LYON—¿Alguien quiere volver a explicarme por qué hacemos esto? —pregunté fastidiado. —Porque son mis amigos y me quieren mucho —enfatizó Joaquín muy sonriente mientras Mathew y yo lo mirábamos con ganas de querer matarlo. —Cuando dijiste: clases de baile. Me imaginé que bailaríamos salsa, tango, baile de salón; no que nos trajeras a una clase de baile en tubo. —replicó Mathew molesto. —¡Había que salir de la rutina muchachos! —¿Mathew que dices si lo matamos? —le pregunté al rubio y este sonrió. —Y arrojamos su cuerpo al rio, ¡ahí nadie lo encontraría!—¡Ey! —gruñó Joaquín —¡Que malos amigos son y mira que los traigo aquí para que se diviertan! Esto es muy bueno, ya verán. Cuando sus novias se deleiten con su baile, veremos si siguen quejándose ¡van a besar el piso por el que camino!—¡Buenos días señores! —aprecio un tipo que se veía como un muñeco ken con ajustados shorts de licra. —¿Preparados para la clase?—¡Si! —exclamo Joaquín —No.—No —dijimos Mathew y yo al unísono.
Días después. LYONFui a buscar a Yuslevi al departamento. Ya era una rutina de todos los días, levantarme temprano, recoger a mi novia e irnos a la oficina. Apenas Yusle salió del edificio se montó en la camioneta me dio un beso en los labios y se puso el cinturón—¿Cómo te ha ido con tu clases? —pregunté interesado. Hace días que ella había entrado en cursos de escritura los fines de semana y se estaba esforzando en ello.—Aprendo todo lo que puedo y la profesora que los dicta es fantástica. El libro ya casi llega a las mil lecturas y eso me tiene muy feliz. ¿Sabes? Incluso tu primo Ares me recomendó en sus stories, tan lindo él. —Vaya. Así que Ares te ayudó. —mi tono sonó molesto y la expresión en su rostro cambio.—¿Solo dirás eso?—Eres una mujer fantástica y sé que vas a lograr hacer todo lo que estas proponiendo, estoy orgulloso de ti mi amor. —ella sonrió, todo su rostro parecía iluminarse con aquella sonrisa. “De verdad me alegraba porque esto era lo que ella quería y todo
YUSLEVIEl sexo con Lyon era divino, satisfactoria y siempre tenía con ganas de más. Ahora mismo me encontraba encima de mi alemán, a horcajadas con sus manos aferradas a mis caderas; gemía y jadeaba con cada embestida hasta que me llegamos al orgasmo. Él salió de mi interior para luego abrazarme y cubrirnos con el edredón de su cama. Recosté mi cabeza en su pecho escuchando como su corazón iba calmándose poco a poco. —Mañana se hará la fiesta para celebrar la fusión con las empresas Abernathy. —empezó a hablar mientras me rodeaba con sus brazos —¿Quieres acompañarme?—¿No crees que desentone? No quiero avergonzarte —respondí y al mirarlo vi como Lyon fruncía el ceño. —Tú no me avergüenzas. Eres mi pareja, quiero que estés ahí conmigo. Siempre asisto solo a ese tipo de eventos pero esta vez quiero presumir a mi hermosa novia, ¿quieres venir conmigo? —¡Si, si quiero! —chillé emocionada besándolo en los labios. —Tengo que pensar en lo que me voy a poner ¡que nervios!—Sé que te verá
EDWARDLas reuniones elegantes llenas de empresarios e inversionista no eran de mi agrado. Incluso Alex se veía aburrida, era completamente ajeno a este tipo de eventos, me apartaba siempre que podía y ahora que era el heredero de las inversiones y empresa de mi padre, era mi obligación. —Tienes una cara de mátenme—dijo Alex con una sonrisa —Aguanta un poquito más Ed.—Lo siento como una eternidad —vi a Zimmerman al lado de la mejor amiga de Alex, quienes hablaban con una pareja mayor que no conocía. —Tu amiga debe estar muy enamorada para estar con un hombre como Zimmerman. Alguien frio que parece no sentir nada por ella, en todo la velada no ha sonreído. —Tu tampoco pero es porque no te siente feliz aquí. Habría que mirarlo con más detenimiento antes de afirmar que el señor Lyon no siente nada por ella. —Zimmerman tenía su gran brazo rodeando la cintura de su pequeña acompañante. —Se nota que el señor Zimmerman no es el más expresivo de los hombres pero si Yusle lo quiere hay que
