puerta entre abierta, no me sorprendería toparme con un cuerpo semi desnudo que lo más seguro es que había visto antes.-Andreaaa.-¡Ay! –Aquella mujer se cubrió con el paño la parte del sostén que ex