Llegamos a la oficina el lunes con el corazón lleno de renovación. La luz del fin de semana en la casa de playa parecía haber despejado cualquier nube de incertidumbre que hubiera oscurecido nuestra relación. Derrochábamos amor y complicidad, lo que no pasó desapercibido para nuestros colegas, creando una atmósfera de positividad y armonía a nuestro alrededor. Nuestra conexión era evidente, y cada interacción entre nosotros estaba cargada de la chispa renovada de nuestro amor recién reavivado. Este cambio no escapó a la atención de Alexia.

Ella nos miraba con disgusto, y su frustración era evidente. Había estado tratando de socavar nuestra relación desde hace tiempo, y nuestro repentino renacimiento amoroso debía haber sido un golpe para sus maliciosos planes.

Después de dejar Emily en su oficina, donde la espera un hermoso detalle de mi parte; me dirigí a mi oficina, donde llegó David, ya que me había llamado temprano en la mañana y acordamos reunirnos en la oficina para hablar sobre