YUSLEVI Sentía que habían pasado años desde que había estado con todos mis amigos para hacer alguna reunión. Siempre era un vacilón cada vez que estábamos juntos. —Ustedes seres inferiores creen que pueden ganarme a mí en la cocina, en putería tal vez.—recalcó Joshua haciendo que todas gritáramos de indignación. —¡Joshua no estás diciendo putas! ¡Qué falta de respeto la tuya! —reclamó Alex.—¡Yo no me la calo Alex! —dije para meterle cizañaba a la cosa. Estar con Narelys, Elaine, Alex y Joshua me daba alegría. Me la estaba pasando todo el tiempo con mi alemán y no me tenía tiempo con mis amigos, así que nos reunimos todos en la casa de Joshua y Elaine para ver una serie y comer dulces u otra chuchería. Ahora mismo estamos peleando por quién hacia mejores palomitas y Joshua no dejaba de presumir las suyas tan perfectas, blancas y llenas de mantequilla. —Miren mis palomitas tan lindas y blancas y luego miren las suyas todas quemadas —presumió el hombre. —¡Cállate cabrón! —replico
YUSLEVI.Habíamos decido pasar juntos la tarde en su mansión, viendo películas, acostados en su gran cama, estaban pasando comerciales cuando me llegó un mensaje de Ares. Lyon y yo pocas veces peleábamos, el alemán era bastante pacifico en ese aspecto pero algo que solo lo estaba poniendo muy malhumor y era mi amistad junto con los constantes mensajes que me mandaba su primo Ares. —¿Qué tanto hablas con él? —preguntó furioso mientras yo respondía el mensaje. —¡Ay, no! ¿Ya vas empezar con tus celos posesivos? No mames, me encantas cuando estas celoso, sigue, sigue, —dije con una sonrisa poniendo encima de él haciéndolo reír.—Estás loca. —Pero por ti alemán —le di un besito en sus labios que sabían a las palomitas con mantequilla que habíamos comido hace un rato. Lyon nos hizo girar en la cama, terminando encima de mí, cuando separo nuestros labios nos miramos a los ojos y se veía tan lindo. —Yusle me mata que hagas esa carita de perrito enamorado pero eso no me hace olvidar que m
YUSLEVI La novela crecía poco a poco en la plataforma, llevaba adelantados varios capítulos a los que solo le faltaban editar. Al fin había conseguido un trabajo en una nueva empresa, me pusieron a prueba, lo único que hacía era sacar copias y ordenar archivos. No era un trabajo soñado pero era tranquilo y en mis primeros días me había hecho amigas de las dos chicas que también trabajaban conmigo. El ambiente laboral en la biblioteca es un sueño comparado al estrés que me traían los otros empleados en la empresa de mi alemán. Mi horario de trabajo era desde las nueve de la mañana hasta las ocho y cuarenta de la noche. El día ya había pasado Estaba saliendo del trabajo, afuera del lugar me topé con ares. —Qué casualidad encontrarte aquí.—En realidad vine a conocer tu lugar de trabajo aunque veo que ya te vas. —le sonreí. —Sí, mi turno ya terminó. —¿Lyon no te recogerá?—Nah, puedo tomar un taxi y el departamento no esta tan lejos de aquí, ¿tú como estas? No he podido hablarte por
No había hablado con Ares desde hace días, además no creía que yo le gustara más bien él estaba confundido. Ahora Lyon me buscaba en el momento que me tocaba salir del trabajo, pasamos tiempo junto tanto como podíamos, ya que él tenía que estar al tanto de los asuntos de la empresa y yo tenía mi nuevo trabajo aparte que seguía con mi escritura a la cual le estaba poniendo todo de mí. Prácticamente vivía en la mansión de Lyon. Dormir y despertar junto a él siempre es lo más lindo de mi día. Hoy por ser domingo no nos habíamos querido levantar de la cama, yo seguía encima de su pecho y tan relajada estaba que no me esperé la pregunte de Lyon. —¿Y si quisiera que te mudaras definitivamente aquí? —eso me tomó por sorpresa. —¿Qué cosa? ¿Convivir contigo todos los días? —lo miré con una sonrisa. —Prácticamente eso hacemos. Hemos dormido juntos y estamos cómodos los dos juntos, ¿no te gustaría probar a ver qué pasa? —sonreí. —Sí, sí quiero…Como que la vida decidió premiarme por fin pon