"Sedúceme sin piedad, quebranta ley fuerte. Siempre dije que nada es eterno, nunca podrás decir jamás.
Y ahora dime que sin mí llora la noche a tu lado. Jura amte mi, dime que nadie es más que yo.
Fuego al corazón, arden los sentimientos. Muy suavemente tu vida romperá con el pasado.
Dime que sin mi llora la noche a tu lado, jura ante mí y dime que nadie es más que yo".
Gabriel interpretaba en el salón privado aquella canción que Luzbel le hubo compuesto tiempo atrás. En verdad el rubio se sentía brillar cada vez que la cantaba. Nunca antes la había interpretado en vivo, ya que solo era suya.
Luzbel tocaba el organo logrando que la melodía los envuelva a ambos consiguiendo que Gabriel se mueva con magistral sensualidad, mientras su voz resonaba con pasión.
Al concluir la canción, Luzbel se avalanzó a
La gente aguardaba la salida de Boris, la gran estrella del pop del estudio de radio de la ciudad donde fue entrevistada llegando así a muchisimos fans.Cuando la jóven salió junto con Luzbel y sus guardaespaldas, el grito de las fans fue total. Empujaban con locura total para lograr llegar a la muchacha con alocada pasión.Boris llegó hasta su limousina donde subió junto con Luzbel. Los flash de las fotos se sucedían de forma continua. Una vez dentro la limousina se puso en marcha y se alejó del lugar.Dentro Boris respiró hondo, la jóven no sonreía nunca por voluntad propia. Si lo hacía era para interpretar un personaje o una canción.Luzbel abrazó a Gabriel mientras respiraba aliviado al sentirlo entre sus brazos. No le gustaba permanecer mucho tiempo lejos de su dorado esposo.Boris miraba por la ventana con la mente en blanco total. Estaba agotada, ya que había trabajado mucho ultimamente.Llegaron al estadio donde estaba repleto de fan
Santy había ido a la mansión donde sabía que se encontraba Boris. La estrella estaba sola, eso también lo sabía.Toda la servidumbre dormía profundamente, el guardián de Boris no obstante seguia despierto pero Santy supo neutralizarlo tomándolo por sorpresa. Le inyectó un sedante poderoso dejándolo dormido.Luego entró a la habitación de Boris quien dormía profundamente. Santy la sujetó despertándola bruscamente. Por más que la jóven forcejeó, no logró nada ya que su captor era muy fuerte.Fue arrastrada afuera y por más que intentaba soltarse, Boris no lo logró ya que había sido muy bien amarrada. Fue llevada a un oscuro auto para desaparecer en medio de la noche.Santy dejó las puertas abiertas de la mansión y a la servidumbre dormida por un sedante. Sabía dónde
Boris estaba en la fila, aquella fría mañana de invierno. Esperaba su turno para el casting que la ópera de la ciudad hacía. Necesitaba el trabajo o acabaría en las calles literalmente hablando, debido a que estaba en banca rota total.El frío calaba sus huesos entumeciéndolo al completo. Pocas eran las veces en que la ópera hacía un casting para buscar artistas. Esa era su oportunidad y esperaba tener éxito.Al menos con un personaje secundario aunque más no sea, sabía que lo importante era entrar. Lo demás vendría solo.Las horas pasaban y la fila iba avanzando lentamente. Podía ver la desesperación en todos los que aspiraban a entrar para formar parte del elenco principal del teatro.Eran días duros, momentos de intensa crísis económica, por ende todos estaban necesitados. Esto hacía que haya muchísima más competencia. Suspiró profundamente.El ruido era casi enloquecedor debido a las prácti
Boris estaba en el teatro ensayando las partituras que le dieron para representar. Era el de un joven esclavo que había sido vendido por sus padres a una aristocrática familia.Boris sonrió por la ironía, aquel personaje se asemejaba bastante a su propia realidad, con ciertas diferencias.Parecía que estaba condenada a vivir en continua desgracia.Suspiró profundo para volver a concentrarse en su trabajo. Pero una repentina voz lo sobresaltó.— Tienes un gran talento Boris, pero es necesario que perfecciones tu voz.Quien le hablaba era nada menos que el dueño del teatro. Luzbel Arcangel. Boris no sabía si sorprenderse, emocionarse o asustarse.—¿Y qué significa eso? — Yo podría enseñarte si es que así lo deseas.— ¿Enseñarme? ¿Usted a mí? P-Pero....n-no tengo dinero para pagarle las clases....— No me importa esoLa forma en que Luzbel la miraba la inc
¿Qué debía hacer? La estaba pasando muy bien junto a Miguel, al punto de querer seguir así. Deseaba no solo repetir aquello, sino volverlo parte de su vida misma.Pero Boris no era ningúna ingenua, mucho menos tonta. Ella sabía perfectamente que por su condición social aristócrata, Miguel jamás se fijaría en alguien como ella. Después de todo Boris era una bastarda, cuyos padres jamás legalizaron lo suyo.Eso la hizo vivir aislada de todo y de todos, y para rematar era una artista.Bien sabía que la aristocracia, veía con muy malos ojos que uno de ellos se dedique a algún tipo de tema del arte, por considerarlo denigrante, ya que, a juicio de ellos, solo lo hacían quienes les gustaba compartir su cama con cualquiera.Por tal razón llevaba todas las de perder con Miguel. No obstante disfrutaba del momento maravillosamente bien.Amaba ésto y si al menos podía ser su amiga, sería un gran avance.
