SEMANAS DESPUÉS. NARELYS Una ventaja de que mis amigas ahora se la pasen afuera o en el caso de Yuslevi que vivía con su novio, me dejaban todo el departamento para mi sola. Súper perfecto para mí porque ahora estaba besándome con Matthew contra la puerta y al mismo tiempo luchaba con la cerradura, entramos casi a tropezones. Lancé mi cartera por algún lado del departamento. —¿Y tú compañera? —preguntó el rubio mientras me cargaba y yo enredaba mis piernas alrededor de su cintura.—Con su novio así que tenemos el departamento para nosotros solos. —lo sentí sonreír contra mis labios. Mientras me llevaba a mi habitación para hacer chocar mi cama como habíamos venido haciendo hace días. Matthew y yo llevamos una relación segura como apasionada. No tenía quejas, el gringo dormido es realmente lindo. Se veía tan lindo, al revisar mi teléfono vi que eran ya las ocho de la noche, me vestí con el camisón que había dejado encima de la silla de mi escritorio. Para mi sorpresa me encont
Regresé a la mansión, el estómago ya se me había calmado y volví a tener hambre para la hora de cenar, estaba preparándome para dormir mientras lo hacía ví a Lyon responder mensajes desde su teléfono. Después de trenzarme el cabello me acosté junto a él en la cama. —Hoy vi a Ares. —comenté, de inmediato su atención se enfocó en mí y dejó el teléfono a un lado. —¿Donde? —En el centro comercial cuando fui a ver a Alex. Fue lindo hablar con él. —Lyon frunció el ceño. —No te molestes así. —Sabes que él fue el mismo que te di que le gustabas, ¿cómo no molestarme?—Si pero a pesar de eso fue un buen amigo conmigo, me dolió que el ambiente entre los dos hubiera cambiado tanto por esa tontería y se me hace que todo eso fue para fastidiarte a ti alemán, porque analizo la situación y no me cabe nada más en la cabeza. —la expresión de Lyon era sombría. —Nunca me gustó verlo cerca de ti, ahora mucho menos. —me rodeó con sus brazos. Mi cabeza termina encima de su pecho, escuchaba el latido su
YUSLEVI“¿Será que a Lyon le gustará la noticia de que será padre?” –Me repetía una y otra vez. “Si no le gusta que se joda y total será solo mi hijo”. Lyon llegó muy entrada la noche mientras yo aún me encontraba despierta, acostada abrazando una almohada. Me sentí tan mal que devolví toda la cena. —¿Qué tienes? —preguntó mi alemán acostándose a mi lado, abrazándome. Él dejó un beso en mi mejilla —Y no me digas que no tienes nada que te conozco.Me voltee para mirarlo. “Le voy a decir y saldremos de dudas”. —Te tengo una noticia. —¿Buena o mala?—Depende de cómo lo veas pero aquí te va: Estoy embarazada. —solté de sopetón, el rostro de mi alemán no mostraba ninguna una jodida expresión, ni buena ni mala; parecía que aun procesaba mis palabras.—¿Estas embarazada?—Si. El medico lo confirmó hoy pero te digo de una vez que…—¡Es la mejor noticia que has podido darme! —las palabras quedaron atascadas en mi boca. “Aborta misión, aborta misión de decirle que serías madre soltera”. ¡Él
LYON “Embarazada. Yusle estaba embarazada”. Que irreal era todo esta situación, me enamoro de ella, la llevo a mi casa y ya estamos esperando un hijo. Lo único que me faltaría es pedirle que se case conmigo pero recuerdo que ella no quiere matrimonio, primera vez que escucho que no quieren un anillo en dedo. “Me suena a trampa, tal vez si lo quiera y no me lo dice porque quiere que insista”.—¿Qué te tiene tan sonriente Lyon? —preguntó Joaquín con una ceja levantada. Mathew también estaba interesado en saber lo que me tenía distraído del trabajo. —Yuslevi esta embaraza. —¡¿Como?! —la expresión de ambos era de completa estupefacción. —De todas las opciones esa no me la esperaba. —dijo Matt. —¡Felicidades amigo! —Pero que rapidez la suya. En pocos meses se fueron a vivir juntos y a las semanas de eso ya está embarazara, ya que van a tener un hijo falta que le pongas un anillo en el dedo ¿así que para cuando es la boda? —Yusle no quiere un anillo. —ahora ambos se miraban extrañad
