En la actualidad.
NATALIE
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Hoy me espera un día largo y agotador. Partiré de Milán para regresar a Boston, a mi antigua vida. A partir de hoy mi vida cambiará. No sé si será para bien o para mal, pero de que cambiara radicalmente lo hará. Originalmente soy de Boston y llevo más de cinco años viviendo en Italia, ¿por qué motivo?. Porque decidí estudiar en una de las mejores universidad de moda y diseño. En cuanto cumplí la mayoría de edad y terminé el instituto me abrí paso junto con mi mejor y única amiga Kristen. Kris y yo somos amigas desde que éramos unas niñas y juntas siempre hemos seguido nuestros sueños, aunque seamos muy distintas encajamos muy bien, ella es muy extrovertida y alegre, en cambio yo soy un poco de carácter fuerte y seria, pero eso no quiere decir que sea amargada o tenga mal humor. 《Solamente no deben alterarme y no pasara nada.》 Ese tiempo vivido en Milán pude graduarme de diseño de modas, algo que siempre soñé. He logrado mis metas, ahora solo me falta triunfar, a pesar de que fue algo muy difícil pude cumplir mi objetivo. Lo más complicado ha sido encontrar un empleo relacionado con mi profesión. Aunque me encuentre en la ciudad más famosa del mundo de la moda, no me ha servido de nada. Vivir en un lugar donde haya mucha demanda y competencia por querer todos ser partes de alguna empresa diseñadora reconocida no ayuda de mucho. La mayoría aquí todos son recomendados, con experiencia en el mercado o entran con tratos inapropiados con los jefes. Y yo que creía que viniendo a Milán a estudiar después se me facilitaría el encontrar un buen empleo y sin contratiempos. Tengo más de un año y medio que trabajo de asistente para una ogra. Según iba a ser de pasante por solo tres meses, pero nunca vi que me dieran alguna oportunidad en esa empresa. Y ahora tendré que regresar a mi país. No es algo que estuviera en mis planes, más bien lo he estado evitando durante mucho tiempo, pero no tengo otra opción. Mi padre, el señor Arthur Collins es dueño de una empresa textil una de las mejores del país y de la más grande de Boston. Actualmente nuestra compañía familia está asociada con otras que están en el mercado de la moda y algunas de ellas son de marcas muy conocidas en el mundo entero. Es raro que yo ande solicitando empleo en otros lugares mientras mi familia es parte de una firma prestigiosa, pero esa fue una de las razones porque me vine a vivir a Milán. Una de ellas era porque quería estudiar en el extranjero en una de las mejores universidades de moda y la otra para poder independizarme, sin que mi padre me siguiera vigilando y siguiera manejando mi vida. Siempre me ha gustado hacer lo que me plazca y soñaba con tener mi propia vida después de haber vivido mucho tiempo entre lujos, vigilancia y sin poder respirar cómodamente. El regresar, no significa que vaya a dejar que vuelvan a controlar mi vida. Si he aceptado volver es porque a surgido un problema familiar, y también porque vi que aquí nunca iba avanzar como diseñadora. De todas formas en Boston abundan muchas empresas de moda, y si meto currículum en todas ellas posiblemente tenga alguna oportunidad en alguna. Pero aún estaba pensándolo, todavía no decidía si quedarme o regresarme a mi cómodo y pequeño apartamento. Mi padre siempre quiso que me hiciera cargo del negocio, pero como ese no era mi sueño, si no diseñar, nunca accedí. Tampoco lo haré ahora. El no conseguir un buen empleo no llega a significar que ahora vaya aceptar la oferta familiar. Mi sueño es triunfar por mi misma, por mi talento y por lo que se hacer y es lo que más amo. Algún día seré una reconocida diseñadora.