EDWARDMiraba a la bonita morena que fue la secretaria de mi padre por casi dos años. La señorita Narelys es muy eficiente en su trabajo, me había ayudado mucho para adaptarme y ser el nuevo presidente de las empresas Abernathy; ella me informaba sobre los contratos que mi padre planeaba concretar con otras empresas y estaba siempre al tanto de todo.—¿Ya solo falta firmar esto señorita Narelys? —pregunté impaciente. —Así es señor Abernathy. —me sentí raro cuando se refirió a mí de esa manera, me hacía recordar a mi padre. Todo lo sentía aún muy reciente, no había ni tenido tiempo de pasar muy duelo en paz, lo único bueno que había salido de todo esto es Alex. Sonreía como bobo al solo pensar en mi sexi entrenadora quien no se decidía a darme una oportunidad de ser algo más que “un amigo”, pero ya caería. Tenía planeado invitarla a salir; ya extrañaba su sonrisa, su humor negro y sobre todo aquel culito redondeado que se veía espectacular en sus licras deportivas. ///////////NAREL
YUSLEVIDespués de mi reconciliación con el alemán anduve de muy buen humor toda la semana. Lyon iba a reunirse con Edward Abernathy en un restaurante para hablar sobre la fusión entre ambas empresas, por lo que me había dado la tarde libre. Al fin podía darme un tiempo para mis placeres culposos; “Nickis” es una reciente heladería que se estaba haciendo súper famosa aquí en Seattle por sus sándwiches de helado. Apenas entre al local el frio del lugar me erizó la piel, en el aire se podía oler la canela y especias horneadas. Se había hecho una gran fila para ordenar, y es entendible, todo era delicioso. Había venido una vez con las muchachas y quedamos encantadas, la espera había valido la pena. Iba al final de la fila, esperé un largo rato y ya estaba a una persona de mi turno cuando de repente sentí que alguien tocaba mi hombro haciéndome sobresaltar. —Sabía que te conocía de algo.—¡Ares, hola! —el moreno estaba frente a mí, sonriéndome. —Así que también vienes a probar los fam
ALEXSi había algo que reconocerle a Edward era su tenacidad. No por nada ahora me encontraba en este club con él, sentados uno frente al otro en uno de los elegantes reservados con asientos amueblados y una fina mesas cristal. Apenas llevábamos dos tragos y ambos estábamos sosteniendo una muy buena conversación. —¿Y cómo has estado? Digo, con eso de los negocios con el alemán. —la expresión de Edward cambio de repente. —Sé que el tema de tu padre aún sigue muy reciente. —Alex ya no soy tan vulnerable. Zimmerman me ha ayudado bastante en estos días y la función se hará en unas semanas, pero ya no hablemos sobre trabajo esta noche. He estado suficientemente metido en la oficina y ahora solo quiero concentrarme en ti. —él ya estaba a mi lado —Sabes que me gusta Alex pero tú pareces no quererme en tu vida y yo no voy a conformarme nunca con ser solo un amigo para ti. —Edward…—poco a poco la distancia entre nosotros iba disminuyendo.—Soy un buen un buen error Alex… comete. —¿Y si no
LYON—¿Alguien quiere volver a explicarme por qué hacemos esto? —pregunté fastidiado. —Porque son mis amigos y me quieren mucho —enfatizó Joaquín muy sonriente mientras Mathew y yo lo mirábamos con ganas de querer matarlo. —Cuando dijiste: clases de baile. Me imaginé que bailaríamos salsa, tango, baile de salón; no que nos trajeras a una clase de baile en tubo. —replicó Mathew molesto. —¡Había que salir de la rutina muchachos! —¿Mathew que dices si lo matamos? —le pregunté al rubio y este sonrió. —Y arrojamos su cuerpo al rio, ¡ahí nadie lo encontraría!—¡Ey! —gruñó Joaquín —¡Que malos amigos son y mira que los traigo aquí para que se diviertan! Esto es muy bueno, ya verán. Cuando sus novias se deleiten con su baile, veremos si siguen quejándose ¡van a besar el piso por el que camino!—¡Buenos días señores! —aprecio un tipo que se veía como un muñeco ken con ajustados shorts de licra. —¿Preparados para la clase?—¡Si! —exclamo Joaquín —No.—No —dijimos Mathew y yo al unísono.