Lion no me hablaba. Era la primera vez que el alemán estaba tan furioso conmigo, tanto que ni me dejaba abrazarle, si de por sí ya tenía las hormonas alborotadas me ponía aún más triste con la frialdad de mi pareja. —¡Ya perdóname por lo de la broma, Lyon! No fue con mala intención. —él me miró desde su escritorio de forma larga y tendida, hasta que finalmente suspiró y me dejó sentarme en su regazo para mimarme. —No tenemos remedio, Yuslevi. Te amo con todas tus locuras y eso es todo lo que se. —mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas. —¡Pero no llores! —¡Es que tú con tus palabras bonitas! ¡¿Cómo esperas que no llore?! —él acunó mi rostro para luego limpiar mis lágrimas, luego puso su mano en mi vientre.—Hijo tu madre llora por todo —le murmuró a mi pequeño.—¡Claro que no! —exclamé haciéndome la ofendida. —Lo único que voy a odiar del embarazo es la gran barriga que se me hará.—A mí me parecerás igual de hermosa, con tal de que tú y nuestro hijo están sanos. —Lyon que tie
CINCO AÑOS DESPUES.—Yusle pareces artista, vestida siempre elegante y maquillada —dijo Elaine. —Ya ves que si es cierto lo que dicen, no hay mujer fea sino pobre. —respondí. Los había invitado a ella y Joshua para la celebrar el cumpleaños de mi esposo, Nare llegaría pronto con Mathew y Joaquín vendría con ellos. Acaba la firma de libros de mi última novela. Lyon ya pronto llegaría de la empresa, Elaine y yo hacíamos un video llamada a Alex, hace tres meses al fin se había casado con Edward Abernathy y estaban de luna de miel. —¡Hola hermanas! —exclamó cuando contestó, ella estaba en traje de baño.—Amiga te ves bella. Ese bronceado te luce —respondió Elaine. —Que suerte la tuya amiga, mírate en la playa que envidia. —dije.—A ti tu alemán te llevó a París, Alemania y Milán en su luna de miel. Coño, la que debería envidiarte seria yo —solté una gran carcajada.—¿La estas pasando rico allá?—¡Por supuesto! ¿Qué no me ven? Estoy más que feliz.—Bueno, bueno sí. Fue una pregunta t
1 de SEPTIEMBRE 2019. Seattle. MANSIÓN DEL ALEMÁN. (PRIMER DÍA, LA ENTREVISTA)Entre mis muchas, pero muchas desventuras y decepciones en la búsqueda de un buen trabajo sentía que al fin cambiaba mi suerte, aunque eso sí, jamás me esperé o me imaginé que mi entrevista se realizaría en la casa del mismísimo dueño de la empresa en la que si dios (y ese tipo quieren) trabajaría muy feliz. El contacto que me llamó me dijo que el señor tenía tanta flojera de salir que había decidido que por primera vez realizaría una entrevista en su hogar, cualquiera en mi lugar se sentiría halagada y súper nerviosa.Sentía el estómago demasiado débil, como si quisiera devolver todo lo que comí antes de venir para acá. Apenas entré a esa casa, no, no es una casa, esto es una gran mansión que parece un palacio. Creo que la alfombra vale más que todo lo que hay en mi departamento. Mi mandíbula no podía abrirse más y caer al suelo, porque no era una caricatura, estaba en la vida real.—Si así es la casa… ¿
No había podido dormir en toda la noche por la ansiedad, cuando al fin sonó mi alarma salte de la cama, eran las cinco de la mañana y las muchachas aún no se levantaban, Narelys tenía que entrar a su trabajo a eso de las nueve y Alex tenía un horario súper flexible, ya que era ayudante en un gimnasio, todas poníamos de nuestra parte para los gatos de este apartamento y además… vivir con estas locas amigas era bastante divertido. Una podía ser el hombro para llorar de la otra.Después de una ducha y un desayuno rápido, me arreglé lo mejor posible. Quería verme coqueta y femenina, no todos los días un hombre de negocios te pasa buscando para llevarte al trabajo; en este preciso momento me debato en la regla que dijo ese hombre sobre los teléfonos… Humm, no puedo dejarlo aquí. Mi teléfono es vital para mi existencia.—Ni que me fuera a revisar el bolso. —metí el celular en la cartera y salí de mi dormitorio, para mi sorpresa Alex y Narelys ya se habían levantado. —¿Tu jefe ya vendrá a b