NATALIE °° ♡ °° Cuarenta minutos de viaje fueron los que se hicieron del aeropuerto a casa. El taxista detuvo el vehículo en la entrada de las rejas metálica oscuras, un portón enorme y alto era lo primero que se podía ver. Una vez que pague baje y me acerque al interruptor donde había una pantalla con unos botones. Antes de presionar un botón para llamar, una luz roja parpadeo en la cámara de vigilancia que se encontraba en lo alto del otro aparato. Para después encender la pequeña pantalla y mostrar el rostro de la ama de llaves.Sus ojos se abrieron sorprendidos y una sonrisa se mostró antes de hablar.—¡Nathali! Estas aquí.Asentí, y sonreí por su tono y sus ojos rebosantes de alegría al verme. —Sí, he vuelto, Mali —le dije.—Espera.. espera ahí, enviaré alguien ayudarte.Volví asentir antes de que la pantalla se apag
NATALIE °° ♡ °° —Hola, papá —fue lo único que dije cuando me adentre en el lugar, pero no me acerque hasta él. —Has vuelto —dijo en un tono bajo, sacudió la cabeza —¿Pero por qué no haz avisado?—Necesitaba verte y saber cómo estabas. Tanto insistías que volviera y, ¿ahora te molesta que visita?Él vuelve a sacudir la cabeza pero en negación. Se pone de pie y llega hasta a mi lado, y sin esperarlo me abrazó. Me quedé inmóvil, no esperaba este recibimiento de su parte, pero aún así respondí a su abrazo. Se que me había extrañado, pero se también que estaba algo molesto, por no haberle avisado. —Jamás me molestaría con tu regreso. Al contrario, esto me sube el ánimo —dice, antes de apartarse de mí. —¿Cómo estás? Escuche por tía Eliza..Me corta antes de que siga.—Yo estoy perfecto —por u momento no le creo lo que dice, ya que
NATALIE °° ♡ °° Anoche no fue muy bueno que digamos, no logre dormir en casi toda la noche. Seguía pensando en todo lo que dijo mi padre, pero mas en lo último. Seguía cuestionándome ¿quién era Eva? Ayer, después de haber desempacado mis cosas, tome mi laptop y comencé a enviar currículos a todas las compañías cercanas. Mientras estuviera aquí no podía estar perdiendo el tiempo. Debía conseguir un empleo lo mas rápido posible, si no quería que mi padre siguiera insistiendo con lo de su puesto en la compañía. Antes de levantarme de mi antigua cama, me estire un poco soltando un largo suspiro. Era el momento de sacudirme toda esta mala suerte y emprender el viaje a mi gran sueño. Pero primero revisaría el buzón de mi correo y cerciorarme de que alguna compañía haya aceptado mi solicitud, después iría a tomar una ducha y buscar un atuendo adecuado para una entrevista.
NATALIE °° ♡ °° Mi expresión fue de desagrado cuando su rostro mostro un mal gesto, una vez que se dio cuenta de quien eras la mujer a la que le hizo la pregunta. En ese momento solo me dieron ganas de propinarle un golpe en su cara bonita e irritante, ahora en tiendo porque mi estómago se remolineo, eran ganas de vomitar. Para ninguno de los dos era agradable volvernos a ver, y en estas circunstancias mucho menos lo eran para mí. Tampoco iba a esperar a que se ofreciera ayudarme para levantarme del suelo, porque si... aún seguía en la misma postura y que cada vez se volvía mas incomodo, no solo por las miradas, sino porque comencé a sentir una punzada de dolor en mi trasero. ― ¿No vas ayudar a la señorita? ―otra voz varonil y muy gruesa se escuchó a poca distancia. Creo que el hombre se encontraba detrás del señor irritante, porque no alcanc
NATALIE °° ♡ °° La tarde se fue deprisa y ya había anochecido. Ya tenía todo listo para mi primer día de trabajo. Pensaba dormirme temprano para descansar muy bien y estar fresca como una lechuga mañana tempano, pero mis planes fueron interrumpidos cuando Mali llamo a mi puerta y se asomó para informarme de algo. ―Nat, el señor pidió que estuvieras en menos de veinte minutos lista ― ¿para qué? Confundida la miro fijamente ―La visita que hará a la señora Eva. ¿La habías olvidado? Maldición, ¿cómo fue que olvide eso? La dichosa visita a la que no me negué, ahora tenia que cumplir. ―Está bien. En pocos minutos estaré lista, no tardo nada. Ella asiente antes de salir. La verdad no tenía ganas de arreglarme, así que no me iba esmerar con el atuendo, ni en el peinado, aunque mi padre se moleste por ello. Ya no era una niña, y
NATALIE °° ♡ °° No puede seguir escuchando disparates y así que me dirigí a la puerta para salir de ese lugar. Todo lo que dijo era una locura sin sentido, no me iba a quedar a oír lo demás de su plan absurdo.Ya con la furia en mí, pero sabiéndome controlar como algunas veces, pero dispuesta a marcharme de una vez por todas. —Tali —pero mi padre me interceptó en el camino —Espera. Tenemos que hablar —tomo de mi brazo sin hacer presión. —No hay nada mas que hablar. Venir aquí fue una mala idea, no decir haber aceptado —intento librarme de su agarré. —Hija.. —su voz se escuchó acongojada antes de volver a impedir que me marche.—No, no me llames hija. —suelto con ferocidad —No sé que es lo que esperas de mí, papá. —Solo dale una oportunidad y escúchalo. —frunzo el ceño, ¿me está pidiendo que escuche a ese hombre? —Al final tú ten
NATALIE°° ♡ °°Un millón de preguntas daban vueltas en mi mente, demasiado rápido como para que ninguna de ellas tomara forma. Todo esto era una locura y esta propuesta, plan o lo que fuera, era absurda.Cerré la boca anonadad por lo que había dicho. ¿Dionisio? Jamás escuche ese nombre, esto no tiene sentido. ¿Por qué demonios me nombraría en su testamento y como condición casarme con su nieto? Mi mente es confusa, estar aquí no ayuda en nada, creo que lo mejor es salir de este lugar, como lo debí de haber hecho desde el principio.Sentía mi boca seca, en este momento me arrepentía de no haber aceptado algo de beber cuando me lo ofreció.―No sabía que los Kirgykos me conocían. Y mucho menos su abuelo ―Dominik dejo de observarme y se puso de pie camino hasta l
NATALIE °° ♡ °° Al llegar al mi piso asignado, me dirigí hacia un mostrador que se encontraba en el vestíbulo. Hoy había decido ponerme un vestido de tubo a juego con unos zapatos bajos por si tenía que correr y así no correría el riego de volverme a caer. Y como hoy tuve tiempo de sobra cuando me levante, alcance a trenzar mi cabello en una trenza francesa, me encanta mucho ese peinado pero me gustaba mas traer mi cabello suelto, solo que no era una buena opción por el momento. No sé porque seguía preguntándome quien era el chico rubio del ascensor, ahora recuerdo que no le pregunte su nombre, por cortesía debí haberme presentado, ahora creerá que soy una maleducada. ―Buenos días ―salude cuando me acerque al mostrador. Fijándome en la vestimenta de la joven recepcionista me di cuenta que todos aquí vestían muy formal y muy parecido, con traje azul oscuro y camisa