Días después. LYONFui a buscar a Yuslevi al departamento. Ya era una rutina de todos los días, levantarme temprano, recoger a mi novia e irnos a la oficina. Apenas Yusle salió del edificio se montó en la camioneta me dio un beso en los labios y se puso el cinturón—¿Cómo te ha ido con tu clases? —pregunté interesado. Hace días que ella había entrado en cursos de escritura los fines de semana y se estaba esforzando en ello.—Aprendo todo lo que puedo y la profesora que los dicta es fantástica. El libro ya casi llega a las mil lecturas y eso me tiene muy feliz. ¿Sabes? Incluso tu primo Ares me recomendó en sus stories, tan lindo él. —Vaya. Así que Ares te ayudó. —mi tono sonó molesto y la expresión en su rostro cambio.—¿Solo dirás eso?—Eres una mujer fantástica y sé que vas a lograr hacer todo lo que estas proponiendo, estoy orgulloso de ti mi amor. —ella sonrió, todo su rostro parecía iluminarse con aquella sonrisa. “De verdad me alegraba porque esto era lo que ella quería y todo
YUSLEVIEl sexo con Lyon era divino, satisfactoria y siempre tenía con ganas de más. Ahora mismo me encontraba encima de mi alemán, a horcajadas con sus manos aferradas a mis caderas; gemía y jadeaba con cada embestida hasta que me llegamos al orgasmo. Él salió de mi interior para luego abrazarme y cubrirnos con el edredón de su cama. Recosté mi cabeza en su pecho escuchando como su corazón iba calmándose poco a poco. —Mañana se hará la fiesta para celebrar la fusión con las empresas Abernathy. —empezó a hablar mientras me rodeaba con sus brazos —¿Quieres acompañarme?—¿No crees que desentone? No quiero avergonzarte —respondí y al mirarlo vi como Lyon fruncía el ceño. —Tú no me avergüenzas. Eres mi pareja, quiero que estés ahí conmigo. Siempre asisto solo a ese tipo de eventos pero esta vez quiero presumir a mi hermosa novia, ¿quieres venir conmigo? —¡Si, si quiero! —chillé emocionada besándolo en los labios. —Tengo que pensar en lo que me voy a poner ¡que nervios!—Sé que te verá
EDWARDLas reuniones elegantes llenas de empresarios e inversionista no eran de mi agrado. Incluso Alex se veía aburrida, era completamente ajeno a este tipo de eventos, me apartaba siempre que podía y ahora que era el heredero de las inversiones y empresa de mi padre, era mi obligación. —Tienes una cara de mátenme—dijo Alex con una sonrisa —Aguanta un poquito más Ed.—Lo siento como una eternidad —vi a Zimmerman al lado de la mejor amiga de Alex, quienes hablaban con una pareja mayor que no conocía. —Tu amiga debe estar muy enamorada para estar con un hombre como Zimmerman. Alguien frio que parece no sentir nada por ella, en todo la velada no ha sonreído. —Tu tampoco pero es porque no te siente feliz aquí. Habría que mirarlo con más detenimiento antes de afirmar que el señor Lyon no siente nada por ella. —Zimmerman tenía su gran brazo rodeando la cintura de su pequeña acompañante. —Se nota que el señor Zimmerman no es el más expresivo de los hombres pero si Yusle lo quiere hay que
YUSLEVI Sentía que habían pasado años desde que había estado con todos mis amigos para hacer alguna reunión. Siempre era un vacilón cada vez que estábamos juntos. —Ustedes seres inferiores creen que pueden ganarme a mí en la cocina, en putería tal vez.—recalcó Joshua haciendo que todas gritáramos de indignación. —¡Joshua no estás diciendo putas! ¡Qué falta de respeto la tuya! —reclamó Alex.—¡Yo no me la calo Alex! —dije para meterle cizañaba a la cosa. Estar con Narelys, Elaine, Alex y Joshua me daba alegría. Me la estaba pasando todo el tiempo con mi alemán y no me tenía tiempo con mis amigos, así que nos reunimos todos en la casa de Joshua y Elaine para ver una serie y comer dulces u otra chuchería. Ahora mismo estamos peleando por quién hacia mejores palomitas y Joshua no dejaba de presumir las suyas tan perfectas, blancas y llenas de mantequilla. —Miren mis palomitas tan lindas y blancas y luego miren las suyas todas quemadas —presumió el hombre. —¡Cállate cabrón! —replico