NATALIE
°° ♡ °°
Mientras esperaba en la banda giratoria donde pasaba el equipaje. Saque mi celular para avisarle a Kris que ya había llegado. Le envié W******p, no estaba en línea pero aún así le escribí, más tarde lo vería.
No quería avisar en casa de mi llegada, de echo nadie sabía que hoy sería el día de mi regreso. Solo les deje dicho que muy pronto volvería, pero no dije con exactitud cuando.
Seguía escribiendo el mensaje, cuando de lejos vi mi maleta salir, ya estaba girando en la banda. No quería esperar así que me encamine a un punto más cercano para tomarla.
Cuando de repente escuchó esa voz que me puso de puntas los pelos.
—Sí, diles que ya voy en camino. Entretenerlos un poco.
Pensé que ya no me cruzaría con ese grosero. Pasa de largo sin tomarme en cuenta, seguía pegado a su móvil. Mejor, después de todo ni siquiera me dan ganas de que se disculpe, me cayó muy mal.
Me acerco a la banda para tomar mi equipaje, pero antes de que logre llegar alguien se atraviesa en mi camino haciendo que me detenga en seco. Miro al causante y la sangre me comienza a hervir del coraje. Es él, el señor irritante.
Pero eso no es lo que más me enfureció, fue cuando tomó mi maleta y como si nada comenzó alejarse. Sin pensarlo mucho corrí hasta él y agarré el aza del equipaje para jalar de el.
—No sabía que también fuera un ladrón de equipajes —levanté el tono de voz. Estaba muy molesta.
Frunció el entrecejo miró el equipaje y después a mí.
—¿Está loca? —inquiere, pero es como si estuviera afirmando.
Me va escuchar.
—Loca su abuela. No se haga el tonto y entrégueme mi maleta.
—¿Pero de que demonios está hablando? Este es mi equipaje.
—No señor, este es mi equipaje.
Jalo de una de las azas, pero él la sujeta con fuerza. Es inútil. Eche una mirada alrededor, esperado que alguien se prestara ayudarme pero todo el que pasaba me miraba como bicho raro.
Igual los ignore, no me importaba hacer un escándalo frente a desconocidos, él se estaba robando mi maleta donde iban mis pertenencias.
—No tengo tiempo para estas niñadas. Además esta llamando la atención de muchos y poniéndome en ridículo —su semblante era serio pero podía ver algo de molestia —No quiero ser brusco con una.. —me barre con sus ojos y finaliza —dama.. —dice muy seco.
¿Qué le pasa? Aparte de grosero es irrespetuoso.
—Imbécil —dije entre dientes —Gritare para que los de seguridad lo arresten por robarle su equipaje a una indefensa mujer.
—Usted de indefensa no tiene nada —muestra una sonrisa de lado con arrogancia.
—Es un ser irritante y grosero —sin pensarlo lo insulto en voz alta.
—Gracias por el cumplido. Pero debo irme, y aunque quisiera quedarme a charlar, o más bien a discutir con una mujer insoportable como usted. No puedo perder mi valioso tiempo en tonterías, yo si tengo cosas importantes que hacer. Así que sin su permiso debo hacer esto.. —me arrebata la maleta con facilidad y se gira para irse.
Parecía ver hasta rojo del coraje. Imbécil engreído, no se irá tan fácil con mi maleta.
—Señorita —un hombre me habla atrás de mi espalda pero lo ignore. No tenía tiempo para otras cosas.
Furiosa por el comportamiento grosero de este tipo. Me quité uno de mis zapatos y sin pensarlo se lo lancé, dándole en la espalda. No es que haya lanzado con mucha fuerza, si no que no había mucha distancia entre él y yo por eso fue que le atine, apenas se había alejado unos pasos.
En el instante que mi zapato impactó con su firme espalda él se detuvo en seco, pero no se vuelve hacía mí. Se tomó unos segundos para después encararme.
—Creo que me quede corto con mis palabras. También es una loca agresora. —en su cuello se mostraba una de sus venas resaltar, parecía tenso, no se si estaba molesto o no, pero su semblante no dejaba de ser el mismo —Porque mejor no se gira y le pone un poco de atención a los demás que están a su alrededor, y deja de hacerle caso a sus pensamientos locos antes de actuar.
Abrí la boca para responderle e insultarlo pero en ese instante el hombre de atrás interfiere para hablar nuevamente.
—¿Disculpe está es su maleta?
Cerré la boca automáticamente cuando me giré y puse toda mi atención en el guardia del aeropuerto, se encontraba a poca distancia con una maleta negra grande de ruedas. Era idéntica a la que traía el grosero irritante.
Echo un vistazo a cada una y efectivamente eran idénticas. El tipo irritante me miro con una de cejas alzada, mostrando de un modo que él estaba en lo correcto y yo en el error, que solo había hecho el ridículo. Más para su arrogancia, lo bueno es que esta será la última vez que nos miramos.
—Gracias —le digo al guardia cuando me entrega mi equipaje. Con algo de pena me muevo.
