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° 10 años antes°Habían pasado cinco años desde que mi madre falleció donde esa enfermedad triunfó y ella perdió. Todavía me dolía, cada recuerdo y día que pasaba me hacía extrañar la más, era algo que nunca iba a poder superar, me sentía vulnerable y sola. Era muy joven para entender muchas cosas, como la vida y el mundo de los negocios que mi padre dirigía. Acostumbraba a decir que cuando creciera y terminara mis estudios la empresa familiar pasaría a mí, su idea siempre fue esa. Pero mi sueño y mi talento era otro, no ser una empresaria. Unos días antes de mi cumpleaños, padre se reunió con unos conocidos "amigos de la familia" eso había dicho. No sabía que lo fueran nunca los vi visitar nuestro hogar, hasta ese día. Un par de ancianos muy elegantes, una mujer guapísima venía acompañada con un hombre serio y a su lado un joven que parecía de unos dieciséis o diecisiete años, ignore su rostro cuando me sonrió, no tenía humor para nada y menos para empatizar con un desconocido. Mientras el día transcurrió con esa visita de familia desconocida. Trate de quedarme todo el tiempo apartada de ellos. Hasta que ese joven se acercó y se sentó junto a mi lado, incómoda por su cercanía me movió un poco más para que no rozaran nuestros brazos. —Aburrido ¿no? —habló el chico. Solo me limito asentir, al parecer a él también le incomodaba esta reunión. —Vaya, parece que eres muy tímida. Te has sonrojado con facilidad. No me había dado cuenta que mis mejillas estaban ruborizadas. Lleve las manos a mi cara para cubrirme el rubor. Que vergüenza. —He realidad.. no soy así.. —mi rubor aumento más cuando levante la vista para verle y lo vi sonriendo. Tenía una hermosa sonrisa que podía reflejarse sincera. —Pensé que no hablabas. Deberías de hacerlo más seguido, tienes una voz muy bonita —su tono no fue grosero o ofensivo. Si no amable.Puede ser que muera de pena si sigue sonriendo de esa manera y ni hablemos de lo que acaba de decir. —Disculpa.. debo irme. Intenté ponerme de pie pero él toma de mi mano para detenerme. —No te vayas —pidió cuando tomó de mi mano —No me dejes solo con ellos —señaló con la cabeza a los adultos que se encontraban a varios metros de distancia de nosotros. Definitivamente estaba tan aburrido como para pasar el rato con una adolescente. Él se miraba más maduro y sociable, a comparación de mí. Decidí quedarme y tener una charla tranquila con el joven. Era un chico guapo, su cabello castaño era algo rebelde ya que unos rizos salían de su peinado casi perfecto. Sus ojos fueron lo que más me llamaron la atención, aparte de su sonrisa, su tono era claro un color avellana y entre verdes. Nunca había visto algo igual. Nuestra charla se fue en cosas sobre estudios, él estaba a poco tiempo de graduarse del instituto y entrar a la universidad. También me contó que después de eso quería cumplir su sueño de viajar, aventurarse y fotografiar cada rincón del mundo entero. Su pasión era la fotografía y esperaba algún día llegar hacer un fotógrafo apasionado aventurero. Que bien, tan siquiera alguien podía cumplir sus sueños. Yo estaba destinada a quedarme aquí por siempre, y hacerme cargo de una empresa por obligación. ¿Cómo una persona puede ser feliz sin poder cumplir lo que tanto ha anhelado? Me alegraba por los demás que cumplían sus sueños, mientras yo me hundía en mi desgracia, y mi mala suerte de nacer en una familia donde tu futuro ya te lo tienen destinado. Esperaba ser decidida y valiente como él, aferrarme a lo que quiero y enfrentar a mi padre el día que sea mayor de edad para así tomar las riendas de mi vida y decidir por mí misma. Nuestra plática tomó un rumbo más amistoso, la timidez se fue un poco y pude contarle unas cosas de mí. Mis sueños y mis metas, era lograr entrar a una de las mejores universidades de diseño de modas. Ese era mi gran anhelo y talento. Dibujaba desde pequeña, fue algo que heredé de mi madre. Ella solía hacer bocetos de vestidos muy hermosos, fue una diseñadora en su tiempo de soltería antes de casarse con papá y después de un poco de que yo naciera lo dejo. Por ella aprendí muchas cosas y de ahí salió mi talento. Ella siempre me