《soñar no cuesta nada》 No quería ser reconocida como la hija del empresario Arthur Collins. Eso jamás. Mi esfuerzo, y cada gota derramada de sudor por mi arduo trabajo, se que llevarán hacer reconocidos. Siempre he sido optimista y nunca lo dejaría de hacer. Por misma mantuve mis estudios con una media beca y la otra parte trabajando por las tardes de recepcionista y después de asistente de esa jefa ogra. Siempre me negué al dinero de mi padre, después de haber cumplido la mayoría de edad. No voy a negar que también sobreviví con la herencia que me dejó mi madre antes de fallecer. Nuria Hudson, fue una mujer bellísima de ojos azules y melena oscura ondulada. Mi padre decía que yo era su mismo retrato, que éramos idénticas como dos gotas de agua, y que en mí la miraba a ella y eso lo ayudaba a recordarla y no extrañarla tanto. Mi madre falleció cuando apenas tenía ocho años de edad, se fue cuando más la necesité. Le habían diagnosticado cáncer en su matriz y por esa razón ya no pudo tener más hijos después de mí, es por eso que soy hija única. Como el tumor lo encontraron demasiado tarde se expandió y ya era demasiado tarde para ayudarla. Recuerdo que solo nos dejaron disfrutar unas semanas con ella, había sido como una despedida de la que nunca quise que llegará a su fin. Pase mi niñez y mi adolescencia mal, a falta de ella. Ella había sido la mejor madre del mundo, era tierna, cariñosa, rara vez me regañaba por algo y aunque tuve el exceso de amor y atención sobre protectora de mi padre, siempre la extrañé y así será hasta que muera. Hubo un momento en mi vida en que ya no pude más, sentía que me asfixiaba en ese casa. La sobre protección de papá aumentó tanto que por eso salí huyendo. Solo deseaba ser mayor para tomar las riendas de mi vida y poder decidir por mí misma. Estos casi cinco años vividos en Milán fueron los mejores, aprendí a crecer mentalmente, emocional, y físicamente, me ayudó hacer yo misma, sobrellevar mi vida con esa pérdida dolorosa que aún duele un poco. Supe valerme por mi misma y hacer independiente. Hoy en día soy una mujer de veintitrés años, con una licenciatura en diseño de modas, soltera, sin compromisos y con un pequeño y sencillo apartamento que me acostado, y esta ubicado en el centro de la ciudad. Y no puede faltar mi adorado gatito Simón y mi buena amiga que siempre está a mi lado. No pido más, amo mi vida, aunque solo me falta encontrar un buen empleo donde sepan valorar mi trabajo y mis ganas por querer salir adelante. Kris se quedará a cuidar de Simón, mientras termina de recibir su liquidación y pronto me alcanzará en Boston. Dice que no me dejará sola y que donde yo vaya ella también irá. Por eso es la mejor del mundo. Y la verdad también la necesito mucho, es como la hermana que nunca tuve. Lo que no me agradó era que dejara su empleo, supuestamente dijo que no le iba bien y que ya había pensado cambiar a otro, pero yo creo que lo hace más por mí, y pone de excusa eso. Para mi parecer ella tiene buen trabajo, es maestra en de artes. Así es como nos conocimos en la misma universidad. Ella se especializa en el arte contemporáneo y yo en el diseño de moda. En algunas veces ambas nos ayudamos con ideas locas que tenemos y nos apoyamos mucho la una a la otra. Más que mi amiga, mi hermana, es mi aconseja y mi apoyo. —¿Ya tienes todo listo? —pregunta Kris al entrar a mi dormitorio. Asiento en respuesta mientras termino de meter unas cosas más dentro de mí valija. —¿Qué hora es? —Solo te queda una hora para llegar al aeropuerto y tomar el vuelo casi a tiempo. Rayos, no había visto la hora. El vuelo sale las nueve y van hacer las siete. Ahora solo rezo porque no haya tráfico. Tuve que madrugar para terminar de empacar todas mis pertenencias importantes, y aún así el tiempo no fue suficiente. Kris se quedará un tiempo en el apartamento mientras recibe su última pago para después unirse conmigo en Boston. Me despido de mi amiga con un fuerte abrazo y antes de salir le dejo todas la indicaciones sobre el cuidado de Simón. —Recuerda, desayuno, comida