Qué momento tan incómodo y bochornoso, tragarme tierra era lo único que quería en ese instante. Pero aún así no me iba a disculpar con ese grosero, no le iba a dar gusto.
Al volver a girarme note que el tipo irritante hay había comenzado a marcharse, ahora si iba más retirado. Mucho mejor ya no verle su rostro perfecto de presumido.Di unos pasos para tomar mi zapato y, para después salir de ahí. Nadie dejaba de verme, han de pensar que estoy loca, pero siempre me había dado igual lo que pensaran sobre mí.
Salgo por las puertas principales, debía tomar un taxi. Cuando me encaminó a la acera para parar uno. Unos sonidos de cámaras y gente gritando roban mi atención.
Era la prensa, están rodeando a un hombre, pero muy apenas lograba ver. Solo alcancé a ver su cabello. ¿Quién será? ¿Será Justin Timberlake? Eso sería padre, tendría una oportunidad para pedirle un autógrafo.
Sonreí pensando en ello. Me olvide del taxi y me puse a buscar un bolígrafo y mi libreta de diseños que siempre cargaba en mi bolso de mano. Creo que será complicado acercarme hasta él, no le daban ningún centímetro de espacio para caminar.
Un Cadillac lujoso azul oscuro se estaciono en la acera, a poca distancia de donde yo me encontraba. Esperaba que papá y mi tía no se hubieran enterado de mí regreso. El chófer salió para dirigirse a la multitud de reporteros ayudando al dicho famoso, salvada de que no fuera a mi por quien venían.
Cuándo el chófer se acercó al auto para ayudar al hombre, me di cuenta que no era Justin Timberlake ni nadie de la farándula , que yo conociera. Era el inoportuno señor irritante.
Ahora resulta que ese tipo grosero es una celebridad, pobres de sus fans. Pero yo solo me pregunto, ¿cómo alguien como él puede ser famoso? Yo ni de chiste iría a uno de sus conciertos, si es que es cantante, o mucho menos mirar algún programa donde saliera.
Ve a saber que tipo de celebridad sea. No sé miraban seguidoras a su alrededor, solo reporteros desesperados por captar una foto de él mientras le hacían preguntas.
Antes de subir a su auto se da cuenta de que estaba viendo la escena teatral de los paparazzi. Su rostro serio cambia un poco para mostrar una ligera sonrisa arrogante y después ingresar al interior del vehículo y marcharse al fin.
Mis ojos se quedan en lo ultimo que ven, su cabellera castaña clara que no le había puesto mucha atención con anterioridad. ¿Era él mismo tipo maleducado con el que impacte en los baños del aeropuerto? Sí, sin duda.. era él.
Quiso presumir de su disque fama, algo que para mí me viene valiendo muy poco. Solo me pregunté ¿cómo podía ver alguien cómo él? Tan engreído e irritante.
°° DOMINIK°° Solo en la sala de juntas en Kirgyakos Inc., bebía un sorbo de mi café que solía traerme todas las mañanas mi secretaria. —La Sra. Evans llamo hace un momento y dejo dicho que estará aquí enseguida —informó la secretaria, mientras sostenía la puerta— Le avisaré que ya esta desocupado.Mi madre no acostumbraba visitarme seguido y mucho menos se presentaba en las empresas Kirgyakos, detestaba el lugar y todo lo que tuviera que ver en relación a mi padre.Podía decirse que lo odiaba a él y a su amante, que ahora era su esposa. Mi madre vivió muchos años en un matrimonio infiel, donde solo recibía desplantes y la frialdad de mi padre. Anastasia, mi hermana menor y yo fuimos la razón por la que ella aguantó tantos años en una relación que nunca le dejó nada bueno, "solo sus hijos" solía decir. Cristina Evans nació y creció en u
NATALIE °° ♡ °° Cuarenta minutos de viaje fueron los que se hicieron del aeropuerto a casa. El taxista detuvo el vehículo en la entrada de las rejas metálica oscuras, un portón enorme y alto era lo primero que se podía ver. Una vez que pague baje y me acerque al interruptor donde había una pantalla con unos botones. Antes de presionar un botón para llamar, una luz roja parpadeo en la cámara de vigilancia que se encontraba en lo alto del otro aparato. Para después encender la pequeña pantalla y mostrar el rostro de la ama de llaves.Sus ojos se abrieron sorprendidos y una sonrisa se mostró antes de hablar.—¡Nathali! Estas aquí.Asentí, y sonreí por su tono y sus ojos rebosantes de alegría al verme. —Sí, he vuelto, Mali —le dije.—Espera.. espera ahí, enviaré alguien ayudarte.Volví asentir antes de que la pantalla se apag
NATALIE °° ♡ °° —Hola, papá —fue lo único que dije cuando me adentre en el lugar, pero no me acerque hasta él. —Has vuelto —dijo en un tono bajo, sacudió la cabeza —¿Pero por qué no haz avisado?—Necesitaba verte y saber cómo estabas. Tanto insistías que volviera y, ¿ahora te molesta que visita?Él vuelve a sacudir la cabeza pero en negación. Se pone de pie y llega hasta a mi lado, y sin esperarlo me abrazó. Me quedé inmóvil, no esperaba este recibimiento de su parte, pero aún así respondí a su abrazo. Se que me había extrañado, pero se también que estaba algo molesto, por no haberle avisado. —Jamás me molestaría con tu regreso. Al contrario, esto me sube el ánimo —dice, antes de apartarse de mí. —¿Cómo estás? Escuche por tía Eliza..Me corta antes de que siga.—Yo estoy perfecto —por u momento no le creo lo que dice, ya que
NATALIE °° ♡ °° Anoche no fue muy bueno que digamos, no logre dormir en casi toda la noche. Seguía pensando en todo lo que dijo mi padre, pero mas en lo último. Seguía cuestionándome ¿quién era Eva? Ayer, después de haber desempacado mis cosas, tome mi laptop y comencé a enviar currículos a todas las compañías cercanas. Mientras estuviera aquí no podía estar perdiendo el tiempo. Debía conseguir un empleo lo mas rápido posible, si no quería que mi padre siguiera insistiendo con lo de su puesto en la compañía. Antes de levantarme de mi antigua cama, me estire un poco soltando un largo suspiro. Era el momento de sacudirme toda esta mala suerte y emprender el viaje a mi gran sueño. Pero primero revisaría el buzón de mi correo y cerciorarme de que alguna compañía haya aceptado mi solicitud, después iría a tomar una ducha y buscar un atuendo adecuado para una entrevista.