apoyó, pero papá nunca estuvo de acuerdo con ello. Aún así siempre me dijo "Nunca dejes tus sueños" "Haz lo que te nazca hacer, no lo que los demás quieren que hagas" Esas frases se me quedaron muy grabadas en mi mente y desde entonces sigo aferrada a mis sueños a lo que quiero lograr. Hablar de mi madre era algo que muy poco solía hacer y más con personas que casi no conocía. Pero no sé porque este chico me daba confianza, tanto como para abrirme y contarle sobre ella y mis sueños. Quizás porque él también tuvo esa misma seguridad en mí. A la hora de la cena mandaron a llamarnos y el chico y yo nos pusimos de pie para reunirnos con nuestros familiares en el comedor. Mientras íbamos muy animados en una plática sobre cosas de la escuela, una voz nos hizo guardar silencio. —Me alegra verlos así de juntos —habla el anciano —Es bueno que se estén llevando muy bien. Me gustaría verlos siempre así. No entendía porque tenía ese interés, ni me conocían y ya quería que fuera amiga de su nieto. Me había dicho que eran sus abuelos y sus padres con los que venía. Comento algo sobre que mis padres y los suyos eran muy cercanos y buenos amigos de la juventud y ahora los unía los negocios. Papá no me había contando nada al respecto, pero tampoco es que yo le haya preguntado algo sobre ello. La voz de la mujer mayor me hizo sonrojarme con su comentario. —Te imaginas que fuéramos familia. Nuestros apellidos unidos en una unión. Sería grandioso. ¿De qué está hablando esta señora? —Sí, muy grandioso. Tanto que nuestros negocios crecerían más y con nuestros herederos haciéndose cargo de todo —manifiesto con una sonrisa el hombre mayor —¿No te parece Arthur? Mi padre tomó su tiempo para responder, antes de hacerlo me ve y responde. —Por supuesto que sí. Solo que Thali es aún muy pequeña para eso —fingió una sonrisa, lo conocía perfectamente.Solía usar ese apelativo para nombrarme. El mismo que usaba mi madre para llamarme.—Sí, claro. Estamos hablando a futuro —aclara la mujer mayor. Los padres del chico estaban sumergidos en sus pensamientos como si no estuvieran aquí presentes. ¿Cómo es que no podía opinar sobre el futuro de su propia hijo? ¿Qué era más importante que él? Son del tipo de padres que decepcionan. El chico castaño y yo solo nos limitamos a vernos y sonreímos mientras negamos con nuestras cabezas. No sé realmente que es lo que quisieron decir los adultos. Pero claro esta que él y yo logramos empatizar muy bien, tanto que no tomamos importancia a lo que habían dicho.En la actualidad. NATALIE °° ♡ °° Hoy me espera un día largo y agotador. Partiré de Milán para regresar a Boston, a mi antigua vida. A partir de hoy mi vida cambiará. No sé si será para bien o para mal, pero de que cambiara radicalmente lo hará. Originalmente soy de Boston y llevo más de cinco años viviendo en Italia, ¿por qué motivo?. Porque decidí estudiar en una de las mejores universidad de moda y diseño. En cuanto cumplí la mayoría de edad y terminé el instituto me abrí paso junto con mi mejor y única amiga Kristen. Kris y yo somos amigas desde que éramos unas niñas y juntas siempre hemos seguido nuestros sueños, aunque seamos muy distintas encajamos muy bien, ella es muy extrovertida y alegre, en cambio yo soy un poco de carácter fuerte y seria, pero eso no quiere decir que sea amargada o tenga mal humor. 《Solamente no deben altera
NATALIE °° ♡ °° Efectivamente el tráfico era de lo peor. Llegue a casi nada para documentar en recepción y lograr entrar en la sala de espera un poco antes. La ventaja era que ya no traía mi equipaje y podía ir al sanitario sin preocupación alguna. Tome mi bolso y mi pequeña maleta de mano para dirigirme al baño de damas. El lugar estaba casi vacío cuando entre, tenía poco tiempo para hacer mis necesidades y poderme dar una manita de gato. Estaba horrible, parecía que había corrido en un maratón. Los mechones de mi coleta se salieron, y el rimen se me había corrido un poco por el sudor, pues si después de correr como Ana Guevara, como no me iba a pasar eso. No suelo recargar mi maquillaje en grandes cantidades como las modelo, pero nunca salgo con algo de rimen y labial en mis labios. Me gusta verme bien pero sencilla y fresca.