y cena. Y entre comidas no olvides su golosina. Debes sacarlo muy temprano al baño y tampoco olvides su cita con el veterinario, le toca revisión esta semana que viene —hablo tan rápido que no la dejo ni pronunciar una sola palabra —En el cajón del escritorio esta su cartilla, y no le gusta dormir con temperaturas bajas, si esta frío prende la calefacción. Se cruza de brazos mientras entrecierra sus ojos. —¿Algo más mamá? —dice en un tono sarcástico —Eres peor que mi madre, y eso que según ella me ama. Nat, es solo un gato. —Para ti. Para mí es mi bebé. Así que cuídalo bien — le señalo. Sin protestar solo asiente y me da el último abrazo para dejarme ir. El taxi ya esperaba, al entrar y sentarme me pregunté que vida me estaba esperando en ese lugar. Lo único que espero es no arrepentirme por haber regresado a Boston. Espero regresar pronto a mi vida que estoy dejando, pero primero resolveré todos los asuntos que tenga pendientes con mi padre. Debo resistir, y no dejar que me agobie su excesiva protección. Extrañaré esta bella ciudad que me hizo crecer y madurar como la mujer que soy hoy. Y espero seguir siendo la misma aún después de estar en mi antiguo hogar.NATALIE °° ♡ °° Efectivamente el tráfico era de lo peor. Llegue a casi nada para documentar en recepción y lograr entrar en la sala de espera un poco antes. La ventaja era que ya no traía mi equipaje y podía ir al sanitario sin preocupación alguna. Tome mi bolso y mi pequeña maleta de mano para dirigirme al baño de damas. El lugar estaba casi vacío cuando entre, tenía poco tiempo para hacer mis necesidades y poderme dar una manita de gato. Estaba horrible, parecía que había corrido en un maratón. Los mechones de mi coleta se salieron, y el rimen se me había corrido un poco por el sudor, pues si después de correr como Ana Guevara, como no me iba a pasar eso. No suelo recargar mi maquillaje en grandes cantidades como las modelo, pero nunca salgo con algo de rimen y labial en mis labios. Me gusta verme bien pero sencilla y fresca.
NATALIE°° ♡ °°Mientras esperaba en la banda giratoria donde pasaba el equipaje. Saque mi celular para avisarle a Kris que ya había llegado. Le envié WhatsApp, no estaba en línea pero aún así le escribí, más tarde lo vería. No quería avisar en casa de mi llegada, de echo nadie sabía que hoy sería el día de mi regreso. Solo les deje dicho que muy pronto volvería, pero no dije con exactitud cuando.Seguía escribiendo el mensaje, cuando de lejos vi mi maleta salir, ya estaba girando en la banda. No quería esperar así que me encamine a un punto más cercano para tomarla.Cuando de repente escuchó esa voz que me puso de puntas los
°° DOMINIK°° Solo en la sala de juntas en Kirgyakos Inc., bebía un sorbo de mi café que solía traerme todas las mañanas mi secretaria. —La Sra. Evans llamo hace un momento y dejo dicho que estará aquí enseguida —informó la secretaria, mientras sostenía la puerta— Le avisaré que ya esta desocupado.Mi madre no acostumbraba visitarme seguido y mucho menos se presentaba en las empresas Kirgyakos, detestaba el lugar y todo lo que tuviera que ver en relación a mi padre.Podía decirse que lo odiaba a él y a su amante, que ahora era su esposa. Mi madre vivió muchos años en un matrimonio infiel, donde solo recibía desplantes y la frialdad de mi padre. Anastasia, mi hermana menor y yo fuimos la razón por la que ella aguantó tantos años en una relación que nunca le dejó nada bueno, "solo sus hijos" solía decir. Cristina Evans nació y creció en u