NATALIE °° ♡ °° Mi expresión fue de desagrado cuando su rostro mostro un mal gesto, una vez que se dio cuenta de quien eras la mujer a la que le hizo la pregunta. En ese momento solo me dieron ganas de propinarle un golpe en su cara bonita e irritante, ahora en tiendo porque mi estómago se remolineo, eran ganas de vomitar. Para ninguno de los dos era agradable volvernos a ver, y en estas circunstancias mucho menos lo eran para mí. Tampoco iba a esperar a que se ofreciera ayudarme para levantarme del suelo, porque si... aún seguía en la misma postura y que cada vez se volvía mas incomodo, no solo por las miradas, sino porque comencé a sentir una punzada de dolor en mi trasero. ― ¿No vas ayudar a la señorita? ―otra voz varonil y muy gruesa se escuchó a poca distancia. Creo que el hombre se encontraba detrás del señor irritante, porque no alcanc
NATALIE °° ♡ °° La tarde se fue deprisa y ya había anochecido. Ya tenía todo listo para mi primer día de trabajo. Pensaba dormirme temprano para descansar muy bien y estar fresca como una lechuga mañana tempano, pero mis planes fueron interrumpidos cuando Mali llamo a mi puerta y se asomó para informarme de algo. ―Nat, el señor pidió que estuvieras en menos de veinte minutos lista ― ¿para qué? Confundida la miro fijamente ―La visita que hará a la señora Eva. ¿La habías olvidado? Maldición, ¿cómo fue que olvide eso? La dichosa visita a la que no me negué, ahora tenia que cumplir. ―Está bien. En pocos minutos estaré lista, no tardo nada. Ella asiente antes de salir. La verdad no tenía ganas de arreglarme, así que no me iba esmerar con el atuendo, ni en el peinado, aunque mi padre se moleste por ello. Ya no era una niña, y
NATALIE °° ♡ °° No puede seguir escuchando disparates y así que me dirigí a la puerta para salir de ese lugar. Todo lo que dijo era una locura sin sentido, no me iba a quedar a oír lo demás de su plan absurdo.Ya con la furia en mí, pero sabiéndome controlar como algunas veces, pero dispuesta a marcharme de una vez por todas. —Tali —pero mi padre me interceptó en el camino —Espera. Tenemos que hablar —tomo de mi brazo sin hacer presión. —No hay nada mas que hablar. Venir aquí fue una mala idea, no decir haber aceptado —intento librarme de su agarré. —Hija.. —su voz se escuchó acongojada antes de volver a impedir que me marche.—No, no me llames hija. —suelto con ferocidad —No sé que es lo que esperas de mí, papá. —Solo dale una oportunidad y escúchalo. —frunzo el ceño, ¿me está pidiendo que escuche a ese hombre? —Al final tú ten
NATALIE°° ♡ °°Un millón de preguntas daban vueltas en mi mente, demasiado rápido como para que ninguna de ellas tomara forma. Todo esto era una locura y esta propuesta, plan o lo que fuera, era absurda.Cerré la boca anonadad por lo que había dicho. ¿Dionisio? Jamás escuche ese nombre, esto no tiene sentido. ¿Por qué demonios me nombraría en su testamento y como condición casarme con su nieto? Mi mente es confusa, estar aquí no ayuda en nada, creo que lo mejor es salir de este lugar, como lo debí de haber hecho desde el principio.Sentía mi boca seca, en este momento me arrepentía de no haber aceptado algo de beber cuando me lo ofreció.―No sabía que los Kirgykos me conocían. Y mucho menos su abuelo ―Dominik dejo de observarme y se puso de pie camino hasta l