Luzbel esperaba a Boris en la sala de ensayos de siempre. El oscuro empresario tenía otros planes, para aquella peculiar jóven.Cuando la vió entrar algo agitada y llena de felicidad, un oscuro sentimiento se adueñó de su ser.Pero con su acostumbrada máscara de indiferencia supo ocultarlo todo a la perfección.Estaba apoyado en el piano azúl cruzado de brazos aguardandolo. Cuando sus miradas se cruzaron, la joven rubia supo que algo no andaba bien. Pero aquello no mató su alegría y luz interior.— Llegas tarde Boris — dijo el emo clavandole la mirada con intensidad. Ésto preocupó a la muchqcha quien empalideció abrutamente — Debes saber que la puntualidad es indispensable aquí.— Disculpe maestro, no volverá a suceder.— Eso espero. Empecemos entonces.Luzbel se sentó frente al piano y comenzó a tocar una dulce melodía. Boris lo contemplaba con una sonrisa. Aquella era una melodía hermosa que lograba calmar su alma.Inm
Esa mañana había llegado más temprano que de costumbre. Estaba muy agotada debido a que no había podido dormir bien anoche.Miguel la vió llegar, y se alegró. Pero al ver su rostro se preocupó al punto de acercarsele para saber qué le sucedía.Boris respiraba entrecortado, en verdad no se sentía nada bien y todo por culpa de esa visión que tuvo anoche.Su mente le jugó malas pasadas durante toda la noche. Se vió a si misma en un sitio oscuro y cerrado frente a ese extraño. Vestía un pantalón negro, una camisa azúl, una campera color azúl y negra.Sus dorados cabellos se veían alborotados, su piel tan blanca como pálida y sus celestina mirada tan misteriosa que lo intimidaba. Entre triste y furioso. Así se veía ese extraño.Por más que Boris le preguntaba qué le sucedía, el extraño se limitaba a mirarla en silencio.Luego de unos instantes, la expresión de ese extraño cambió. Pasó de la tristeza al odio total. Sujetó a Boris de la muñeca, con
Los días pasaban velozmente y Borid no los sentía debido al continuo esfuerzo y trabajo que hacía. Entre los ensayos y las clases de canto acababa agotada. Apenas tenía tiempo para ver a su luna.Una tarde estando con su maestro Luzbel del agotamiento, se equivocó varias veces echo que despertó el enfado en el emo.Pero la joven no daba más, necesitaba dormir o acabaría enfermandose. Luzbel suspiró profundo y dió por concluída la clase.— Disculpe maestro, estoy cansado en verdad.— Descuida Boris.Ven, te mostraré algo.Así salieron de la sala y Luzbel se lo fue llevando cada vez más abajo del edificio. Pasaron los laberínticos pasillos que solo el emo conocía debido a que su padre fue el arquitecto del teatro.Cualquiera se habría perdido pero no Luzbel. Boris comenzaba a asustarse, en un determinado momento se detuvo. Estaba temblando de miedo, muy pálida y las lágrimas humedecían su blanco y pálido rostro.—¿A d-dónde