NATALIE °° ♡ °° Cuarenta minutos de viaje fueron los que se hicieron del aeropuerto a casa. El taxista detuvo el vehículo en la entrada de las rejas metálica oscuras, un portón enorme y alto era lo primero que se podía ver. Una vez que pague baje y me acerque al interruptor donde había una pantalla con unos botones. Antes de presionar un botón para llamar, una luz roja parpadeo en la cámara de vigilancia que se encontraba en lo alto del otro aparato. Para después encender la pequeña pantalla y mostrar el rostro de la ama de llaves.Sus ojos se abrieron sorprendidos y una sonrisa se mostró antes de hablar.—¡Nathali! Estas aquí.Asentí, y sonreí por su tono y sus ojos rebosantes de alegría al verme. —Sí, he vuelto, Mali —le dije.—Espera.. espera ahí, enviaré alguien ayudarte.Volví asentir antes de que la pantalla se apag
NATALIE °° ♡ °° —Hola, papá —fue lo único que dije cuando me adentre en el lugar, pero no me acerque hasta él. —Has vuelto —dijo en un tono bajo, sacudió la cabeza —¿Pero por qué no haz avisado?—Necesitaba verte y saber cómo estabas. Tanto insistías que volviera y, ¿ahora te molesta que visita?Él vuelve a sacudir la cabeza pero en negación. Se pone de pie y llega hasta a mi lado, y sin esperarlo me abrazó. Me quedé inmóvil, no esperaba este recibimiento de su parte, pero aún así respondí a su abrazo. Se que me había extrañado, pero se también que estaba algo molesto, por no haberle avisado. —Jamás me molestaría con tu regreso. Al contrario, esto me sube el ánimo —dice, antes de apartarse de mí. —¿Cómo estás? Escuche por tía Eliza..Me corta antes de que siga.—Yo estoy perfecto —por u momento no le creo lo que dice, ya que
NATALIE °° ♡ °° Anoche no fue muy bueno que digamos, no logre dormir en casi toda la noche. Seguía pensando en todo lo que dijo mi padre, pero mas en lo último. Seguía cuestionándome ¿quién era Eva? Ayer, después de haber desempacado mis cosas, tome mi laptop y comencé a enviar currículos a todas las compañías cercanas. Mientras estuviera aquí no podía estar perdiendo el tiempo. Debía conseguir un empleo lo mas rápido posible, si no quería que mi padre siguiera insistiendo con lo de su puesto en la compañía. Antes de levantarme de mi antigua cama, me estire un poco soltando un largo suspiro. Era el momento de sacudirme toda esta mala suerte y emprender el viaje a mi gran sueño. Pero primero revisaría el buzón de mi correo y cerciorarme de que alguna compañía haya aceptado mi solicitud, después iría a tomar una ducha y buscar un atuendo adecuado para una entrevista.
NATALIE °° ♡ °° Mi expresión fue de desagrado cuando su rostro mostro un mal gesto, una vez que se dio cuenta de quien eras la mujer a la que le hizo la pregunta. En ese momento solo me dieron ganas de propinarle un golpe en su cara bonita e irritante, ahora en tiendo porque mi estómago se remolineo, eran ganas de vomitar. Para ninguno de los dos era agradable volvernos a ver, y en estas circunstancias mucho menos lo eran para mí. Tampoco iba a esperar a que se ofreciera ayudarme para levantarme del suelo, porque si... aún seguía en la misma postura y que cada vez se volvía mas incomodo, no solo por las miradas, sino porque comencé a sentir una punzada de dolor en mi trasero. ― ¿No vas ayudar a la señorita? ―otra voz varonil y muy gruesa se escuchó a poca distancia. Creo que el hombre se encontraba detrás del señor irritante, porque no alcanc
NATALIE °° ♡ °° La tarde se fue deprisa y ya había anochecido. Ya tenía todo listo para mi primer día de trabajo. Pensaba dormirme temprano para descansar muy bien y estar fresca como una lechuga mañana tempano, pero mis planes fueron interrumpidos cuando Mali llamo a mi puerta y se asomó para informarme de algo. ―Nat, el señor pidió que estuvieras en menos de veinte minutos lista ― ¿para qué? Confundida la miro fijamente ―La visita que hará a la señora Eva. ¿La habías olvidado? Maldición, ¿cómo fue que olvide eso? La dichosa visita a la que no me negué, ahora tenia que cumplir. ―Está bien. En pocos minutos estaré lista, no tardo nada. Ella asiente antes de salir. La verdad no tenía ganas de arreglarme, así que no me iba esmerar con el atuendo, ni en el peinado, aunque mi padre se moleste por ello. Ya no era una niña, y