NATALIE°° ♡ °°Mientras esperaba en la banda giratoria donde pasaba el equipaje. Saque mi celular para avisarle a Kris que ya había llegado. Le envié WhatsApp, no estaba en línea pero aún así le escribí, más tarde lo vería. No quería avisar en casa de mi llegada, de echo nadie sabía que hoy sería el día de mi regreso. Solo les deje dicho que muy pronto volvería, pero no dije con exactitud cuando.Seguía escribiendo el mensaje, cuando de lejos vi mi maleta salir, ya estaba girando en la banda. No quería esperar así que me encamine a un punto más cercano para tomarla.Cuando de repente escuchó esa voz que me puso de puntas los
°° DOMINIK°° Solo en la sala de juntas en Kirgyakos Inc., bebía un sorbo de mi café que solía traerme todas las mañanas mi secretaria. —La Sra. Evans llamo hace un momento y dejo dicho que estará aquí enseguida —informó la secretaria, mientras sostenía la puerta— Le avisaré que ya esta desocupado.Mi madre no acostumbraba visitarme seguido y mucho menos se presentaba en las empresas Kirgyakos, detestaba el lugar y todo lo que tuviera que ver en relación a mi padre.Podía decirse que lo odiaba a él y a su amante, que ahora era su esposa. Mi madre vivió muchos años en un matrimonio infiel, donde solo recibía desplantes y la frialdad de mi padre. Anastasia, mi hermana menor y yo fuimos la razón por la que ella aguantó tantos años en una relación que nunca le dejó nada bueno, "solo sus hijos" solía decir. Cristina Evans nació y creció en u
NATALIE °° ♡ °° Cuarenta minutos de viaje fueron los que se hicieron del aeropuerto a casa. El taxista detuvo el vehículo en la entrada de las rejas metálica oscuras, un portón enorme y alto era lo primero que se podía ver. Una vez que pague baje y me acerque al interruptor donde había una pantalla con unos botones. Antes de presionar un botón para llamar, una luz roja parpadeo en la cámara de vigilancia que se encontraba en lo alto del otro aparato. Para después encender la pequeña pantalla y mostrar el rostro de la ama de llaves.Sus ojos se abrieron sorprendidos y una sonrisa se mostró antes de hablar.—¡Nathali! Estas aquí.Asentí, y sonreí por su tono y sus ojos rebosantes de alegría al verme. —Sí, he vuelto, Mali —le dije.—Espera.. espera ahí, enviaré alguien ayudarte.Volví asentir antes de que la pantalla se apag
NATALIE °° ♡ °° —Hola, papá —fue lo único que dije cuando me adentre en el lugar, pero no me acerque hasta él. —Has vuelto —dijo en un tono bajo, sacudió la cabeza —¿Pero por qué no haz avisado?—Necesitaba verte y saber cómo estabas. Tanto insistías que volviera y, ¿ahora te molesta que visita?Él vuelve a sacudir la cabeza pero en negación. Se pone de pie y llega hasta a mi lado, y sin esperarlo me abrazó. Me quedé inmóvil, no esperaba este recibimiento de su parte, pero aún así respondí a su abrazo. Se que me había extrañado, pero se también que estaba algo molesto, por no haberle avisado. —Jamás me molestaría con tu regreso. Al contrario, esto me sube el ánimo —dice, antes de apartarse de mí. —¿Cómo estás? Escuche por tía Eliza..Me corta antes de que siga.—Yo estoy perfecto —por u momento no le creo lo que dice, ya que
NATALIE °° ♡ °° Anoche no fue muy bueno que digamos, no logre dormir en casi toda la noche. Seguía pensando en todo lo que dijo mi padre, pero mas en lo último. Seguía cuestionándome ¿quién era Eva? Ayer, después de haber desempacado mis cosas, tome mi laptop y comencé a enviar currículos a todas las compañías cercanas. Mientras estuviera aquí no podía estar perdiendo el tiempo. Debía conseguir un empleo lo mas rápido posible, si no quería que mi padre siguiera insistiendo con lo de su puesto en la compañía. Antes de levantarme de mi antigua cama, me estire un poco soltando un largo suspiro. Era el momento de sacudirme toda esta mala suerte y emprender el viaje a mi gran sueño. Pero primero revisaría el buzón de mi correo y cerciorarme de que alguna compañía haya aceptado mi solicitud, después iría a tomar una ducha y buscar un atuendo adecuado para una entrevista.
NATALIE °° ♡ °° Mi expresión fue de desagrado cuando su rostro mostro un mal gesto, una vez que se dio cuenta de quien eras la mujer a la que le hizo la pregunta. En ese momento solo me dieron ganas de propinarle un golpe en su cara bonita e irritante, ahora en tiendo porque mi estómago se remolineo, eran ganas de vomitar. Para ninguno de los dos era agradable volvernos a ver, y en estas circunstancias mucho menos lo eran para mí. Tampoco iba a esperar a que se ofreciera ayudarme para levantarme del suelo, porque si... aún seguía en la misma postura y que cada vez se volvía mas incomodo, no solo por las miradas, sino porque comencé a sentir una punzada de dolor en mi trasero. ― ¿No vas ayudar a la señorita? ―otra voz varonil y muy gruesa se escuchó a poca distancia. Creo que el hombre se encontraba detrás del señor irritante, porque no alcanc